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Positivo, no generalizar IVA en alimentos y medicinas: Grupo Nuevo Curso de Desarrollo

 
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Positivo para México no generalizar IVA en alimentos y medicinas, pues hubiera incrementado considerablemente la pobreza.
Positivo para México no generalizar IVA en alimentos y medicinas, pues hubiera incrementado considerablemente la pobreza.

18 de noviembre de 2013

• Hubiera provocado un aumento considerable de la pobreza, incluso en los grupos medios, y mayor inequidad en la distribución del ingreso, sostuvo

• También subrayó el incremento de la tasa marginal del ISR a las personas físicas, así como las iniciativas de reforma constitucional para la pensión generalizada para adultos mayores y el seguro de desempleo

Es positivo para México que en la propuesta de reforma tributaria enviada por el Ejecutivo federal al Legislativo no se incluyera la generalización del IVA en alimentos y medicinas, pues hubiera provocado un incremento considerable de la pobreza, incluso en los grupos medios, y mayor inequidad en la distribución del ingreso, consideró el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo.

También valoró de manera favorable el incremento de la tasa marginal del ISR a las personas físicas, el impuesto a las ganancias en Bolsa y a la distribución de dividendos de las empresas, el impuesto al carbono, a las empresas mineras, así como las iniciativas de reforma constitucional para la pensión generalizada para adultos mayores y el seguro de desempleo. El resultado de uniformar la tasa del IVA en 16 por ciento en el país también es positivo para las finanzas públicas nacionales.

Entre los cambios introducidos por el Congreso, consideraron que fue útil para la salud de la población gravar algunos alimentos de alto contenido calórico, en cambio, se debieron aprobar otras medidas, como el IVA a colegiaturas.

Integrado por 18 especialistas, el grupo propuso al Congreso de la Unión iniciar, de inmediato, un proceso de discusión nacional sobre los próximos pasos que deben darse para alcanzar la reforma hacendaria que necesita nuestro país, tanto en lo que se refiere a los ingresos públicos necesarios para financiar un sistema universal de salud y protección social, como a la reforma presupuestal y el federalismo hacendario.

Mediante un documento, los especialistas establecieron que las iniciativas de reforma para incrementar los ingresos públicos no han estado a la altura de nuestro rezago social, que en muchos casos aún es lamentable. Por ejemplo, en las tasas de mortalidad materna o en la precaria atención sanitaria a diversos grupos prioritarios, a tal grado que no cumpliremos varios de los Objetivos del Milenio definidos por la ONU para el 2015.

Para generar condiciones más propicias encaminadas a reformar de manera sustantiva la hacienda pública, se requiere procesar un acuerdo político de mayor alcance que ponga por delante el interés nacional y no los privilegios particulares o de grupo que marcan nuestras costumbres tributarias. Los partidos políticos deben hacerse cargo de esta tarea en virtud de su carácter de organismos de interés público y no confundirla con sus objetivos electorales de corto plazo.

La reforma, establecieron, sería mejor si se elimina la devolución del IVA a las grandes empresas productoras de alimentos; el ISR se vuelve más progresivo con mayores tasas para segmentos de ingreso más elevado; la consolidación fiscal se elimina por completo y se restringe sólo a casos excepcionales.

Asimismo, el impuesto a las ganancias de capital no tiene un régimen cedular y se acumula a los demás ingresos; se eliminan los tratamientos especiales a personas morales; se revisa el amparo fiscal; se anulan las facultades fiscales discrecionales del Poder Ejecutivo y se fortalecen los ingresos de estados y municipios.
Como parte de la reforma, el Grupo propuso la realización de un ejercicio de presupuesto base cero para alinear el gasto a las prioridades nacionales y corregir inercias y distorsiones clientelares. El presupuesto debe tener una orientación explícitamente redistributiva y promotora del empleo.

En una perspectiva de largo plazo y con orientación regional, se debería lanzar un programa nacional de inversiones vinculado a los sectores de mayor rezago y también de mayor potencial detonador. El gasto corriente, por su parte, aunque debe ordenarse y ejecutarse correctamente, no puede ser satanizado pues de él dependen muchos servicios públicos indispensables.

Los especialistas aseguraron que la recaudación adicional derivada de las propuestas es insuficiente en relación a las necesidades que México enfrenta. Una reforma hacendaria debería tener como guía y horizonte principal los requerimientos de gasto público, sobre todo en inversiones de infraestructura y desarrollo social, bajo condiciones favorables para el crecimiento económico, el empleo y la protección social universal.

Por ello, dijeron, necesitamos ejercer mejor el presupuesto, pero también gastar más. Conforme a las estimaciones presentadas, en 2018 el gasto gubernamental mexicano, como proporción del PIB, seguirá en niveles inferiores en comparación no sólo con los países de la OCDE, sino también de la mayoría de los de América Latina.

Desde este punto de partida y con base en las estimaciones sobre el presupuesto a ejercer de forma transparente y vigilada, se debería determinar tanto el esfuerzo tributario a realizar como las necesidades de financiamiento.

En el documento participaron Eugenio Anguiano, Ariel Buira, Cuauhtémoc Cárdenas, Rolando Cordera, Mauricio de Maria y Campos, Carlos Heredia, Saúl Escobar, Gerardo Esquivel, Mario Luis Fuentes, Juan Carlos Moreno, David Ibarra, Leonardo Lomelí, Ciro Murayama, Jorge Eduardo Navarrete, Enrique Provencio, Jaime Ros, Norma Samaniego y Carlos Tello.

Créditos: UNAM/DGCS/689 /2013

Más que generalizar el cobro del IVA o reducirlo, hay que reestructurar la base de contribuyentes

 
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Alicia Girón, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Alicia Girón, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

26 de septiembre 2010

• Alicia Girón, académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, se pronunció también por cobrar impuestos a bancos y empresas que obtienen ganancias de la bolsa

Más que generalizar la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que implicaría golpear el 40 por ciento del gasto total de la población, o reducirlo de 16 a 15 por ciento, se debe ampliar y reestructurar la base de contribuyentes, no depender sólo de los ingresos petroleros o de los impuestos al consumo; se tiene que facilitar el pago de impuestos, gastar mejor lo recaudado y crear una estructura tributaria de largo plazo.

Alicia Girón, académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, subrayó además que se deben cobrar impuestos a bancos y empresas por los ingresos derivados de sus operaciones en la bolsa. Las ganancias que obtienen los bancos extranjeros también deben ser gravadas por arriba de la tasa de interés.

Además, prosiguió, se tienen que eliminar las tasas preferenciales a las empresas con operaciones en el exterior, como las maquiladoras, y en vez de condonar el IVA de importaciones a las compañías multinacionales, que éstas paguen un gravamen general de 10 por ciento.

Girón González se refirió a la necesidad de crear una miscelánea integral que formalice al sector informal de la economía para que también pague IVA e ISR y tenga, en consecuencia, derecho a los servicios de salud y otras prestaciones.

Antes de pensar en la eliminación de impuestos como el IETU, ISR o IVA, aclaró, se debe tener claro qué va a compensar ese recorte porque una disminución en los ingresos implica una reducción en el gasto del gobierno.

Por el contrario, renegociar el pago del servicio de la deuda externa con quitas al capital y disminución de las tasas de interés debería ser la bandera del proyecto nacional para cubrir la deuda social.

Por lo pronto, explicó, no debe reducirse el ISR. El IETU ha generado muchas quejas de los empresarios y debería de realizarse una estimación de las autoridades hacendarias en conjunto con la pequeña y mediana empresas para evaluar este impuesto y elaborar un plan de recaudación que incentive a las compañías a continuar en el proceso de producción.

En su opinión, se debe hacer más sencillo el cobro de impuestos, pues año con año se modifica el reglamento, se derogan obligaciones y se añaden otras, lo que complica su pago y no permite lograr una permanencia en las disposiciones fiscales.

Créditos: UNAM. DGCS-572/unam.mx

Nuevos impuestos no solucionarán las penurias fiscales: Ibarra Muñoz

 
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Como parte del centenario de la universidad Nacional, David Ibarra Muñoz, quien recibirá por parte de esta casa de estudios el doctorado honoris causa, ofreció una conferencia magistral en el Auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía.
Como parte del centenario de la universidad Nacional, David Ibarra Muñoz, quien recibirá por parte de esta casa de estudios el doctorado honoris causa, ofreció una conferencia magistral en el Auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía.

22 de septiembre de 2010

• Previo a la recepción del doctorado honoris causa por la UNAM, ofreció la conferencia magistral La tributación en México

México necesita un sistema tributario menos imperfecto, con mayor equidad, eficiencia y que permita recaudar más, afirmó el economista David Ibarra Muñoz.

El especialista rechazó la generalización del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas como solución a las penurias fiscales.

Además, advirtió que se necesita una reforma fiscal que corrija la insuficiencia de las políticas anticrisis y solucione el ritmo de crecimiento nacional.

En la conferencia magistral La tributación en México, que se realizó en el auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía de la UNAM, previo a la recepción del doctorado honoris causa por la UNAM, Ibarra Muñoz consideró la reforma fiscal como un paso decisivo para liberar al país de las ataduras del modelo económico que ha sido incapaz de regenerar la inversión, abatir el desempleo y frenar la pobreza.

En torno a las salidas al embrollo fiscal en que está inmerso el país, mencionó la modificación de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que obliga, con demasiada rigidez, al equilibrio entre ingresos y gastos fiscales.

Se pronunció también por la instrumentación de un impuesto a las transacciones financieras con capacidad recaudatoria del 1.0 al 1.5 por ciento. Además, precisó que este tributo no afectaría el ingreso del grueso de los ciudadanos, ni sería gravoso por las utilidades extraordinarias que devenga la banca.

Del mismo modo, destacó la depuración y simplificación del régimen de Pemex para acercarlo al general del Impuesto Sobre la Renta y el sistema de regalías.

Sobre el impuesto generalizado del IVA en alimentos y medicinas, dijo que apenas aportaría alrededor del uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cifra que sería nulificada ante la necesidad de integrar una canasta de consumo exenta que integre los productos más representativos de la demanda popular.

Además, advirtió que sería la posible eliminación del IETU por tratarse de un gravamen con una base casi idéntica al propio IVA, que tipifica un claro caso de doble imposición.
Créditos: UNAM. DGCS-560/unam.mx

Con el envío de remesas, los migrantes contribuyen a la tributación

 
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En 2008 el gasto de las remesas familiares generó una recaudación por pagos directos del IVA de mil 500 millones de dólares, cuatro por ciento del gravamen recibido por la SHCP en ese año.
En 2008 el gasto de las remesas familiares generó una recaudación por pagos directos del IVA de mil 500 millones de dólares, cuatro por ciento del gravamen recibido por la SHCP en ese año.

22 de agosto de 2010

• De acuerdo con estudios del CRIM de la UNAM, en 2008 el gasto de las remesas familiares generó una recaudación por pagos directos de IVA, de mil 500 millones de dólares

Los migrantes que trabajan en Estados Unidos contribuyen a las finanzas públicas de sus países de origen, porque los hogares que reciben sus remesas gastan dinero en productos de mercado que generan Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Lo anterior se desprende de un estudio realizado por Fernando Lozano y Marcos Valdivia, investigadores del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM. Los especialistas destacaron que en 2008 el gasto de las remesas familiares generó una recaudación por pagos directos del IVA de mil 500 millones de dólares, que representó cuatro por ciento del gravamen recibido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en ese año.

Esta contribución al erario público, explicaron, fue equivalente a 40 por ciento de los recursos destinados al programa Oportunidades; 67 por ciento, del gasto federal ejercido en el Seguro Popular de Salud, y 117 por ciento, a Procampo en el mismo año.

Frente a otros relacionados con la población migrante, como el Programa 3×1, el aporte asociado al flujo de los envíos es significativamente mayor, pues por cada dólar pagado por IVA, el gobierno federal aportó a éste el equivalente a tres centavos de dólar en 2008.

Lo anterior tiene fuertes implicaciones redistributivas en los hogares que reciben las remesas. En esta investigación se encontró que ayudan a muchas familias mexicanas a evitar caer en situación de pobreza (sobre todo en el área rural).

Pero esto, a su vez, tiene un efecto perverso en términos de carga fiscal, pues los hogares mexicanos de más bajos ingresos que perciben estos recursos, contribuyen proporcionalmente con más impuestos que sus contrapartes que no lo hacen.

Créditos: UNAM. DGCS-497/unam.mx

Necesaria, una regulación más profunda a bancos y sociedades

 
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Alicia Girón del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Alicia Girón del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

10 de agosto de 2010

• La prohibición y limitación en el cobro de algunas comisiones sólo es el inicio de una reglamentación que aún es muy flexible, estableció Alicia Girón, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM
• Entre 70 y 80 por ciento de las ganancias de los bancos mexicanos se deriva de las comisiones y no del otorgamiento de créditos

La prohibición y limitación a los bancos y sociedades financieras en el cobro de algunas comisiones sólo es el inicio de una regulación que todavía es muy flexible y que debería ser más profunda, estableció Alicia Girón González, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

Hoy, entre 70 y 80 por ciento de los activos de los bancos mexicanos, se obtiene de comisiones y no del otorgamiento de créditos, indicó.

Ante las medidas emitidas por el Banco de México para limitar determinadas comisiones, la economista consideró que se debería cancelar el cobro de innumerables servicios financieros aún no contemplados en las regulaciones y que en su carácter de mercancía, son susceptibles de aplicación del Impuesto al Valor Agregado, lo que eleva mucho los costos.

Sin embargo, Girón advirtió que México no tendrá crecimiento económico en tanto no cuente con un sistema que controle a sus instituciones financieras.

Es necesario, dijo, que México tenga con una auténtica banca de desarrollo. Hace años, se pensó que con la privatización y extranjerización de las instituciones bancarias mejoraría el acceso al crédito, pero no ha sido así.

Al respecto, citó el caso de Brasil, que crece gracias a que cuenta con el banco más grande de América Latina, el de Desenvolvimiento Económico, y que pertenece al Estado; además, dentro de los cinco primeros bancos, tres son de originarios de ese país.

Nuestro país apostó al Tratado de Libre Comercio de América de Norte (TLCAN) y lo único que propició fue que los bancos mexicanos quedaran en manos extranjeras, después de la crisis del 94-95, recalcó.

Por ejemplo, hoy no existe una regulación en tarjetas de crédito. En algunos casos, los bancos emiten “plásticos” con tasas de interés superiores al 50 por ciento anual, e incluso sólo por citar un ejemplo, Banamex ofrece cuentas de ahorro en dólares, que si se cancelan durante el primer año, el banco se apropia del 50 por ciento del ahorro; además, aún se cobra un porcentaje muy elevado por manejo de cuentas.

Lo que van a dejar de percibir las instituciones del ramo con la cancelación de comisiones lo obtendrán de otras, no sólo de las tarjetas de crédito, sino de productos financieros, estimó.

Créditos: UNAM. DGCS -474/unam.mx