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LA BIBLIOTECA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO CUMPLE 75 AÑOS DE FOMENTO A LA LECTURA

 
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fomentoalalectura26 de julio de 2014

La Biblioteca del Estudiante Universitario (BEU), una de las colecciones bibliográficas emblemáticas de la UNAM, se fundó en 1939. El primer libro en aparecer bajo su sello fue el antiguo texto atribuido a los mayas, Popul Vuh, que se publicó como El libro del Consejo.

El propósito de sus fundadores estaba orientado a que los libros reflejaran la cultura y la historia mexicanas, así como que fueran de utilidad a los estudiantes universitarios y al público en general.

A 75 años de la aparición del primer ejemplar, Fernando Curiel Defossé, actual director de la BEU, consideró que desde sus orígenes se inscribe en lo que se conoce como la revolución del libro de bolsillo. “La original idea mexicana queda inscrita en una corriente universal que tiene como antecedente el Pocket Book. Surgió 1937 y la BEU en 1939”.

Al reflexionar sobre el formato de esa biblioteca, Curiel Defossé señaló que esa innovación radica, principalmente, en que se le quita lo solemne a la portada y se buscan públicos masivos. Es una decisión democrática desde la imprenta. El libro se abre a otro lector, se modifica el precio y se usa un papel más barato. No es que no tenga sentido el elegante, sino que uno barato, cuidado en su impresión, tiene derecho a estar en el mercado junto al postinero.
Es un fenómeno cultural que tiene que ver con el ascenso democrático, con las cuestiones que van orientadas hacia la apertura de la lectura con tirajes impensables en su tiempo.

Son atributos que distinguen a la colección por el momento histórico, lo que llamaríamos la revolución del libro de bolsillo. Desde su origen –que tratamos de respetar– queda planteado que la colección publicaría textos que refirieran los periodos precolombino, novohispano, moderno y contemporáneo de México, agregó.

No es una colección estrictamente histórica ni literaria, sino una combinación. “La estructura que tiene, a partir de que tuve la fortuna de que se me encomendara su dirección, es la división por épocas, incluso se refleja gráficamente. Esa característica establece la necesidad de una decisión equilibrada de títulos. La idea es justamente cubrir las distintas épocas y, en segundo término, que el carácter sea multidisciplinario”.

De manera que se tiene una preocupación por la temporalidad y la diversidad a las que se une la prioridad de que sea un catálogo vivo; es decir, si un libro se agota, se reedita de inmediato, indicó.

La colección se inscribe en el Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades, donde se editan las colecciones históricas de la UNAM –como la Nueva Biblioteca Mexicana, Poemas y ensayos y Nuestros clásicos–, de modo que es parte de una política institucional con mecanismos de discusión y evaluación.

“Eso permite que no sea única, sino que forme parte del programa institucional. Además, al conjugar estos elementos permite otro atributo: ser una pieza de resistencia de cultura mexicana, esto es, el sólo hecho de que ofrezca un menú variado al estudiante, actúa como una resistencia cultural”.

En la enseñanza

Más adelante, se refirió al papel que la colección ha desempeñado en la enseñanza: se ha vinculado al sistema del bachillerato de la UNAM, así, el profesor ve a los libros de la BEU, si no como texto, sí como un complemento a sus cursos.

“Cito en clase a José Vasconcelos cuando habla de las obligaciones institucionales educativas: nuestros dos grandes problemas son la ignorancia y la desigualdad. A los universitarios nos corresponde trabajar con el asunto de la ignorancia, de manera que una colección que ofrece un repertorio esencial de historia, geografía, cultura y poesía –en suma, de ideas mexicanas– es un material inapreciable, no solamente para el estudiante universitario, sino para el no universitario. El saber es un poder, hay que distribuirlo y esta colección obedece a esa idea”, abundó Curiel.

En relación con el repertorio de autores, el académico consideró un acierto que sólo se incluyan mexicanos. “Los autores nacionales no circulan profusamente, hay muchas áreas de la historia de México que hay que volver visibles, tanto del mundo prehispánico y del novohispano, como de los siglos XIX y XX, aclaró.

Respecto de los lectores, aseguró que de tiempo atrás aumenta la preocupación por ampliarlos, pues es “una tarea permanente de la Universidad. La UNAM es una gran formadora de públicos, no sólo lectores, sino radioescuchas, melómanos, teatristas, críticos. Lo que no ha cambiado son las ideas”.

El universitario relató que al hacerse cargo de la colección hizo una revisión de los orígenes y del desarrollo. “Creo que la colección consiguió, con el tiempo, una enorme consistencia, y lo que resulta claro es no perder las líneas de su origen. Lo que hay que cumplir, en primera instancia, es que el estudiante universitario en general tenga a la mano lo que llamo el repertorio esencial de cultura mexicana”.

Una de las grandes colecciones en lengua española, la BEU, está a disposición de la comunidad. Hay que reparar en ese hecho, concluyó.

Entre los especialistas que han coordinado la Biblioteca del Estudiante Universitario se encuentra Roberto Moreno de los Arcos, Agustín Yáñez, Francisco Monterde, José Emilio Pacheco y, actualmente, Fernando Curiel.

Durante 75 años de labor editorial, la colección ha editado 146 números y reunido a importantes autores: Francisco Cervantes de Salazar, Sor Juana Inés de la Cruz, Carlos de Sigüenza y Góngora, Francisco Javier Clavijero, Lucas Alamán, Fray Servando Teresa de Mier, Ignacio Manuel Altamirano, Francisco Bulnes, Mariano Azuela, Amado Nervo y José Juan Tablada.

Además, Germán List Arzubide, José Vasconcelos, Ángel de Campo Micrós, Antonio Caso, Salvador Díaz Mirón, Vicente Riva Palacio, José Joaquín Fernández de Lizardi, Ricardo Flores Magón, Federico Gamboa, Manuel Gamio, Manuel José Othón, Enrique González Martínez, Ramón López Velarde, Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán, Manuel Payno, Emilio Rabasa, Guillermo Prieto y Francisco Zarco, entre otros.

Créditos: UNAM-DGCS-428-2014

MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO, MEMORIA Y PRESENTE DE EXPRESIONES Y PROPUESTAS ARTÍSTICAS EMERGENTES

 
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museochopo21 de junio de 2014

Desde su apertura, el 25 de noviembre de 1975, el Museo Universitario del Chopo es un referente crítico y reflexivo para las nuevas tendencias dentro de las heterodoxias en las artes escénicas, visuales y la literatura. Fue el epicentro de las culturas subterráneas de los años 80 del siglo pasado con expresiones de las que conserva memoria y testimonio.

El recinto conserva la memoria y propicia el encuentro de las diversas culturas de la actualidad global con la comunidad universitaria y el público en general. Toda la UNAM en Línea ofrece la entrada a su mediateca que cataloga, preserva y difunde las actividades que realiza.

A través de www.unamenlinea.unam.mx investigadores, artistas, estudiantes y público en general tienen acceso al catálogo y repositorio del archivo histórico, compuestos por más de 30 mil objetos digitales que dan cuenta de su actividad desde 1983 hasta la fecha.

Se puede acceder a documentos como invitaciones, volantes, carteles, notas de prensa, fotografías, clips de audio y video de un minuto (el registro completo está disponible para su consulta en el Centro de Información, memoria del recinto como museo universitario).

Acervo digital

Las nuevas tecnologías constituyen una plataforma para difundir actividades y resguardar el testimonio de distintas expresiones artísticas de las culturas emergentes. En las próximas semanas se presentará la nueva interfaz de la mediateca para ofrecer una mejor experiencia a los usuarios, informó José Luis Paredes Pacho, director del recinto.

Es una plataforma de comunicación, información y conocimiento, donde tienen lugar propuestas novedosas, emergentes, experimentales y proporciona elementos al visitante para conocerlas a detalle. En retrospectiva, pueden consultarse imágenes, información periodística y fichas técnicas resguardadas en el archivo histórico.

Brenda Caro, responsable de la mediateca, informó que en la nueva interfaz el usuario encontrará el dossier de las exposiciones, proyectos y actividades artísticas realizadas en el museo desde 2012, que incluye la semblanza de los artistas, textos de sala y el registro fotográfico y en video de conferencias y presentaciones especiales.

Entre otras, está el testimonio del homenaje al músico mexicano-estadounidense Conlon Nancarrow en su centenario natal y de las charlas del compositor, escritor y actor australiano Nick Cave, así como las de Juca Ferreira, ex ministro de Cultura de Brasil; Santiago Auserón, ex cantante de RadioFutura, y del poeta sueco Bob Hanson.

Asimismo, los registros del ciclo Escribir Mañana; de la presentación en el DF del colectivo Taco Shop Poets; de las exhibiciones Cuerpo quebrado, Movimiento en movimiento, TEXTO y Teatro análogo 2.0; de los ciclos Animasivo y Femstival; del Festival Internacional por la Diversidad Sexual; del ciclo El Chopo regresa al Chopo; de la serie de conciertos de bandas históricas relacionadas con la historia primigenia del Museo y del programa de conferencias Bastard Pop.

También de las exposiciones Crew View; Comix–arte; Irreverencias, angustias y fantasías; Genealogía de una demolición; Pixel Pancho; Contra el fascismo. Gráfica política en la colección del Museo Universitario del Chopo; Helen Escobedo; SnowmanMonkey BBQ; Hotel Garage; La historia, ella misma y yo; Tercer acto: cuando el universo muere por desintegración; Confetti Makeup; Sonorama. Arte y tecnología del Hi-Fi al mp3; Tianguis de C.A.C.A.O; Amotlaotlacualacaconcantlanahuatiz quename ye huitzquiahuitl… mocualnezcayotl (no relampagueó para anunciar que llovería… tu hermosura) y Dick Verdult. Poemas feos para todos.

Además, están en línea material y recursos adicionales o de interés que pueden ayudar al usuario a complementar la información (enlaces, referencias, bibliografía), acceso a los catálogos editados por el museo, consulta al catálogo de la Fanzinoteca y avances de investigación del proyecto Heterodoxias.

Ofrece el acceso a la colección de arte del museo, digitalizada en su totalidad, integrada por 333 piezas que el recinto tiene a resguardo. La búsqueda puede realizarse por autor, título, técnica y año y cada resultado ofrece una ficha básica y la imagen de cada obra.

Así es posible consultar las creaciones del Taller de Gráfica Popular, como la estampa Huelga de Cananea, de Pablo O’Higgins; la escultura Coatl, de Helen Escobedo; la serigrafía Teseo, de Manuel Felguérez; la litografía Enedina y su novio, de Gilberto Aceves Navarro, y la linografía El llanto, de Raúl Anguiano.

Fanzinoteca

El fanzine es una revista no comercial, amateur y de baja circulación producida, publicada y distribuida por sus propios realizadores. En los años 80 del siglo pasado fueron generadas en México por seguidores de distintos géneros musicales, principalmente de la escena punk, lo que subraya la diversidad cultural y el valor que tiene la experimentación realizada al margen de la cultura y la historia oficial.

El Centro de Documentación del Museo Universitario del Chopo cuenta con una Fanzinoteca, proyecto para compilar, documentar y estudiar publicaciones autoeditadas, mediante un ciclo anual de muestras, acompañadas por la comisión de una de estas impresiones y complementadas por una serie de presentaciones en vivo.

En la nueva interfaz de la mediateca, la Fanzinoteca ofrecerá el dossier de las ediciones SUBNRMAL, Archivo Anal, Clip Art for Fanzines, Kaos DFectuoso y el registro de las actividades escénicas que las han acompañado, como Pan Blanco, Avicines, El Show de Miki, Moraliux + Guadamur y Concierto Punk.

Créditos: UNAM-DGCS-359-2014

LAS REDES SOCIALES PUEDEN SER UN INSTRUMENTO LITERARIO: JOSÉ AGUSTÍN

 
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José Agustín fue un alumno con precocidad explícita, ajeno a la convencionalidad. A los nueve años escribió El Robo, su primer cuento; en el segundo año preparatoriano (1964) ya había publicado La Tumba, su novela debut; a la edad de 19, tenía en su haber 40 obras de teatro, entre ellas, Los atardeceres privilegiados de la Prepa 6 (estrenada en 1970). Y a los 23, debutó en el guionismo cinematográfico con Cinco de chocolate y uno de fresa, cuantificó en voz alta.
“A la hora de escribir, escribo lo que me nace y lo que me brota; ahora estoy con una novela (La Locura de Dios) y la hago con mucho gusto. Quería acabarla pronto, pero tuve un accidente en Puebla y la tuve que posponer”, comentó.
Considerado por algunos sectores el primer crítico mexicano de rock, en 1969 escribió La nueva música clásica, y sigue con el oído puesto. “Oigo mucho rock, ciertamente hay cosas que no se promueven demasiado y que valen la pena, generalmente los grandes grupos así empiezan”.
Mudado desde octubre de 1975 a Cuautla, Morelos, para José Agustín las redes sociales pueden ser un instrumento literario. “Es cosa de saber utilizarlas; si las cartas y los telegramas se han convertido en material de literatura, ¿por qué el Facebook y el Twitter no?, ¡claro que sí!”.
Hace 42 años
Ya se cumplieron poco más de cuatro décadas desde que el escritor guerrerense apareció por vez primera en las páginas de Gaceta UNAM. El reporte de una conferencia sobre temas de “inquietud juvenil”, en el auditorio de la entonces Facultad de Comercio y Administración en Ciudad Universitaria, abrió el telón de su memoria auriazul. “¡Ah, se puso muy buena!, pero la verdad yo vivo el día de hoy, aquí y ahora”.
En un paseo soliloquial por el campus universitario, se detuvo en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), donde fue alumno de Letras Clásicas. “Estuve poco tiempo, unos meses nada más, rápidamente me di cuenta que se trataba de convertirse en un académico y regresé a mi taller con Juan José Arreola, que fue mi universidad en ese sentido”.
La multiplicidad de la vocación por las letras lo llevó a encontrar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) lo onírico de su estancia universitaria.
“El CUEC era ideal porque era muy, muy libre. Vi que había una oportunidad de conseguir una beca, la solicité y me la dieron. Empecé a tomar mis clases, fue una de las primerísimas (generaciones), no me acuerdo si la segunda o la tercera. Había una credencial, que le permitía a uno entrar a todos los cineclubes que había, a veces los mismos maestros decían: están pasando una película padrísima aquí en Arquitectura, váyanse para allá, y ahí nos íbamos todos”.
-¿Se acuerda de su número de cuenta?
-¿De qué?
-De la UNAM
-¡No!
Tiempo de laureles
La Medalla al Mérito en las Artes 2011, otorgada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), así como la Medalla de Oro de Bellas Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en el rubro de Lingüística y Literatura, son algunos de los reconocimientos que José Agustín ha obtenido en tiempos recientes.
“Estas cosas sólo ocurren en un momento de la vida, que es en el que estoy; tengo 69 años y creo que he hecho algunas cosas relativamente estimables. Me gustaría seguir escribiendo hasta el último instante que pueda”.
José Agustín, quien reconoció su gusto por la docencia, ejercida en las universidades de Denver, Iowa, así como en la Universidad Autónoma Metropolitana y en nuestra casa de estudios, formuló una recomendación simple para quienes se inician en las letras.
“Practicar, escribir y leer es fundamental para el que quiere escribir. Leer es muy estimulante, brotan ideas; ¡ah, mira este cuate está escribiendo sobre esto, yo también voy a escribir, qué diablos! Y surgen capacidades técnicas que a veces uno nunca se hubiera imaginado. Creo que hay que revisar a los clásicos, pero por fuerza, empezar con ellos; yo inicié con Jean-Paul Sartre cuando tenía nueve años de edad, imagínense nada más”.
Créditos:  UNAM-DGCS-766-2013

redessocialesJosé Agustín fue un alumno con precocidad explícita, ajeno a la convencionalidad. A los nueve años escribió El Robo, su primer cuento; en el segundo año preparatoriano (1964) ya había publicado La Tumba, su novela debut; a la edad de 19, tenía en su haber 40 obras de teatro, entre ellas, Los atardeceres privilegiados de la Prepa 6 (estrenada en 1970). Y a los 23, debutó en el guionismo cinematográfico con Cinco de chocolate y uno de fresa, cuantificó en voz alta.

“A la hora de escribir, escribo lo que me nace y lo que me brota; ahora estoy con una novela (La Locura de Dios) y la hago con mucho gusto. Quería acabarla pronto, pero tuve un accidente en Puebla y la tuve que posponer”, comentó.

Considerado por algunos sectores el primer crítico mexicano de rock, en 1969 escribió La nueva música clásica, y sigue con el oído puesto. “Oigo mucho rock, ciertamente hay cosas que no se promueven demasiado y que valen la pena, generalmente los grandes grupos así empiezan”.

Mudado desde octubre de 1975 a Cuautla, Morelos, para José Agustín las redes sociales pueden ser un instrumento literario. “Es cosa de saber utilizarlas; si las cartas y los telegramas se han convertido en material de literatura, ¿por qué el Facebook y el Twitter no?, ¡claro que sí!”.

Hace 42 años

Ya se cumplieron poco más de cuatro décadas desde que el escritor guerrerense apareció por vez primera en las páginas de Gaceta UNAM. El reporte de una conferencia sobre temas de “inquietud juvenil”, en el auditorio de la entonces Facultad de Comercio y Administración en Ciudad Universitaria, abrió el telón de su memoria auriazul. “¡Ah, se puso muy buena!, pero la verdad yo vivo el día de hoy, aquí y ahora”.

En un paseo soliloquial por el campus universitario, se detuvo en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), donde fue alumno de Letras Clásicas. “Estuve poco tiempo, unos meses nada más, rápidamente me di cuenta que se trataba de convertirse en un académico y regresé a mi taller con Juan José Arreola, que fue mi universidad en ese sentido”.

La multiplicidad de la vocación por las letras lo llevó a encontrar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) lo onírico de su estancia universitaria.

“El CUEC era ideal porque era muy, muy libre. Vi que había una oportunidad de conseguir una beca, la solicité y me la dieron. Empecé a tomar mis clases, fue una de las primerísimas (generaciones), no me acuerdo si la segunda o la tercera. Había una credencial, que le permitía a uno entrar a todos los cineclubes que había, a veces los mismos maestros decían: están pasando una película padrísima aquí en Arquitectura, váyanse para allá, y ahí nos íbamos todos”.

-¿Se acuerda de su número de cuenta?

-¿De qué?

-De la UNAM

-¡No!

Tiempo de laureles

La Medalla al Mérito en las Artes 2011, otorgada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), así como la Medalla de Oro de Bellas Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en el rubro de Lingüística y Literatura, son algunos de los reconocimientos que José Agustín ha obtenido en tiempos recientes.

“Estas cosas sólo ocurren en un momento de la vida, que es en el que estoy; tengo 69 años y creo que he hecho algunas cosas relativamente estimables. Me gustaría seguir escribiendo hasta el último instante que pueda”.

José Agustín, quien reconoció su gusto por la docencia, ejercida en las universidades de Denver, Iowa, así como en la Universidad Autónoma Metropolitana y en nuestra casa de estudios, formuló una recomendación simple para quienes se inician en las letras.

“Practicar, escribir y leer es fundamental para el que quiere escribir. Leer es muy estimulante, brotan ideas; ¡ah, mira este cuate está escribiendo sobre esto, yo también voy a escribir, qué diablos! Y surgen capacidades técnicas que a veces uno nunca se hubiera imaginado. Creo que hay que revisar a los clásicos, pero por fuerza, empezar con ellos; yo inicié con Jean-Paul Sartre cuando tenía nueve años de edad, imagínense nada más”.

Créditos:  UNAM-DGCS-766-2013

Relación entre literatura y teatro no pierde vigencia

 
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Bogotá D. C., nov. 21 de 2013 – Agencia de Noticias UN- “Aunque el teatro se encamine más hacia la acción, se puede seguir pensando desde la literatura”, señala Víctor Raúl Viviescas, profesor y director teatral de la U.N., al referirse a la actualidad de esta disciplina en nuestro país.
Su percepción de la puesta en escena nacional hizo parte del Segundo Encuentro de Estudios Teatrales desde los Estudios Literarios, realizado por el Grupo de Investigación Estética e Historia del Teatro Colombiano de la Alma Máter.
Para el académico y artista, la tendencia de hoy se encamina hacia la interacción que el performance o el actor tenga con su espectador, lo que ha llevado a que, en la actualidad, las obras no tengan del todo fundamento en los textos, en contar historias.
“Sin embargo, aunque ambos aspectos se están desligando hay remanentes que ponen en contacto el mundo del teatro con el real, y ahí sigue vigente nuestra exploración desde los textos”, señala.
Y añade: “La interacción entre la escena teatral y el espectador sigue siendo cercana y se asimila a la que existe entre el lector y la novela,  el poema, o algún otro producto literario”.
Para el académico el arte contemporáneo sigue esa tendencia de que la obra es la comunicación entre el artista y quien lo observa, es lo que construye el aspecto estético, “efecto de las miradas cruzadas del arte a la literatura y viceversa”.
Compartiendo
La visión del teatro con la literatura ha llevado a la Universidad Nacional de Colombia y a su grupo de Investigación Estética e Historia del Teatro Colombiano a consolidar relaciones con universidades y escuelas de teatro reconocidas en Europa.
Un caso es el de la Universidad de Toulouse II, la cual ya tiene una carrera profesional de Estudios Teatrales; esta institución fue una de las grandes invitadas al Encuentro.
“Hemos tenido una gran relación y esperamos ejecutar un trabajo durante los próximos tres años que incluya desarrollo conjunto de investigaciones e incluso intercambio constante de docentes y estudiantes de maestría y doctorado”, resalta el profesor Viviescas.
El profesor y director teatral resalta que lo que más fortaleció la relación con la universidad francesa fue la preocupación de esta última por el teatro hispanoamericano, con el cual han tenido poco contacto.
Créditos: UNAL-655-2013

UNAL25112013-2Bogotá D. C., nov. 21 de 2013 – Agencia de Noticias UN- “Aunque el teatro se encamine más hacia la acción, se puede seguir pensando desde la literatura”, señala Víctor Raúl Viviescas, profesor y director teatral de la U.N., al referirse a la actualidad de esta disciplina en nuestro país.

Su percepción de la puesta en escena nacional hizo parte del Segundo Encuentro de Estudios Teatrales desde los Estudios Literarios, realizado por el Grupo de Investigación Estética e Historia del Teatro Colombiano de la Alma Máter.

Para el académico y artista, la tendencia de hoy se encamina hacia la interacción que el performance o el actor tenga con su espectador, lo que ha llevado a que, en la actualidad, las obras no tengan del todo fundamento en los textos, en contar historias.

“Sin embargo, aunque ambos aspectos se están desligando hay remanentes que ponen en contacto el mundo del teatro con el real, y ahí sigue vigente nuestra exploración desde los textos”, señala.

Y añade: “La interacción entre la escena teatral y el espectador sigue siendo cercana y se asimila a la que existe entre el lector y la novela,  el poema, o algún otro producto literario”.

Para el académico el arte contemporáneo sigue esa tendencia de que la obra es la comunicación entre el artista y quien lo observa, es lo que construye el aspecto estético, “efecto de las miradas cruzadas del arte a la literatura y viceversa”.

Compartiendo

La visión del teatro con la literatura ha llevado a la Universidad Nacional de Colombia y a su grupo de Investigación Estética e Historia del Teatro Colombiano a consolidar relaciones con universidades y escuelas de teatro reconocidas en Europa.

Un caso es el de la Universidad de Toulouse II, la cual ya tiene una carrera profesional de Estudios Teatrales; esta institución fue una de las grandes invitadas al Encuentro.

“Hemos tenido una gran relación y esperamos ejecutar un trabajo durante los próximos tres años que incluya desarrollo conjunto de investigaciones e incluso intercambio constante de docentes y estudiantes de maestría y doctorado”, resalta el profesor Viviescas.

El profesor y director teatral resalta que lo que más fortaleció la relación con la universidad francesa fue la preocupación de esta última por el teatro hispanoamericano, con el cual han tenido poco contacto.

Créditos: UNAL-655-2013

Con más de mil 255 actividades, inicia la XXXIV feria Internacional del libro del palacio de minería.

 
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De ellas, la Universidad Nacional llevará a cabo 502, que representan 40 por ciento del total.
De ellas, la Universidad Nacional llevará a cabo 502, que representan 40 por ciento del total.

20 de Febrero del 2013


Con una programación de mil 255 actividades, de las cuales la Universidad Nacional llevará a cabo 502, que representan el 40 por ciento del total, con la presencia de 49 entidades y dependencias, inició la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

De esa forma, la mayor tradición cultural en materia de libros y fomento a la lectura de la Ciudad de México, que en esta ocasión tiene a Quintana Roo como estado invitado especial, tendrá 674 presentaciones editoriales, de libros, revistas, series y colecciones.

Asimismo, 267 conferencias, 71 mesas redondas, 12 actividades artísticas, 43 talleres infantiles, 99 lecturas y recitales, cinco presentaciones de publicaciones electrónicas, 19 proyecciones de series y documentales, y siete firmas de libros, entre otras.

Entre los escritores que se conmemorarán en este encuentro, resaltan: Benito Pérez Galdós, José Ortega y Gasset, Albert Camus y Reinaldo Arenas, en el 170, 130, 100, y 70 aniversario de su nacimiento, respectivamente, y Augusto Monterroso, a diez años de su fallecimiento. Asimismo, al recientemente desaparecido Rubén Bonifaz Nuño, a 90 años de su nacimiento, a quien se rendirá homenaje póstumo.

En el Palacio de Minería participarán 85 literatos, como Rosa Beltrán, Carmen Boullosa, Laura Esquivel, Enrique Florescano, Vicente Leñero, Guadalupe Loaeza, Sandra Lorenzano, Rafael Pérez Gay, Elena Poniatowska, Vicente Quirarte, Paco Ignacio Taibo II y Eraclio Zepeda.

De igual manera, habrá presencia centroamericana, gracias a la participación de escritoras de Puerto Rico, República Dominicana y Cuba, en charlas, mesas de lectura y presentaciones de libros.

En torno al estado invitado, Quintana Roo, se efectuarán 26 actividades, entre presentaciones, mesas redondas, conferencias y lecturas en auditorios y recintos del Palacio, así como dentro del Pabellón respectivo.

También, se efectuarán las Jornadas Juveniles, con un total de 105 actividades entre conferencias, talleres, lecturas, recitales de poesía y mesas redondas, entre otras, en las cuales se abordarán temáticas tan diversas como adicciones, arte, alimentación, biodiversidad, derechos humanos, empleo, infidelidad, Internet, orientación vocacional, sexualidad, técnicas de estudio o violencia.

El encuentro literario que recibe cada año a más de 150 mil personas y reúne a más de 600 editoriales, se clausurará el lunes 4 de marzo, con el fin de ampliar la oportunidad de que asista la mayor cantidad de personas. Para el último día, está programada una venta especial de libros con descuentos, donde participarán diversas editoriales.


Libros universitarios

La Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM estará presente con diversas novedades y presentaciones a cargo de su Dirección de Literatura y de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial.

Este año llevará alrededor de cuatro mil 700 títulos y más de 45 mil ejemplares en un stand de 400 metros cuadrados. Contará también con 27 presentaciones de sus publicaciones y la premiación correspondiente al Décimo Concurso de Narrativa y Ensayo Siglo XXI, que obtuvo Elena Alonso Frayle, por su novela El silencio de los siglos.

La Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, por primera vez, ha preparado una serie de promociones y descuentos en donde el público podrá encontrar cerca de mil títulos y cuatro mil 500 ejemplares con precios que van de los 10 a los 70 pesos.

Por parte de la Dirección de Literatura, se presentará Juan Rulfo, el arte de narrar de Francoise Perus, con la participación de José Pascual Buxó y Vicente Quirarte; y La mirada exuberante. Barroco novomundista y literatura latinoamericana, de Lois Parkinson Zamora, entre muchos otros títulos. También tendrán presencia la Dirección Generales de Actividades Cinematográficas, TV UNAM y Radio UNAM.

Boletín UNAM-DGCS-115
Palacio de Minería.