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Osteoporosis, una enfermedad de hombres y mujeres

 
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osteoporos20 de marzo de 2011

Aunque pareciera ser una enfermedad exclusiva de la mujer, la osteoporosis también la padecen los hombres, ya que es ocasionada “por el consumo del tabaco y alcohol, al igual que por retirar los gónadas que son las glándulas mixtas que producen gametos o células sexuales, es decir, los testículos”, indicó Rubén Garcilazo Osorio, catedrático de la Facultad de Medicina de la BUAP.

Dijo que ambos géneros igualan el grado de disminución de calcio después de los 70 años; sin embargo, es predominante en el sexo femenino a partir de los 50 años de edad, debido a los cambios hormonales que ocurren fisiológicamente en su organismo.

En el caso del género femenino, ésta puede adelantarse por la extirpación de ovarios, que son los encargados de producir hormonas y ayudar a la generación o manutención de calcio en los huesos.

El número de embarazos también se considera; “embarazarse a temprana edad y de forma frecuente origina la perdida de calcio, porque a través de la lactancia se transmiten las reservas de este mineral a los hijos”, agregó.

Otro factor que influye son las enfermedades como la insuficiencia renal en el paciente diabético y los quistes pancreáticos, ya que al ingerir medicamentos en exceso para su tratamiento, ocasionan la pérdida de minerales.

Además se genera osteoporosis por el estilo de vida, los hábitos de cada persona y el sedentarismo, “si una persona no realiza ejercicio, ingiere muchas bebidas mineralizadas, consume tabaco y alcohol, es más propenso a presentarla en un futuro”, consideró el académico.

Esto se debe a que con el sedentarismo, el hueso no requiere tanta fuerza y minerales, “estar activo física y metabólicamente permite que el hueso adquiera resistencia y grosor para tolerar el ejercicio y así evitar fracturas”.

Garcilazo Osorio detalló que al eliminar calcio por las vías urinarias, lactancia, saliva y sudoración, se necesita una reposición adecuada que se adquiere en medicamentos ricos en vitamina D y calcio, pero principalmente en alimentos con estos componentes.

“Combinar alimentos ricos en calcio –leche y sus derivados- fortalecen el hueso; si desde la infancia se tiene una alimentación saludable, se tendrá una ganancia máxima de calcio hasta los 30 años”, enfatizó.

Recalcó que la ingesta de calcio por sí sola, no se adhiere al cien por ciento al hueso, por lo que se necesita un fijador que es la vitamina D, la cual se produce cuando una persona se expone a la luz solar.

El especialista finalizó que el ejercicio es un factor importante que permite que el hueso no se atrofie, siendo así indispensable practicarlo a cualquier edad para tener una excelente salud física.

Créditos: BUAP/Comunicación Institucional/buap.mx
Imagen: Intraned.net

La osteoporosis, al borde de convertirse en epidemia de fracturas

 
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Las fracturas, sobre todo las de cadera, no sólo cuestan al sistema de salud, sino también a quienes las sufren en carne propia, pues causan deterioro absoluto de la calidad de vida y derivan en alta mortalidad.
Las fracturas, sobre todo las de cadera, no sólo cuestan al sistema de salud, sino también a quienes las sufren en carne propia, pues causan deterioro absoluto de la calidad de vida y derivan en alta mortalidad.

26 de octubre de 2010

• De no revertirse con programas preventivos, podría ocurrir en menos de dos décadas, advirtió Patricia Clark, académica de la FM de la UNAM
• Con la colaboración de un grupo coordinado por Clark, ya se tiene calibrada, con datos de México, una herramienta epidemiológica llamada FRAX, que permite calcular el riesgo absoluto de cada individuo después de cumplir 40 años

La osteoporosis es ya un grave problema de salud pública en México que, de no revertirse con programas preventivos, podría causar en menos de 20 años una epidemia de fracturas, con un alto costo para el país, advirtió Patricia Clark, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM y jefa de la Unidad de Epidemiología Clínica que esta casa de estudios tiene en el Hospital Infantil de México Federico Gómez.

Con la colaboración de un grupo interinstitucional coordinado por Clark, ya se tiene calibrada, con datos de México, una herramienta epidemiológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamada FRAX o Algoritmo de Riesgo Absoluto de Fractura, que permite calcular el riesgo absoluto de cada individuo después de cumplir 40 años.

“Con FRAX, ya disponible en la página web de la OMS, es posible hacer también prevención primaria, es decir, detectar a los sujetos con osteoporosis cuando aún no han sufrido una fractura”, añadió.

Actualmente, quien llega a la quinta década de vida (cuando comienza la pérdida de hueso) tiene una alta probabilidad de sufrir una fractura de cadera, una de las consecuencias más temidas de la osteoporosis, dijo la reumatóloga.

Entre los primeros años de vida y los 25 se forma la masa ósea pico del esqueleto; entre los 25 y los 50 se mantiene, pero a partir de los 50, con la menopausia, la mujer pierde aceleradamente masa ósea por falta de estrógenos. Una década después, el hombre comienza a perder hueso. Ambos se emparejan en esta pérdida luego de cumplir los 70 años.

Según un estudio de Clark, denominado Epidemiology, costs and burden of osteoporosis in Mexico, (Epidemiología, costos y carga de la osteoporosis en México), en ese rango de edad (50 años o más) están ahora 19 millones de mexicanos, y de ellos, una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres, sufrirá una fractura de cadera.

“En 2005, se registraron 21 mil casos de fractura de cadera y, de acuerdo con las proyecciones del estudio, en 2050, con una población de 55 millones de mexicanos con 50 años o más, y la esperanza de vida de 82 años, la cantidad se incrementará a más de 110 mil”, comentó.

Costos millonarios

Si no se hace algo efectivo para frenar este padecimiento, rebasará al sistema de salud, como sucedió con la obesidad y la diabetes. “Todas las camas ortopédicas del país podrían quedar ocupadas con gente con fracturas”, advirtió.

En 2006 se gastaron por el evento agudo de cadera, más de 97 millones de dólares, cantidad similar a la que se eroga anualmente en la compra de insulina para los insulinodependientes en México.

Si a esta cantidad se agregara el costo por fracturas de vértebras y antebrazo, y los indirectos de todas ellas (representan la pérdida de productividad de los pacientes), el gasto se quintuplicaría.

“Entonces, en 2025 los costos directos anuales por fracturas podrían aumentar hasta 446 millones de dólares, y en 2050, hasta cuatro mil 88 millones”, calculó.

Deterioro en la calidad de vida

Las fracturas, sobre todo las de cadera, no sólo cuestan al sistema de salud, sino también a quienes las sufren en carne propia, pues causan deterioro absoluto de la calidad de vida y derivan en alta mortalidad.

En adultos mayores, de 12 a 20 por ciento fallece en el primer año después de una fractura, no por ésta, sino por las consecuencias. Del resto, 30 por ciento queda con invalidez permanente, 40 por ciento con dificultades para caminar, y 80 por ciento con alguna dificultad para realizar sus actividades cotidianas (invalidez parcial).

“Además, una fractura es factor de riesgo para sufrir una segunda; las personas con una primera en vértebras, tienen alta probabilidad de padecer otra similar, e incluso una de cadera, durante el primer o segundo año después de aquélla”, apuntó.

No se ve ni duele

Por si esto fuera poco, una de las tres fracturas osteoporóticas más frecuentes, la de vértebra (las otras son la de antebrazo y la de cadera), generalmente no se diagnostica.

“Un dato indirecto es la reducción de talla: conforme uno envejece, se hace más chiquito, y esto probablemente está relacionado con las fracturas de vértebra”, señaló.

En atención primaria de los servicios de salud, muchas veces una fractura se diagnostica equivocadamente y se confunde con un dolor reumático o con una torcedura.

Por otro lado, no siempre se cuenta con el equipamiento necesario para hacer estudios de densitometría ósea, que permiten determinar la cantidad de sales de hidroxiapatita (fosfato de calcio cristalino) que hay en los huesos, para un diagnóstico temprano de osteoporosis.

Según el estudio de Clark, sólo 25 por ciento de las instituciones de salud gubernamentales cuenta con equipos de densitometría DXA o Absorciometría de Rayos X de Energía Dual.

“En México, operan 400 equipos de densitometría DXA, pero 85 por ciento de ellos está en hospitales privados, donde se atiende a una pequeña parte de la población”, indicó.

Si en un estudio de densitometría en cadera o columna, la densidad mineral ósea es de -2.5 desviaciones estándar respecto de la normal, hay un riesgo muy alto de sufrir fracturas; si es de -1 a -2.4, se entra en la fase previa de la osteoporosis, antes llamada osteopenia, y cuando es de -1 desviación estándar, la masa ósea está dentro de la normalidad.

En comparación con otros países, México está en un rango de tasas intermedias de fracturas. Sin embargo, si se considera que en el nuestro la población tiende a crecer y la esperanza de vida ha aumentado, ya se dan suficientes fracturas para adoptar, cuanto antes, medidas preventivas. “Si no lo hacemos, podríamos tener una epidemia dentro de 20 años”, advirtió.

Factores de riesgo

Según un punto de acuerdo turnado a las Comisiones Unidas de Salud y Educación de la Cámara de Diputados, México ya es el país con el más alto consumo per cápita de refrescos, con 160 litros al año. Como consecuencia de ello, la ingestión de leche ha sido desplazada.

Los niños mexicanos toman, en promedio, 1.7 vasos de leche al día, cuando deberían ingerir uno en la mañana y otro en la noche, además de dos raciones más de otros lácteos, como queso o yogurt.

Por norma oficial, la leche y los productos dietéticos son fortificados con vitamina D, que se encarga de regular el paso del calcio a los huesos. Así, otro factor que propicia el debilitamiento de éstos es la falta de esa vitamina.

Para responder a la interrogante de qué factores influyen en el crecimiento de huesos sanos, Clark, en colaboración con el Instituto Nacional de Perinatología, inició un estudio con madres embarazadas y recién nacidos.

Se medirán los huesos de ambos, así como el contenido de vitamina D y los factores de riesgo modificables en mujeres encintas (como la adición al tabaco y nutrición), para saber qué hacer para que los pequeños desarrollen un esqueleto sólido y grande.

Créditos: UNAM. DGCS-634/unam.mx

Previenen la osteoporosis con harina de nopal

 
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La mayor concentración de calcio está en los nopales maduros, que se desechan en el campo porque no están tiernos y no se consumen en el mercado, explicó Mario Enrique Rodríguez, del CFATA.
La mayor concentración de calcio está en los nopales maduros, que se desechan en el campo porque no están tiernos y no se consumen en el mercado, explicó Mario Enrique Rodríguez, del CFATA.

Domingo 18 de abril de 2010

• Rico en calcio, el alimento tradicional se limpia, deshidrata y pulveriza en el laboratorio del físico Mario Enrique Rodríguez García, del CFATA de la UNAM
• Tras probarla en roedores, se aplica a tres grupos de 837 mujeres que participan en un protocolo para combatir la osteopenia, fase previa a la osteoporosis

El nopal es una fuente abundante de calcio; por ello, investigadores lo aplican en un protocolo de investigación a tres grupos de 837 mujeres, de 35 a 55 años, que consumen cantidades controladas de esa cactácea molida para revertir la osteopenia, una fase previa a la osteoporosis, que se genera por falta de ese elemento en los huesos.

Mario Enrique Rodríguez García, del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la Universidad Nacional, explicó que se trata de “un equipo multidisciplinario e interinstitucional de colegas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Universidad del Valle de México (UVM) y la UNAM, enfocado a entender desde el punto de vista biofísico y nutrimental la pérdida de la masa ósea; no hacemos farmacología”.

Tras estudiar desde el año 2000 las características fisicoquímicas de la verdura tradicional mexicana, el experto en propiedades físico-químicas de materiales orgánicos descubrió que la mayor concentración de calcio está en los nopales maduros, en las pencas grandes que se desechan en el campo porque no están tiernas y no se consumen en el mercado nacional.

El investigador del CFATA los llevó a su laboratorio para descontaminarlos (de microorganismos que se alojan cuando están sembrados al aire libre), limpiarlos, deshidratarlos y pulverizarlos al alto vacío, hasta lograr la materia prima de su investigación: la harina de nopal, que puede beberse disuelta en agua o consumirse en sopas o como complemento del cereal.

En una primera fase experimental biológica, realizada en 2006, la harina de nopal se incluyó en la dieta de ratas de laboratorio, que desarrollaron huesos largos, duros y cristalinos. Fue entonces que se inició el estudio en mujeres con osteopenia, acotó el doctor en física.

Prevención con calcio biodisponible

“Mientras una tortilla tradicional de 100 gramos tiene 320 miligramos de calcio, un nopal seco de 400 gramos incluye cuatro mil 200 miligramos del mineral. Es una mina de calcio”, resumió.

El investigador comparó la verdura tradicional con las vacas, animales que no existían en nuestro territorio antes de la conquista española.

“Yo digo que el nopal es la vaca mexicana porque la cantidad de calcio que tiene suple a la leche y otros lácteos en la dieta tradicional. Esta “vaca” se complementó con la tortilla, también rica en calcio y carbohidratos, y con el chile, que aporta vitaminas”, señaló.

Cada persona debería consumir mil 200 miligramos de calcio al día, pero casi nadie lo sabe. Las poblaciones campesinas en el país consumen en promedio 800 miligramos diarios, cifra que es menor entre las poblaciones urbanas.

“El nopal no cura la osteoporosis ni la osteopenia, pero es una fuente alternativa de calcio fabulosa y es biodisponible”, aclaró.

Actualmente, Mario Rodríguez y sus colegas aplican la harina de nopal a un grupo de mujeres con osteopenia, que desarrollarían osteoporosis de no equilibrar la dosis adecuada.

Cada una de ellas consume mil 200 miligramos de calcio contenidos en 15 gramos de harina de nopal al día, que tiene otros beneficios, como un alto porcentaje de fibra.

Luego de tres años de trabajo con este grupo de mujeres, el resultado es positivo. Los investigadores comprobaron que las pacientes con osteopenia que consumen la harina de nopal han mantenido la densidad mineral ósea, así que su situación no ha empeorado hacia el desarrollo de osteoporosis, como es usual con esa enfermedad.

Una de las ventajas de este suplemento a base de harina de nopal es que la osteopenia y la osteoporosis son reversibles y las personas pueden recuperar masa mineral ósea y tener mejores huesos.

La pérdida de calcio es más rápida en la mujer, debido a la menopausia y a factores estéticos.

“Mientras en zonas pobres el problema es el cambio de hábitos de consumo, en las urbanas y grupos de clases media y alta parte del problema es de belleza, porque la mayoría de ellas quieren ser delgadas y hacen dietas en donde lo primero que dejan de consumir son tortillas, principal fuente de calcio”, concluyó Rodríguez.
Créditos: UNAM. DGCS -240/ unam.mx