


Viernes 8 de abril de 2011
Cuando ocurre una eventualidad natural, como un sismo, las primeras reacciones son de desconcierto y especulación, y ante ello, la información sobre qué hacer es lo que puede marcar la diferencia para evitar una tragedia, manifestó el ingeniero Octavio Efrén Vázquez López, Director de Protección Universitaria de la BUAP.
Al impartir el segundo módulo del Programa de Capacitación en Línea 2011, con el tema Acciones preventivas en caso de contingencias, el funcionario señaló que un sismo puede generar una “cadena de calamidades”:
“Se interrumpen las comunicaciones, no se puede contactar a los servicios de emergencia de inmediato, se contaminan las fuentes de agua, aumentan las enfermedades gastrointestinales, se presentan epidemias, los caminos a las poblaciones se bloquean y se dificulta la llegada de auxilio y víveres”.
Tomando en cuenta estas eventualidades, lo recomendable es estar siempre preparado con una alacena surtida, donde continuamente se renueven los productos, y un botiquín en casa, además de verificar que las instalaciones eléctricas, de gas y drenaje estén en buenas condiciones; asegurar objetos que puedan caer y romperse, y sobre todo, colocar sustancias tóxicas o flamables cerca del suelo, para evitar derrames o combustiones.
En la oficina, alejar del lugar de trabajo libreros y estantería, y asegurar lámparas, cristales u otros objetos que puedan caer y causar daño a la persona.
Durante el sismo es primordial buscar una zona segura dentro de los inmuebles, como muros de carga, columnas y soportes de estructura, ya que salir de inmediato sólo hace más vulnerable a la gente; las escaleras son estructuras débiles que pueden derrumbarse y los elevadores son peligrosos, agregó el titular de la Dirección de Protección Universitaria.
“Lo que la gente debe hacer durante los primeros segundos del movimiento telúrico, es agacharse y proteger su cabeza y cuello con los brazos, colocarse a un costado de muros o debajo de muebles fuertes, y si el sismo los sorprende en el coche, deben detenerse y permanecer en su asiento cubriéndose cabeza y cuello”.
Previo a estas recomendaciones, Vázquez López explicó que un sismo es un movimiento vibratorio que se origina en el interior de la Tierra, el cual se produce por una liberación de energía y el choque de placas tectónicas. Dicha liberación de energía se propaga en todas direcciones en forma de ondas.
Señaló que Puebla se ubica en una zona de riesgo sísmico, sobre todo el sur del estado; en el centro hay presencia de fallas tectónicas y en el área de los volcanes Popocatépetl y Malintzi, los movimientos telúricos pueden alcanzar una intensidad considerable.
El Especialista felicitó a la comunidad universitaria de la unidad regional de Tehuacán de la BUAP, por su pronta y correcta respuesta ante el sismo del pasado jueves, y por “hacer de la prevención una herramienta para la educación”.
Por su parte la maestra Margarita Trujillo Landa, responsable del Programa de Capacitación en Línea 2011, informó que el próximo 15 de abril se llevará a cabo la videoconferencia Organización ante un desastre, simulacros, que será transmitida por www.tvred.buap.mx y en vivo en el Aula Virtual del edificio de la Dirección General de Innovación Educativa, en Ciudad Universitaria.
Este programa indicó Trujillo Landa, es abierto a todo el público sin costo alguno, “ya que forma parte del compromiso social que ha marcado el Rector Enrique Agüera Ibáñez y que está bajo la responsabilidad del Secretario Administrativo, Juan José Oroza Pérez”.
Créditos: BUAP/Comunicación Institucional/buap.mx