


31 de Enero del 2013
Ante la polémica generada por el anuncio del Gobierno nacional de establecer una dosis mínima para el porte de drogas sintéticas, toxicólogo de la UN explica por qué es difícil conseguir este propósito.
La controversia comenzó con el anuncio de un nuevo Estatuto Antidrogas. La Ministra de Justicia y del Derecho expresó que se pretende decretar una dosis personal para estas sustancias.
Las drogas sintéticas “son conocidas como ‘drogas de diseño’ y son elaboradas en un laboratorio; en su fabricación se requiere de alta tecnología farmacéutica e instrumental, así como de recurso humano capacitado”, explica Jairo Alonso Téllez Mosquera, médico toxicólogo y profesor de la UN.
La manipulación de estas drogas permite mejorar la concentración de sus componentes y potencializa sus efectos para satisfacer la demanda de los consumidores. Por eso es que son tan peligrosas.
“La composición química está dada por la molécula madre, a partir de la cual se sintetiza la droga”. Dado que se pueden generar infinitas combinaciones de estas sustancias a partir de la molécula madre, este fenómeno no se puede vigilar.
Este aspecto hace imposible su “control y la fijación de dosis mínimas, teniendo en cuenta las múltiples posibilidades de producción de diferentes drogas mediante la manipulación en el laboratorio de las moléculas madre”.
Durante los últimos años, la Comunidad Andina (CAN) ha venido trabajando en comprender el fenómeno de las drogas sintéticas que se consumen en la región.
Lo que más preocupa a los expertos es la posibilidad que estas drogas tienen de ser adulteradas.
Un informe de la CAN asegura que según el análisis de la composición de estas drogas, se ha demostrado que en muchos casos contienen herbicidas, analgésicos, laxantes, antihistamínicos, cafeína, viagra, e incluso anestésicos de uso veterinario.
Si adulterarlas es fácil, conseguirlas lo es mucho más. El informe de la CAN dice que la percepción sobre lo fácil que sería conseguir éxtasis es variable entre los países. Mientras que el 11% de los estudiantes de Bolivia piensa que les sería fácil conseguir esta droga, 29% manifiesta lo mismo en Colombia, 21% en Perú y 15% en Ecuador.
En cuanto al uso de drogas sintéticas, y consecuente con los resultados anteriores, alrededor de 1,6% de los estudiantes de Bolivia, Ecuador y Perú declaran haberlas usado alguna vez en la vida, porcentaje que llega a 4,6% entre los estudiantes de Colombia.
El profesor Téllez enuncia que “estas sustancias no tienen efectos benéficos probados científicamente; lo que se busca es satisfacer a los consumidores en su uso recreativo”.
“Los efectos dañinos son múltiples y, generalmente, dejan secuelas en su uso crónico y pueden comprometer varios sistemas orgánicos, dependiendo del tipo de componentes y principios activos de la sustancia específica”.
Comportamientos psicóticos, daños respiratorios y cardiovasculares, así como lesiones en el sistema nervioso central, entre otros, son los efectos de su consumo.
Según el experto, las drogas sintéticas más consumidas en Colombia son “éxtasis, ketamina (utilizado en anestesia), popper (nitrito inhalable) y diclorometano (solvente orgánico conocido como dick o ladies de amplio uso en población escolar)”.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

“Éxtasis, ketamina (utilizado en anestesia), popper (nitrito inhalable) y diclorometano (solvente orgánico conocido como dick o ladies de amplio uso en población escolar)”.
31 de Enero del 2013
Ante la polémica generada por el anuncio del Gobierno nacional de establecer una dosis mínima para el porte de drogas sintéticas, toxicólogo de la UN explica por qué es difícil conseguir este propósito.
La controversia comenzó con el anuncio de un nuevo Estatuto Antidrogas. La Ministra de Justicia y del Derecho expresó que se pretende decretar una dosis personal para estas sustancias.
Las drogas sintéticas “son conocidas como ‘drogas de diseño’ y son elaboradas en un laboratorio; en su fabricación se requiere de alta tecnología farmacéutica e instrumental, así como de recurso humano capacitado”, explica Jairo Alonso Téllez Mosquera, médico toxicólogo y profesor de la UN.
La manipulación de estas drogas permite mejorar la concentración de sus componentes y potencializa sus efectos para satisfacer la demanda de los consumidores. Por eso es que son tan peligrosas.
“La composición química está dada por la molécula madre, a partir de la cual se sintetiza la droga”. Dado que se pueden generar infinitas combinaciones de estas sustancias a partir de la molécula madre, este fenómeno no se puede vigilar.
Este aspecto hace imposible su “control y la fijación de dosis mínimas, teniendo en cuenta las múltiples posibilidades de producción de diferentes drogas mediante la manipulación en el laboratorio de las moléculas madre”.
Durante los últimos años, la Comunidad Andina (CAN) ha venido trabajando en comprender el fenómeno de las drogas sintéticas que se consumen en la región.
Lo que más preocupa a los expertos es la posibilidad que estas drogas tienen de ser adulteradas.
Un informe de la CAN asegura que según el análisis de la composición de estas drogas, se ha demostrado que en muchos casos contienen herbicidas, analgésicos, laxantes, antihistamínicos, cafeína, viagra, e incluso anestésicos de uso veterinario.
Si adulterarlas es fácil, conseguirlas lo es mucho más. El informe de la CAN dice que la percepción sobre lo fácil que sería conseguir éxtasis es variable entre los países. Mientras que el 11% de los estudiantes de Bolivia piensa que les sería fácil conseguir esta droga, 29% manifiesta lo mismo en Colombia, 21% en Perú y 15% en Ecuador.
En cuanto al uso de drogas sintéticas, y consecuente con los resultados anteriores, alrededor de 1,6% de los estudiantes de Bolivia, Ecuador y Perú declaran haberlas usado alguna vez en la vida, porcentaje que llega a 4,6% entre los estudiantes de Colombia.
El profesor Téllez enuncia que “estas sustancias no tienen efectos benéficos probados científicamente; lo que se busca es satisfacer a los consumidores en su uso recreativo”.
“Los efectos dañinos son múltiples y, generalmente, dejan secuelas en su uso crónico y pueden comprometer varios sistemas orgánicos, dependiendo del tipo de componentes y principios activos de la sustancia específica”.
Comportamientos psicóticos, daños respiratorios y cardiovasculares, así como lesiones en el sistema nervioso central, entre otros, son los efectos de su consumo.
Según el experto, las drogas sintéticas más consumidas en Colombia son “éxtasis, ketamina (utilizado en anestesia), popper (nitrito inhalable) y diclorometano (solvente orgánico conocido como dick o ladies de amplio uso en población escolar)”.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html