Tag Archives: tecnologías

Tecnologías procesarán información de 50 billones de dispositivos en 2020

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

cara

08 de junio de 2015

Bogotá D. C., jun. 08 de 2015 – Agencia de Noticias UN.- Los sistemas coexisten como si fueran ecosistemas ambientales. Aunque en el pasado Google y Yahoo eran fuertes competidores, hoy se interrelacionan para ser sostenibles. Continue reading Tecnologías procesarán información de 50 billones de dispositivos en 2020

El desarrollo sostenible no es posible, el adaptativo sí.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
10 de Diciembre del 2012
Hay energía suficiente para todo el planeta, pero no se cuenta con un medioambiente que soporte las tecnologías actuales para su generación.
En ese sentido, Colombia debe trazar una política clara que esté orientada al desarrollo de energías renovables, pero teniendo en cuenta los factores determinantes de las políticas nacionales.
Así lo manifestó el profesor emérito de la UN Humberto Rodríguez tras el panel “Metodologías, modelamiento y perspectivas de las energías renovables”, que tuvo lugar durante el Coloquio Desarrollo y Crisis Climática, llevado a cabo en la Universidad del Rosario.
“Lo sugiere la segunda ley de la termodinámica”, dijo. Y explicó esto valiéndose de un ejemplo: “Una persona cualquiera emplea algo de azufre para fabricar las llantas de un carro, anda por toda la ciudad y se acaba la llanta. El azufre queda regado por toda la ciudad, pero no es posible recoger ese material para hacer otra llanta”.
Por tanto, señaló que en el país se hace un uso entrópico de los recursos naturales. “Ese azufre desapareció para el sistema económico. Por eso, el desarrollo sostenible no es posible”, reiteró.
Para él, lo único que es sostenible es lo que gira alrededor de la vida, como las plantas, las cuales producen sus propios desechos, los reciclan y crean un ciclo indefinido.
“Debemos dejar de mirar tanto afuera. Esta es una nación de más de 40 millones de habitantes que merece tener criterios propios, esto no es una finca. Hay de que desarrollarlos, y ese es uno de los retos”, afirmó.
También hizo hincapié en que Colombia debe desarrollar sus propias tecnologías. Según él, las universidades tienen que hacer un esfuerzo notable en comprometerse con el país.
“A la naturaleza no le interesa la eficacia energética, le importa es el número de toneladas de CO2 que se producen cada año. Por tanto, este es un problema de responsabilidad común, de responsabilidad compartida”, insiste.
Por su parte, Carlos Jaime Franco, profesor de la Facultad de Minas de la UN en Medellín, expresó que, para poder enfrentar el cambio climático, es necesario que ingresen tecnologías renovables, energía más limpia y ahorro. Pero aclaró que, para eso, se necesitan una serie de políticas que incentiven ese tipo de tecnologías.
Contó que estas se concentran principalmente en el sector eléctrico, pues se observa que las de generación eólica, hidráulica o solar pueden entrar muy fácil al mercado y competir con las ya establecidas.
Su tarea, entonces, es trabajar en el desarrollo de modelos en los cuales se pueden probar esas políticas antes de ser implementadas, de modo que se puedan tomar las decisiones más adecuadas.
Con respecto a Colombia, aseguró que posee una alta composición de energías renovables. Sin embargo, requiere instalar mucha más capacidad para poder atender la creciente demanda de electricidad.
“Ese es un asunto que se puede exportar. Se puede vender esa imagen del país como uno que produce electricidad con tecnologías renovables que no contaminan”, agregó.
Para Gerard Olivar, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UN en Manizales, lo primero por considerar es el enorme recurso hídrico que posee Colombia, que desplaza a otras fuentes renovables (como la eólica, la solar e incluso la nuclear, de la cual también se habla).
En ese entorno, es difícil que esas tecnologías se lleguen a implantar masivamente. “El futuro pasará por una mejor tecnología, así como por subsidios”, dijo.
El nivel de emisiones en el país no es tan alto como a algunos les parecía. Sin embargo, es probable que dentro de poco la riqueza de la nación vaya a hacer necesario generar más energía.
“Es difícil ver a simple vista una toma de decisiones para favorecer las energías renovables. Quizá no sea muy interesante para el país en estos momentos. Pero, si atendemos el crecimiento que se espera, tal vez valga la pena pensar en otras fuentes renovables”, aseveró.
Finalmente, resaltó la falta de una herramienta de información, de prospectiva, etc., que tenga una base científica, como un modelo matemático, por ejemplo. Un insumo fundamental para las direcciones de planeación y secretarías de desarrollo, entre otras entidades.
“La idea es proporcionar herramientas matemáticas sencillas en forma de software amigable sobre sistemas de información geográfica, con el fin de que se puedan usar en una tableta”, sostuvo.
El Coloquio fue organizado por la UN en Medellín, la Red KLN (Klimaforum Latinoamérica Network), Empresas Públicas de Medellín (EPM) y el Centro de Investigación e Innovación en Energía (CIIEN).
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Panel “Metodologías, modelamiento y perspectivas de las energías renovables”.

Panel “Metodologías, modelamiento y perspectivas de las energías renovables”.

10 de Diciembre del 2012

Hay energía suficiente para todo el planeta, pero no se cuenta con un medioambiente que soporte las tecnologías actuales para su generación.

En ese sentido, Colombia debe trazar una política clara que esté orientada al desarrollo de energías renovables, pero teniendo en cuenta los factores determinantes de las políticas nacionales.

Así lo manifestó el profesor emérito de la UN Humberto Rodríguez tras el panel “Metodologías, modelamiento y perspectivas de las energías renovables”, que tuvo lugar durante el Coloquio Desarrollo y Crisis Climática, llevado a cabo en la Universidad del Rosario.

“Lo sugiere la segunda ley de la termodinámica”, dijo. Y explicó esto valiéndose de un ejemplo: “Una persona cualquiera emplea algo de azufre para fabricar las llantas de un carro, anda por toda la ciudad y se acaba la llanta. El azufre queda regado por toda la ciudad, pero no es posible recoger ese material para hacer otra llanta”.

Por tanto, señaló que en el país se hace un uso entrópico de los recursos naturales. “Ese azufre desapareció para el sistema económico. Por eso, el desarrollo sostenible no es posible”, reiteró.

Para él, lo único que es sostenible es lo que gira alrededor de la vida, como las plantas, las cuales producen sus propios desechos, los reciclan y crean un ciclo indefinido.

“Debemos dejar de mirar tanto afuera. Esta es una nación de más de 40 millones de habitantes que merece tener criterios propios, esto no es una finca. Hay de que desarrollarlos, y ese es uno de los retos”, afirmó.

También hizo hincapié en que Colombia debe desarrollar sus propias tecnologías. Según él, las universidades tienen que hacer un esfuerzo notable en comprometerse con el país.

“A la naturaleza no le interesa la eficacia energética, le importa es el número de toneladas de CO2 que se producen cada año. Por tanto, este es un problema de responsabilidad común, de responsabilidad compartida”, insiste.

Por su parte, Carlos Jaime Franco, profesor de la Facultad de Minas de la UN en Medellín, expresó que, para poder enfrentar el cambio climático, es necesario que ingresen tecnologías renovables, energía más limpia y ahorro. Pero aclaró que, para eso, se necesitan una serie de políticas que incentiven ese tipo de tecnologías.

Contó que estas se concentran principalmente en el sector eléctrico, pues se observa que las de generación eólica, hidráulica o solar pueden entrar muy fácil al mercado y competir con las ya establecidas.

Su tarea, entonces, es trabajar en el desarrollo de modelos en los cuales se pueden probar esas políticas antes de ser implementadas, de modo que se puedan tomar las decisiones más adecuadas.

Con respecto a Colombia, aseguró que posee una alta composición de energías renovables. Sin embargo, requiere instalar mucha más capacidad para poder atender la creciente demanda de electricidad.

“Ese es un asunto que se puede exportar. Se puede vender esa imagen del país como uno que produce electricidad con tecnologías renovables que no contaminan”, agregó.

Para Gerard Olivar, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UN en Manizales, lo primero por considerar es el enorme recurso hídrico que posee Colombia, que desplaza a otras fuentes renovables (como la eólica, la solar e incluso la nuclear, de la cual también se habla).

En ese entorno, es difícil que esas tecnologías se lleguen a implantar masivamente. “El futuro pasará por una mejor tecnología, así como por subsidios”, dijo.

El nivel de emisiones en el país no es tan alto como a algunos les parecía. Sin embargo, es probable que dentro de poco la riqueza de la nación vaya a hacer necesario generar más energía.

“Es difícil ver a simple vista una toma de decisiones para favorecer las energías renovables. Quizá no sea muy interesante para el país en estos momentos. Pero, si atendemos el crecimiento que se espera, tal vez valga la pena pensar en otras fuentes renovables”, aseveró.

Finalmente, resaltó la falta de una herramienta de información, de prospectiva, etc., que tenga una base científica, como un modelo matemático, por ejemplo. Un insumo fundamental para las direcciones de planeación y secretarías de desarrollo, entre otras entidades.

“La idea es proporcionar herramientas matemáticas sencillas en forma de software amigable sobre sistemas de información geográfica, con el fin de que se puedan usar en una tableta”, sostuvo.

El Coloquio fue organizado por la UN en Medellín, la Red KLN (Klimaforum Latinoamérica Network), Empresas Públicas de Medellín (EPM) y el Centro de Investigación e Innovación en Energía (CIIEN).

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Decisión de La Haya afecta investigación de UN en San Andrés.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
 La Universidad Nacional de Colombia realiza numerosas investigaciones en San Andrés.

La Universidad Nacional de Colombia realiza numerosas investigaciones en San Andrés.

21 de Noviembre del 2012
La nueva frontera entre Colombia y Nicaragua afecta también las investigaciones que la UN realiza en el Archipiélago, pues se dificulta el acceso a áreas clave para estudiar la biodiversidad de la zona.
La profesora Brigitte Gavio lleva cinco años investigando sobre botánica marina en la Isla y asegura que el más importante de sus proyectos es el inventario de la biodiversidad en macroalgas.
“El año pasado fuimos a los Cayos del Norte, Quitasueño, Serrana y Roncador, e hicimos una expedición con la Gobernación del Archipiélago y la Corporación Coralina para evaluar el estado de la biodiversidad de los Cayos; allí, nosotros hemos encontrado muchísimas especies que nunca antes se habían reportado para San Andrés y ni siquiera para Colombia”, relató.
Ahora se siente afectada porque “el área que le quedó a Colombia es supremamente restringida, es el Cayo no más, prácticamente no hay aguas aledañas, entonces toda el área de afuera no va a poder ser investigada”, precisó.
La profesora estima que hay alrededor de 90 especies como nuevos registros, lo que da la idea de que la biodiversidad del Archipiélago ha sido poco estudiada.
“La investigación está en marcha. Hemos encontrado que la  biodiversidad es muy alta, pero estamos preocupados porque las intenciones de Nicaragua no van en el sentido de la conservación”, aseguró la docente de la UN.
La Universidad también realiza investigaciones en convenio con otras instituciones para evaluar los recursos de caracol pala, de langosta y de conectividad marina, justamente en los Cayos.
Entre las investigaciones que hace la UN en San Andrés también está una sobre la incidencia de la ciguatera, una intoxicación alimenticia provocada por pescado. Han encontrado que hay poblaciones de microalgas tóxicas que los peces pueden consumir y que se pueden transmitir al hombre al comer pescado. La ciguatera puede causar problemas serios a los humanos porque ataca el sistema nervioso.
Asimismo, han evaluado las condiciones de praderas de pasto marino y han encontrado que algunas están muy bien conservadas, pero otras no tanto, lo que da lineamientos para mejorar el manejo de esos ecosistemas.
“La biodiversidad marina es fundamental, es muy poco conocida en el mundo porque se distingue solo una parte costera, dependemos del mar por diferentes bienes y servicios”, explicó Gavio.
Más investigación
El profesor José Ernesto Mancera, quien hasta hace poco fue director de la Sede Caribe de la UN en San Andrés, también tiene investigaciones en curso.
Las pesquisas del profesor son sobre microalgas y larvas de caracol. Uno de sus propósitos fundamentales es poder llegar a un modelo ecológico, precisamente en el área de los Cayos, para entender no solamente cuántos recursos hay y dónde están localizados, sino también cómo es su dinámica.
“Estamos muy preocupados. Ir a los Cayos siempre ha sido complicado por la distancia, por las condiciones meteorológicas, pero ahora hay una variable más que es el tener que pasar por aguas internacionales. Nos han explicado que uno puede ir y en teoría no pasa nada, pero uno sabe en la práctica que no es así. Cuando hemos ido los pescadores cuentan cómo han sido, de alguna manera, hostigados en aguas colombianas por barcos de otras banderas. Eso va a complicar mucho más la posibilidad de entender lo que pasa allí”, indicó el docente.
Mancera aseguró, además, que Colombia ha hecho muchos esfuerzos para proteger esa zona, que es reserva internacional de biósfera y área marina protegida.
“Con esfuerzos importantes de instituciones como la Universidad Nacional de Colombia, Coralina y la Gobernación Departamental se han invertido recursos para el cuidado de la biodiversidad, el principal patrimonio que puede tener la humanidad”.
La UN en San Andrés
Además del panorama sombrío que ya se puede percibir en la Isla por la nueva distribución marítima, está la preocupación por lo que se puede perder en materia de investigación y desarrollo de conocimiento: en estos procesos, la Universidad Nacional Sede San Andrés es parte fundamental.
En efecto, ha brindado la oportunidad para que jóvenes lugareños puedan acceder a la UN mediante una modalidad especial de admisión y movilidad académica llamada Peama, en la que los alumnos estudian dos semestres en la Isla y en el tercero se trasladan a alguna de las sedes andinas de la Institución (Manizales, Medellín, Bogotá o Palmira) a finalizar sus estudios. Actualmente el programa Peama tiene alrededor de 30 estudiantes, indicó la directora de la sede, Johannie James.
“En el proceso de los dos semestres acá tenemos 22 estudiantes de diferentes carreras que van a hacer movilidad este semestre, y cerca de 38 personas inician su carrera en enero próximo”, señaló James.
Tienen ocho profesores en la sede, tres en Santa Marta y dos adicionales de la Facultad de Ciencias de la Sede Bogotá que están en comisión en la Isla.
“La presencia de la Universidad Nacional es clave en San Andrés porque es la única con presencia física en el Archipiélago, entonces, es la única  que ofrece estudios profesionalizados de educación superior”, resaltó.
La UN ofrece alrededor de 40 programas de pregrado en la Isla, entre los que se cuentan Ingenierías, Biología, Estadística, Ciencias de la Salud, Ciencias Políticas, Economía y Administración de Empresas. En posgrado, se ofrecen la Maestría y el Doctorado en Biología Marina, la Maestría en Estudios del Caribe y la Maestría en Ciencias Exactas. En convenio con la Sede Manizales, se dicta la Maestría en Administración de Empresas.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

21 de Noviembre del 2012

La nueva frontera entre Colombia y Nicaragua afecta también las investigaciones que la UN realiza en el Archipiélago, pues se dificulta el acceso a áreas clave para estudiar la biodiversidad de la zona.

La profesora Brigitte Gavio lleva cinco años investigando sobre botánica marina en la Isla y asegura que el más importante de sus proyectos es el inventario de la biodiversidad en macroalgas.

“El año pasado fuimos a los Cayos del Norte, Quitasueño, Serrana y Roncador, e hicimos una expedición con la Gobernación del Archipiélago y la Corporación Coralina para evaluar el estado de la biodiversidad de los Cayos; allí, nosotros hemos encontrado muchísimas especies que nunca antes se habían reportado para San Andrés y ni siquiera para Colombia”, relató.

Ahora se siente afectada porque “el área que le quedó a Colombia es supremamente restringida, es el Cayo no más, prácticamente no hay aguas aledañas, entonces toda el área de afuera no va a poder ser investigada”, precisó.

La profesora estima que hay alrededor de 90 especies como nuevos registros, lo que da la idea de que la biodiversidad del Archipiélago ha sido poco estudiada.

“La investigación está en marcha. Hemos encontrado que la  biodiversidad es muy alta, pero estamos preocupados porque las intenciones de Nicaragua no van en el sentido de la conservación”, aseguró la docente de la UN.

La Universidad también realiza investigaciones en convenio con otras instituciones para evaluar los recursos de caracol pala, de langosta y de conectividad marina, justamente en los Cayos.

Entre las investigaciones que hace la UN en San Andrés también está una sobre la incidencia de la ciguatera, una intoxicación alimenticia provocada por pescado. Han encontrado que hay poblaciones de microalgas tóxicas que los peces pueden consumir y que se pueden transmitir al hombre al comer pescado. La ciguatera puede causar problemas serios a los humanos porque ataca el sistema nervioso.

Asimismo, han evaluado las condiciones de praderas de pasto marino y han encontrado que algunas están muy bien conservadas, pero otras no tanto, lo que da lineamientos para mejorar el manejo de esos ecosistemas.

“La biodiversidad marina es fundamental, es muy poco conocida en el mundo porque se distingue solo una parte costera, dependemos del mar por diferentes bienes y servicios”, explicó Gavio.


Más investigación

El profesor José Ernesto Mancera, quien hasta hace poco fue director de la Sede Caribe de la UN en San Andrés, también tiene investigaciones en curso.

Las pesquisas del profesor son sobre microalgas y larvas de caracol. Uno de sus propósitos fundamentales es poder llegar a un modelo ecológico, precisamente en el área de los Cayos, para entender no solamente cuántos recursos hay y dónde están localizados, sino también cómo es su dinámica.

“Estamos muy preocupados. Ir a los Cayos siempre ha sido complicado por la distancia, por las condiciones meteorológicas, pero ahora hay una variable más que es el tener que pasar por aguas internacionales. Nos han explicado que uno puede ir y en teoría no pasa nada, pero uno sabe en la práctica que no es así. Cuando hemos ido los pescadores cuentan cómo han sido, de alguna manera, hostigados en aguas colombianas por barcos de otras banderas. Eso va a complicar mucho más la posibilidad de entender lo que pasa allí”, indicó el docente.

Mancera aseguró, además, que Colombia ha hecho muchos esfuerzos para proteger esa zona, que es reserva internacional de biósfera y área marina protegida.

“Con esfuerzos importantes de instituciones como la Universidad Nacional de Colombia, Coralina y la Gobernación Departamental se han invertido recursos para el cuidado de la biodiversidad, el principal patrimonio que puede tener la humanidad”.


La UN en San Andrés

Además del panorama sombrío que ya se puede percibir en la Isla por la nueva distribución marítima, está la preocupación por lo que se puede perder en materia de investigación y desarrollo de conocimiento: en estos procesos, la Universidad Nacional Sede San Andrés es parte fundamental.

En efecto, ha brindado la oportunidad para que jóvenes lugareños puedan acceder a la UN mediante una modalidad especial de admisión y movilidad académica llamada Peama, en la que los alumnos estudian dos semestres en la Isla y en el tercero se trasladan a alguna de las sedes andinas de la Institución (Manizales, Medellín, Bogotá o Palmira) a finalizar sus estudios. Actualmente el programa Peama tiene alrededor de 30 estudiantes, indicó la directora de la sede, Johannie James.

“En el proceso de los dos semestres acá tenemos 22 estudiantes de diferentes carreras que van a hacer movilidad este semestre, y cerca de 38 personas inician su carrera en enero próximo”, señaló James.

Tienen ocho profesores en la sede, tres en Santa Marta y dos adicionales de la Facultad de Ciencias de la Sede Bogotá que están en comisión en la Isla.

“La presencia de la Universidad Nacional es clave en San Andrés porque es la única con presencia física en el Archipiélago, entonces, es la única  que ofrece estudios profesionalizados de educación superior”, resaltó.

La UN ofrece alrededor de 40 programas de pregrado en la Isla, entre los que se cuentan Ingenierías, Biología, Estadística, Ciencias de la Salud, Ciencias Políticas, Economía y Administración de Empresas. En posgrado, se ofrecen la Maestría y el Doctorado en Biología Marina, la Maestría en Estudios del Caribe y la Maestría en Ciencias Exactas. En convenio con la Sede Manizales, se dicta la Maestría en Administración de Empresas.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Propuesta para un nuevo sistema de salud.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
8 de Octubre del 2012
La solidaridad y una visión universalista de los derechos podrían ayudar a superar la crisis del sector.
¿Qué duda cabe sobre la profundidad de la crisis de la salud en Colombia? Los actores del sistema y los analistas coinciden sobre los problemas, pero no sobre las causas ni, por lo tanto, las soluciones. Se presentan tres opciones, reconocidas por el exdirector del Doctorado en Salud Pública Saúl Franco de la UN en un artículo publicado recientemente en la revista Razón Pública: continuar con ajustes puntuales, sin entrar en una nueva reforma; efectuar una, pero solo de manera superficial; o pasar a un nuevo sistema. La decisión no es solo técnica o financiera, dependerá también de la dinámica sociopolítica actual.
La primera opción consiste en unas “medidas de salvamento”, entre las cuales están: la oferta de “créditos” del Estado a las empresas promotoras de salud (EPS); la “nacionalización” transitoria, para recapitalizar a las que tengan problemas de liquidez y después devolverlas a sus dueños; la disminución del número de competidores; y la agilización del flujo de recursos.
La segunda opción propone otra reforma del Sistema General de Seguridad Social en Salud para ajustar algunos aspectos de su funcionamiento. La ley estatutaria pretende reglamentar el derecho a la salud, en el marco del actual esquema, como un “plan de beneficios”, en apariencia, muy amplio, pero con prestaciones “costo-efectivas de valor terapéutico demostrables y determinadas como estrictamente necesarias en el marco de guías y protocolos de atención”, aunque supuestamente respeta la autonomía médica (Proyecto de ley estatutaria n.º 48 de 2012, arts. 8.º y 9.º, parágrafo).
Finalmente, la alternativa de un nuevo sistema se ha venido construyendo desde finales de los años noventa, cuando se hizo evidente que el modelo de aseguramiento implantado por la Ley 100 de 1993 mostraba pésimos resultados e inequidades. El Movimiento Nacional por la Salud y la Seguridad Social (MNSSS), conformado desde 2001, y la Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia han avanzado en una campaña de movilización social denominada “Octava papeleta: ¡voz y voto por tus derechos! Salud y seguridad social, derecho fundamental”, en la que 78.310 ciudadanos y ciudadanas han expresado su deseo de un nuevo esquema.
Derecho fundamental
La propuesta se basa en tres ejes fundamentales. 1) La declaración de la salud como un derecho fundamental, de carácter universal y no atado a la capacidad de pago de las personas, más allá de la atención de la enfermedad. 2) La organización del sistema a cargo del Estado en el recaudo y manejo de los recursos, sin intermediación financiera ni de EPS y con perspectiva poblacional y territorial. 3) El desarrollo de un nuevo modelo de atención que permita desarrollar una verdadera perspectiva preventiva, integral, intersectorial y universal.
Se organizaría a partir del financiamiento público, integrado por cotizaciones e impuestos; y su asignación equitativa a nivel territorial se haría mediante fondos territoriales administrados conforme a las necesidades de las personas.
En los departamentos se integrarían las redes de servicios y se desarrollaría la estrategia de atención primaria en salud (APS), que ha demostrado ser una gran herramienta para mejorar condiciones de vida y para prevenir y controlar a tiempo las enfermedades.
La cédula sería suficiente para ser atendido. No habría planes de beneficios, sino tres límites razonables del derecho a la atención: los servicios suntuarios o cosméticos, los bienes y servicios en experimentación y los que sean prestados en el exterior, pero se puedan prestar en el país.
Los hospitales públicos se fortalecerían con una planta de trabajadores y profesionales estable y de buena calidad, que serían el eje de la prestación de servicios. El sector privado se dedicaría a complementar los productos prestados por la red pública y habría políticas de control de precios de medicamentos y tecnologías, de formación de personal en todos sus niveles, así como de ciencia, tecnología en innovación, a través de redes universitarias de servicios de salud en los territorios.
Pero la decisión depende de grandes pactos políticos promovidos por sectores organizados de la sociedad. Si esos sectores le apuntan a la solidaridad y a una visión universalista de los derechos, los congresistas no tendrán otra opción que responder a sus exigencias, en medio de la crisis de legitimidad que los agobia.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La precaria atención se evidencia en el padecimiento de las personas para recibir una atención digna y oportuna.

La precaria atención se evidencia en el padecimiento de las personas para recibir una atención digna y oportuna.

8 de Octubre del 2012

La solidaridad y una visión universalista de los derechos podrían ayudar a superar la crisis del sector.

¿Qué duda cabe sobre la profundidad de la crisis de la salud en Colombia? Los actores del sistema y los analistas coinciden sobre los problemas, pero no sobre las causas ni, por lo tanto, las soluciones. Se presentan tres opciones, reconocidas por el exdirector del Doctorado en Salud Pública Saúl Franco de la UN en un artículo publicado recientemente en la revista Razón Pública: continuar con ajustes puntuales, sin entrar en una nueva reforma; efectuar una, pero solo de manera superficial; o pasar a un nuevo sistema. La decisión no es solo técnica o financiera, dependerá también de la dinámica sociopolítica actual.

La primera opción consiste en unas “medidas de salvamento”, entre las cuales están: la oferta de “créditos” del Estado a las empresas promotoras de salud (EPS); la “nacionalización” transitoria, para recapitalizar a las que tengan problemas de liquidez y después devolverlas a sus dueños; la disminución del número de competidores; y la agilización del flujo de recursos.

La segunda opción propone otra reforma del Sistema General de Seguridad Social en Salud para ajustar algunos aspectos de su funcionamiento. La ley estatutaria pretende reglamentar el derecho a la salud, en el marco del actual esquema, como un “plan de beneficios”, en apariencia, muy amplio, pero con prestaciones “costo-efectivas de valor terapéutico demostrables y determinadas como estrictamente necesarias en el marco de guías y protocolos de atención”, aunque supuestamente respeta la autonomía médica (Proyecto de ley estatutaria n.º 48 de 2012, arts. 8.º y 9.º, parágrafo).

Finalmente, la alternativa de un nuevo sistema se ha venido construyendo desde finales de los años noventa, cuando se hizo evidente que el modelo de aseguramiento implantado por la Ley 100 de 1993 mostraba pésimos resultados e inequidades. El Movimiento Nacional por la Salud y la Seguridad Social (MNSSS), conformado desde 2001, y la Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia han avanzado en una campaña de movilización social denominada “Octava papeleta: ¡voz y voto por tus derechos! Salud y seguridad social, derecho fundamental”, en la que 78.310 ciudadanos y ciudadanas han expresado su deseo de un nuevo esquema.


Derecho fundamental

La propuesta se basa en tres ejes fundamentales. 1) La declaración de la salud como un derecho fundamental, de carácter universal y no atado a la capacidad de pago de las personas, más allá de la atención de la enfermedad. 2) La organización del sistema a cargo del Estado en el recaudo y manejo de los recursos, sin intermediación financiera ni de EPS y con perspectiva poblacional y territorial. 3) El desarrollo de un nuevo modelo de atención que permita desarrollar una verdadera perspectiva preventiva, integral, intersectorial y universal.

Se organizaría a partir del financiamiento público, integrado por cotizaciones e impuestos; y su asignación equitativa a nivel territorial se haría mediante fondos territoriales administrados conforme a las necesidades de las personas.

En los departamentos se integrarían las redes de servicios y se desarrollaría la estrategia de atención primaria en salud (APS), que ha demostrado ser una gran herramienta para mejorar condiciones de vida y para prevenir y controlar a tiempo las enfermedades.

La cédula sería suficiente para ser atendido. No habría planes de beneficios, sino tres límites razonables del derecho a la atención: los servicios suntuarios o cosméticos, los bienes y servicios en experimentación y los que sean prestados en el exterior, pero se puedan prestar en el país.

Los hospitales públicos se fortalecerían con una planta de trabajadores y profesionales estable y de buena calidad, que serían el eje de la prestación de servicios. El sector privado se dedicaría a complementar los productos prestados por la red pública y habría políticas de control de precios de medicamentos y tecnologías, de formación de personal en todos sus niveles, así como de ciencia, tecnología en innovación, a través de redes universitarias de servicios de salud en los territorios.

Pero la decisión depende de grandes pactos políticos promovidos por sectores organizados de la sociedad. Si esos sectores le apuntan a la solidaridad y a una visión universalista de los derechos, los congresistas no tendrán otra opción que responder a sus exigencias, en medio de la crisis de legitimidad que los agobia.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Impulsan UNAM y organizaciones civiles, tecnologías limpias para el desarrollo rural.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
En el campus Morelia de la UNAM, se inauguró la feria del Primer Encuentro Nacional de Ecotecnias. Tecnologías para el desarrollo rural.

En el campus Morelia de la UNAM, se inauguró la feria del Primer Encuentro Nacional de Ecotecnias. Tecnologías para el desarrollo rural.

6 de Septiembre del 2012

Extraer fósforo de la orina humana, para aprovechar un mineral fertilizante no renovable; convertir aceite usado de cocina en biodiésel, útil como combustible de camiones, y utilizar en las comunidades rurales estufas de leña que guardan calor, para optimizar el uso de la energía y reducir la liberación de humo, son las propuestas presentadas por la UNAM en la feria del Primer Encuentro Nacional de Ecotecnias. Tecnologías para el desarrollo rural, que inició en el campus Morelia de esta casa de estudios.
Organizado por el Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la Universidad Nacional, y el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA), agrupación civil local, el evento reúne a 35 ponentes y expositores de tecnologías limpias, así como a más de 180 asistentes de todo el país.
“Este encuentro es muy importante, porque convoca a muchos de los que estamos interesados en generar opciones para construir un nuevo mundo”, dijo en la inauguración el director del CIEco, Alejandro Casas Fernández.
Se trata de un primer esfuerzo de la UNAM y organizaciones no gubernamentales, que debe proyectarse hacia el futuro. “La Universidad tiene un interés particular en investigaciones que puedan atender las grandes problemáticas que aquejan al planeta. Este puente que establecen las ecotecnologías son fundamentales para lograrlo”, señaló.
Dedicado a lo rural
“El énfasis de este encuentro está en el sector rural, no como antítesis de lo urbano, sino como un área con rasgos propios, y complementaria a las ciudades. Destacamos esas zonas como un primer punto de convergencia, pues pensamos que aquí, a pesar de existir un rico acervo de experiencias ecotecnológicas, han tenido menos oportunidad de conocerse y sistematizarse. Además, en ese medio el modelo tecnológico dominante muestra algunos de sus mayores fracasos”, dijo Omar Masera Cerutti.
El coordinador académico de la Unidad de Ecotecnologías del CIEco, y co-organizador del evento, indicó que el 60 por ciento de los pobladores en el agro viven en extrema pobreza, y la mayoría tiene problemas graves de acceso a servicio e infraestructuras dignas en salud, energía, vivienda y agua potable.
“Esto contrasta con el potencial que representa un país megadiverso como México, con 244 mil localidades, 25 millones de habitantes rurales y 79 etnias, en donde 70 por ciento de los bosques, y buena parte de las tierras con vocación agropecuaria, está en manos de ejidos, comunidades y pequeños productores”, acotó.
En su oportunidad, Jaime Navia Anteziana, presidente de GIRA, recordó cómo un herrero-artesano que rehacía aparatos para responder a problemas concretos inspiró su labor, y agradeció a la UNAM los 25 años de trabajo conjunto.
Esther García Garibay, directora general del Consejo Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación, comentó que aunque este primer encuentro busca iniciar un nuevo camino para fortalecer las ecotecnias, la Universidad y las organizaciones civiles ya han hecho una larga caminata conjunta.
Recuperar orina del fósforo
José Luis Martínez Palacios, investigador del Instituto de Ingeniería (II), presentó un proyecto de recuperación experimental de fósforo de orina humana, que contribuye con 50 por ciento de ese mineral en el agua residual.
“Ese elemento es un recurso mineral no renovable, que se puede aprovechar como biofertilizante en la agricultura. Además, al recobrarlo es posible el reciclaje de agua libre de metales pesados”, explicó.
Mediante un tratamiento físico-químico realizado en un dispositivo de columna, se puede separar de la orina y evitar su llegada a las aguas de tratamiento. “Existe del orden de un gramo de fósforo por litro, y con dos o tres gramos es posible mejorar un cultivo”, expuso.
En una segunda etapa del proyecto, también busca recuperar nitrógeno, útil como fertilizante orgánico.
Biodiésel de aceite de cocina
En un proyecto conjunto entre la Unidad de Ecotecnologías del CIEco y la empresa Moreco, de Morelia, se ensaya la obtención de diésel a partir de aceite de cocina usado.
La transformación ocurre dentro de un reactor, a través de una reacción química sencilla, con el uso de hidróxido de sodio (la sosa que se utiliza para limpiar las cocinas) y un alcohol, llamado metanol, para producir biodiésel. Se puede usar aceite vegetal o animal, y en ambos casos funciona, aseguró Alfredo Fuentes Gutiérrez, responsable técnico de dicha Unidad.
Además, como subproducto obtienen glicerina, útil en las industrias farmacéutica y cosmética. “Hemos recolectado aceite usado de cocina de la cafetería del campus Morelia, de restaurantes, de fondas de la Universidad Michoacana, y hemos hecho pruebas de calidad”, añadió.
Varios camiones que llevaron asistentes al Primer Encuentro de Ecotecnias utilizaron el biodiésel obtenido mediante este tratamiento; mientras, el estante de la empresa Moreco recordó que, por cada litro de aceite de cocina que se tira al drenaje, se contaminan 100 litros de agua.
Estufa Patsari, de la academia al campo
Uno de los proyectos más exitosos y probados del CIEco es la estufa de leña Patsari, diseñada por Masera Cerutti para gastar menos leña y sacar el humo de la cocina.
“Permite cocinar limpio, fácil y seguro, y aprovechar un 60 por ciento más la leña”, apuntó Carmen Patricio, integrante de la Red Tsiri de mujeres que hacen tortillas con maíces nativos de Pátzcuaro, y promueven el uso de este aparato sustentable.
“El contacto con los investigadores de la UNAM no ha sido difícil, porque cada quien aporta su conocimiento”, destacó Carmen, mientras probó el uso del aditamento con gorditas y tortillas de Michoacán.

Extraer fósforo de la orina humana, para aprovechar un mineral fertilizante no renovable; convertir aceite usado de cocina en biodiésel, útil como combustible de camiones, y utilizar en las comunidades rurales estufas de leña que guardan calor, para optimizar el uso de la energía y reducir la liberación de humo, son las propuestas presentadas por la UNAM en la feria del Primer Encuentro Nacional de Ecotecnias. Tecnologías para el desarrollo rural, que inició en el campus Morelia de esta casa de estudios.

Organizado por el Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la Universidad Nacional, y el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA), agrupación civil local, el evento reúne a 35 ponentes y expositores de tecnologías limpias, así como a más de 180 asistentes de todo el país.

“Este encuentro es muy importante, porque convoca a muchos de los que estamos interesados en generar opciones para construir un nuevo mundo”, dijo en la inauguración el director del CIEco, Alejandro Casas Fernández.

Se trata de un primer esfuerzo de la UNAM y organizaciones no gubernamentales, que debe proyectarse hacia el futuro. “La Universidad tiene un interés particular en investigaciones que puedan atender las grandes problemáticas que aquejan al planeta. Este puente que establecen las ecotecnologías son fundamentales para lograrlo”, señaló.

Dedicado a lo rural

“El énfasis de este encuentro está en el sector rural, no como antítesis de lo urbano, sino como un área con rasgos propios, y complementaria a las ciudades. Destacamos esas zonas como un primer punto de convergencia, pues pensamos que aquí, a pesar de existir un rico acervo de experiencias ecotecnológicas, han tenido menos oportunidad de conocerse y sistematizarse. Además, en ese medio el modelo tecnológico dominante muestra algunos de sus mayores fracasos”, dijo Omar Masera Cerutti.

El coordinador académico de la Unidad de Ecotecnologías del CIEco, y co-organizador del evento, indicó que el 60 por ciento de los pobladores en el agro viven en extrema pobreza, y la mayoría tiene problemas graves de acceso a servicio e infraestructuras dignas en salud, energía, vivienda y agua potable.

“Esto contrasta con el potencial que representa un país megadiverso como México, con 244 mil localidades, 25 millones de habitantes rurales y 79 etnias, en donde 70 por ciento de los bosques, y buena parte de las tierras con vocación agropecuaria, está en manos de ejidos, comunidades y pequeños productores”, acotó.

En su oportunidad, Jaime Navia Anteziana, presidente de GIRA, recordó cómo un herrero-artesano que rehacía aparatos para responder a problemas concretos inspiró su labor, y agradeció a la UNAM los 25 años de trabajo conjunto.

Esther García Garibay, directora general del Consejo Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación, comentó que aunque este primer encuentro busca iniciar un nuevo camino para fortalecer las ecotecnias, la Universidad y las organizaciones civiles ya han hecho una larga caminata conjunta.

Recuperar orina del fósforo

José Luis Martínez Palacios, investigador del Instituto de Ingeniería (II), presentó un proyecto de recuperación experimental de fósforo de orina humana, que contribuye con 50 por ciento de ese mineral en el agua residual.

“Ese elemento es un recurso mineral no renovable, que se puede aprovechar como biofertilizante en la agricultura. Además, al recobrarlo es posible el reciclaje de agua libre de metales pesados”, explicó.

Mediante un tratamiento físico-químico realizado en un dispositivo de columna, se puede separar de la orina y evitar su llegada a las aguas de tratamiento. “Existe del orden de un gramo de fósforo por litro, y con dos o tres gramos es posible mejorar un cultivo”, expuso.

En una segunda etapa del proyecto, también busca recuperar nitrógeno, útil como fertilizante orgánico.

Biodiésel de aceite de cocina

En un proyecto conjunto entre la Unidad de Ecotecnologías del CIEco y la empresa Moreco, de Morelia, se ensaya la obtención de diésel a partir de aceite de cocina usado.

La transformación ocurre dentro de un reactor, a través de una reacción química sencilla, con el uso de hidróxido de sodio (la sosa que se utiliza para limpiar las cocinas) y un alcohol, llamado metanol, para producir biodiésel. Se puede usar aceite vegetal o animal, y en ambos casos funciona, aseguró Alfredo Fuentes Gutiérrez, responsable técnico de dicha Unidad.

Además, como subproducto obtienen glicerina, útil en las industrias farmacéutica y cosmética. “Hemos recolectado aceite usado de cocina de la cafetería del campus Morelia, de restaurantes, de fondas de la Universidad Michoacana, y hemos hecho pruebas de calidad”, añadió.

Varios camiones que llevaron asistentes al Primer Encuentro de Ecotecnias utilizaron el biodiésel obtenido mediante este tratamiento; mientras, el estante de la empresa Moreco recordó que, por cada litro de aceite de cocina que se tira al drenaje, se contaminan 100 litros de agua.

Estufa Patsari, de la academia al campo

Uno de los proyectos más exitosos y probados del CIEco es la estufa de leña Patsari, diseñada por Masera Cerutti para gastar menos leña y sacar el humo de la cocina.

“Permite cocinar limpio, fácil y seguro, y aprovechar un 60 por ciento más la leña”, apuntó Carmen Patricio, integrante de la Red Tsiri de mujeres que hacen tortillas con maíces nativos de Pátzcuaro, y promueven el uso de este aparato sustentable.

“El contacto con los investigadores de la UNAM no ha sido difícil, porque cada quien aporta su conocimiento”, destacó Carmen, mientras probó el uso del aditamento con gorditas y tortillas de Michoacán.

Boletín UNAM-DGCS-548

Morelia, Michoacán.