Tag Archives: memoria

La historia de la Independencia según 16 miradas.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
27 de Noviembre del 2012
Como parte de la celebración de su cumpleaños número cincuenta, el Departamento de Historia de la UN en Bogotá lanzó el libro Independencia: historia diversa.
Bernardo Tovar Zambrano, profesor del Departamento y editor de la obra, dice que, con motivo de esta efeméride y de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, los profesores resolvieron desde sus lugares historiográficos escribir este libro.
“El proyecto surgió gracias a que hay de fondo una concepción de este periodo, es decir, la consideramos como acontecimiento y como representación. En ese sentido, ha estado presente en el acontecer histórico del país desde 1810 hasta nuestros días”, afirma.
Cotidianamente se está recordando y haciendo memoria de este suceso a través de diferentes formas, como el himno nacional, las estatuas, los discursos políticos, la enseñanza de la historia, etcétera.
“Se le propuso al colectivo de profesores que, desde sus puntos de vista y desde sus lugares historiográficos, trabajaran sobre este mismo significante: la Independencia. Por tal razón, se le denomina diversa. No es un ejercicio frecuente en la universidad colombiana ni en la UN que un conjunto de docentes adscritos a un departamento emprendan la tarea de escribir una obra sobre un tema específico. De los diecinueve profesores, participaron dieciséis”, cuenta.
El contenido
El mismo profesor Tovar, en una parte del prólogo, sintetiza la labor de los autores y el contenido de la obra: “el resultado ha sido esta diversidad de trabajos que conforman una especie de collage historiográfico en el cual se pueden apreciar dentro de la temática relatos referidos a la época anterior a la Independencia, al periodo propiamente dicho de este proceso, a algunos momentos de la primera mitad del siglo XX y a la contemporaneidad”.
La obra parte, por ejemplo, de los movimientos sociales anteriores a este suceso, para luego abordar el periodo como tal. Allí se expone la relación entre la Expedición Botánica y la Emancipación.
Posteriormente, se enfoca en el concepto de Constitución, en los sermones religiosos y políticos de los curas sobre este hecho y en el terremoto de Caracas de 1812, que fue trascendental para el movimiento de los patriotas, entre otros.
Con respecto al siglo XX, da cuenta de la construcción de un Bolívar fascista por parte de la derecha colombiana de los años treinta y cuarenta, así como del uso actual que se ha hecho de Bolívar y, sobre todo, de su espada, especialmente por parte del presidente Hugo Chávez y el expresidente de Colombia Álvaro Uribe.
El cierre del libro expone la independencia de Canadá, cuyo largo proceso de negociación fue pacífico y contrasta con las guerras sangrientas que hubo en las independencias de este lado.
El profesor Tovar destaca que se trata de una obra valiosa, toda vez que aporta nuevos conocimientos sobre este hecho como acontecimiento y representación. “Hay un aporte historiográfico original y novedoso sobre la Independencia a través de dieciséis miradas”, puntualiza.
Ricardo Sánchez, también profesor del Departamento de Historia de la UN y uno de los autores, señala que esta es una forma de cumplirle a la comunidad académica, a los jóvenes, a los investigadores y al país, así como a la cultura nacional y latinoamericana; pues, en un diálogo plural, en una perspectiva múltiple, los autores reflexionaron a partir de sus investigaciones sobre la cuestión.
“Es un gran tema y de suma importancia por el Bicentenario, pero porque está en discusión permanentemente desde nuestros orígenes y nuestro desarrollo. El libro es un desafío intelectual para el lector. Hay propuestas múltiples en los temas, en el enfoque de escuelas, en el tipo de tradiciones a las que apelamos en la historiografías, en las diferencias que son notables y que enriquecen la obra, por supuesto, de formaciones teóricas, tradiciones historiográficas, formas de ver la historia”, manifiesta.
Finalmente, el profesor Tovar asegura que quienes se acerquen al libro encontrarán nuevos relatos y conocimientos. La obra expresa la voz historiográfica del Departamento de Historia de la UN en Bogotá, el cual ha cumplido, durante sus cinco décadas, una función fundamental en el desarrollo de la historiografía en Colombia.
Historiadores
El trabajo, que tardó más dos años, fue desarrollado por los profesores Ricardo Sánchez, José Antonio Amaya, Francisco Ortega, José David Cortés, Pablo Rodríguez, Darío Campo Rodríguez, Stella Restrepo, Heraclio Bonilla, Oscar Rodríguez, Lucía Duque, Max Hering, Mauricio Arcilla, César Augusto Ayala, Paolo Vignolo, Oscar Murillo y Roch Little.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La carátula es un alto relieve hecho por el escultor colombiano Emiro Garzón titulado "Expansión del pensamiento de Bolívar".

La carátula es un alto relieve hecho por el escultor colombiano Emiro Garzón titulado “Expansión del pensamiento de Bolívar”.

27 de Noviembre del 2012

Como parte de la celebración de su cumpleaños número cincuenta, el Departamento de Historia de la UN en Bogotá lanzó el libro Independencia: historia diversa.

Bernardo Tovar Zambrano, profesor del Departamento y editor de la obra, dice que, con motivo de esta efeméride y de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, los profesores resolvieron desde sus lugares historiográficos escribir este libro.

“El proyecto surgió gracias a que hay de fondo una concepción de este periodo, es decir, la consideramos como acontecimiento y como representación. En ese sentido, ha estado presente en el acontecer histórico del país desde 1810 hasta nuestros días”, afirma.

Cotidianamente se está recordando y haciendo memoria de este suceso a través de diferentes formas, como el himno nacional, las estatuas, los discursos políticos, la enseñanza de la historia, etcétera.

“Se le propuso al colectivo de profesores que, desde sus puntos de vista y desde sus lugares historiográficos, trabajaran sobre este mismo significante: la Independencia. Por tal razón, se le denomina diversa. No es un ejercicio frecuente en la universidad colombiana ni en la UN que un conjunto de docentes adscritos a un departamento emprendan la tarea de escribir una obra sobre un tema específico. De los diecinueve profesores, participaron dieciséis”, cuenta.


El contenido

El mismo profesor Tovar, en una parte del prólogo, sintetiza la labor de los autores y el contenido de la obra: “el resultado ha sido esta diversidad de trabajos que conforman una especie de collage historiográfico en el cual se pueden apreciar dentro de la temática relatos referidos a la época anterior a la Independencia, al periodo propiamente dicho de este proceso, a algunos momentos de la primera mitad del siglo XX y a la contemporaneidad”.

La obra parte, por ejemplo, de los movimientos sociales anteriores a este suceso, para luego abordar el periodo como tal. Allí se expone la relación entre la Expedición Botánica y la Emancipación.

Posteriormente, se enfoca en el concepto de Constitución, en los sermones religiosos y políticos de los curas sobre este hecho y en el terremoto de Caracas de 1812, que fue trascendental para el movimiento de los patriotas, entre otros.

Con respecto al siglo XX, da cuenta de la construcción de un Bolívar fascista por parte de la derecha colombiana de los años treinta y cuarenta, así como del uso actual que se ha hecho de Bolívar y, sobre todo, de su espada, especialmente por parte del presidente Hugo Chávez y el expresidente de Colombia Álvaro Uribe.

El cierre del libro expone la independencia de Canadá, cuyo largo proceso de negociación fue pacífico y contrasta con las guerras sangrientas que hubo en las independencias de este lado.

El profesor Tovar destaca que se trata de una obra valiosa, toda vez que aporta nuevos conocimientos sobre este hecho como acontecimiento y representación. “Hay un aporte historiográfico original y novedoso sobre la Independencia a través de dieciséis miradas”, puntualiza.

Ricardo Sánchez, también profesor del Departamento de Historia de la UN y uno de los autores, señala que esta es una forma de cumplirle a la comunidad académica, a los jóvenes, a los investigadores y al país, así como a la cultura nacional y latinoamericana; pues, en un diálogo plural, en una perspectiva múltiple, los autores reflexionaron a partir de sus investigaciones sobre la cuestión.

“Es un gran tema y de suma importancia por el Bicentenario, pero porque está en discusión permanentemente desde nuestros orígenes y nuestro desarrollo. El libro es un desafío intelectual para el lector. Hay propuestas múltiples en los temas, en el enfoque de escuelas, en el tipo de tradiciones a las que apelamos en la historiografías, en las diferencias que son notables y que enriquecen la obra, por supuesto, de formaciones teóricas, tradiciones historiográficas, formas de ver la historia”, manifiesta.

Finalmente, el profesor Tovar asegura que quienes se acerquen al libro encontrarán nuevos relatos y conocimientos. La obra expresa la voz historiográfica del Departamento de Historia de la UN en Bogotá, el cual ha cumplido, durante sus cinco décadas, una función fundamental en el desarrollo de la historiografía en Colombia.


Historiadores

El trabajo, que tardó más dos años, fue desarrollado por los profesores Ricardo Sánchez, José Antonio Amaya, Francisco Ortega, José David Cortés, Pablo Rodríguez, Darío Campo Rodríguez, Stella Restrepo, Heraclio Bonilla, Oscar Rodríguez, Lucía Duque, Max Hering, Mauricio Arcilla, César Augusto Ayala, Paolo Vignolo, Oscar Murillo y Roch Little.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Violencia y memoria en la lente de Jesús Abad Colorado.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

"Aprendí a hablar con imágenes, es la forma en la que escribo este país”, esa frase de Jesús Abad Colorado resume, en cierta forma, la conferencia que dictó en la Universidad Nacional.
“Aprendí a hablar con imágenes, es la forma en la que escribo este país”, esa frase de Jesús Abad Colorado resume, en cierta forma, la conferencia que dictó en la Universidad Nacional.

5 de Noviembre del 2012

“Aprendí a hablar con imágenes, es la forma en la que escribo este país”, esa frase de Jesús Abad Colorado resume, en cierta forma, la conferencia que dictó en la Universidad Nacional.

Abad Colorado, actualmente reportero gráfico independiente, es considerado uno de los principales conocedores del conflicto armado en Colombia. Durante su conferencia “La fotografía, memoria en un país de conflictos y resistencias”, dirigida a los estudiantes de la especialización de fotografía, mostró imágenes de las masacres que ha cubierto en Colombia. No habló de técnicas fotográficas, si no de la manera humilde y respetuosa en la que se ha dedicado a acompañar y a “documentar”, como el mismo lo llama, a las víctimas del conflicto armado en el país.

Se considera bueno para caminar y se ha dedicado a hacerlo al lado de las víctimas. Recorridos en los que escucha sus tragedias y busca imágenes que contextualicen las historias. Se sabe de memoria los nombres de las personas a las que ha fotografiado.

“Trabajar en medio del conflicto es muy difícil, uno no sale nunca de una universidad preparado para eso, además este país se ha ensañado con la gente más humilde, con los más desprotegidos, con los campesinos”.

“He documentado tantas tragedias que no podría decir si es más fuerte la de Bojayá, porque cae una pipeta y mueren 80 personas dentro de una iglesia,  o la de Machuca donde también mueren 80 personas por la explosión de un oleoducto dinamitado por el ELN. Hace poco estuve documentando la muerte del líder indígena Lisandro Tenorio en el Cauca y  no saben lo que le duele a uno la muerte de un líder, de un sabio, y lo que eso significa para una comunidad”.

Abad Colorado, también ha trabajado sobre educación, salud,  comunidades indígenas y con campesinos dedicados al cultivo de diversos productos agrícolas. “Lo que pasa es que no es lo mismo, en un país como el nuestro, documentar Bojayá, las bellezas del Orinoco o del Amazonas, todo tiene su dimensión porque al otro lado está en juego la vida. Uno tiene ojos para la vida, y en medio de este trabajo le toca a uno ponerse del lado de los que han estado perdiendo, los que pierden el territorio, de las mujeres que sobreviven y que resisten, y eso es un poco el proceso que yo trato de llevar a cabo”, explica.

En la conferencia mostró su trabajo gráfico sobre la resistencia de las poblaciones afectadas por la guerra, imágenes que muestran cómo las  comunidades sobreviven y luchan contra esas adversidades, pero también fotos de los combatientes.

“Hay fotos, en medio de las comunidades afectadas por la guerra, que le hablan a uno de la dignidad y la belleza de Colombia”.

“No mido los hechos por el número de muertos, si no por lo que eso significa para el colectivo. Este país ha sido muy sordo y ciego frente a lo que ha pasado al otro lado del muro, y el otro lado del muro puede estar en la periferia de Bogotá”.

Abad Colorado reconoció que en el periodismo, en general, hay irresponsabilidad e irrespeto con la gente. “Creo que el ánimo de estar haciendo chivas y de buscar el ángulo más espectacular lleva a perder un poco la dimensión humana y la ética, la capacidad de ponernos en los zapatos del otro para respetar sus derechos y su intimidad”.

“Uno primero tiene que ser buena persona, pero aquí en los medios a veces a los periodistas se les premia no solo por su osadía, si no por lograr lo más espectacular y yo siempre trato de decir que hay que hacer lo más digno, lo más respetuoso”.

“A veces a la gente le pesan demasiado los títulos y creo que tenemos que aprender a mirar de una forma muy horizontal a la gente. En este país a veces el periodista mira con demasiada soberbia a la gente humilde y es  arrodillado con el poder, y nada mejor que periodistas que cuenten la historia de su país y que miren con mucha más dignidad a la gente que lo merece”, concluyó Abad Colorado.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Necesaria, intervención del personal en detección temprana y tratamiento del alzheimer.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Es recomendable que todo individuo, al llegar a los 60 años, se realice pruebas para anticiparse a la posible aparición del deterioro cognitivo y limitar sus manifestaciones, señaló Araceli Jiménez Mendoza, académica de la ENEO.
Es recomendable que todo individuo, al llegar a los 60 años, se realice pruebas para anticiparse a la posible aparición del deterioro cognitivo y limitar sus manifestaciones, señaló Araceli Jiménez Mendoza, académica de la ENEO.

20 de Septiembre del 2012
Todo comenzó con el olvido de las llaves. Después, el dinero desaparecía sin explicación alguna. Al transcurrir los días, recordar el nombre de las personas más cercanas, como el de su hija o nietos, se volvió una tarea titánica. A sus 65 años, Samuel fue diagnosticado con Alzheimer, en fase avanzada.

En México, más de un millón de personas padecen el mal, con repercusiones no sólo en la salud de los pacientes, sino en su entorno familiar y social. Ante el crecimiento de la población de adultos mayores en el país, es necesario establecer estrategias para su detección oportuna y tratamiento integral.

Entre las medidas, es de vital importancia la formación de recursos humanos especializados en geriatría, a todos los niveles. Ante la demanda creciente de la especialidad se requieren profesionales de la enfermería que apoyen tareas como prevención, cuidado de los pacientes diagnosticados con la enfermedad y trabajo comunitario.

Es necesario replantear el cuidado de los adultos mayores y sustentarlo en el respeto a esta población, estableció Araceli Jiménez Mendoza, de la Escuela Nacional de Enfermería (ENEO) de la UNAM, en el marco del Día Mundial del Alzheimer.

La ENEO impulsa, como una de sus líneas de investigación institucionales, el proyecto Modelo de Enfermería para la Atención Preventiva y Terapéutica en Personas con Enfermedad de Alzheimer y sus Familiares, con la finalidad de promover trabajos y actividades orientados a la detección temprana del padecimiento, canalización para el tratamiento oportuno y limitar el daño que provoca a través de acciones de estimulación, con un enfoque integral, informó.

Detección

Para detectar a tiempo, al cumplir 60 años es preciso acudir a revisiones geriátricas de manera periódica y conocer los antecedentes familiares que determinan la susceptibilidad de padecer este mal, que consiste no en olvidarlo todo, sino lo inmediato.

La memoria a corto plazo es la más deteriorada. Por ejemplo, se da en el ámbito laboral, al no recordar los nombres de los compañeros después de convivir varios años con ellos. “Se pierde la capacidad de evocar a personas o situaciones”, explicó.

Además, se pierde el juicio al manejar dinero. Una persona extravía el sentido del valor que representan un billete o una moneda; lo olvidan con facilidad o lo regalan. Esto se presta al abuso de las personas responsables de su cuidado.

Para el diagnóstico, se requieren diversos procedimientos clínicos y tecnologías muy costosas, sólo disponibles en áreas de alta especialidad, como neurología o psiquiatría. La propuesta del modelo consiste en que, entre las tareas que desempeñan los profesionales de enfermería, se incluya la detección del deterioro cognitivo de manera temprana, en personas mayores de 60 años, pues a partir de esta edad, cada lustro se incrementa la probabilidad de padecerlo.

El proyecto está orientado a validar la valoración geriátrica desde el primer nivel, el preventivo, con la finalidad de canalizar los casos positivos a profesionales de otras áreas. Esto disminuiría los costos, pues actualmente el número de especialistas resulta insuficiente para cubrir la demanda en crecimiento, ante el envejecimiento de la población en México. Además, rompe con la idea generalizada de que el adulto mayor es olvidadizo y que considera normal la pérdida de memoria conforme avanza la edad, estableció.

“Es un problema complejo. No sólo abarca a la persona que sufre el deterioro de sus capacidades, sino a los familiares cercanos y a la sociedad, por los recursos destinados a su atención”.

Jiménez Mendoza, responsable del proyecto, consideró que el Día Mundial del Alzheimer representa una oportunidad para reflexionar qué significan para la sociedad los adultos mayores. En su mayoría, son tratados como un objeto, en una época en la que todo tiene valor en función de su utilidad. Al no ser productivos, prácticamente son olvidados, expuso.

Es necesario profesionalizar la atención que se brinda a los adultos mayores en asilos, estancias, o residencias. A la par, deben establecerse normas para su cuidado dentro del hogar, en específico, a quienes sufren alguna demencia, precisó la también coordinadora de Intercambio Académico y Colaboración Interinstitucional de la ENEO.

Atención integral

Después de valorarlos en las instalaciones de la ENEO, se visita a cada paciente para dimensionar las características de su domicilio, los recursos con los que cuenta y el entorno familiar.

En el tratamiento, la familia y personas cercanas desempeñan un papel fundamental. Para limitar el daño provocado, son necesarias acciones de estimulación, como ejercicios mentales, cuidado de hábitos de sueño y disminución de estrés, entre otras.

También, tiene la finalidad de identificar cuadros de depresión, tanto en los pacientes como en sus guardianes, en su mayoría, mujeres. Son las hijas quienes se hacen cargo de su padre o madre.

La atención no debe delegarse a cualquier persona sólo por parentesco o cercanía. Se requiere un profesional en estas tareas, por el desgaste físico, emocional y psicológico que implican. “No pueden encargarse a la vecina o a un amigo, pues sin la preparación adecuada pueden llegar a maltratar”, advirtió.

Gracias al proyecto, los estudiantes de la instancia pueden realizar su servicio social a través de sesiones informativas, ponencias, organización de eventos dirigidos a adultos mayores y apoyo en atención de personas con demencia, en colaboración con la Fundación Alzheimer, Alguien con Quien Contar, y la Asociación Alzheimer, Una Esperanza de Vida, entre otras instancias.

Mediante el esquema, que conforma el programa general Nuevas Estrategias Epidemiológicas y Proteómicas en Salud Pública, desde 2006 se han realizado 650 valoraciones en personas mayores de 60 años. Del total, se da seguimiento a 98 pacientes. La experiencia ha producido más de una decena de tesis de licenciatura, una de doctorado (en proceso) y reportes de investigación.

Boletín UNAM-DGCS-576
Ciudad Universitaria.

Pruebas de estrés en ratones ayudan a entender el cerebro humano

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Las similitudes entre el cerebro humano y el de los ratones permite extrapolar sus resultados de manera exitosa.
Las similitudes entre el cerebro humano y el de los ratones permite extrapolar sus resultados de manera exitosa.

17 de Agosto dde 2012

Dado que es imposible acceder al cerebro humano de manera directa, investigadores del Departamento de Psicología de la UN trabajan con ratones para determinar la relación entre la emoción y la memoria.

Los investigadores someten a situaciones de estrés a ratones mediante inyecciones de corticosterona, y extrapolan los resultados para entender el funcionamiento del cerebro humano en estas situaciones.

Existen grandes semejanzas entre el cerebro humano y el de otros mamíferos. Por esta razón, es posible utilizar modelos animales para intervenir y evaluar su funcionamiento y extrapolarlo en humanos.

“Todos los animales aprendemos, y el cerebro constantemente se modifica en virtud de su experiencia. En el modelo animal evidenciamos estos cambios cuando estudiamos el cerebro”, asegura Marisol Lamprea, doctora en Psicología de la UN.

Los estudios han demostrado que las situaciones con alto contenido emocional se almacenan mejor en la memoria. Por tanto, el estrés tiene un papel fundamental para la comprensión de su funcionamiento frente a demandas ambientales que incrementan la posibilidad de aparición de enfermedades.

Cuando aumenta la cantidad de adrenalina circulante, los niveles de corticosterona y los corticoides circulantes activan el ritmo cardiaco, el organismo se desgasta por causa del estrés y pueden desencadenarse enfermedades.

Por otra parte, la especialista asegura que existen algunas conductas que se ejecutan mejor bajo presión, porque se incrementa la capacidad de recordar. De modo que al exponer a los ratones a estrés o a las hormonas liberadas durante ese momento, mejoran las tareas que hacen.

Explorar el cerebro animal

“Los animales tienen que aprender tareas y yo los expongo a estrés a través de una situación conductual en la que se restringe su movimiento. Evaluamos su sangre y comprobamos altos niveles de corticosterona (el equivalente al cortisol en los seres humanos)”, afirma Lamprea.

Los científicos inyectan esta sustancia a los ratones en dosis similares a las liberadas por el animal en situaciones de estrés, y comparan el funcionamiento de sus cerebros con el de animales que no han sido sometidos al mismo tratamiento.

“Hemos concluido que, dependiendo del momento en el cual se estresa al animal, se tendrá un efecto positivo o negativo en el recuerdo de la tarea. De esta manera, entendemos qué pasa y por qué la corticosterona incide en la memoria de ese animal”, asegura.

Finalmente, las estrechas relaciones de los efectos en este tipo de situaciones en animales y humanos sirven para estudiar los cambios comportamentales y funcionales que presentan las personas cuando padecen enfermedades neurológicas como el párkinson o el alzhéimer.

Asimismo, el estudio permite valorar el deterioro del cerebro humano, a partir de las modificaciones disfuncionales de la conducta, al evaluar los cambios y correlacionarlos en pacientes con enfermedades avanzadas de este tipo.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Estudia Ranulfo Romo actividad cerebral de monos rhesus

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Ranulfo Romo, integrante del Instituto de Fisiología Celular de esta casa de estudios, ingresó a El Colegio Nacional.
Ranulfo Romo, integrante del Instituto de Fisiología Celular de esta casa de estudios, ingresó a El Colegio Nacional.

25 de marzo de 2011

• En su laboratorio, el investigador del IFC de la UNAM, que ingresó recientemente a El Colegio Nacional, registra cada recompensa con electrodos y estadísticas, en una estrategia de investigación que reúne a médicos, neurobiólogos y matemáticos
• Entre sus contribuciones, destacan las respuestas precisas y medibles a preguntas sobre cómo sentimos, memorizamos, percibimos y respondemos

Ranulfo Romo Trujillo, integrante del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de esta casa de estudios, y quien recientemente ingresó a El Colegio Nacional, trabaja en su laboratorio con monos rhesus; ahí, mide su actividad cerebral, mientras ellos responden a estímulos externos.

Cada recompensa se registra con electrodos y estadísticas, en una completa estrategia de investigación que reúne a médicos, neurobiólogos y matemáticos. Entre sus contribuciones, destacan las respuestas precisas y medibles a preguntas sobre cómo sentimos, memorizamos, percibimos y respondemos.

Con esos animales, Romo y sus colaboradores resuelven en la UNAM problemas experimentales que involucran procesos cognitivos como la memoria, la comparación y la decisión. Busca correlacionar la actividad neuronal con el proceder de los sujetos.

Mi búsqueda es conocer cómo se representan los objetos en el cerebro. No existe conducta consciente que no use el mecanismo de la recompensa, indicó.

También, señaló que todo acto voluntario pasó antes por una forma inconsciente, de tal modo que el presente racional es, en realidad, pasado, pues el mecanismo cerebral que lo hace posible se anticipa a la conciencia.

Memorias

De niño, el universitario vivió en su natal Ures, entre veranos ardientes e inviernos gélidos; entonces, Romo Trujillo (Sonora, 1954), comenzó a preguntarse cómo dominar ese clima adverso.

Observó la naturaleza y lo hizo sin límite de tiempo; condujo sus pasos hacia el sitio donde estímulos externos como el frío y el calor se convierten en sensaciones internas, y la infancia y el lugar de origen se funden en memoria e identidad. Ese sitio es el cerebro, un dinámico entramado bioquímico al que Romo ha dedicado su vida académica.

Desde joven, decidió que la medicina le ayudaría a responder algunas preguntas fundamentales. Se dirigió a la Ciudad de México, donde cursó la carrera de Médico Cirujano en la UNAM. A los 19 años, en la Facultad de Medicina tomó un curso de neurofisiología con Marcos Velasco. Entonces, definió su especialidad y eligió su sendero hacia la investigación científica.

Neurobiología de la percepción

Ya titulado como médico, recordó, viajó a Francia, donde cursó un doctorado en Ciencias (en el área de neurociencias) en la Universidad de París. Las preguntas sobre cómo percibimos y reaccionamos ante los estímulos externos se incrementaron y buscaron respuestas en el laboratorio, siempre apegadas a la indagación experimental.

En la capital francesa, se vinculó con Wolfram Schultz, quien fue investigador asociado en la Universidad de Friburgo, en Suiza. Entonces, estudiaba un grupo de células productoras de dopamina, la sustancia de la que carecen los enfermos de Alzheimer.
Con las células dopaminérgicas comenzaron sus observaciones con monos rhesus, a los que entrenó para analizar el mecanismo de la recompensa, estímulo relacionado con casi todos nuestros actos cotidianos.

Más tarde, completó su formación posdoctoral con Vernon Mountcastle, en la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, donde ambos exploraron el sustrato biológico de la toma de decisiones.

Encontraron que en la corteza cerebral se genera un acopio neuronal del mundo externo. Es ahí donde las sensaciones se convierten en memoria y el pensamiento en toma de decisiones.

Distinciones

El trabajo académico de Romo Trujillo es reconocido a nivel mundial. Entre sus numerosos reconocimientos destacan los premios Delmuth de Neurociencias de la Fundación de Investigación Médica de Suiza, en 1990; en Ciencias Médicas Básicas de la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS), 2002; de la Ciudad de México en Ciencias Básicas, 2008, y Ranwell Caputto de la Sociedad Argentina de Neurociencias, en 2009.

Asimismo, ha recibido la distinción Universidad Nacional a Jóvenes Académicos, el Premio Miguel Alemán Valdés, y el de Ciencia y Tecnología Manuel Noriega Morales de la OEA.

Sus investigaciones de frontera forman parte de los Proyectos del Milenio, financiados por el Banco Mundial, la Fundación Howard Hughes y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Desde 2005 es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos como “extranjero asociado”. Ese mismo año, impartió una conferencia plenaria en el Congreso de la Sociedad de Neurociencias, así como la Cátedra Brooks en la Facultad de Medicina de Harvard; en 2006, la Cátedra Teuber en el MIT y, en 2009, la Cátedra Ragnar Granet en el Instituto Karolinska.

Actualmente es editor en jefe de la revista Frontiers in Systems Neuroscience, y miembro del consejo editorial de Progress in Neurobiology.

Créditos: UNAM-DGCS-175/2011/unam.mx