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EL MUNDIAL DE BRASIL Y LAS PROTESTAS SOCIALES

 
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mundialyprotestasEn este Mundial, algunos latinoamericanos esperan que Brasil se lleve la Copa, aunque para muchos grupos locales la atención generada por este evento sirve de escaparate para expresar inconformidades; lo más probable es que esta situación no se prolongue y estas manifestaciones sean controladas antes y mientras se desarrollan los partidos, consideró Adalberto Santana, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.

La justa deportiva será un acontecimiento que llamará la atención del orbe, aunque para el gigante sudamericano resulta un escenario de primer orden, sustentado en que el futbol, como espectáculo, acapara los medios de comunicación, en especial la televisión, pues para ella es uno de sus atractivos más importantes.

Además, distintas entidades patrocinadoras y beneficiarias se involucran a profundidad con este evento, como las dedicadas al transporte, bebidas gaseosas o etílicas, ropa deportiva y compañías de seguros. Esto es regulado por la Federación Internacional del Futbol (FIFA), “el árbitro financiero de este acontecimiento económico que incluye las transmisiones y los productos ofertados”, comentó.

Potencia emergente

Al referirse a la nación organizadora, el especialista apuntó que es una potencia emergente que pertenece al conjunto conocido como BRICS (formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que en días posteriores al Mundial sostendrá una reunión en la ciudad de Fortaleza.

“Se trata de la economía más fuerte de América Latina con una geoestrategia espacial, única en la región. Además, es la nación más poblada de esa parte del continente, con cerca de 190 millones de habitantes.

En el imaginario popular, Brasil debe triunfar, como anticipan algunos países del continente. A nivel político, esto representa la identidad latinoamericana llevada a un nivel de deporte-espectáculo.

“En el marco del último concepto, el futbol es un escaparate para manifestaciones de carácter social, como las realizadas por los indígenas que piden la demarcación de sus reservas. De esta manera, el escenario balompédico sirve para una serie de protestas sociales relacionadas con la realidad brasileña y, con frecuencia, con aspectos más locales que nacionales”.

En algunos lugares donde se desarrollarán los partidos no gobierna el Partido de los Trabajadores —el de la presidenta Dilma Rousseff— “y las manifestaciones se dirigen contra autoridades locales y de derecha. En éstas, los sectores populares son los que se hacen más presentes. Un ejemplo de las ambigüedades referidas y de la polarización de la sociedad es el estadio Maracaná, que por un lado tiene a la favela de Mangueira y, por el otro, a la Universidad Estatal de Río de Janeiro”.

Más que conflictos nacionales, se trata de desacuerdos locales, pues existe un consenso de apoyo a la presidenta, impugnada por los gobiernos estatales contrarios, explicó.

Los movimientos registrados son llevados a cabo, principalmente, por los Trabajadores sin Tierra y el Comité Popular de Brasilia, y buscan incidir en la opinión pública para generar un efecto. Algunas pueden tener un sustento real, como el alza del transporte en São Paulo, Río de Janeiro o Pernambuco.

“Hay intereses que tratan de desestabilizar a Brasil como potencia emergente y líder indiscutible de América Latina. Se trata de un país con política exterior activa que ha sabido impactar en muchos procesos de pacificación —como hizo con Honduras y Paraguay— y dar apoyo solidario, como pasó con Haití, después del temblor”.

De resultar favorable este evento deportivo, se fortalecerá la imagen de la presidenta Rousseff, del Partido de los Trabajadores e incluso del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, agregó.

“El Mundial es una confrontación político-ideológica en el escenario global, pues el futbol representa una pugna simbólica que no llega a desatar guerras. Se trata de un acontecimiento histórico importante por su magnitud económica, cultural, deportiva y expresiones políticas y sociales”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-337-2014

Estrategias para frenar la corrupción en el sector salud.

 
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14 de Enero del 2013
Es relevante entender la corrupción que afecta al sector salud, saber cómo se expresa, analizar el concepto y hallar medidas que contrarresten su práctica.
La alemana Karen Hussmann, consultora de Transparencia por Colombia y de Transparencia Internacional presentó su conferencia “La corrupción en el sector salud”, como parte del XVI Seminario Internacional de Cuidado: Transparencia y Calidad en el Cuidado de la Salud, que se llevó a cabo en la UN.
Esta experta en anticorrupción y gobernabilidad habló de la corrupción como un fenómeno que afecta a todos los sistemas y organizaciones del mundo, y no tiene ideologías. Resaltó la importancia de cuestionar insistentemente y presionar reformas del sistema de salud actual en Colombia.
Hussmann explicó las diferentes manifestaciones de corrupción que pueden afectar al sistema, cómo se hacen políticas y leyes, cómo afecta la operacionalidad y cómo se financian, cuál es la relación entre EPS e IPS y cuáles son los riesgos que afectan al ciudadano, entre otros.
La crisis actual muestra cómo todos los actores, de alguna manera, están en prácticas corruptas e irregulares; por esta razón, debe haber una responsabilidad absoluta para que todos se detengan a mirar cuáles son los comportamientos y las fallas de cada uno, para esclarecer cómo pueden aportar y generar estrategias de superación del problema y de la crisis.
La corrupción es tan compleja e involucra tantos actores, que no existe una fuente de corrupción más importante que otra, afirma la alemana, “es tanto causa como consecuencia de los gobiernos; por esto, las fallas vienen desde el chequeo y el balance, la falta de información clara que permita identificar dónde funcionan mal las cosas, los problemas en el control, problemas en la integridad y capacidad de las instituciones, y en los incentivos, por lo que las personas aprovechan para sacar dineros”. Estas expresiones se dan a nivel nacional y en el territorio regional donde existen actores que están permeando el sector para sus propios fines.
Así, por ejemplo, se pueden visualizar los riesgos que comienzan en el Gobierno nacional y pasan por las entidades regionales donde se dan fugas en el flujo de recursos, manipulación y fraude en la identificación de beneficiarios y presiones políticas.
A nivel de las entidades territoriales, aseguradores y EPS, la corrupción genera contratación fraudulenta y política, negación de cupos de afiliados, favores políticos en nómina, giros inferiores a los presupuestados y demoras en los pagos. Asimismo, la aparición de afiliados inexistentes, sobrecostos, facturación y recobros fraudulentos. Estos mismos delitos se pueden dar entre las EPS y las IPS.
La interacción entre las IPS y los pacientes generan irregularidades, como la negación de la prestación de servicios por parte de la entidad, tratamientos incompletos e inducción a servicios no necesarios por fuera del seguro. Por parte del paciente, una de las irregularidades puede ser el fraude en el uso del carné.
Según la experta, los órganos de control (Procuraduría, Contraloría, Fiscalía) tendrán que reforzar su capacidad de acción. “En las regiones estas organizaciones son mucho más débiles que a nivel nacional, pues el ámbito político en las regiones no permite que las denuncias sean investigadas. El control de la Superintendencia Nacional de Salud es muy importante; lamentablemente, el año pasado ejerció un control muy débil, su capacidad de personal no era suficiente para hacerse cargo de una cantidad de contratos muy complejos”, agregó Hussmann.
El acceso a la información para un control social, por parte de ciudadanos y organizaciones especializadas, asociaciones de pacientes, la Federación Médica Colombiana y observatorios, es clave para lograr una muy buena veeduría; la regulación y políticas públicas no tienen en cuenta la transparencia y la rendición de cuentas, y cambiar este aspecto es preciso para disminuir la corrupción.
Lo que se puede hacer, según ejemplos dados en otros países, es la construcción de planes departamentales anticorrupción, transparentar la compra de medicamentos así como la regulación de los mismos, promover compliance (cumplimiento de normas) en los hospitales, fortalecer consejos civiles y empoderar a los pacientes.
Para fortalecer la integridad institucional, Karen Hussman concluye que se deben de tener en cuenta los siguientes principios: ejercer liderazgo, hacer análisis de riesgo, crear información para la orientación interna y procesos, entrenamiento y comunicación, investigación de violaciones o errores, medidas correctivas y disciplinarias y, por último, revisión y monitoreo con control social.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La corrupción es un fenómeno que afecta a todos los sistemas y organizaciones del mundo. El sector salud es uno de los más afectados.

La corrupción es un fenómeno que afecta a todos los sistemas y organizaciones del mundo. El sector salud es uno de los más afectados.

14 de Enero del 2013

Es relevante entender la corrupción que afecta al sector salud, saber cómo se expresa, analizar el concepto y hallar medidas que contrarresten su práctica.

La alemana Karen Hussmann, consultora de Transparencia por Colombia y de Transparencia Internacional presentó su conferencia “La corrupción en el sector salud”, como parte del XVI Seminario Internacional de Cuidado: Transparencia y Calidad en el Cuidado de la Salud, que se llevó a cabo en la UN.

Esta experta en anticorrupción y gobernabilidad habló de la corrupción como un fenómeno que afecta a todos los sistemas y organizaciones del mundo, y no tiene ideologías. Resaltó la importancia de cuestionar insistentemente y presionar reformas del sistema de salud actual en Colombia.

Hussmann explicó las diferentes manifestaciones de corrupción que pueden afectar al sistema, cómo se hacen políticas y leyes, cómo afecta la operacionalidad y cómo se financian, cuál es la relación entre EPS e IPS y cuáles son los riesgos que afectan al ciudadano, entre otros.

La crisis actual muestra cómo todos los actores, de alguna manera, están en prácticas corruptas e irregulares; por esta razón, debe haber una responsabilidad absoluta para que todos se detengan a mirar cuáles son los comportamientos y las fallas de cada uno, para esclarecer cómo pueden aportar y generar estrategias de superación del problema y de la crisis.

La corrupción es tan compleja e involucra tantos actores, que no existe una fuente de corrupción más importante que otra, afirma la alemana, “es tanto causa como consecuencia de los gobiernos; por esto, las fallas vienen desde el chequeo y el balance, la falta de información clara que permita identificar dónde funcionan mal las cosas, los problemas en el control, problemas en la integridad y capacidad de las instituciones, y en los incentivos, por lo que las personas aprovechan para sacar dineros”. Estas expresiones se dan a nivel nacional y en el territorio regional donde existen actores que están permeando el sector para sus propios fines.

Así, por ejemplo, se pueden visualizar los riesgos que comienzan en el Gobierno nacional y pasan por las entidades regionales donde se dan fugas en el flujo de recursos, manipulación y fraude en la identificación de beneficiarios y presiones políticas.

A nivel de las entidades territoriales, aseguradores y EPS, la corrupción genera contratación fraudulenta y política, negación de cupos de afiliados, favores políticos en nómina, giros inferiores a los presupuestados y demoras en los pagos. Asimismo, la aparición de afiliados inexistentes, sobrecostos, facturación y recobros fraudulentos. Estos mismos delitos se pueden dar entre las EPS y las IPS.

La interacción entre las IPS y los pacientes generan irregularidades, como la negación de la prestación de servicios por parte de la entidad, tratamientos incompletos e inducción a servicios no necesarios por fuera del seguro. Por parte del paciente, una de las irregularidades puede ser el fraude en el uso del carné.

Según la experta, los órganos de control (Procuraduría, Contraloría, Fiscalía) tendrán que reforzar su capacidad de acción. “En las regiones estas organizaciones son mucho más débiles que a nivel nacional, pues el ámbito político en las regiones no permite que las denuncias sean investigadas. El control de la Superintendencia Nacional de Salud es muy importante; lamentablemente, el año pasado ejerció un control muy débil, su capacidad de personal no era suficiente para hacerse cargo de una cantidad de contratos muy complejos”, agregó Hussmann.

El acceso a la información para un control social, por parte de ciudadanos y organizaciones especializadas, asociaciones de pacientes, la Federación Médica Colombiana y observatorios, es clave para lograr una muy buena veeduría; la regulación y políticas públicas no tienen en cuenta la transparencia y la rendición de cuentas, y cambiar este aspecto es preciso para disminuir la corrupción.

Lo que se puede hacer, según ejemplos dados en otros países, es la construcción de planes departamentales anticorrupción, transparentar la compra de medicamentos así como la regulación de los mismos, promover compliance (cumplimiento de normas) en los hospitales, fortalecer consejos civiles y empoderar a los pacientes.

Para fortalecer la integridad institucional, Karen Hussman concluye que se deben de tener en cuenta los siguientes principios: ejercer liderazgo, hacer análisis de riesgo, crear información para la orientación interna y procesos, entrenamiento y comunicación, investigación de violaciones o errores, medidas correctivas y disciplinarias y, por último, revisión y monitoreo con control social.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Necesaria, intervención del personal en detección temprana y tratamiento del alzheimer.

 
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Es recomendable que todo individuo, al llegar a los 60 años, se realice pruebas para anticiparse a la posible aparición del deterioro cognitivo y limitar sus manifestaciones, señaló Araceli Jiménez Mendoza, académica de la ENEO.
Es recomendable que todo individuo, al llegar a los 60 años, se realice pruebas para anticiparse a la posible aparición del deterioro cognitivo y limitar sus manifestaciones, señaló Araceli Jiménez Mendoza, académica de la ENEO.

20 de Septiembre del 2012
Todo comenzó con el olvido de las llaves. Después, el dinero desaparecía sin explicación alguna. Al transcurrir los días, recordar el nombre de las personas más cercanas, como el de su hija o nietos, se volvió una tarea titánica. A sus 65 años, Samuel fue diagnosticado con Alzheimer, en fase avanzada.

En México, más de un millón de personas padecen el mal, con repercusiones no sólo en la salud de los pacientes, sino en su entorno familiar y social. Ante el crecimiento de la población de adultos mayores en el país, es necesario establecer estrategias para su detección oportuna y tratamiento integral.

Entre las medidas, es de vital importancia la formación de recursos humanos especializados en geriatría, a todos los niveles. Ante la demanda creciente de la especialidad se requieren profesionales de la enfermería que apoyen tareas como prevención, cuidado de los pacientes diagnosticados con la enfermedad y trabajo comunitario.

Es necesario replantear el cuidado de los adultos mayores y sustentarlo en el respeto a esta población, estableció Araceli Jiménez Mendoza, de la Escuela Nacional de Enfermería (ENEO) de la UNAM, en el marco del Día Mundial del Alzheimer.

La ENEO impulsa, como una de sus líneas de investigación institucionales, el proyecto Modelo de Enfermería para la Atención Preventiva y Terapéutica en Personas con Enfermedad de Alzheimer y sus Familiares, con la finalidad de promover trabajos y actividades orientados a la detección temprana del padecimiento, canalización para el tratamiento oportuno y limitar el daño que provoca a través de acciones de estimulación, con un enfoque integral, informó.

Detección

Para detectar a tiempo, al cumplir 60 años es preciso acudir a revisiones geriátricas de manera periódica y conocer los antecedentes familiares que determinan la susceptibilidad de padecer este mal, que consiste no en olvidarlo todo, sino lo inmediato.

La memoria a corto plazo es la más deteriorada. Por ejemplo, se da en el ámbito laboral, al no recordar los nombres de los compañeros después de convivir varios años con ellos. “Se pierde la capacidad de evocar a personas o situaciones”, explicó.

Además, se pierde el juicio al manejar dinero. Una persona extravía el sentido del valor que representan un billete o una moneda; lo olvidan con facilidad o lo regalan. Esto se presta al abuso de las personas responsables de su cuidado.

Para el diagnóstico, se requieren diversos procedimientos clínicos y tecnologías muy costosas, sólo disponibles en áreas de alta especialidad, como neurología o psiquiatría. La propuesta del modelo consiste en que, entre las tareas que desempeñan los profesionales de enfermería, se incluya la detección del deterioro cognitivo de manera temprana, en personas mayores de 60 años, pues a partir de esta edad, cada lustro se incrementa la probabilidad de padecerlo.

El proyecto está orientado a validar la valoración geriátrica desde el primer nivel, el preventivo, con la finalidad de canalizar los casos positivos a profesionales de otras áreas. Esto disminuiría los costos, pues actualmente el número de especialistas resulta insuficiente para cubrir la demanda en crecimiento, ante el envejecimiento de la población en México. Además, rompe con la idea generalizada de que el adulto mayor es olvidadizo y que considera normal la pérdida de memoria conforme avanza la edad, estableció.

“Es un problema complejo. No sólo abarca a la persona que sufre el deterioro de sus capacidades, sino a los familiares cercanos y a la sociedad, por los recursos destinados a su atención”.

Jiménez Mendoza, responsable del proyecto, consideró que el Día Mundial del Alzheimer representa una oportunidad para reflexionar qué significan para la sociedad los adultos mayores. En su mayoría, son tratados como un objeto, en una época en la que todo tiene valor en función de su utilidad. Al no ser productivos, prácticamente son olvidados, expuso.

Es necesario profesionalizar la atención que se brinda a los adultos mayores en asilos, estancias, o residencias. A la par, deben establecerse normas para su cuidado dentro del hogar, en específico, a quienes sufren alguna demencia, precisó la también coordinadora de Intercambio Académico y Colaboración Interinstitucional de la ENEO.

Atención integral

Después de valorarlos en las instalaciones de la ENEO, se visita a cada paciente para dimensionar las características de su domicilio, los recursos con los que cuenta y el entorno familiar.

En el tratamiento, la familia y personas cercanas desempeñan un papel fundamental. Para limitar el daño provocado, son necesarias acciones de estimulación, como ejercicios mentales, cuidado de hábitos de sueño y disminución de estrés, entre otras.

También, tiene la finalidad de identificar cuadros de depresión, tanto en los pacientes como en sus guardianes, en su mayoría, mujeres. Son las hijas quienes se hacen cargo de su padre o madre.

La atención no debe delegarse a cualquier persona sólo por parentesco o cercanía. Se requiere un profesional en estas tareas, por el desgaste físico, emocional y psicológico que implican. “No pueden encargarse a la vecina o a un amigo, pues sin la preparación adecuada pueden llegar a maltratar”, advirtió.

Gracias al proyecto, los estudiantes de la instancia pueden realizar su servicio social a través de sesiones informativas, ponencias, organización de eventos dirigidos a adultos mayores y apoyo en atención de personas con demencia, en colaboración con la Fundación Alzheimer, Alguien con Quien Contar, y la Asociación Alzheimer, Una Esperanza de Vida, entre otras instancias.

Mediante el esquema, que conforma el programa general Nuevas Estrategias Epidemiológicas y Proteómicas en Salud Pública, desde 2006 se han realizado 650 valoraciones en personas mayores de 60 años. Del total, se da seguimiento a 98 pacientes. La experiencia ha producido más de una decena de tesis de licenciatura, una de doctorado (en proceso) y reportes de investigación.

Boletín UNAM-DGCS-576
Ciudad Universitaria.