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Predicen con simulación computacional, propiedades de nanoalambres de carburo de silicio

 
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Son capaces de generar luz y reducir el consumo de energía; con ellos será posible, en un futuro, desarrollar dispositivos que impliquen trabajar en condiciones extremas de temperatura, voltaje y frecuencia
Son capaces de generar luz y reducir el consumo de energía; con ellos será posible, en un futuro, desarrollar dispositivos que impliquen trabajar en condiciones extremas de temperatura, voltaje y frecuencia

27 de diciembre de 2012

• Son capaces de generar luz y reducir el consumo de energía; con ellos será posible, en un futuro, desarrollar dispositivos que impliquen trabajar en condiciones extremas de temperatura, voltaje y frecuencia, dijo Angélica Estrella Ramos Peña, del IIM de la UNAM

Apoyada con equipo de cómputo de hasta 48 procesadores, que mediante algoritmos matemáticos realiza cálculo en paralelo, mientras ella imagina y modela la estructura física y química de nuevos materiales desarrollados en el universo nano, Angélica Estrella Ramos Peña, del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, predice con simulación computacional las propiedades fisicoquímicas de los nanoalambres de carburo de silicio, útiles para hacer dispositivos microelectrónicos.

Son capaces, por ejemplo, de generar luz y reducir el consumo de energía; con ellos será posible, en un futuro, desarrollar dispositivos que impliquen trabajar en condiciones extremas de temperatura, voltaje y frecuencia. También, pueden soportar un gradiente de voltaje o de campo eléctrico hasta ocho veces mayor que el silicio o el arseniuro de galio, sin que sobrevenga la ruptura.

Este elevado valor de campo eléctrico de ruptura lo hace de utilidad en la fabricación de componentes que operan a elevado voltaje y alta energía, como diodos, transistores, supresores, incluso dispositivos para microondas de alta energía, explicó la investigadora.

Antes de desarrollar y probar los nanoalambres a nivel experimental, se hace modelado molecular para analizar opciones en su diseño y construcción. Así puede modificar el acomodo de los átomos en la computadora y verlos de frente, de lado, por arriba y por abajo, con el conocimiento previo de las variantes de la estructura atómica, que pueden producir cambios en el resultado final.

“Si probamos en la computadora, a veces no sabemos hacia dónde va el resultado; estamos en un camino azaroso, como el del viajero Fernando de Magallanes, que buscaba atravesar el continente porque estaba convencido de que los mares estaban comunicados, pero lo que logró fue darle la vuelta al mundo. Al realizar un proyecto de investigación, en un principio los resultados que se encuentran pueden ser sorprendentes, no llevarte a ningún lado o abrir un sinfín de posibilidades.

“Si se parte únicamente de la distribución de las partículas subatómicas, como son los protones y los electrones, y mediante algoritmos matemáticos que definen las interacciones entre las partículas, es sorprendente que puedan ser predichas las propiedades físicoquímicas de un material. Lo que hacemos es ciencia básica”, precisó Ramos Peña, química, maestra en físico-química, y doctora en ciencia e ingeniería de materiales por la UNAM.

Silicio en el mundo nano

El silicio es abundante en la naturaleza, es el constituyente de la arena del mar y es semiconductor, así que con poca energía se logra que los electrones se muevan y transporten la corriente eléctrica. Todas las aplicaciones electrónicas actuales están basadas en ese elemento y en el germanio, los dos semiconductores por excelencia.

“La desventaja es la dificultad para hacer compuestos a partir de él, porque su enlace con el oxígeno es muy fuerte, lo que encarece la producción de nuevos materiales. Por ello, se buscan alternativas con ventajas para diseñar materiales con aplicación tecnológica, y una opción está en el mundo de lo nano”, explicó la investigadora.

El de las nanoestructuras es un campo de vanguardia en el estudio de los materiales. “El átomo más pequeño, el de hidrógeno, tiene un diámetro de aproximadamente 1×10-10 m, es decir, 0,0000000001 m. Para tener una idea de lo que representa nano, hay que comparar el diámetro de una pelota de ping pong, que es de 40 milímetros, con el de la Tierra, de 12 mil 742 kilómetros. Así de grande es la relación de tamaños”, ejemplificó.

Lo más apasionante del universo nano es que materiales simples y conocidos pueden mostrar nuevas y sorprendentes propiedades si se presentan en un nanotamaño. “Esto sucede con la resistencia mecánica, la adherencia y la absorción de los nanomateriales, que son muy superiores a las encontradas en materiales convencionales”.

Además de mejores propiedades electrónicas, también tienen ventajas ópticas, magnéticas y mecánicas.

Con los nanoalambres de carburo de silicio, Angélica Estrella Ramos también prueba, con simulación computacional, otro tipo de posibles aplicaciones, como detectores de moléculas y sensores de luz o temperatura.

Créditos: UNAM-DGCS-794/2012

Luz ultravioleta incrementa antioxidantes en tomates.

 
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3 de Diciembre del 2012
Someter a radiaciones de luz ultravioleta de baja intensidad a las plantas de tomate incrementa sus antioxidantes y valores nutritivos, los cuales contrarrestan el estrés y hasta el cáncer.
El avance científico fue concretado por Gerhard Fischer, profesor asociado de la Facultad de Agronomía de la UN en Bogotá, y Claudia Patricia Pérez, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Facultad de Ingeniería. Se expuso en el Congreso Internacional de Hortalizas en el Trópico, llevado a cabo en la ciudad de Bogotá.
El trópico alto colombiano concentra una alta cantidad de luz ultravioleta, que puede quemar los frutos y las plantas totalmente. Esto se debe al agujero en la capa de ozono (en la estratosfera), que hace que llegue luz con baja longitud de onda.
Es necesario saber qué tipo de plantas resisten esta alta luminosidad en pro de los agricultores de estas regiones y de la sociedad a quienes llegan sus productos.
“Hemos encontrado plantas resistentes a estas radiaciones. Es el caso de las hortalizas, la alcachofa y la alverja, que son plantas que no se afectan con tanta intensidad; a diferencia del tomate, que es vulnerable a la alta luminosidad”, aclara el profesor Fischer.
En la época del fenómeno de El Niño, las altas temperaturas y sequías intensifican la radiación ultravioleta, que afecta a las plantas que reciben la luz del sol directamente, especialmente el tomate.
La profesora Claudia Patricia Pérez desarrolló su tesis en Berlín (Alemania) sobre cómo la irradiación afecta a las plantas. Su pesquisa consistió en irradiar con lámparas de luz ultravioleta de moderada intensidad las plantas y frutos de tomate antes de la cosecha.
El resultado fue el incremento de antioxidantes como licopeno, betacaroteno y fenoles, que los tomates adquirieron como mecanismo de defensa para resistir la radiación. Estas sustancias son benéficas para los seres humanos.
En Colombia, actualmente, no se adelanta este tipo de procedimiento. Por eso, la idea es conseguir financiamiento para comenzar a desarrollar el proyecto en el país.
“Es un avance importante para la sociedad. En un futuro, gracias a esta investigación, las personas podrán acceder a frutas y hortalizas de calidad nutricional superior que ayuden a combatir el estrés y, por qué no, el cáncer”, asegura el investigador.
Según Fischer, la labor se encamina a constituir grupos interdisciplinarios en los cuales agrónomos, ingenieros agrícolas y de alimentos, biólogos, profesionales de la salud, entre otros, saquen provecho de este hallazgo y sigan construyendo sobre esta base.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La luz ultravioleta, en moderadas intensidades, incrementa los antioxidantes de los tomates.

La luz ultravioleta, en moderadas intensidades, incrementa los antioxidantes de los tomates.

3 de Diciembre del 2012

Someter a radiaciones de luz ultravioleta de baja intensidad a las plantas de tomate incrementa sus antioxidantes y valores nutritivos, los cuales contrarrestan el estrés y hasta el cáncer.

El avance científico fue concretado por Gerhard Fischer, profesor asociado de la Facultad de Agronomía de la UN en Bogotá, y Claudia Patricia Pérez, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Facultad de Ingeniería. Se expuso en el Congreso Internacional de Hortalizas en el Trópico, llevado a cabo en la ciudad de Bogotá.

El trópico alto colombiano concentra una alta cantidad de luz ultravioleta, que puede quemar los frutos y las plantas totalmente. Esto se debe al agujero en la capa de ozono (en la estratosfera), que hace que llegue luz con baja longitud de onda.

Es necesario saber qué tipo de plantas resisten esta alta luminosidad en pro de los agricultores de estas regiones y de la sociedad a quienes llegan sus productos.

“Hemos encontrado plantas resistentes a estas radiaciones. Es el caso de las hortalizas, la alcachofa y la alverja, que son plantas que no se afectan con tanta intensidad; a diferencia del tomate, que es vulnerable a la alta luminosidad”, aclara el profesor Fischer.

En la época del fenómeno de El Niño, las altas temperaturas y sequías intensifican la radiación ultravioleta, que afecta a las plantas que reciben la luz del sol directamente, especialmente el tomate.

La profesora Claudia Patricia Pérez desarrolló su tesis en Berlín (Alemania) sobre cómo la irradiación afecta a las plantas. Su pesquisa consistió en irradiar con lámparas de luz ultravioleta de moderada intensidad las plantas y frutos de tomate antes de la cosecha.

El resultado fue el incremento de antioxidantes como licopeno, betacaroteno y fenoles, que los tomates adquirieron como mecanismo de defensa para resistir la radiación. Estas sustancias son benéficas para los seres humanos.

En Colombia, actualmente, no se adelanta este tipo de procedimiento. Por eso, la idea es conseguir financiamiento para comenzar a desarrollar el proyecto en el país.

“Es un avance importante para la sociedad. En un futuro, gracias a esta investigación, las personas podrán acceder a frutas y hortalizas de calidad nutricional superior que ayuden a combatir el estrés y, por qué no, el cáncer”, asegura el investigador.

Según Fischer, la labor se encamina a constituir grupos interdisciplinarios en los cuales agrónomos, ingenieros agrícolas y de alimentos, biólogos, profesionales de la salud, entre otros, saquen provecho de este hallazgo y sigan construyendo sobre esta base.


Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Einstein vs. una partícula más rápida que la luz

 
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Los astrofísicos son conscientes de que no se ha dicho la última palabra sobre la evolución o la verdadera composición del universo. Todo queda por descubrir. - AFP
Los astrofísicos son conscientes de que no se ha dicho la última palabra sobre la evolución o la verdadera composición del universo. Todo queda por descubrir. – AFP

26 de febrero de 2012

El profesor del Departamento de Física, Roberto Martínez, analiza la noticia de la partícula subatómica que podría echar al traste todas las ideas de Einstein. ¿Qué tan cierto sería?

Si un neutrino viajara más rápido que la luz y no se cuestionaran los errores experimentales, y si, además, otros lo corroboraran, podríamos dar una explicación al fenómeno sin necesidad de cambiar la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, que establece que nada es más veloz que la luz en el vacío. Por otra parte, si el universo tuviera dimensiones adicionales a las del espacio-tiempo, podríamos encontrar una explicación a este posible nuevo escenario.

Un neutrino es una partícula diminuta con masa casi nula, sin carga electromagnética, que interactúa débilmente con la materia. Es necesaria para entender la evolución de los astros luminosos, por ejemplo, cómo una estrella normal se puede convertir en una gigante roja o una enana blanca, o transformarse en un hoyo negro.

Entretanto, las dimensiones extras podrían existir. Son tan pequeñas que es difícil detectarlas con experimentos corrientes, por eso habría que diseñar ensayos muy sofisticados para ver sus efectos indirectos.

Un ejemplo cotidiano explica cómo sería la propagación de un neutrino en un espacio-tiempo con dimensiones extras. Imaginemos a una persona caminando por una superficie plana completamente rígida como el asfalto, y a otra por una superficie también plana, pero blanda y dúctil como la playa. Las dos superficies son bidimensionales, sin embargo, hay una diferencia en el tiempo requerido para avanzar una distancia.

En la playa, el pie trata de hundirse e interactúa con todos los defectos de la superficie. Precisamente, las dimensiones extras podrían afectar la velocidad de propagación de la luz o del neutrino porque las dimensiones típicas de estos objetos interactúan con las extras, generándose pequeñas e instantáneas desviaciones locales.

Para entender las dimensiones adicionales usemos la siguiente comparación hipotética: la distancia que separa a la Tierra de la estrella más brillante del firmamento, Sirio (a ocho años luz), y la que existe entre dos puntos en una hoja de papel (por ejemplo, un centímetro).

Supongamos que reducimos simultáneamente esas dos distancias, de tal forma que la que hay entre Sirio y la Tierra se disminuya a la longitud existente entre los dos puntos del papel, y que a la vez estos últimos reduzcan su distancia a dimensiones imperceptibles para el ojo humano, a una escala infinitamente diminuta; esas serían las dimensiones adicionales del cosmos, están ahí aunque no las veamos.

Estas ideas son descabelladas y complejas, pero se construyen para entender la dinámica del universo. Muchos se preguntarán, ¿para qué los científicos se inventan teorías cada vez más complicadas y difíciles de probar? Podríamos hacer paralelos con las comunidades más primitivas: primero aprendieron a contar (1, 2, 3…), pero se dieron cuenta de que necesitaban más números (–1/2, 1/3, 4/5, etc.). Luego, descubrieron los números complejos para construir los algoritmos requeridos en las finanzas.

De igual forma, las teorías científicas son construcciones cada vez más elaboradas para entender, por ejemplo, el origen del universo millones de años atrás, la formación de las galaxias y el origen de la materia, entre otros interrogantes.

Nuevos retos

Podemos pensar que al espacio le nacieron ‘verruguitas’ que no vemos –las dimensiones extras–, pero la luz sí. Esto supondría que la velocidad de la luz ya no sería igual en todas las direcciones como se pensaba, es decir, no sería isotrópica. En este sentido, la pregunta podría ser: ¿Una partícula como el neutrino puede propagarse más rápido que la luz sin cambiar la Teoría de la Relatividad de Einstein? La respuesta sería sí.

Que experimentos como el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) o el Laboratorio Gran Sasso reporten que una partícula se propaga más rápido que la luz evidenciarían anisotropía del espacio debido a la presencia de dimensiones extras; se podrían construir teorías sin cambiar para nada la Relatividad ni pensar que el universo está “chueco”. La anisotropía indica que una determinada propiedad se puede medir de diversas formas según su orientación.

Habría que tener en cuenta pequeñas correcciones, debido a que el orden de las nuevas dimensiones provocaría cambios apreciables en los cálculos sobre el tiempo que lleva la luz propagándose. Una consecuencia directa sería la estimación errada en cuanto al tamaño y la edad del universo. También estaríamos calculando mal la distancia de las estrellas más lejanas.

Estos modelos generan cambios importantes sobre el origen del todo. Por ejemplo, resultados recientes del satélite Hubble concluyen que nuestro universo está acelerado y no en contracción –como se esperaba de las observaciones viejas con telescopios interferidos por la atmósfera–, y que la cantidad de materia puede ser mucho mayor de lo pensado.
Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co
Solo se ha observado el 5% de la materia con que están hechas las galaxias; otro 15% no se ha visto, pero se ha inferido que existe la denominada materia oscura debido a los efectos gravitacionales que afectan la dinámica de las galaxias y las estrellas. Otro 75% se conoce como energía oscura y está asociada al hecho, recientemente descubierto, de que las estrellas más lejanas se alejan aceleradamente.

Estaríamos obligados a reinterpretar muchos de estos temas y, seguramente, también deberíamos hacerlo con la cosmología. Pero la vida cotidiana no va a cambiar, ni las teorías científicas existentes dejarán de ser ciertas.

Tiempo relativo

En el experimento llamado Super–Kamiokande, en Japón, se confirmó que cuando un neutrino entra en un tanque con 50.000 toneladas de agua pura, este viaja más rápido que la luz en ese medio. No obstante, la Teoría de la Relatividad no se viola.

Se cree, además, que esto quebrantaría el concepto de causalidad y habría eventos que ocurrirían antes que la acción que los causó. Debemos ser cuidadosos cuando hablamos del tiempo; existe uno que podemos llamar termodinámico y marca el devenir de los eventos, nunca va hacia atrás. Este es diferente al tiempo que asociamos a una partícula elemental. El primero, se genera como un efecto colectivo de un sistema termodinámico (todo lo que nos rodea); en cambio, el segundo hace referencia a un parámetro de una ecuación y no sirve para marcar el devenir.

Igualmente, cuando se mide el tiempo del cosmos y se estudian las etapas de su evolución, en lugar del tiempo se usa la temperatura o la energía promedio de las partículas del universo en ese instante. Como vemos, el concepto de tiempo se va diluyendo y hay muchas formas de medirlo o marcarlo. Así, al sistema termodinámico podemos llamarlo el tiempo universal, el cual marcha en la dirección en la que el universo se expande.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Crean películas que regulan la luz y detectan gas carbónico

 
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Las delgadas películas de molibdeno podrían regular la luz en ventanas, parabrisas y espejos retrovisores, y ser detectoras de gas carbónico.
Las delgadas películas de molibdeno podrían regular la luz en ventanas, parabrisas y espejos retrovisores, y ser detectoras de gas carbónico.

29 de diciembre de 2011

Físicos de la UN de Colombia desarrollaron películas de trióxido de molibdeno que sirven como reguladoras de luz en ventanas, parabrisas y espejos retrovisores, así como detectoras de gas carbónico.

Estas aplicaciones son el resultado de la investigación consignada en el Proyecto Efecto de tratamientos térmicos en películas delgadas de trióxido de molibdeno preparadas por evaporación asistida con láser de CO2 funcionando en modo de onda continua, dirigido por el doctor en Física Néstor Jaime Torres Salcedo, profesor asociado del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia.

Los logros son el resultado de diez años de trabajo, explicó el doctor Torres Salcedo, el cual permitió desarrollar un procedimiento para determinar las propiedades ópticas y eléctricas del trióxido de molibdeno. El material es producido a través de dos procedimientos: el uso de evaporación asistida con láser de CO2 y cámaras de vacío, en la primera etapa (ya concluida), y por el método de Spray Pirólisis, segunda parte (en curso).

Lo que se ha hecho a lo largo del proceso ha sido determinar cómo influyen los parámetros de depósito (condiciones con las que se preparan los materiales) sobre las propiedades estructurales, morfológicas, ópticas y eléctricas del trióxido de molibdeno, explicó el profesor.

Con la investigación se concluye, entre otras cosas, que las películas delgadas de trióxido de molibdeno pueden ser utilizadas como reguladoras de luz en los vidrios de las ventanas, en los espejos retrovisores y en los parabrisas de los vehículos, así como en los cátodos de las baterías de litio; igualmente, como sensores de gas que detectan monóxido de carbono en distintos espacios, afirmó el investigador y coordinador del Laboratorio de Producción y Caracterización Óptica y Eléctrica de Materiales del Departamento de Física.

El uso de las películas en las ventanas, ya sea en edificios inteligentes o en invernaderos, permite mantener temperaturas estables independientemente de que haga calor o frío.

En los espejos retrovisores y en los parabrisas de los vehículos evitarán el encandilamiento del conductor y los pasajeros por las luces de otros automotores. Y en las baterías de litio puede mejorar la eficiencia de las cargas de energía acumuladas.

La producción de las películas de trióxido de molibdeno con láser y cámaras de vacío, tecnología costosa por la sofisticación de los equipos requeridos, se está cambiando por la técnica de Spray Pirólisis (atomización pirolítica), mediante métodos químicos y físicos, que posteriormente permitirá producir los sensores de gas.

“Este método disminuye los costos en un 60%, debido a que ya no se utilizan equipos sofisticados, sino que se hace a presión atmosférica”, explicó Torres Salcedo.

El reto con este método es producir unas películas que tengan las mismas características de calidad que los materiales elaborados mediante el uso de alta tecnología.

La morfología del trióxido de molibdeno, producido por la atomización pirolítica, puede llevar a la elaboración de un producto de muy baja dimensionalidad, es decir, de un tamaño pequeño de orden nanométrico.

Al colocarle electrodos a las películas de trióxido de molibdeno y realizar ensayos eléctricos se encontró que la respuesta eléctrica de este material cambia cuando su superficie se expone al monóxido de carbono, lo que quiere decir que con estos elementos se puede construir un sensor que detecte este gas, explicó el docente.

Este detector se podría usar en automóviles, calderas y espacios del medio ambiente amenazados por el monóxido de carbono.

El desarrollo de las películas de trióxido de molibdeno como sensores de gas, segunda parte de esta investigación, va en un 50%, agregó el investigador. Falta evaluar la influencia de algunos parámetros de depósito sobre las propiedades eléctricas y las respuestas del material al gas.

Esta parte se encuentra en desarrollo, por parte del estudiante de doctorado Mauricio Martínez, quien en la actualidad monta esta técnica y caracteriza las películas en los laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Querétaro.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co