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Depresión, parte de la construcción de identidad adolescente

 
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La adolescencia es una categoría que ha sido cuestionada porque connota que se carece de algo.
La adolescencia es una categoría que ha sido cuestionada porque connota que se carece de algo.

22 de Agosto de 2012

Replantear la noción de adolescente y examinar la depresión como un paso en la construcción de su personalidad es una labor de la psicología actual.

Rosa Suárez, directora encargada del Observatorio de Juventud y profesora de la Facultad de Medicina en el Departamento de Salud Pública de la UN, precisó al programa UN Análisis* de UN Radio: “la idea en este momento es replantearnos el término de adolescente, sencillamente es una persona que está en un proceso de desarrollo y no quiere decir que carezca de algo”.

Los jóvenes empiezan a observar que deben desligarse de los padres y empezar a construir una identidad propia. En ese sentido, Johanna Herrera, psicóloga de la Fundación Mazal, afirmó: “hablamos de una inteligencia emocional, el proceso en el que los adolescentes empiezan a buscar qué necesitan o quieren, así como a imitar o seguir ciertos parámetros de identidad y a tomar decisiones construidas de acuerdo con el entorno. Es una etapa en donde solo se ve la propia verdad”.

La adolescencia es esa edad que sucede a la niñez y transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo. Es ese periodo en el que empiezan a discutir sobre los diversos contextos en que están inmersos y sobre los múltiples mensajes que reciben.

Según Oscar Useche, sociólogo, economista y profesor de la Universidad Minuto de Dios: “esos cambios o mutaciones implican desgarramientos, retos y duelos, porque es dejar de ser niño o niña, aunque no todo es tristeza, sino también descubrimientos y nuevos mundos”.

En un universo de relaciones sociales tan complejas y tan diversas, donde internet es una de las formas de interactuar con el otro y se buscan alternativas diferentes de interlocución, “se van creando otros patrones, ideales, procesos mismos de construcción para lo que significa ser persona en este mundo”, manifestó Suárez.

En la actualidad, los investigadores aseguran que los adolescentes de hoy son personas sin esperanza, sin futuro laboral. Por eso, han empezado a medir la depresión adolescente a través de entrevistas, conversaciones y diversos métodos que dejan ver cómo se puede ayudar a esta población.

Al respecto, Herrera destacó: “el principal proceso que deben tener los adolescentes es observarse a sí mismos y analizar qué está pasando internamente en su cuerpo; comprender porque lloran, porque ríen y tener la capacidad de describirse a sí mismos, antes de empezar a reconstruir identidades y formas de actuar con relación a lo que se tiene alrededor. Tenemos muchos sentimientos, pero tenemos muchas emociones que ayudan a vislumbrar qué sucede”.

Asimismo, Suárez agregó: “allí es donde se encuentra la estrategia de aceptación, porque no puedo aceptar al otro si no me conozco y me valoro; de ahí la posibilidad de entender al otro y diferenciarlo”.

Ciertas instituciones (como la familia, la escuela e incluso los medios de comunicación y las nuevas tecnologías) han sido cuestionadas por el papel que están desempeñando en la formación de la infancia y la adolescencia. Useche recordó: “la crisis es general porque hay una reapertura a la sociedad y nos estamos repensando”.

La depresión ha llevado a adolescentes al suicidio, porque no lograron adaptarse y tampoco encontraron el apoyo para entender la transformación que vivían. Rafael Vázquez, profesor de la Especialización en Psiquiatría de la UN, aseguró: “el riesgo es una conducta necesaria en los adolescentes para ampliar sus fronteras; pero si empieza a tener otras repercusiones es porque no ha tenido el debido seguimiento o apoyo dentro del proceso”.

Escuche nuevamente el programa en la página web http://www.unradio.unal.edu.co/detalle/cat/un-analisis/article/martes-de-temas-sociales-10.html.

UN Análisis se emite de lunes a viernes a partir de las 7:30 a.m. por UN Radio (98.5 FM en Bogotá; 100.4 en Medellín) y en la página web www.unradio.unal.edu.co. Consúltenos también en Twitter y Facebook.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Inconveniente la legalización de las drogas: investigador de la UAM

 
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*Cuarenta y cinco millones de mexicanos tienen al menos un integrante de su familia que no trabaja por ser alcohólico

La legalización de las drogas en México es un problema complejo y de varias aristas, que en principio no considera al consumidor como un enfermo que ante la posible liberación seguirá ingiriendo estupefacientes sin control, ocasionándose graves problemas médicos, familiares y socioeconómicos, subrayó el doctor Luis Berruecos Villalobos, investigador y fundador del Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Si se legalizan las drogas, apuntó, todos tendrán acceso a ellas, y si en este momento hay graves conflictos porque se ha incrementado el consumo, serán aún mayores si se adquieren en cualquier lugar.

El profesor del Departamento de Relaciones Sociales de la Unidad Xochimilco sostuvo que la discusión sobre estas sustancias se centra en atacar la oferta –quién produce, dónde se compran y cuánto cuestan–, ya que nadie puede estar en contra de que se reduzca la cantidad de estupefacientes que circulan.

La primera droga que conoció la Humanidad, puntualizó, fue el alcohol. En el país hay nueve millones de discapacitados por beber este tipo de productos, la mayoría jefes de familia, y la media es de cinco personas por hogar en México; por tanto, 45 millones de mexicanos tienen un integrante en casa que no trabaja por padecer esta enfermedad.

El antropólogo, historiador y especialista en problemas de adicciones destacó que el Gobierno Federal no toma en cuenta a los alcohólicos y menos a los adictos a drogas, porque no hay un sistema de salud que se enfoque en ello ni los Centros Nueva Vida –implementados en este sexenio– cuentan con personal capacitado en la materia.

Aunque el gobierno se desentiende del asunto, le corresponden acciones de suma trascendencia: fomentar la investigación para tener mayores y mejores estadísticas; capacitar al personal médico y paramédico para que dé servicio a los enfermos; establecer espacios en los centros de salud para la rehabilitación, así como diseñar y operar programas preventivos con suficiente información acerca de qué son las drogas y cómo afectan al organismo.

Las políticas de legalización en el ámbito internacional han sido un verdadero fracaso al igual que las de prohibición total: así sucedió en Holanda, donde ante la liberalización de las drogas se incrementó en forma considerable el número de usuarios nuevos, así como los accidentes y la delincuencia, por lo que ahora se ha dado marcha atrás a esta política.

La salida a esta problemática, subrayó Berruecos Villalobos, es la educación y la información porque la gente no sabe qué son las drogas y cómo funcionan en el organismo, confunden una con otra y éstas tienen un efecto diferenciado en cada individuo a partir de su salud, complexión, edad, antecedentes familiares y genética, entre otros aspectos.

Debe analizarse bien la situación y establecer programas complementarios de desarrollo social y de generación de empleo, además de planes para crear más universidades, atacar el desempleo o generar más fuentes de trabajo, es decir, ampliar la cobertura social, lo cual resultaría más efectivo contra el consumo de drogas, que el argumento de legalizarlas o no.

Lo anterior también está relacionado con la estructura social, pues en México la mitad de la población está en pobreza, y mientras eso no se resuelva siempre habrá quien abuse de las drogas para escaparse de sus tragedias, sin pensar que son muy peligrosas.

Históricamente se ha visto que cuando hay crisis económicas, desempleo y desencanto en las políticas públicas, en particular en los programas de gobierno que no satisfacen las necesidades mínimas de la sociedad, el incremento en el consumo de los estupefacientes  es notable.

Créditos: UAM. Dirección de Comunicación Social