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Ausencia de argumentos en defensa del Tayrona.

 
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22 de Enero del 2013
La suspensión de la construcción de un proyecto turístico en Bahía Concha (en el Parque Nacional Natural Tayrona), no es una solución definitiva ante la problemática de la intervención del territorio.
La medida preventiva se aplicó por presión ciudadana al Gobierno Nacional, debido a las obras que implicarían la tala de una buena porción del bosque seco del parque y la intervención territorial.
A pesar de que el proyecto ya contaba con la licencia ambiental requerida, priman el interés por el cuidado y la conservación del medioambiente y el principio de incertidumbre, por lo cual la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) solicitó a Parques Nacionales y a entidades del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible un nuevo concepto técnico, para establecer si se da vía libre al proyecto o, en definitiva, se suspende.
Lo paradójico del llamado de la ANLA, es que ya existen estudios que los entes gubernamentales podrían consultar para establecer la no viabilidad de este tipo de acciones que suponen “un bajo impacto”, pero que en la realidad conllevan un alto costo ambiental.
Jesús Orlando Rangel, director del grupo de investigación en Biodiversidad y Conservación del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia, cuestiona el accionar de la ANLA, “ya que la convocatoria debió ser amplia e incluir a las entidades que han generado la información requerida para dar una respuesta adecuada al consorcio industrial y aprovechar, de una vez por todas, para blindar otros espacios del Tayrona”.
Por su parte, el profesor Ignacio Mantilla Prada, rector de la UN asegura: “queremos que el Gobierno nacional conozca esos estudios, se apoye en la Universidad y tenga una valoración académica y científica en sus decisiones”.
La historia de la conservación de la vida silvestre en Colombia demuestra que la nación nunca ha estado de acuerdo con la intervención en el Tayrona.
“En los años sesenta se realizaron unas investigaciones, con la supervisión del doctor Jorge Hernández –Mono Hernández–, que permitieron declarar al Tayrona, y a un 10% más de la superficie del país, bajo la figura de áreas protegidas”, expresa Rangel.
“Hace más de cuarenta años, en 1972, hubo un gran movimiento que congregó a los interesados en la conservación de la naturaleza y movilizó al país ante un intento del Estado de hacer una alianza con una gran cadena hotelera para construir en el Tayrona”.
A la fecha, nos contentamos “con tener al Tayrona como área protegida y hemos dejado que los problemas existentes desde el momento en que fue declarado como área natural protegida persistan, sin buscarles una solución”, dice el profesor de la Facultad de Ciencias de la UN.
Es importante que las autoridades ambientales y la sociedad en general se apropien del significado del Tayrona, ya que este parque natural cuenta con una biodiversidad única en el mundo.
Asimismo, “es necesario que se construya un sistema de información biológica, sencillo, que reúna los argumentos biológicos y ecológicos para la defensa de estos territorios”.
Y la UN puede ayudar al Gobierno y a las entidades gubernamentales, a hacer una defensa del Tayrona sobre hechos reales, “con base en cifras, en documentos que ilustren sobre la biota, los tipos de bosque, los ecosistemas, los factores y fenómenos ambientales que por desgracia no se tienen en cuenta como argumentos decisivos en la defensa del área protegida”.
“Las áreas marinas y continentales del Parque Nacional Natural Tayrona son únicas en el concierto del Caribe. Difícilmente, en otro lugar se puede encontrar –en un trayecto tan corto– esa diversidad y riqueza de ambientes con tan amplia gama de biota y ecosistemas, así como una agradación en los aspectos físicos del clima, la geología y los suelos”, puntualiza Rangel.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Bosque húmedo tropical que se puede apreciar en el Parque Nacional Natural Tayrona.

Bosque húmedo tropical que se puede apreciar en el Parque Nacional Natural Tayrona.

22 de Enero del 2013

La suspensión de la construcción de un proyecto turístico en Bahía Concha (en el Parque Nacional Natural Tayrona), no es una solución definitiva ante la problemática de la intervención del territorio.

La medida preventiva se aplicó por presión ciudadana al Gobierno Nacional, debido a las obras que implicarían la tala de una buena porción del bosque seco del parque y la intervención territorial.

A pesar de que el proyecto ya contaba con la licencia ambiental requerida, priman el interés por el cuidado y la conservación del medioambiente y el principio de incertidumbre, por lo cual la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) solicitó a Parques Nacionales y a entidades del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible un nuevo concepto técnico, para establecer si se da vía libre al proyecto o, en definitiva, se suspende.

Lo paradójico del llamado de la ANLA, es que ya existen estudios que los entes gubernamentales podrían consultar para establecer la no viabilidad de este tipo de acciones que suponen “un bajo impacto”, pero que en la realidad conllevan un alto costo ambiental.

Jesús Orlando Rangel, director del grupo de investigación en Biodiversidad y Conservación del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia, cuestiona el accionar de la ANLA, “ya que la convocatoria debió ser amplia e incluir a las entidades que han generado la información requerida para dar una respuesta adecuada al consorcio industrial y aprovechar, de una vez por todas, para blindar otros espacios del Tayrona”.

Por su parte, el profesor Ignacio Mantilla Prada, rector de la UN asegura: “queremos que el Gobierno nacional conozca esos estudios, se apoye en la Universidad y tenga una valoración académica y científica en sus decisiones”.

La historia de la conservación de la vida silvestre en Colombia demuestra que la nación nunca ha estado de acuerdo con la intervención en el Tayrona.

“En los años sesenta se realizaron unas investigaciones, con la supervisión del doctor Jorge Hernández –Mono Hernández–, que permitieron declarar al Tayrona, y a un 10% más de la superficie del país, bajo la figura de áreas protegidas”, expresa Rangel.

“Hace más de cuarenta años, en 1972, hubo un gran movimiento que congregó a los interesados en la conservación de la naturaleza y movilizó al país ante un intento del Estado de hacer una alianza con una gran cadena hotelera para construir en el Tayrona”.

A la fecha, nos contentamos “con tener al Tayrona como área protegida y hemos dejado que los problemas existentes desde el momento en que fue declarado como área natural protegida persistan, sin buscarles una solución”, dice el profesor de la Facultad de Ciencias de la UN.

Es importante que las autoridades ambientales y la sociedad en general se apropien del significado del Tayrona, ya que este parque natural cuenta con una biodiversidad única en el mundo.

Asimismo, “es necesario que se construya un sistema de información biológica, sencillo, que reúna los argumentos biológicos y ecológicos para la defensa de estos territorios”.

Y la UN puede ayudar al Gobierno y a las entidades gubernamentales, a hacer una defensa del Tayrona sobre hechos reales, “con base en cifras, en documentos que ilustren sobre la biota, los tipos de bosque, los ecosistemas, los factores y fenómenos ambientales que por desgracia no se tienen en cuenta como argumentos decisivos en la defensa del área protegida”.

“Las áreas marinas y continentales del Parque Nacional Natural Tayrona son únicas en el concierto del Caribe. Difícilmente, en otro lugar se puede encontrar –en un trayecto tan corto– esa diversidad y riqueza de ambientes con tan amplia gama de biota y ecosistemas, así como una agradación en los aspectos físicos del clima, la geología y los suelos”, puntualiza Rangel.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Parque Tayrona, en la mira del ecoturismo.

 
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18 de Octubre del 2012
El debate por la construcción de hoteles dentro del Parque Tayrona se reabrió después de un año desde que el exministro de Ambiente, Frank Pearl, anunciara que no se llevaría a cabo este proyecto.
El profesor Jesús Orlando Rangel, doctor en Biología, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la UN y experto en Biodiversidad y Conservación, aseguró en UN Análisis* de UN Radio: “el Parque Nacional Natural Tayrona, ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta, es una región muy importante biológicamente por la variedad de sistemas y complejos ecológicos que allí se asientan”.
El profesor Rangel destacó la necesidad de preservar la región del parque, por cuanto es una de las pocas zonas del Caribe colombiano en donde hay ecosistemas de manglar, es el área más conservada de los bosques tropicales secos y es el macizo biológicamente más grande del mundo.
“El parque es como un oasis en medio del gran paisaje antropisado y cambiado. Es uno de los pocos sitios en donde tenemos una representatividad de lo que fue la biodiversidad de esta parte del país” insistió.
El presidente de Aviatur, Jean Claude Bessudo, sobre las apreciaciones del profesor y la posibilidad de que se construya un complejo hotelero en el área, señaló: “Hay una ley que prohíbe las construcciones de este tipo en parques naturales, pero hay reglamentaciones que permiten el ecoturismo. Debe haber claridad al respecto. Las normas deben ser aplicadas para todos, es decir: o hay hotelería o no la hay”.
Bessudo indicó que, para llevar a cabo este tipo de proyectos, es indispensable tener claras las normas y la aprobación por parte de las comunidades indígenas. Al respecto, el profesor Rangel anotó la necesidad de crear un punto intermedio y de acuerdo entre las comunidades y las compañías, en este caso la multinacional Six Sences.
El profesor Rangel también dijo que hace falta inversión en la investigación y en la difusión de la biodiversidad del país; pues precisó que, si las entidades gubernamentales dieran los recursos para esta área, habría más turistas responsables y conocedores de la biodiversidad y los ecosistemas colombianos.
Luz Elvira Angarita, directora Territorial Caribe de Parques Nacionales Naturales, manifestó que hay un estudio reciente en el que se identifica la extensión del parque y los propietarios, quienes aducen tener derechos.
Asimismo, la funcionaria afirmó que el proyecto de la compañía Six Sences no es conocido por Parques Nacionales, que no ha sido consultado para evaluarlo y que, por lo tanto, no es posible emitir un concepto sobre esta posibilidad.
Sin embargo, agregó: “Se está trabajando en una nueva política de ecoturismo en Parques Naturales. En esta propuesta, se pretende privilegiar la infraestructura por fuera de las áreas de los parques, lo que implica evitar al máximo las construcciones e incentivar los desarrollos turísticos y ecoturísticos en los alrededores de estas zonas”.
Por otra parte, con respecto a los impactos que tiene la industria hotelera en sectores como el Tayrona, el profesor Rangel sostuvo: “la construcción que planea Six Sences es de gran impacto, a pesar del uso de tecnologías de punta; además no hay entidades que efectúen el monitoreo y vigilancia de los impactos con rigor”.
La pregunta que se plantó durante el debate es por qué este proyecto hotelero no se hace en otra región del Caribe. Y la respuesta, según Rangel, es porque el Tayrona tiene muchos valores agregados.
Julio Carrizosa, profesor pensionado de la UN, puntualizó: “Los parques naturales cumplen una función social y ecológica, en un contexto en el que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo. Pero, al construir un proyecto como este, al que posiblemente solo podrán ingresar personas con ingresos altos, el parque se convertiría en un instrumento de inequidad social”.
Finalmente, Óscar Montero, indígena del pueblo kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta, estudiante de Ciencia Política de la UN en Medellín y líder de la comunidad estudiantil indígena, concluyó: “es necesario hacer un mejor manejo ambiental en estas zonas estratégicas y naturales, caracterizadas por unos ecosistemas únicos en el mundo cuya pérdida significa que vamos a perder una cantidad de flora y fauna que no volveremos a recuperar”.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El Parque Tayrona es el área más conservada de los bosques tropicales secos y es el macizo biológicamente más grande del mundo.

El Parque Tayrona es el área más conservada de los bosques tropicales secos y es el macizo biológicamente más grande del mundo.

18 de Octubre del 2012

El debate por la construcción de hoteles dentro del Parque Tayrona se reabrió después de un año desde que el exministro de Ambiente, Frank Pearl, anunciara que no se llevaría a cabo este proyecto.

El profesor Jesús Orlando Rangel, doctor en Biología, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la UN y experto en Biodiversidad y Conservación, aseguró en UN Análisis* de UN Radio: “el Parque Nacional Natural Tayrona, ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta, es una región muy importante biológicamente por la variedad de sistemas y complejos ecológicos que allí se asientan”.

El profesor Rangel destacó la necesidad de preservar la región del parque, por cuanto es una de las pocas zonas del Caribe colombiano en donde hay ecosistemas de manglar, es el área más conservada de los bosques tropicales secos y es el macizo biológicamente más grande del mundo.

“El parque es como un oasis en medio del gran paisaje antropisado y cambiado. Es uno de los pocos sitios en donde tenemos una representatividad de lo que fue la biodiversidad de esta parte del país” insistió.

El presidente de Aviatur, Jean Claude Bessudo, sobre las apreciaciones del profesor y la posibilidad de que se construya un complejo hotelero en el área, señaló: “Hay una ley que prohíbe las construcciones de este tipo en parques naturales, pero hay reglamentaciones que permiten el ecoturismo. Debe haber claridad al respecto. Las normas deben ser aplicadas para todos, es decir: o hay hotelería o no la hay”.

Bessudo indicó que, para llevar a cabo este tipo de proyectos, es indispensable tener claras las normas y la aprobación por parte de las comunidades indígenas. Al respecto, el profesor Rangel anotó la necesidad de crear un punto intermedio y de acuerdo entre las comunidades y las compañías, en este caso la multinacional Six Sences.

El profesor Rangel también dijo que hace falta inversión en la investigación y en la difusión de la biodiversidad del país; pues precisó que, si las entidades gubernamentales dieran los recursos para esta área, habría más turistas responsables y conocedores de la biodiversidad y los ecosistemas colombianos.

Luz Elvira Angarita, directora Territorial Caribe de Parques Nacionales Naturales, manifestó que hay un estudio reciente en el que se identifica la extensión del parque y los propietarios, quienes aducen tener derechos.

Asimismo, la funcionaria afirmó que el proyecto de la compañía Six Sences no es conocido por Parques Nacionales, que no ha sido consultado para evaluarlo y que, por lo tanto, no es posible emitir un concepto sobre esta posibilidad.

Sin embargo, agregó: “Se está trabajando en una nueva política de ecoturismo en Parques Naturales. En esta propuesta, se pretende privilegiar la infraestructura por fuera de las áreas de los parques, lo que implica evitar al máximo las construcciones e incentivar los desarrollos turísticos y ecoturísticos en los alrededores de estas zonas”.

Por otra parte, con respecto a los impactos que tiene la industria hotelera en sectores como el Tayrona, el profesor Rangel sostuvo: “la construcción que planea Six Sences es de gran impacto, a pesar del uso de tecnologías de punta; además no hay entidades que efectúen el monitoreo y vigilancia de los impactos con rigor”.

La pregunta que se plantó durante el debate es por qué este proyecto hotelero no se hace en otra región del Caribe. Y la respuesta, según Rangel, es porque el Tayrona tiene muchos valores agregados.

Julio Carrizosa, profesor pensionado de la UN, puntualizó: “Los parques naturales cumplen una función social y ecológica, en un contexto en el que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo. Pero, al construir un proyecto como este, al que posiblemente solo podrán ingresar personas con ingresos altos, el parque se convertiría en un instrumento de inequidad social”.

Finalmente, Óscar Montero, indígena del pueblo kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta, estudiante de Ciencia Política de la UN en Medellín y líder de la comunidad estudiantil indígena, concluyó: “es necesario hacer un mejor manejo ambiental en estas zonas estratégicas y naturales, caracterizadas por unos ecosistemas únicos en el mundo cuya pérdida significa que vamos a perder una cantidad de flora y fauna que no volveremos a recuperar”.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Hallan alta diversidad genética en yuca del Caribe colombiano.

 
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La yuca (Manihot esculenta Crantz) es el cuarto producto básico más importante en la alimentación mundial.
La yuca (Manihot esculenta Crantz) es el cuarto producto básico más importante en la alimentación mundial.

14 de Septimbre del 2012

Científicos de la UN en Palmira y del CIAT hallaron en genotipos de yuca, recolectados en los departamentos de Atlántico, Magdalena, Córdoba y Sucre, una alta variabilidad genética que evitaría su extinción.

La yuca (Manihot esculenta Crantz) es considerada el cuarto producto básico más importante en la alimentación mundial, después del arroz, el trigo y el maíz. Su papel es fundamental en la dieta de millones de personas en el mundo, al ser un importante recurso energético en la alimentación humana.

En Colombia, la principal zona de cultivo es la región Caribe. Allí se concentra el 42% de la producción nacional. Y, al igual que en otros países del mundo, en su mayoría es manejada por agricultores en pequeñas explotaciones. Pero, según los investigadores de la sede, estos utilizan cultivares no identificados conformados por genotipos locales o variedades mejoradas y desconocen la magnitud de su variabilidad.

El profesor Franco Alirio Vallejo, uno de los directores de este proyecto, explica: “el conocimiento de la variabilidad genética de las especies facilita la toma de decisiones en los programas de mejoramiento y en su conservación. Y el germoplasma evita la pérdida de especies silvestres y cultivadas, pues prevé o reduce la erosión genética”.

Por eso, con el objetivo de examinarla, los investigadores del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y de la UN en Palmira utilizaron marcadores moleculares del tipo microsatélites (simple sequence repeat, SSR).

“Estos marcadores han sido ampliamente usados para estos estudios. Se han identificado 36 como los de mayor polimorfismo y se han utilizado en investigaciones con genotipos de otros países”, reporta, en su recopilación bibliográfica, Adriana Mercedes Alzate, ingeniera e investigadora del proyecto.

Los científicos aseguran que, en algunos de los anteriores trabajos, se han incluido variedades colombianas provenientes del Banco de Germoplasma del CIAT.

“Sin embargo, en el país no se han hecho estudios de variabilidad genética que incluyan accesiones de yuca recolectadas directamente en las fincas de los agricultores”, afirma Alzate.

El germoplasma se recolectó en fincas pequeñas que tenían un área comprendida entre 0,5 y 12 hectáreas y localizadas en los departamentos de Córdoba, Sucre, Atlántico y Magdalena.

“El muestreo fue de tipo conglomerado polietápico y se consideró al grupo de cultivadores existente en cada municipio como un conglomerado. Primero, se seleccionó aleatoriamente el municipio dentro de cada departamento. Después, las fincas de cada municipio”, señala el profesor Vallejo.

Evaluaron 717 genotipos de yuca recolectados. Así, mediante un análisis de correspondencia múltiple (ACM), establecieron seis grupos genéticamente diferentes que explican el 81% de la variación.

El coeficiente de diferenciación genética entre grupos (GST) fue bajo (0,18); lo que indica, según Alzate, “que la variabilidad no se debe a diferencias entre los grupos, sino a diferencias dentro de cada grupo; de ahí que dentro de estos sea alta”.

El profesor Vallejo concluye: “Las medidas de variación genética en este trabajo de investigación demostraron que, en estos cultivos de yuca, existe alta heterocigosidad (HI: 0.56087). Esto confirma el entrecruzamiento de la yuca y su naturaleza altamente heterocigota. Su condición alógama (polinización cruzada) favorece la segregación y la generación de nueva variabilidad genética”.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html