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IMPRIMEN UN MODELO TRIDIMENSIONAL DE LA NEBULOSA DEL HOMÚNCULO, QUE RODEA A LA ESTRELLA ETA CARINAE

 
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nebulosa3D09 de julio de 2014

Por primera vez se ha logrado imprimir un modelo tridimensional de una nebulosa, científicamente reconstruida; se trata de la nebulosa del Homúnculo, formada en la década de 1840 alrededor de la estrella binaria Eta Carinae, luego de una fuerte erupción en ésta.

Con la nueva impresión en 3D los astrónomos profundizarán en el estudio de su estructura y su relación con la estrella doble, mientras que las personas interesadas podrán conocer cómo son ambos cuerpos celestes más allá de una representación plana.

El proyecto es dirigido por Wolfgang Steffen, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, quien creó un modelo tridimensional basado en datos obtenidos por un grupo de investigadores del Observatorio Europeo Austral (ESO), con el Very Large Telescope (VLT) del ESO, ubicado en Chile.

El grupo de investigadores también incluye a miembros del Goddard Space Flight Center (GSFC) de la NASA; del ESO; del Observatorio de Ginebra, Suiza; de la Universidad de São Paulo, Brasil; y de la Universidad de Maryland, Estados Unidos.

En la UNAM y en el GSFC se usaron impresoras 3D para generar el modelo computacional sólido de la nebulosa, que fue reconstruido científicamente. El artículo con sus resultados se difunde hoy en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (Steffen et al., 2014, “The three-dimensional structure of the Eta Carinae Homunculus”).

Desde hace varios años, Steffen ha desarrollado un sistema de cómputo propio, llamado Shape, para recrear, visualizar en tres dimensiones y difundir cómo son las nebulosas planetarias y galaxias como la Vía Láctea en la que vivimos.

Su interés es dotar a los astrónomos de más herramientas para el análisis científico de diversos cuerpos celestes y acercar modelos atractivos de esta especialidad al público, a través de la divulgación.

Nuevas estructuras entre estrella y nebulosa

“Este trabajo es un resultado relevante sobre la nebulosa del Homúnculo que está alrededor de la estrella binaria Eta Carinae, la cual es muy masiva; se ubica en el hemisferio sur del cielo y se ha estudiado con el telescopio VLT”, destacó Steffen desde la sede Ensenada del IA.

Con las observaciones de ese equipo, basado en la reconstrucción 3D con su software Shape, el universitario encontró algunas nuevas estructuras que relacionan claramente a la nebulosa del Homúnculo con la órbita de la estrella Eta Carinae en el centro.

Las estructuras localizadas en este trabajo están ubicadas en direcciones simétricas con la órbita elongada de la estrella binaria. Los autores del artículo interpretan este dato como una evidencia de que la interacción entre los vientos de partículas que emanan de las dos estrellas constituyentes de la binaria Eta Carinae afecta a la nebulosa del Homúnculo a su alrededor.

“Ésta es la primera vez que se encuentra una relación de este tipo y lo logramos con el software que diseñamos para reconstruir estructuras 3D”.

Es el primer objeto que, además de reconstruir en tres dimensiones, se imprimió en 3D, lo que permitirá visualizar ese cuerpo de una forma más directa. “No sólo podemos verlo en la pantalla, sino tenerlo en las manos, darle vueltas y entender mejor cómo es. Para el público en general será una nueva forma de divulgación, mientras que para los astrónomos es un camino para profundizar en más detalles”, consideró.

Modelos de plástico

Además de este trabajo, Steffen coordina actualmente el desarrollo de nuevos métodos de impresión 3D para obtener modelos hechos de plástico fotoluminiscente.

En este proyecto participan Gustavo Hiriata, Montserrat Arciniega, Rodrigo Ramírez y Teresa Martínez, del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de la UNAM, así como Gabriela Carrizales, del IA, todos de la sede Ensenada de la UNAM.

“La impresión 3D permitirá producir objetos tridimensionales para exhibiciones en museos, planetarios y centros para la divulgación de la ciencia. Es el primer paso para crear objetos astrofísicos que se puedan apreciar mejor que una simulación en computadora o una observación lejana en telescopio. Tocarlos será ideal para personas invidentes, que podrán explorarlos mediante el tacto”, finalizó.

Créditos: UNAM-DGCS-394bis-2014

UBICAN CON NUEVO MÉTODO DOS GALAXIAS PRIMIGENIAS FORMADAS HACE 13 MIL MILLONES DE AÑOS

 
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galaxiasCon un método innovador para escudriñar las etapas más antiguas del Universo, dos científicos de la UNAM participan en un grupo con colegas de España y Venezuela para buscar galaxias primigenias.

En la primera aplicación de su método, que mezcla observaciones con el Gran Telescopio Canarias –el equipo óptico/cercano infrarrojo más grande del mundo, con 10.4 metros de diámetro en su espejo principal– y el uso de filtros sintonizables en cinco longitudes de onda, que detectan detalles del cosmos en franjas específicas del espectro electromagnético, José Antonio de Diego Onsurbe, investigador del Instituto de Astronomía (IA) y Mario de Leo Winkler, su alumno de doctorado, lograron ubicar siete candidatos de galaxias antiguas, pertenecientes a varias etapas, dos de ellas de 13 mil millones de años.

“Se trata de cuerpos lejanos, que son el germen o la semilla de galaxias posteriores y contienen estrellas tempranas, muy masivas y brillantes, formadas básicamente de hidrógeno y helio”, explicó De Diego Onsurbe.

En su búsqueda, los astrónomos aprovechan un fenómeno llamado lente gravitatoria que les ayuda a amplificar entre 10 y 15 por ciento el objeto que detectan en el telescopio.

“La idea es utilizar cúmulos de galaxias que desvían la luz a su alrededor y actúan como lentes. Eso nos permite observar otras galaxias más lejanas, situadas detrás del cúmulo, que actúan como un telescopio natural. Es el efecto llamado lente gravitatorio”, dijo.

Hasta ahora, de las siete galaxias encontradas dos se sitúan a 13 mil millones de años luz de distancia (una es una espiral temprana) y cuatro están a distancias intermedias, abundó.

Estos resultados, con el detalle de su método, fueron publicados en la revista científica The Astronomical Journal.

“Esas galaxias antiguas son de 10 a 20 veces más pequeñas que la nuestra, la Vía Láctea, pero aún desconocemos su distribución. Todas son interesantes para estudiar porque nos ayudará a tener criterios para buscar otras”, añadió.

Las galaxias originarias son pequeñas en comparación con las actuales, que han sumado material. “No sabemos qué queda de aquellas originarias; al menos algunas han agregado material y son cada vez mayores en tamaño. En general, evolucionan y crecen”.

Filtros y emisiones de luz

La principal novedad del método del universitario consiste en el uso de filtros sintonizables acoplados al Gran Telescopio Canarias.

Al respecto, De Leo Winkler, quien realiza esta investigación como tesis doctoral, señaló que en casi todos los telescopios se usan filtros para ver en colores (del ultravioleta al infrarrojo) una parte del espectro electromagnético; estos filtros sintonizables permiten cambiar las distancias entre componentes instrumentales para observar rangos pequeños del espectro. “Para hacer una analogía, con ellos podemos mirar no sólo el azul, sino una cierta tonalidad de azul”.

Las galaxias primigenias generan una emisión de hidrógeno particular llamada “Lyman Alfa” (LAEs, por sus siglas en inglés), que ocurre luego de que los átomos del gas de la galaxia pierden electrones (se fotoionizan) por la presencia de estrellas muy calientes que emiten luz muy energética en el ultravioleta. Al recombinarse, los átomos emiten en la línea de Lyman Alfa a una longitud de onda que los científicos pueden identificar.

“Con el uso de los filtros sintonizables es posible elegir partes pequeñas del espectro y buscar esa emisión. Según la distancia a la que se encuentren los objetos celestes y qué tan corridos estén al rojo, barremos esa área, y si detectamos la emisión, sabemos con alta precisión a qué distancia están las galaxias”, expuso.

Al utilizar por primera vez este método a esas distancias, los científicos ubicaron algunas antiguas, que contienen conglomerados de estrellas muy calientes tipo O y B. “Usamos ese instrumento por primera vez en una búsqueda piloto para ver cómo funcionaban estos filtros y los resultados fueron positivos”, acotó el estudiante.

Hasta ahora, los análisis de galaxias antiguas se han hecho con otros métodos que sólo detectan las más brillantes. “Con nuestro método pretendemos llegar a aquellas más débiles”, agregó De Diego.

Estudios de formación estelar

Estudiar las galaxias antiguas ayuda a conocer la formación de estrellas jóvenes, a obtener tasas de formación estelar y analizar la composición química, así como a hacer estudios de evolución estelar.

“Es uno de los temas más interesantes. Una pregunta abierta es cuándo se formaron las primeras estrellas y dónde están hoy en día. Las primeras son de hidrógeno y helio, no tienen elementos más pesados. En nuestra galaxia son astros difíciles de localizar, pero en las galaxias antiguas son las principales”, puntualizó.

Los estudios ayudan a saber cómo ha sido la evolución galáctica, lo que implica saber cuándo se formaron esos objetos, cuántos son, cuál es su densidad en el Universo primitivo y compararlos con el Universo actual para saber cómo han evolucionado.

“Si vemos a esas distancias podemos ver un cosmos diferente, con galaxias más jóvenes, pequeñas, brillantes y numerosas. La nuestra no empezó de una manera diferente, debió ser un conglomerado pequeño de varios millones de estrellas y creció conforme captó material”, detalló el investigador.

Para su alumno, llegar a esas distancias se siente como romper barreras. “Siempre estamos a merced de qué vamos a encontrar. Aprendimos mucho de este estudio, de cómo podemos utilizar la técnica para buscar y cómo mejorarla”, secundó De Leo.

Ahora, los astrónomos aumentarán de cinco a 24 los filtros sintonizables, que resultaron útiles para encontrar las antiguas; así pretenden barrer volúmenes más grandes, lo que requerirá mayor tiempo de observación con el Gran Telescopio Canarias.

“Llevamos la tecnología al límite. Dentro de 15 o 20 años se podrán hacer estos estudios con telescopios de 20 a 30 metros de diámetro, que ya se planean, pero con las lentes gravitacionales avanzamos en ese campo. Es como si tuviéramos dos telescopios acoplados”, finalizó De Diego.

Créditos: UNAM-DGCS-180-2014

Los Simpsons y el Universo.

 
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11 de Diciembre del 2012
Aspectos de la vida diaria y fenómenos de la ciencia y la tecnología que son tratados con humor e ironía en la serie animada Los Simpsons, son analizados por un grupo de investigación de la UN.
La gran influencia que tiene el programa Los Simpsons en la juventud y en generaciones de todo el mundo sirve de excusa en la Institución para analizar temas científicos.
Así lo explicó el profesor Alexis Larrañaga en su conferencia “Los Simpsons y el Universo”. Según él, “esta serie la ve todo el mundo o la ha visto alguna vez en la vida, y se entera de cosas que parecen ser científicas; nosotros quisimos mostrar eso y tratar de contrastar la ficción con la realidad, en algunas de las ideas relacionadas con la astronomía y la física para discutirlas y explicar la verdad científica detrás de estos aspectos”.
Al ser una de las series animadas más populares y duraderas en la televisión mundial, el show ha examinado a través de sus capítulos algunos aspectos científicos que abarcan áreas desde la biología, pasando por la robótica, la genética y, por supuesto, las matemáticas.
“Muchas de estas ideas surgen de un curso de contexto que se dicta aquí. El curso se llama «Agujeros negros y máquinas del tiempo», y analizamos estos temas no solamente con Los Simpsons sino también con muchos programas y películas”.
Durante la presentación del profesor Larrañaga se emitieron fragmentos de cinco capítulos de Los Simpsons en los que se desarrollaban fenómenos como la contaminación lumínica, los asteroides y su cercanía a la Tierra, los lentes y las desviaciones de luz, los agujeros negros y la relatividad general, entre otros.
Para el experto el tema más llamativo que se ha tratado en la serie animada es el de los agujeros negros microscópicos.
En el capítulo se muestra la creación de un agujero negro microscópico que cuida Lisa y que se va alimentando de cuanto objeto se le aparezca. Homero, Marge y Bart lo alimentan desaforadamente sin escuchar las recomendaciones de Lisa, y al final el agujero se traga a Springfield.
“Aquí se habla de los agujeros negros microscópicos que se producirían en el Gran Colisionador de Hadrones”, que en la vida real existe y es un acelerador y colisionador de partículas ubicado en la Organización Europea para la Investigación Nuclear.
“En teoría ya se podrían producir estos agujeros negros microscópicos porque la energía es suficiente, pero no se conoce suficientemente lo que sucede ahí, entonces nadie se atreve a asegurar que sí se pueda o no se pueda producir ese agujero”.
Lo cierto es que si llega a producirse podrían darse dos finales. “Una explosión inmediata del agujero negro dejando un patrón distintivo, o eventualmente un agujero negro que permanezca por un tiempo y pueda empezar a aumentar su masa, tragándose lo que esté alrededor”.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
“Los Simpsons y el Universo”. Conferencia del Observatorio Astronómico Nacional.

“Los Simpsons y el Universo”. Conferencia del Observatorio Astronómico Nacional.

11 de Diciembre del 2012

Aspectos de la vida diaria y fenómenos de la ciencia y la tecnología que son tratados con humor e ironía en la serie animada Los Simpsons, son analizados por un grupo de investigación de la UN.

La gran influencia que tiene el programa Los Simpsons en la juventud y en generaciones de todo el mundo sirve de excusa en la Institución para analizar temas científicos.

Así lo explicó el profesor Alexis Larrañaga en su conferencia “Los Simpsons y el Universo”. Según él, “esta serie la ve todo el mundo o la ha visto alguna vez en la vida, y se entera de cosas que parecen ser científicas; nosotros quisimos mostrar eso y tratar de contrastar la ficción con la realidad, en algunas de las ideas relacionadas con la astronomía y la física para discutirlas y explicar la verdad científica detrás de estos aspectos”.

Al ser una de las series animadas más populares y duraderas en la televisión mundial, el show ha examinado a través de sus capítulos algunos aspectos científicos que abarcan áreas desde la biología, pasando por la robótica, la genética y, por supuesto, las matemáticas.

“Muchas de estas ideas surgen de un curso de contexto que se dicta aquí. El curso se llama «Agujeros negros y máquinas del tiempo», y analizamos estos temas no solamente con Los Simpsons sino también con muchos programas y películas”.

Durante la presentación del profesor Larrañaga se emitieron fragmentos de cinco capítulos de Los Simpsons en los que se desarrollaban fenómenos como la contaminación lumínica, los asteroides y su cercanía a la Tierra, los lentes y las desviaciones de luz, los agujeros negros y la relatividad general, entre otros.

Para el experto el tema más llamativo que se ha tratado en la serie animada es el de los agujeros negros microscópicos.

En el capítulo se muestra la creación de un agujero negro microscópico que cuida Lisa y que se va alimentando de cuanto objeto se le aparezca. Homero, Marge y Bart lo alimentan desaforadamente sin escuchar las recomendaciones de Lisa, y al final el agujero se traga a Springfield.

“Aquí se habla de los agujeros negros microscópicos que se producirían en el Gran Colisionador de Hadrones”, que en la vida real existe y es un acelerador y colisionador de partículas ubicado en la Organización Europea para la Investigación Nuclear.

“En teoría ya se podrían producir estos agujeros negros microscópicos porque la energía es suficiente, pero no se conoce suficientemente lo que sucede ahí, entonces nadie se atreve a asegurar que sí se pueda o no se pueda producir ese agujero”.

Lo cierto es que si llega a producirse podrían darse dos finales. “Una explosión inmediata del agujero negro dejando un patrón distintivo, o eventualmente un agujero negro que permanezca por un tiempo y pueda empezar a aumentar su masa, tragándose lo que esté alrededor”.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Las Matemáticas y el desarrollo de la Astronomía moderna

 
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Las Matemáticas siempre han estado de la mano con la Astronomía y han ayudado a revelar varios misterios a través de cálculos.
Las Matemáticas siempre han estado de la mano con la Astronomía y han ayudado a revelar varios misterios a través de cálculos.

25 de enero de 2012
Desde tiempos remotos, las Matemáticas y la Astronomía han estado estrechamente ligadas; gracias a los números se han revelado muchos misterios del Universo.

Y aunque aún quedan muchas incógnitas por descifrar, es indudable la importancia de las Matemáticas para este fin. En los tiempos en que empezaban a aparecer las primeras formas de enumeración, muchas civilizaciones les daban diferentes formas a las estrellas en el globo celeste; así, mientras para los occidentales existen 82 constelaciones, para los chinos la cifra es de 120.

Cada cultura ha influido en la manera de ver el cosmos; en este sentido, en tanto que para nosotros la constelación que llamamos Orión tenía la forma de un gran cazador, para los arahuacos este grupo de estrellas formaba un gran cesto de recolección y para los polinesios era una mariposa que indicaba el vuelo.

Según Benjamín Calvo, director del Observatorio Astronómico de la UN, el primer contacto entre estas dos ciencias se remonta a la civilización griega, en la que varios pensadores aportaron su primer grano de arena para este fin. “Uno de ellos fue Aristarco de Samos, quien determinó que el Sol también era una estrella igual a las que veíamos en la noche, sino que estaba mucho más cerca y por eso la veíamos grande. Además, predijo de manera científica los eclipses y determinó que la Tierra era curva, por la sombra proyectada del planeta sobre la superficie de nuestro satélite durante un eclipse lunar. De acuerdo con sus cálculos, el Sol era 20 veces más grande que la Luna, cuando en realidad lo era 390 veces más”.

Otro griego, Hiparco de Nicea, descubrió la precisión de los equinoccios e introdujo el concepto de magnitudes, más aún, el primer reporte sobre las cuerdas; a este también se le atribuye la invención de la trigonometría  aplicada en la esfera celeste.

Otro de los grandes fue Ptolomeo, que aunque decía que la Tierra era el centro del  Universo, descubrió el movimiento en órbitas de los demás planetas y de la Luna sobre la Tierra. “Una de sus grandes contribuciones fue el Almagesto, una gran recopilación de textos del siglo II de nuestra era, que no solo recoge toda la tradición astronómica griega que está escrita a la usanza moderna, sino con todos los cánones de la geometría euclidiana”, comentó Calvo.

También está el caso de Aristarco, quien fue uno de los primeros en plantearse una teoría heliocéntrica (el Sol en el centro); en su momento, este no podía comprobar dicha teoría, dado que su pensamiento era más filosófico, y aunque tenía una buena dosis de observación, los instrumentos y métodos –hasta ese entonces arrojados–, no le permitían hacer una aproximación apropiada.

Eratóstenes, por su parte, no solo estaba convencido de que la Tierra era redonda sino que ideó su propio método para calcular cuánto medía la circunferencia terrestre. Él, quien vivía en Alejandría, había oído decir –a los mercaderes que venían de Siena–, que en el solsticio los rayos solares caían verticalmente en la ciudad de Siena, situada en el mismo meridiano que Alejandría, pues recordaba que el Sol se reflejaba en lo más profundo de uno de los pozos, a la hora del mediodía. Entonces, pensó que si medía durante ese día –en la ciudad de Alejandría, a la misma hora–, el ángulo que los rayos solares formaban con la vertical, y la sombra que formaba la estaca sobre la línea meridiana, conocería el ángulo del arco de meridiano entre Alejandría y Siena.

Resultó que el ángulo era de 7 grados, pero aún le faltaba conocer la distancia, a lo largo del meridiano, entre ambas ciudades. Para ello, Eratóstenes pagó a un hombre que hizo, a pie, tal medición, que fue equivalente a unos 800 km. Con estos datos, llegó a la conclusión de que la medida de la circunferencia terrestre era de: 41.142 Km. En realidad, la distancia de la línea ecuatorial es de 40.075 Km.

Gracias a todo este aporte de la antigüedad, y con el desarrollo de nuevos instrumentos de mayor precisión, se pudo determinar la importancia de esos grandes observadores que dejaron las primeras bases de la Astronomía moderna.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

En construcción, reemplazo del telescopio espacial Hubble

 
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El nuevo telescopio espacial, James Webb, será lanzado entre el 2017 y el 2018.
El nuevo telescopio espacial, James Webb, será lanzado entre el 2017 y el 2018.

8 de enero de 2012

James Webb es el nombre del nuevo telescopio que reemplazará al Hubble, según lo reveló la astrónoma Susana Deustua, en desarrollo de unos talleres realizados en la UN en Bogotá.

La científica, quien trabaja desde hace tres años en el viejo telescopio de observación Hubble, explicó que el nuevo instrumento se encuentra en proceso de construcción y ya contiene los espejos y dispositivos necesarios para mirar las profundidades del Universo.

Comparado con el Hubble, el nuevo aparato es más grande y cuenta con un diámetro más amplio. “Esto le da mayor alcance y sensibilidad al  infrarrojo, con el cual se pueden observar con mayor cuidado las galaxias jóvenes y los exoplanetas, así como estudiar el origen de las estrellas”, afirmó Deustua, al tiempo que explicó que uno de los espejos es tan grande que tendrá que ser doblado en la nave y, luego, se desplegará como un paraguas cuando se encuentre en el espacio.

El James Webb sería lanzado entre el 2017 y el 2018. Mientras tanto, se seguirá usando el Hubble, el cual se encuentra a 600 kilómetros sobre el nivel del mar. En principio, cuando se lanzó en 1990, se había destinado a una vida útil de 10 años; sin embargo, según la experta, alcanzaría a completar 25 años. “Lo más seguro es que la NASA no lo deje obsoleto en el espacio y lo haga caer para que se desintegre en la atmósfera terrestre”, agregó.

Gracias a los datos obtenidos por el Hubble, se escribieron cerca de 10 mil artículos científicos sobre distintos aspectos del Universo y se han tomado innumerables fotografías, destacó la estudiosa.

El nuevo telescopio espacial –que no lleva el nombre de ningún astrónomo ni astronauta sino el de un administrador de la NASA de los años 60–, costará, según Deustua, 2 mil millones de dólares, sin contar el valor del lanzamiento.

El James Webb será operado de manera conjunta por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).

Susana Deustua nació en Lima (Perú), pero su nacionalidad es estadounidense, ya que reside en el país norteamericano desde los 18 años.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co