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Decisión de La Haya afecta investigación de UN en San Andrés.

 
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 La Universidad Nacional de Colombia realiza numerosas investigaciones en San Andrés.

La Universidad Nacional de Colombia realiza numerosas investigaciones en San Andrés.

21 de Noviembre del 2012
La nueva frontera entre Colombia y Nicaragua afecta también las investigaciones que la UN realiza en el Archipiélago, pues se dificulta el acceso a áreas clave para estudiar la biodiversidad de la zona.
La profesora Brigitte Gavio lleva cinco años investigando sobre botánica marina en la Isla y asegura que el más importante de sus proyectos es el inventario de la biodiversidad en macroalgas.
“El año pasado fuimos a los Cayos del Norte, Quitasueño, Serrana y Roncador, e hicimos una expedición con la Gobernación del Archipiélago y la Corporación Coralina para evaluar el estado de la biodiversidad de los Cayos; allí, nosotros hemos encontrado muchísimas especies que nunca antes se habían reportado para San Andrés y ni siquiera para Colombia”, relató.
Ahora se siente afectada porque “el área que le quedó a Colombia es supremamente restringida, es el Cayo no más, prácticamente no hay aguas aledañas, entonces toda el área de afuera no va a poder ser investigada”, precisó.
La profesora estima que hay alrededor de 90 especies como nuevos registros, lo que da la idea de que la biodiversidad del Archipiélago ha sido poco estudiada.
“La investigación está en marcha. Hemos encontrado que la  biodiversidad es muy alta, pero estamos preocupados porque las intenciones de Nicaragua no van en el sentido de la conservación”, aseguró la docente de la UN.
La Universidad también realiza investigaciones en convenio con otras instituciones para evaluar los recursos de caracol pala, de langosta y de conectividad marina, justamente en los Cayos.
Entre las investigaciones que hace la UN en San Andrés también está una sobre la incidencia de la ciguatera, una intoxicación alimenticia provocada por pescado. Han encontrado que hay poblaciones de microalgas tóxicas que los peces pueden consumir y que se pueden transmitir al hombre al comer pescado. La ciguatera puede causar problemas serios a los humanos porque ataca el sistema nervioso.
Asimismo, han evaluado las condiciones de praderas de pasto marino y han encontrado que algunas están muy bien conservadas, pero otras no tanto, lo que da lineamientos para mejorar el manejo de esos ecosistemas.
“La biodiversidad marina es fundamental, es muy poco conocida en el mundo porque se distingue solo una parte costera, dependemos del mar por diferentes bienes y servicios”, explicó Gavio.
Más investigación
El profesor José Ernesto Mancera, quien hasta hace poco fue director de la Sede Caribe de la UN en San Andrés, también tiene investigaciones en curso.
Las pesquisas del profesor son sobre microalgas y larvas de caracol. Uno de sus propósitos fundamentales es poder llegar a un modelo ecológico, precisamente en el área de los Cayos, para entender no solamente cuántos recursos hay y dónde están localizados, sino también cómo es su dinámica.
“Estamos muy preocupados. Ir a los Cayos siempre ha sido complicado por la distancia, por las condiciones meteorológicas, pero ahora hay una variable más que es el tener que pasar por aguas internacionales. Nos han explicado que uno puede ir y en teoría no pasa nada, pero uno sabe en la práctica que no es así. Cuando hemos ido los pescadores cuentan cómo han sido, de alguna manera, hostigados en aguas colombianas por barcos de otras banderas. Eso va a complicar mucho más la posibilidad de entender lo que pasa allí”, indicó el docente.
Mancera aseguró, además, que Colombia ha hecho muchos esfuerzos para proteger esa zona, que es reserva internacional de biósfera y área marina protegida.
“Con esfuerzos importantes de instituciones como la Universidad Nacional de Colombia, Coralina y la Gobernación Departamental se han invertido recursos para el cuidado de la biodiversidad, el principal patrimonio que puede tener la humanidad”.
La UN en San Andrés
Además del panorama sombrío que ya se puede percibir en la Isla por la nueva distribución marítima, está la preocupación por lo que se puede perder en materia de investigación y desarrollo de conocimiento: en estos procesos, la Universidad Nacional Sede San Andrés es parte fundamental.
En efecto, ha brindado la oportunidad para que jóvenes lugareños puedan acceder a la UN mediante una modalidad especial de admisión y movilidad académica llamada Peama, en la que los alumnos estudian dos semestres en la Isla y en el tercero se trasladan a alguna de las sedes andinas de la Institución (Manizales, Medellín, Bogotá o Palmira) a finalizar sus estudios. Actualmente el programa Peama tiene alrededor de 30 estudiantes, indicó la directora de la sede, Johannie James.
“En el proceso de los dos semestres acá tenemos 22 estudiantes de diferentes carreras que van a hacer movilidad este semestre, y cerca de 38 personas inician su carrera en enero próximo”, señaló James.
Tienen ocho profesores en la sede, tres en Santa Marta y dos adicionales de la Facultad de Ciencias de la Sede Bogotá que están en comisión en la Isla.
“La presencia de la Universidad Nacional es clave en San Andrés porque es la única con presencia física en el Archipiélago, entonces, es la única  que ofrece estudios profesionalizados de educación superior”, resaltó.
La UN ofrece alrededor de 40 programas de pregrado en la Isla, entre los que se cuentan Ingenierías, Biología, Estadística, Ciencias de la Salud, Ciencias Políticas, Economía y Administración de Empresas. En posgrado, se ofrecen la Maestría y el Doctorado en Biología Marina, la Maestría en Estudios del Caribe y la Maestría en Ciencias Exactas. En convenio con la Sede Manizales, se dicta la Maestría en Administración de Empresas.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

21 de Noviembre del 2012

La nueva frontera entre Colombia y Nicaragua afecta también las investigaciones que la UN realiza en el Archipiélago, pues se dificulta el acceso a áreas clave para estudiar la biodiversidad de la zona.

La profesora Brigitte Gavio lleva cinco años investigando sobre botánica marina en la Isla y asegura que el más importante de sus proyectos es el inventario de la biodiversidad en macroalgas.

“El año pasado fuimos a los Cayos del Norte, Quitasueño, Serrana y Roncador, e hicimos una expedición con la Gobernación del Archipiélago y la Corporación Coralina para evaluar el estado de la biodiversidad de los Cayos; allí, nosotros hemos encontrado muchísimas especies que nunca antes se habían reportado para San Andrés y ni siquiera para Colombia”, relató.

Ahora se siente afectada porque “el área que le quedó a Colombia es supremamente restringida, es el Cayo no más, prácticamente no hay aguas aledañas, entonces toda el área de afuera no va a poder ser investigada”, precisó.

La profesora estima que hay alrededor de 90 especies como nuevos registros, lo que da la idea de que la biodiversidad del Archipiélago ha sido poco estudiada.

“La investigación está en marcha. Hemos encontrado que la  biodiversidad es muy alta, pero estamos preocupados porque las intenciones de Nicaragua no van en el sentido de la conservación”, aseguró la docente de la UN.

La Universidad también realiza investigaciones en convenio con otras instituciones para evaluar los recursos de caracol pala, de langosta y de conectividad marina, justamente en los Cayos.

Entre las investigaciones que hace la UN en San Andrés también está una sobre la incidencia de la ciguatera, una intoxicación alimenticia provocada por pescado. Han encontrado que hay poblaciones de microalgas tóxicas que los peces pueden consumir y que se pueden transmitir al hombre al comer pescado. La ciguatera puede causar problemas serios a los humanos porque ataca el sistema nervioso.

Asimismo, han evaluado las condiciones de praderas de pasto marino y han encontrado que algunas están muy bien conservadas, pero otras no tanto, lo que da lineamientos para mejorar el manejo de esos ecosistemas.

“La biodiversidad marina es fundamental, es muy poco conocida en el mundo porque se distingue solo una parte costera, dependemos del mar por diferentes bienes y servicios”, explicó Gavio.


Más investigación

El profesor José Ernesto Mancera, quien hasta hace poco fue director de la Sede Caribe de la UN en San Andrés, también tiene investigaciones en curso.

Las pesquisas del profesor son sobre microalgas y larvas de caracol. Uno de sus propósitos fundamentales es poder llegar a un modelo ecológico, precisamente en el área de los Cayos, para entender no solamente cuántos recursos hay y dónde están localizados, sino también cómo es su dinámica.

“Estamos muy preocupados. Ir a los Cayos siempre ha sido complicado por la distancia, por las condiciones meteorológicas, pero ahora hay una variable más que es el tener que pasar por aguas internacionales. Nos han explicado que uno puede ir y en teoría no pasa nada, pero uno sabe en la práctica que no es así. Cuando hemos ido los pescadores cuentan cómo han sido, de alguna manera, hostigados en aguas colombianas por barcos de otras banderas. Eso va a complicar mucho más la posibilidad de entender lo que pasa allí”, indicó el docente.

Mancera aseguró, además, que Colombia ha hecho muchos esfuerzos para proteger esa zona, que es reserva internacional de biósfera y área marina protegida.

“Con esfuerzos importantes de instituciones como la Universidad Nacional de Colombia, Coralina y la Gobernación Departamental se han invertido recursos para el cuidado de la biodiversidad, el principal patrimonio que puede tener la humanidad”.


La UN en San Andrés

Además del panorama sombrío que ya se puede percibir en la Isla por la nueva distribución marítima, está la preocupación por lo que se puede perder en materia de investigación y desarrollo de conocimiento: en estos procesos, la Universidad Nacional Sede San Andrés es parte fundamental.

En efecto, ha brindado la oportunidad para que jóvenes lugareños puedan acceder a la UN mediante una modalidad especial de admisión y movilidad académica llamada Peama, en la que los alumnos estudian dos semestres en la Isla y en el tercero se trasladan a alguna de las sedes andinas de la Institución (Manizales, Medellín, Bogotá o Palmira) a finalizar sus estudios. Actualmente el programa Peama tiene alrededor de 30 estudiantes, indicó la directora de la sede, Johannie James.

“En el proceso de los dos semestres acá tenemos 22 estudiantes de diferentes carreras que van a hacer movilidad este semestre, y cerca de 38 personas inician su carrera en enero próximo”, señaló James.

Tienen ocho profesores en la sede, tres en Santa Marta y dos adicionales de la Facultad de Ciencias de la Sede Bogotá que están en comisión en la Isla.

“La presencia de la Universidad Nacional es clave en San Andrés porque es la única con presencia física en el Archipiélago, entonces, es la única  que ofrece estudios profesionalizados de educación superior”, resaltó.

La UN ofrece alrededor de 40 programas de pregrado en la Isla, entre los que se cuentan Ingenierías, Biología, Estadística, Ciencias de la Salud, Ciencias Políticas, Economía y Administración de Empresas. En posgrado, se ofrecen la Maestría y el Doctorado en Biología Marina, la Maestría en Estudios del Caribe y la Maestría en Ciencias Exactas. En convenio con la Sede Manizales, se dicta la Maestría en Administración de Empresas.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

San Andrés, con alto potencial en energía marina.

 
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San Andrés tiene uno de los más altos potenciales en energía marina del país.
San Andrés tiene uno de los más altos potenciales en energía marina del país.

4 de Octubre del 2012

La isla podría aprovechar la posibilidad de generación de energía que le ofrece el mar para resolver este problema, e incluso los valores agregados que esta ofrece.

Su potencial se refiere a energía en gradiente térmico, que es la diferencia entre la temperatura del agua en la superficie del mar y a ciertos niveles de profundidad. No solamente es energía pura y limpia, sino que con la diferencia de agua se pueden crear aires acondicionados.

Si se tiene en cuenta que el  mayor porcentaje de consumo de energía que tiene la isla es por aires acondicionados eléctricos, y estos se producen basados en gradientes en diferencias de temperatura, su costo bajaría. No hay que olvidar que es un lugar con grandes ecosistemas y una presión sobre sus recursos, explicó el profesor Andrés Fernando Osorio Arias, director del Centro de Desarrollo e Innovación de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional en Medellín.

El docente explicó que en el mar hay varios recursos que se pueden emplear con este fin, como las olas, las mareas, las corrientes y los gradientes térmico y salino.

Indicó que es una tendencia mundial evaluar el potencial de los recursos marinos, pero que ni el Latinoamérica ni en Colombia se ha trabajado mucho en eso. Entre las experiencias del país, se puede incluir un proyecto en el que el docente participó, liderado por Empresas Públicas de Medellín, en conjunto con la UN, la Universidad de Antioquia, la Pontificia Bolivariana y el Instituto Técnico Metropolitano, para crear el Centro de de Investigación e Innovación de Energía (CIIEN).

A los expertos del CIIEN les interesaba explorar nuevos recursos, por lo que financiaron un proyecto de investigación para estudiar el potencial de la energía marina en Colombia.

Encontraron que otras zonas del país con potencial de energía son las desembocaduras del mar Caribe, en este caso, en gradiente salino, porque este cuenta con un mar salado y grandes ríos.

“Hay oleajes muy estables todo el año y sin eventos extremos grandes; también en Barranquilla o Santa Marta se puede encontrar la energía de las olas, y haciendo cerramientos particulares se puede aprovechar la energía de  las mareas”, precisó Osorio Arias.

El docente aclaró que determinaron un potencial teórico y que sacar esa energía depende del avance tecnológico. Indicó que hicieron modelamientos numéricos y han trabajado con bases de datos mundiales con las que han hecho mapas de energía del país. Según él, la importancia del trabajo es identificar el valor en potencial de energía marina de cada uno de esos recursos en el país.

“En olas estamos hablando en órdenes de 1 a 5 kilovatios por kilómetro lineal”, ejemplarizó y aclaró que más que la solución energética para Colombia es una opción.

“Aunque es tendencia mundial no hay ningún proyecto funcionando en el mundo comercial, excepto uno en Francia, que fue una represa, pero en el mar, la cual utiliza las mareas. De resto, todos los prototipos que se han hecho, incluso unos a buena escala, están en pruebas”, puntualizó.

Osorio Arias explicó que hay varias técnicas para extraer la energía del mar, pero que la más común es la hidroeléctrica. Según el profesor, hay oportunidades muy importantes en ese campo, pero se requiere de mucha investigación, desarrollo, innovación y de implementar los prototipos. “En 5 o 10 años habrá unos primeros ejercicios importantes y a 20 o 50 años podría ser una energía del futuro”.

Por último, anotó que si se implementa esa tecnología, se tendrán los desarrollos y las patentes para usarlos en las islas del Caribe que tienen las mismas necesidades, entonces nos podríamos convertir en exportadores de tecnología innovadora para energías renovables.

La investigación fue presentada durante el Foro “Colombia: generador de Energía para América Latina”, realizado por la UN en convenio con Corferias.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html