Tag Archives: Medicina Veterinaria

CREAN VACAS MECATRÓNICAS PARA QUE ALUMNOS DE VETERINARIA MEJOREN TÉCNICAS

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

vacasmecatronicasVacas mecatrónicas que recrean sistemas vitales de los bovinos son creados por alumnos y docentes del Departamento de Mecatrónica de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, para que estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ) aprendan a aplicar diferentes técnicas en rumiantes reales.

Los productos desarrollados son un sistema circulatorio, uno de exploración de ovarios y otro de entubación.

Los dos primeros ya se entregaron y el tercero estará a punto en breve. Además, se trabaja en un sistema dispensador de leche que recrea la glándula mamaria.

A petición de la FMVyZ, se crearon estas reproducciones para que los interesados aprendan técnicas adecuadas, ya que al explorar ovarios, por ejemplo, es común presionar en exceso y dejar estériles a las vacas, señaló Osiris Ricardo Torres, estudiante de Ingeniería y líder de los alumnos que participan en el proyecto.

En el sistema de ovarios es posible cuantificar la presión ejercida por medio de un sensor, si es inadecuada, se envía una señal de alerta. En el circulatorio se emulan las frecuencias cardiacas de un animal sano y las patologías que podrían presentarse, así los alumnos pueden practicar los diagnósticos de forma correcta.

Con el de intubación aprenden a introducir una sonda a través del tracto digestivo para llegar al primer estómago, extraer el líquido rumial y hacer pruebas químicas para ver qué bacterias contiene, el nivel de acidez y cómo se alimenta el animal, entre otras cosas.

Los sistemas, a través de una interfaz en la computadora, son capaces de indicar al alumno si realiza la prueba de forma correcta o no y corregir si se requiere. Además, cuentan con control y sensado.

Tener simuladores para el aprendizaje en medicina veterinaria es una ventaja para atender las necesidades de enseñanza de los estudiantes y contribuir a las prácticas. Asimismo, el sector ganadero se beneficia ya que busca formar profesionales que contribuyan a impulsar su crecimiento.

Los estudiantes que participan son: Carlos J. Canchola Hernández, Marco Antonio Mora Jaimez, Fabián García Alvear, Ian Iván Ramírez López, Miguel Seguro Molotla, Sofía Teloxa Meneses, Luis Darío Reyes Delgado, Dan Emanuel González Cabrera, Vizcayno García Jorge Adrián, José Alfredo Carsi Romero y José Bañuelos Pieck.

También, Jorge Isaac Cordero Enríquez, Leopoldo Germán Ramos Leguel y Osiris Ricardo Torres, bajo la supervisión de María del Pilar Corona Lira de la FI y Teodomiro H. Romero Andrade, de la FMVyZ, responsables del proyecto, además, cuentan con la colaboración académica de Jesús Manuel Dorador González y Billy Flores Medero Navarro.

Créditos: UNAM-DGCS-067-2014

PREVIENEN Y COMBATEN LA RABIA SILVESTRE

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
La rabia o hidrofobia es una enfermedad del sistema nervioso central causada por un virus perteneciente a la familia Rhabdoviridae, que afecta a los mamíferos tanto domésticos como silvestres, incluidos los seres humanos.
Este virus se encuentra en la saliva de animales infectados y se inocula en las personas u otros animales susceptibles si aquéllos les ocasionan una lesión por mordedura.
Entre la fauna no doméstica ocurre lo que se conoce como rabia silvestre, que está bajo un control constante con las campañas de prevención que realiza la Dirección General de Salud Animal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en el país.
“Se basan en tres ejes: informar a la comunidad, sobre todo la ganadera, de las características y mecanismos de transmisión de la enfermedad; capacitar a personal para que lleve a cabo la vacunación de animales susceptibles de contraerla y controlar la población de murciélagos hematófagos”, indicó Raúl Vargas García, investigador del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
Creencia popular
Una creencia popular dice que las ratas, los ratones y las ardillas pueden transmitir el virus de la rabia a los seres humanos. Sin embargo, es falsa.
“En primer lugar, si padecen rabia avanzada, los roedores cursan un cuadro paralítico, lo que hace imposible la transmisión del virus, pues no son capaces de tener la movilidad suficiente para agredir. Además, poseen glándulas salivales rudimentarias, lo que les impide secretar el virus en cantidades y condiciones de madurez suficientes para que su transmisión sea eficaz”, afirmó.
En México se ha identificado a los murciélagos hematófagos (que se alimentan de sangre) como los más frecuentes transmisores. “Lo hacen con facilidad y consiguen que su circulación se mantenga en el ambiente. Muerden prácticamente a todos los miembros de la fauna silvestre, como los coyotes, las serpientes, los armadillos, los venados y el ganado que vive en lugares cercanos a las selvas o donde aquéllos tienen su nicho ecológico”.
Otros animales silvestres como los mapaches, zorros y zorrillos representan un alto riesgo porque son particularmente agresivos y su mordedura es profunda, con lo que pueden pasar, sin dificultad, el virus a los domésticos e, incluso, a los seres humanos.
Impacto en zonas tropicales
Las zonas tropicales presentan una mayor incidencia de casos de rabia silvestre porque allí se localizan los nichos ecológicos de los murciélagos hematófagos (es decir, las áreas selváticas de lluvia constante con temperaturas relativamente altas, de entre 26 y 30 grados centígrados, en promedio) y porque, asimismo, allí reside una mayor densidad de animales silvestres, incluidos los de ganado.
Uno de los estados del país donde se registran más casos de este padecimiento es Chiapas, por las particularidades de su ecosistema. Sin embargo, en otros como Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí y Yucatán, también ha habido brotes.
Se ha visto que si el ganado es desplazado hacia lugares alternativos para desarrollar la ganadería mixta, los murciélagos hematófagos lo siguen, pues constituye su principal fuente de alimentación.
“Así, por ejemplo, hay casos de rabia paralítica bovina (o derriengue) transmitida por esos animales en el Valle del Mezquital, Hidalgo y en localidades de San Luis Potosí”, comentó el investigador.
Impacto en las actividades económicas
Además de la rabia silvestre en sí, las mordeduras de los murciélagos hematófagos impactan a la economía ganadera: los animales agredidos se hallan en un estado de permanente estrés, no tienen un buen aprovechamiento del forraje y, por lo tanto, no lo transforman en la cantidad de carne deseada.
“Por si fuera poco, la piel pierde su valor económico porque sufre un daño por las mordeduras y si los animales llegan a morir, la pérdida económica se incrementa”.
Según Vargas García, en 2012 las muertes en el país por derriengue fueron de 935 cabezas y representaron, en números redondos, pérdidas económicas por más de siete mil 500 millones de pesos (en este recuento no se consideró la pérdida de peso de los animales ni el daño a sus pieles, pues no están del todo documentados).
Con respecto a los animales que el año pasado fueron inoculados con el virus de la rabia silvestre en zonas rurales por murciélagos hematófagos y otros animales silvestres, informó que los caballos representaron cinco por ciento, los bovinos dos por ciento y los ovinos 1.2 por ciento.
“Recientemente se propuso en el Comité de Zoonosis del Consejo Técnico Consultivo Nacional de Sanidad Animal (CONASA), emprender un estudio más profundo del impacto del derriengue en la ganadería, en el que se incluya tanto el ocasionado en el peso como el daño a las pieles, lo que finalmente redundará en un mejor conocimiento de las pérdidas absolutas para los ganaderos y el país”.
Vacunación
Hace años, Vargas García y sus colegas efectuaron una investigación en Yucatán sobre la actividad de los murciélagos hematófagos, con la intención de entender su dinámica y su biología.
“Ello dio pauta para generar ciertas normas destinadas a lograr el control de la rabia silvestre, cuyo eje principal es la vacunación de las especies animales afectadas, tanto transmisoras (perros y gatos), como domésticas de interés económico en la ganadería (especialmente las destinadas a la producción de carne). En 2012, se aplicaron cuatro millones y medio de vacunas a cabezas de ganado de todo el país”, concluyó el universitario.
Créditos: UNAM-DGCS-016-2014

rabiasilvestreLa rabia o hidrofobia es una enfermedad del sistema nervioso central causada por un virus perteneciente a la familia Rhabdoviridae, que afecta a los mamíferos tanto domésticos como silvestres, incluidos los seres humanos.

Este virus se encuentra en la saliva de animales infectados y se inocula en las personas u otros animales susceptibles si aquéllos les ocasionan una lesión por mordedura.

Entre la fauna no doméstica ocurre lo que se conoce como rabia silvestre, que está bajo un control constante con las campañas de prevención que realiza la Dirección General de Salud Animal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en el país.

“Se basan en tres ejes: informar a la comunidad, sobre todo la ganadera, de las características y mecanismos de transmisión de la enfermedad; capacitar a personal para que lleve a cabo la vacunación de animales susceptibles de contraerla y controlar la población de murciélagos hematófagos”, indicó Raúl Vargas García, investigador del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

Creencia popular

Una creencia popular dice que las ratas, los ratones y las ardillas pueden transmitir el virus de la rabia a los seres humanos. Sin embargo, es falsa.

“En primer lugar, si padecen rabia avanzada, los roedores cursan un cuadro paralítico, lo que hace imposible la transmisión del virus, pues no son capaces de tener la movilidad suficiente para agredir. Además, poseen glándulas salivales rudimentarias, lo que les impide secretar el virus en cantidades y condiciones de madurez suficientes para que su transmisión sea eficaz”, afirmó.

En México se ha identificado a los murciélagos hematófagos (que se alimentan de sangre) como los más frecuentes transmisores. “Lo hacen con facilidad y consiguen que su circulación se mantenga en el ambiente. Muerden prácticamente a todos los miembros de la fauna silvestre, como los coyotes, las serpientes, los armadillos, los venados y el ganado que vive en lugares cercanos a las selvas o donde aquéllos tienen su nicho ecológico”.

Otros animales silvestres como los mapaches, zorros y zorrillos representan un alto riesgo porque son particularmente agresivos y su mordedura es profunda, con lo que pueden pasar, sin dificultad, el virus a los domésticos e, incluso, a los seres humanos.

Impacto en zonas tropicales

Las zonas tropicales presentan una mayor incidencia de casos de rabia silvestre porque allí se localizan los nichos ecológicos de los murciélagos hematófagos (es decir, las áreas selváticas de lluvia constante con temperaturas relativamente altas, de entre 26 y 30 grados centígrados, en promedio) y porque, asimismo, allí reside una mayor densidad de animales silvestres, incluidos los de ganado.

Uno de los estados del país donde se registran más casos de este padecimiento es Chiapas, por las particularidades de su ecosistema. Sin embargo, en otros como Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí y Yucatán, también ha habido brotes.

Se ha visto que si el ganado es desplazado hacia lugares alternativos para desarrollar la ganadería mixta, los murciélagos hematófagos lo siguen, pues constituye su principal fuente de alimentación.

“Así, por ejemplo, hay casos de rabia paralítica bovina (o derriengue) transmitida por esos animales en el Valle del Mezquital, Hidalgo y en localidades de San Luis Potosí”, comentó el investigador.

Impacto en las actividades económicas

Además de la rabia silvestre en sí, las mordeduras de los murciélagos hematófagos impactan a la economía ganadera: los animales agredidos se hallan en un estado de permanente estrés, no tienen un buen aprovechamiento del forraje y, por lo tanto, no lo transforman en la cantidad de carne deseada.

“Por si fuera poco, la piel pierde su valor económico porque sufre un daño por las mordeduras y si los animales llegan a morir, la pérdida económica se incrementa”.

Según Vargas García, en 2012 las muertes en el país por derriengue fueron de 935 cabezas y representaron, en números redondos, pérdidas económicas por más de siete mil 500 millones de pesos (en este recuento no se consideró la pérdida de peso de los animales ni el daño a sus pieles, pues no están del todo documentados).

Con respecto a los animales que el año pasado fueron inoculados con el virus de la rabia silvestre en zonas rurales por murciélagos hematófagos y otros animales silvestres, informó que los caballos representaron cinco por ciento, los bovinos dos por ciento y los ovinos 1.2 por ciento.

“Recientemente se propuso en el Comité de Zoonosis del Consejo Técnico Consultivo Nacional de Sanidad Animal (CONASA), emprender un estudio más profundo del impacto del derriengue en la ganadería, en el que se incluya tanto el ocasionado en el peso como el daño a las pieles, lo que finalmente redundará en un mejor conocimiento de las pérdidas absolutas para los ganaderos y el país”.

Vacunación

Hace años, Vargas García y sus colegas efectuaron una investigación en Yucatán sobre la actividad de los murciélagos hematófagos, con la intención de entender su dinámica y su biología.

“Ello dio pauta para generar ciertas normas destinadas a lograr el control de la rabia silvestre, cuyo eje principal es la vacunación de las especies animales afectadas, tanto transmisoras (perros y gatos), como domésticas de interés económico en la ganadería (especialmente las destinadas a la producción de carne). En 2012, se aplicaron cuatro millones y medio de vacunas a cabezas de ganado de todo el país”, concluyó el universitario.

Créditos: UNAM-DGCS-016-2014

CONTROLAN LA RABIA EN TERRITORIO NACIONAL

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
La rabia es una enfermedad transmisible que representa un riesgo para la salud pública y animal. Los especialistas la catalogan en urbana (que se mantiene en perros y gatos) y silvestre (que ocurre en especies animales no domésticas como coyotes, murciélagos hematófagos, zorrillos y mapaches, entre otras).
“Esta clasificación permite diferenciar el riesgo para los humanos, que se ven más expuestos a la del primer tipo, pues la cercanía con canes y felinos callejeros y domésticos favorece la transmisión; mientras la silvestre, que si bien representa un riesgo, no es tan próxima a las personas”, advirtió Jorge Cárdenas Lara, investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
Además, los perros que deambulan en la vía pública favorecen la posible transmisión entre ellos y, por tanto, para la gente. No obstante, la situación cambió, pues el Programa Nacional Antirrábico de la Secretaría de Salud (SS) logró el control de ese riesgo, señaló.
En opinión de Cárdenas Lara, la relación perro-rabia ha sido una constante desde tiempos remotos, entonces, las medidas de control aplicadas no fueron eficaces, por lo que el peligro se mantuvo hasta alcanzar un punto crónico.
“Al hacer referencia a los registros de vigilancia epidemiológica tanto de la SS como de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), podemos ubicar la magnitud de la situación desde una perspectiva histórica”.
Entre 1941 y 1969, en territorio nacional, se registraron mil 734 defunciones de humanos a causa de la rabia.
Por otra parte, de acuerdo con datos de la SS y la OPS, de 1970 a 1979, en América Latina, se reportaron dos mil 924 casos de rabia humana, de los cuales México contribuyó con 732; en la siguiente década (1980-1989) se presentaron mil 787, a los que el país aportó 699. Para la década de 1990 a 1999, los registros mexicanos indicaron 240, de un total de mil 567 contabilizados en la región.
Por lo que se refiere a la rabia canina, en la década de 1970 a 1979, se registraron 33 mil 330 casos y para 1979-1999, la suma disminuyó a 13 mil 487.
Tras confrontar las cifras, el epidemiólogo consideró que el riesgo persiste en el país en la medida en que no se ha erradicado, pero la situación es diferente. Aunque la rabia canina sigue presente y que entre 2007 y 2012, se presentaron 144 casos positivos, de 2006 a la fecha no hay registro de humanos en que la enfermedad haya sido transmitida por perros. Entre 2006 y 2012, se contabilizaron 20, pero la transmisión fue causada por especies silvestres.
“Si bien hay riesgo, el programa de control ofrece la certeza de que éste sea limitado por las acciones que ha tomado en materia de protección: vacunación canina anual (en 2012 cubrió 17.7 millones de perros), educación sanitaria, esterilización, reporte inmediato de personas mordidas y, en su caso, vacunación de las mismas”, enfatizó.
Por lo que se refiere a individuos agredidos por canes, comentó que el número es significativo, pues oscila entre 80 y 100 mil por año, lo que representa un problema de salud pública, independiente del riesgo de rabia.
Además, si sucede en la vía pública y no se conoce la condición de salud o protección del can, es necesario vacunar a las personas involucradas; en esa situación incurren cerca de 30 mil al año.
Finalmente, el investigador aclaró que es aventurado pensar en la posibilidad de erradicar la rabia, “pues existen múltiples reservorios entre las diferentes especies existentes”.
Mientras tanto, “el Programa Nacional de Control de Rabia Urbana de la SS, es una medida sanitaria exitosa y podría ser modelo para su aplicación en otros programas de salud animal”, concluyó.
Créditos: UNAM-DGCS-770-2013

controlrabiaLa rabia es una enfermedad transmisible que representa un riesgo para la salud pública y animal. Los especialistas la catalogan en urbana (que se mantiene en perros y gatos) y silvestre (que ocurre en especies animales no domésticas como coyotes, murciélagos hematófagos, zorrillos y mapaches, entre otras).

“Esta clasificación permite diferenciar el riesgo para los humanos, que se ven más expuestos a la del primer tipo, pues la cercanía con canes y felinos callejeros y domésticos favorece la transmisión; mientras la silvestre, que si bien representa un riesgo, no es tan próxima a las personas”, advirtió Jorge Cárdenas Lara, investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

Además, los perros que deambulan en la vía pública favorecen la posible transmisión entre ellos y, por tanto, para la gente. No obstante, la situación cambió, pues el Programa Nacional Antirrábico de la Secretaría de Salud (SS) logró el control de ese riesgo, señaló.

En opinión de Cárdenas Lara, la relación perro-rabia ha sido una constante desde tiempos remotos, entonces, las medidas de control aplicadas no fueron eficaces, por lo que el peligro se mantuvo hasta alcanzar un punto crónico.

“Al hacer referencia a los registros de vigilancia epidemiológica tanto de la SS como de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), podemos ubicar la magnitud de la situación desde una perspectiva histórica”.

Entre 1941 y 1969, en territorio nacional, se registraron mil 734 defunciones de humanos a causa de la rabia.

Por otra parte, de acuerdo con datos de la SS y la OPS, de 1970 a 1979, en América Latina, se reportaron dos mil 924 casos de rabia humana, de los cuales México contribuyó con 732; en la siguiente década (1980-1989) se presentaron mil 787, a los que el país aportó 699. Para la década de 1990 a 1999, los registros mexicanos indicaron 240, de un total de mil 567 contabilizados en la región.

Por lo que se refiere a la rabia canina, en la década de 1970 a 1979, se registraron 33 mil 330 casos y para 1979-1999, la suma disminuyó a 13 mil 487.

Tras confrontar las cifras, el epidemiólogo consideró que el riesgo persiste en el país en la medida en que no se ha erradicado, pero la situación es diferente. Aunque la rabia canina sigue presente y que entre 2007 y 2012, se presentaron 144 casos positivos, de 2006 a la fecha no hay registro de humanos en que la enfermedad haya sido transmitida por perros. Entre 2006 y 2012, se contabilizaron 20, pero la transmisión fue causada por especies silvestres.

“Si bien hay riesgo, el programa de control ofrece la certeza de que éste sea limitado por las acciones que ha tomado en materia de protección: vacunación canina anual (en 2012 cubrió 17.7 millones de perros), educación sanitaria, esterilización, reporte inmediato de personas mordidas y, en su caso, vacunación de las mismas”, enfatizó.

Por lo que se refiere a individuos agredidos por canes, comentó que el número es significativo, pues oscila entre 80 y 100 mil por año, lo que representa un problema de salud pública, independiente del riesgo de rabia.

Además, si sucede en la vía pública y no se conoce la condición de salud o protección del can, es necesario vacunar a las personas involucradas; en esa situación incurren cerca de 30 mil al año.

Finalmente, el investigador aclaró que es aventurado pensar en la posibilidad de erradicar la rabia, “pues existen múltiples reservorios entre las diferentes especies existentes”.

Mientras tanto, “el Programa Nacional de Control de Rabia Urbana de la SS, es una medida sanitaria exitosa y podría ser modelo para su aplicación en otros programas de salud animal”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-770-2013

La FMVZ de la UNAM, una de las mejores del mundo

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

17 de agosto del 2011

El 17 de agosto se celebra el Día del Médico Veterinario Zootecnista.
El 17 de agosto se celebra el Día del Médico Veterinario Zootecnista.

• Está acreditada por la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, y por el Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria
• Además, es la facultad de esta especialidad más grande de México, refirió Francisco José Trigo Tavera, director de la entida

La primera escuela de veterinaria en el continente americano fue la ahora Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM. Nació el 17 de agosto de 1853 por decreto presidencial de Antonio López de Santa Anna, y desde entonces, se ha distinguido por ser una de las mejores a nivel mundial. Aquí se forman veterinarios zootecnistas dentro de los más estrictos estándares de calidad.

Actualmente, cuenta con la Acreditación completa del Consejo Sobre Educación (COE), de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, hasta 2018, por cumplir con los máximos niveles para desarrollar sus labores de docencia, investigación y extensión de la cultura, así como por su excelencia en la formación de alumnos.

De las más de 40 instituciones de educación superior que imparten esta carrera en el país, sólo 17 están acreditadas por el Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria, y la FMVZ es una de ellas. “Somos la facultad de esta especialidad más grande de México y una de las 44 mejores escuelas de medicina veterinaria a nivel mundial”, refirió Francisco José Trigo Tavera, director de la entidad.

Con los años, añadió, ha diversificado sus ramas de enseñanza y hoy en día abarca especialidades en aves, conejos, cerdos, équidos, pequeñas especies, producción animal, parasitología, organismos acuáticos, farmacología, genética, medicina preventiva, reproducción, rumiantes e inmunología, entre otras.

Al hablar con motivo del Día del Médico Veterinario Zootecnista, que se celebra este 17 de agosto, señaló que el profesional tiene un amplio campo laboral, porque no sólo se dedica al cuidado de especies de compañía o para consumo, también la sociedad le ha encomendado cuidar la calidad e inocuidad de los alimentos de origen animal, desde cuestiones relacionadas con la genética y la producción, hasta su sacrificio en los rastros.

“Otro campo importante en el que intervenimos es la salud pública, porque hay enfermedades que se transmiten del animal al hombre, conocidas como zoonosis y es el caso de la rabia, la tuberculosis o la brucelosis, que da origen a la fiebre de malta”, detalló.

Entonces, abundó, el médico veterinario labora en programas sanitarios a nivel federal, estatal y municipal, para detectar y atacar esos padecimientos.

Asimismo, “tenemos injerencia en programas de conservación de fauna silvestre y del medio ambiente. Por ejemplo, tener un establo con 100 ó 200 vacas genera gran cantidad de estiércol todos los días, que no se puede desechar en las orillas de las carreteras como antes; nosotros tenemos que pensar qué hacer con esos desechos para reintegrarlo al ciclo biológico”, refirió el especialista en patología animal.

Entonces, recalcó, han crecido las responsabilidades y estamos preparados para atender las demandas sociales.

Un poco de historia

Trigo Tavera comentó que este año se celebran 250 años de enseñanza de la medicina veterinaria a nivel mundial en instituciones de educación superior. En Francia, el 4 de agosto de 1761, Luis XV firmó el decreto respectivo.

Esto no significa que antes no hubiera tratamientos, pero esa labor se aprendía como un oficio; se denominaba albéitar y se dedicaba básicamente al cuidado de los caballos, relató.

“En el momento que fue fundada nuestra escuela, en 1853, el principal interés de la sociedad era que el veterinario tratara a sus equinos, porque eran vehículo de transporte y elementos de trabajo; también se usaban para la guerra, y por muchos años fueron un símbolo de estatus entre la nobleza”, agregó.

En México, comentó, la carrera de médico veterinario se orientó inicialmente a esa función, pero alrededor de 1940 los planes de estudio se ampliaron, para enfocarse a la producción de animales y la zootecnia. Después, se incorporaron los perros y los gatos, porque empezaron a convivir estrechamente con los humanos.

“Por años, nuestra escuela fue la única en el continente; después, en 1862 nació la segunda, en Welfare, Canadá, y 1879, una más en Iowa State, en Estados Unidos”.

Retos y oportunidades

En suma, subrayó, los alumnos de la FMVZ se forman en un plan exigente, y al egresar son los mejores, por lo que consiguen empleos en sitios donde requieren de profesionistas de alta calidad.

Por ello, nos preocupa la proliferación de escuelas donde se imparte esta disciplina, porque deben cubrir ciertos estándares y ajustar su oferta académica a la demanda del campo laboral, mencionó.

“El Día del Médico Veterinario Zootecnista se celebra en México el día en que fue fundada nuestra escuela, y podemos asegurar que hoy somos un gremio organizado, y en esta fecha se reúnen sus respectivos colegios para analizar diversos temas de esta trascendente labor”, concluyó.

Créditos: unam.mx/boletin/2011_483