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ESTUDIAN PLANTAS CONTRA CÁNCER E HIPERCOLESTEROLEMIA

 
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plantascontracancer16 de junio de 2014

Investigadores del Departamento de Productos Naturales del Instituto de Química (IQ) de la UNAM, encabezados por Mariano Martínez Vázquez, obtuvieron, a partir de las plantas guayule (Parthenium argentatum) y cuachalalate (Amphipterygium adstringens), compuestos antiinflamatorios y anticancerígenos que ya probaron con resultados favorables en ratones.

Los universitarios han observado que, en roedores a los que les inocularon células cancerosas humanas, los compuestos son menos tóxicos y más efectivos que los medicamentos anticancerígenos convencionales y, además, no dañan las células normales.

“Al compararlos con medicamentos anticancerosos utilizados en la clínica, vimos que nuestros compuestos hacen que el crecimiento tumoral sea lento, con la ventaja adicional de que presentan baja toxicidad”, dijo Martínez Vázquez.

El guayule y el cuachalalate contienen gran cantidad de triterpenos, sustancias con actividad antiinflamatoria y enorme capacidad para inhibir la proliferación de células cancerosas humanas.

“Éste es nuestro punto de partida. Empezamos a estudiar sustancias puras obtenidas de estas plantas, de las que a su vez conseguimos una serie de derivados en los que buscamos las partes fundamentales de la molécula y elegimos el compuesto más activo”, indicó.

Reducción del crecimiento tumoral

Martínez Vázquez y sus colaboradores trabajan con modelos xenográficos (animales con trasplantes de cánceres humanos o de otros tejidos); así, implantan células tumorales humanas en ratones atímicos o desnudos, sin pelo.

Estos animales de laboratorio tienen el sistema inmune deprimido debido a una mutación genética, lo que permite que puedan recibir tejidos enfermos de otras especies sin experimentar rechazo.

“A los atímicos les inoculamos células de próstata, de mama o de otros cánceres, para que desarrollen un tumor humano. De esta manera experimentamos nuestros compuestos in vivo”.

En comparación con fármacos como el cisplatino, los investigadores encontraron que sus compuestos tienen la misma potencia para reducir el crecimiento tumoral. Ahora ven cuáles son los blancos de su molécula.

“Tenemos varias vías de señalización celular y ya sabemos que nuestros compuestos atacan preferentemente dos enzimas: la AKT y la NF-kappa, las cuales se sobre expresan en diferentes cánceres. Trabajamos principalmente con la AKT porque se manifiesta en forma por demás clara en dos tipos de cáncer comunes: de próstata y mama”, apuntó.

Los científicos del IQ llevan a cabo los estudios en colaboración con Alejandro Centella Dehesa, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, quien también hace análisis en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

“Ahora sólo falta probarlos en humanos. Ya tenemos las pruebas preclínicas para empezar a trabajar con personas. Hemos hecho todo lo necesario”.

Regulación de los niveles de lípidos

Asimismo, Martínez Vázquez y su alumno de doctorado, Ibrahim Guillermo Castro Torres, demostraron en un estudio experimental las propiedades de la llamada hierba del sapo (Eryngium heterophyllum) para combatir la hipercolesterolemia o los niveles elevados de colesterol en la sangre, alteración metabólica considerada como el principal factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares por aterosclerosis.

“En nuestros estudios sobre diabetes, obesidad y otras alteraciones metabólicas, encontramos en el laboratorio que algunas plantas, como la hierba de sapo, regulan los niveles de lípidos en ratones”.

Entonces, los científicos empezaron a trabajar con roedores normales y con colesterol elevado: compararon los efectos de sus compuestos, obtenidos a partir de la hierba del sapo, con los de la pravastatina –medicamento utilizado contra el colesterol alto–, y vieron que la planta tiene propiedades para disminuir los niveles del lípido en la sangre. “Sí, observamos que en esos animales disminuyó a niveles normales”, apuntó el investigador.

¿Esto qué significa?, que los investigadores universitarios tienen al menos un extracto de la hierba del sapo que funciona contra la hipercolesterolemia en un modelo experimental con ratones.

“El siguiente paso consiste en aislar los compuestos activos, porque en un extracto hay un mundo de compuestos. Debemos aislar primero los más importantes, los de concentración más alta, y luego probarlos uno por uno. Es un trabajo complicado, pero lo vamos a hacer”, finalizó.

Créditos: UNAM-DGCS-348-2014

DESCUBRE UNIVERSITARIO NUEVO GÉNERO DE LUCIÉRNAGAS

 
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nuevasluciernagasSantiago Zaragoza Caballero, investigador del Departamento de Zoología del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, descubrió un nuevo género de luciérnagas denominado Paracratomporphus, en ejemplares provenientes de Chipinque, Nuevo León. Además, recientemente describió como nueva especie a Macrolampis palaciosi, originaria de Nanacamilpa, Tlaxcala.

Paracratomporphus se suma a los 22 géneros que se distribuyen en México. El número de especies registradas en el territorio nacional asciende a 164, de las cuales 84 son endémicas, señaló el doctor por la Facultad de Ciencias de esta casa de estudios.

El científico explicó que a pesar de su brillo, esta familia de coleópteros –orden de insectos que contiene más especies que cualquier otro en todo el reino animal– ha sido poco estudiada.

Quizá por eso, como resultado de su primera visita al Parque Recreativo Cruz Pesada, a unos kilómetros de Nanacamilpa, el universitario recolectó a Macrolampis palaciosi y detectó que algunas de sus características morfológicas no encajaban con ninguna de las especies conocidas. La principal variación está en la talla, tanto de los machos como de las hembras.

Los descubrimientos fueron dados a conocer en Dugesiana, revista del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara.

Escarabajos con y sin luz

En nuestro país no sólo se registra un endemismo importante, sino que hay especies que sólo pueden encontrarse en sitios específicos, como San Buenaventura, Jalisco, localidad con menos de 200 habitantes, única para Photinus (Paraphotinus) anisodrilus.

Su ciclo de vida, igual al de la mayoría de los escarabajos, consta de cuatro etapas: huevecillo, larva, pupa y adulto. En esta última fase, algunos especímenes, sobre todo los machos, ya no se alimentan. Alcanzan la madurez sexual únicamente para reproducirse y en ese ciclo duran pocos días, alrededor de 15.

Las luciérnagas reciben su nombre de la capacidad que tienen para generar luz fría; emiten señales luminosas con cierta frecuencia o longitud de onda para reconocerse entre sí, pero también las hay sin “lamparita”.

Es decir, hay lampíridos con hábitos diurnos y nocturnos. Las luciérnagas nocturnas tienen ojos enormes con los que visualizan de manera amplia y antenas reducidas, exactamente al contrario de las diurnas.

Hay ejemplares que en fase larval tienen agallas, es decir, órganos adecuados para respirar dentro de depósitos acuosos. Por ello, en general en estados primarios se asocian a zonas húmedas e, incluso, a cuerpos de agua. Se les puede ver, sobre todo, en verano, en la época de lluvias.

Zaragoza Caballero detalló que la bioluminiscencia se produce por una serie de reacciones químicas, donde intervienen la proteína luciferina y la enzima luciferasa, que al ponerse en contacto con oxígeno, producen luz.

Los insectos de hábitos nocturnos resplandecen desde que son larvas para atraer a sus presas. No es el caso de las diurnas, que nunca brillan.

Proyectos

El científico señaló el interés de las autoridades de Tlaxcala por conservar el espectáculo natural de las luciérnagas en Nanacamilpa, mediante el fomento del ecoturismo y el acercamiento con el IB de la UNAM.

Asimismo, resaltó la necesidad de que la Universidad participe de manera más activa para, incluso, trazar rutas de desplazamiento de los visitantes dentro del Parque Recreativo Cruz Pesada; en éste se debe tener cuidado extremo, pues “mucha gente coloca sus vehículos de frente con los faros encendidos para tratar de ver a los animalitos y no permiten apreciar el fenómeno”.

Como primera medida, Santiago Zaragoza y su alumna Cisteil Pérez Hernández, elaboraron un tríptico para que sea distribuido entre los visitantes. La meta es conservar ese lucernario natural. Asimismo, junto con integrantes de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) se pretende hacer un cartel para dar a conocer a las luciérnagas de México y proyectarlo a una escala mayor, porque a pesar de su belleza, el desconocimiento es grande.

El científico también lleva a cabo una investigación precisa de cómo se mueven las diferentes especies a través del tiempo y en ciertos espacios. En un futuro, le gustaría estudiar a los fengódidos de Tlaxcala, una familia rara de coleópteros luminiscentes, “que son pobremente conocidos”.

Tlaxcala, junto con entidades como Querétaro, Guanajuato, Baja California y Zacatecas, son sitios donde prácticamente no se ha analizado la fauna de insectos, así que “hay mucho trabajo por hacer”, finalizó.

Créditos:UNAM-DGCS-229-2014

HUELLAS DE PTEROSAURIO EN SAN JUAN RAYA, PUEBLA

 
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pterosauroLa localidad de San Juan Raya, Puebla, alberga un patrimonio geopaleontológico notable, en el que además de fósiles de invertebrados marinos, recientemente fueron reportadas huellas fósiles de diversos saurios, entre las que destacan las pertenecientes a reptiles alados extintos, llamados Pterosaurios.

Como parte de esos estudios, se ha determinado que el estrato rocoso que preservó las huellas pertenece al periodo Cretácico inferior, con una antigüedad estimada en 110 millones de años.

Un grupo de investigadores universitarios, encabezados por el científico Frank Raúl Gío Argáez, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), en colaboración con estudiantes de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, realizaron trabajos de campo para recabar datos más precisos acerca de las dimensiones de las icnitas, identificar rastros y distancias entre zancadas, así como elaborar réplicas de las mismas en plastilina de escultor.

El trabajo permitió al grupo de investigación obtener contra moldes individuales de cada huella para ser transportados al laboratorio para su análisis. Con el apoyo de especialistas del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADT) de la UNAM, fueron escaneados para generar imágenes tridimensionales que permitieron medir el largo, ancho y espesor.

Posteriormente, las imágenes fueron impresas en un material resistente y manipulable por medio de una impresora 3D, para conseguir réplicas que hicieron posible observar y registrar características sobre su forma, imperceptibles a simple vista. Después, se realizó un escaneo in situ de la pared que las contiene a fin de obtener un acervo digital del área para futuras investigaciones.

Esa colaboración es importante pues el intemperismo constante del sitio, en unos 30 o 40 años acabará con los rastros, “por lo que es necesario hacerlo lo más pronto posible, para preservar la reseña histórica de lo que hay ahí”, destacó Gío Argáez.

Al exponer algunos resultados de su investigación, Gío Argáez mencionó que esa localidad, ubicada en los límites de Puebla y Oaxaca, en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, es una comunidad con apenas 150 habitantes, cuenta con un museo de sitio, donde exhiben fósiles y muestras de carácter arqueológico, las cuales, en colaboración con estudiantes de servicio social de la FC, limpiaron, ordenaron y acomodaron en forma sistemática para su apreciación.

En su participación, Huellas de Pterosaurio en la formación de San Juan Raya (Cretácico Inferior), Puebla, México, organizada por el CCADET, el decano de los profesores de paleontología de la FC precisó que el pueblo de San Juan Raya dio nombre a la unidad litoestratigráfica, formación con espesor de hasta mil 250 metros de material acumulado durante más de 10 millones de años y una extensión de casi 100 kilómetros, resultado del movimiento de bloques continentales.

Al respecto, recordó que durante una visita con personal de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, de España –con quien dirige un proyecto científico sobre la paleoicnología del Cretácico temprano en Puebla, en colaboración con el CCADET–, y con la ayuda de pobladores que sabían dónde se ubicaban las improntas, “localizamos 17 nuevos registros de icnitas, un descubrimiento trascendente porque no se había reportado, para esa edad, ese tipo de organismos, los pterodáctilos”.

Esos dichos organismos no fueron dinosaurios voladores, sino reptiles voladores, un grupo de animales extraordinariamente exitoso que vivió cerca de 200 millones de años y los primeros vertebrados en conquistar el aire; sus alas estaban recubiertas por una pequeña pelusa semejante a la de los polluelos, el dedo anular creció mucho y le sirvió de soporte para su ala. Tenía una longitud de 12 metros de largo y hasta la fecha no se sabe si caminaba en cuatro patas, por el tamaño que alcanzó.

Para desplazarse por tierra o aire tenían una mecánica estructural compleja que les permitía caminar o volar y obtener su alimento a ras del mar.

Dentro de los estudios encontraron 174 huellas de vertebrados, 41 corresponden a Pterosaurios, de éstas últimas tomaron medidas y distancias entre cada una de ellas con la ayuda de un software especial lo que permitió obtener mayor precisión en los datos.

El grupo de investigación se encuentra en proceso de elaboración de un catálogo de fósiles, en la actualización de las descripciones y en la reconstrucción de espacios para búsqueda de restos óseos del Mesozoico.

Créditos: UNAM-DGCS-210-2014

Proceso orgánico reduce en un 30% uso de pesticidas.

 
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7 de Diciembre del 2012
Según los cultivadores de plátano del país, con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.
De acuerdo con la Federación Nacional de Productores de Plátano (Fedeplátano), este ha sido un sector de gran relevancia socioeconómica para la seguridad alimentaria y la generación de empleo en el campo en Colombia, pues unas 57 mil familias viven de este.
Datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) indican que de 395.431 hectáreas sembradas durante el 2002, 13.899 (el 3,5%) correspondieron a siembras para exportación y el resto (el 96,4%), a cultivos para consumo interno y que su rendimiento promedio fue de 7,8 toneladas por hectárea.
Sin embargo, pese a su productividad, las dificultades fitosanitarias y los bajos niveles de inversión en el cultivo afectan su rendimiento y comercialización. “La falta de adecuación de las fincas, el tipo de renovación y la actual forma de fertilización ocasionan pérdida de competitividad en los mercados internacionales”, afirma Silverio González, gerente general de Fedeplátano.
Estas barreras, según investigadores de la UN en Palmira, pueden comprometer la meta de aumentar la eficiencia de los platanales, pues enfermedades como la sigatoka negra y el moko han destruido un 50% del área sembrada, aumentando el costo de producción por hectárea de 1,5 millones de pesos a 6 millones.
Por eso, científicos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y de la UN en Palmira evaluaron la fertilización biorgánica (FBO), práctica agrícola que usa métodos preventivos biológicos para limitar la aparición de enfermedades y plagas.
“Quisimos favorecer la prevención dando información precisa sobre las condiciones socioeconómicas en los sistemas de producción; ofrecer alternativas de control basadas en la gestión de residuos orgánicos y la biodiversidad; y proponer una evaluación económica y medioambiental para asegurar la apropiación por parte de los agricultores”, asegura la profesora Elena Velásquez de la UN en Palmira.
El método utilizó dos tipos de materiales orgánicos: uno de lenta descomposición –especies forrajeras arbóreas de la región– y otro de rápida –el estiércol proveniente de la producción ganadera–. Finalmente, se introducen lombrices nativas de tierra, que son robustas, muy fecundas y crecen rápido.
Según Fedeplátano, este tipo de biofertilización logró reducir en un 30% el uso de fertilizantes de síntesis química y nematicidas. Asimismo, los investigadores constataron un incremento de la diversidad de la macrofauna de 600 a 2.600 en el número de individuos por metro cuadrado. Así, mejoraron la calidad física, química y biológica del suelo.
El profesor Patrick Lavelle del CIAT, asegura que con los tratamientos se estableció un posible equilibrio entre poblaciones de nematodos fitoparásitos y saprofitos (que se alimentan de material muerto).
“Estos últimos contribuyen a regular la presencia de los primeros, lo que  permite inferir que si se promueve la actividad biológica del suelo, los problemas causados por los fitoparásitos podrán ser menores; lo cual es importante para que las plantas puedan resistir el ataque de estos microorganismos”.
Dados estos resultados, Fedeplátano promueve actualmente el método desarrollado por la UN y el CIAT entre los cultivadores de plátano del país. “Su adopción permitirá reducir costos en las 40 mil hectáreas de plátano en el país, minimizar la contaminación ambiental y contribuir a la seguridad alimentaria del planeta”, concluye Silverio González.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.

Con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.

7 de Diciembre del 2012

Según los cultivadores de plátano del país, con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.

De acuerdo con la Federación Nacional de Productores de Plátano (Fedeplátano), este ha sido un sector de gran relevancia socioeconómica para la seguridad alimentaria y la generación de empleo en el campo en Colombia, pues unas 57 mil familias viven de este.

Datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) indican que de 395.431 hectáreas sembradas durante el 2002, 13.899 (el 3,5%) correspondieron a siembras para exportación y el resto (el 96,4%), a cultivos para consumo interno y que su rendimiento promedio fue de 7,8 toneladas por hectárea.

Sin embargo, pese a su productividad, las dificultades fitosanitarias y los bajos niveles de inversión en el cultivo afectan su rendimiento y comercialización. “La falta de adecuación de las fincas, el tipo de renovación y la actual forma de fertilización ocasionan pérdida de competitividad en los mercados internacionales”, afirma Silverio González, gerente general de Fedeplátano.

Estas barreras, según investigadores de la UN en Palmira, pueden comprometer la meta de aumentar la eficiencia de los platanales, pues enfermedades como la sigatoka negra y el moko han destruido un 50% del área sembrada, aumentando el costo de producción por hectárea de 1,5 millones de pesos a 6 millones.

Por eso, científicos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y de la UN en Palmira evaluaron la fertilización biorgánica (FBO), práctica agrícola que usa métodos preventivos biológicos para limitar la aparición de enfermedades y plagas.

“Quisimos favorecer la prevención dando información precisa sobre las condiciones socioeconómicas en los sistemas de producción; ofrecer alternativas de control basadas en la gestión de residuos orgánicos y la biodiversidad; y proponer una evaluación económica y medioambiental para asegurar la apropiación por parte de los agricultores”, asegura la profesora Elena Velásquez de la UN en Palmira.

El método utilizó dos tipos de materiales orgánicos: uno de lenta descomposición –especies forrajeras arbóreas de la región– y otro de rápida –el estiércol proveniente de la producción ganadera–. Finalmente, se introducen lombrices nativas de tierra, que son robustas, muy fecundas y crecen rápido.

Según Fedeplátano, este tipo de biofertilización logró reducir en un 30% el uso de fertilizantes de síntesis química y nematicidas. Asimismo, los investigadores constataron un incremento de la diversidad de la macrofauna de 600 a 2.600 en el número de individuos por metro cuadrado. Así, mejoraron la calidad física, química y biológica del suelo.

El profesor Patrick Lavelle del CIAT, asegura que con los tratamientos se estableció un posible equilibrio entre poblaciones de nematodos fitoparásitos y saprofitos (que se alimentan de material muerto).

“Estos últimos contribuyen a regular la presencia de los primeros, lo que  permite inferir que si se promueve la actividad biológica del suelo, los problemas causados por los fitoparásitos podrán ser menores; lo cual es importante para que las plantas puedan resistir el ataque de estos microorganismos”.

Dados estos resultados, Fedeplátano promueve actualmente el método desarrollado por la UN y el CIAT entre los cultivadores de plátano del país. “Su adopción permitirá reducir costos en las 40 mil hectáreas de plátano en el país, minimizar la contaminación ambiental y contribuir a la seguridad alimentaria del planeta”, concluye Silverio González.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Cangrejo rey podría estar amenazado en Islas del Rosario.

 
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La identificación del genoma del cangrejo rey para estudiar la especie, es el objetivo de los investigadores de la UN.
La identificación del genoma del cangrejo rey para estudiar la especie, es el objetivo de los investigadores de la UN.

7 de Noviembre del 2012

Investigadores de la UN buscan descifrar el genoma de este crustáceo, así como comparar las poblaciones del Caribe continental e insular, para ver si hay alguna relación entre estas.

Néstor Campos, profesor de la Universidad Nacional de Colombia e integrante del grupo de investigación, explicó que el problema de la especie es que tiene una distribución muy restringida; en el Caribe colombiano solo han sido registradas en Islas del Rosario, Cartagena, San Bernardo y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

El equipo de investigadores estudió las poblaciones de Providencia, Islas del Rosario y San Bernardo. Por ahora, han encontrado diferencias entre las poblaciones que existen en el continente y las de Providencia, que resultaron ser mucho más grandes.

Lo que preocupa es que, al parecer, el recurso está siendo sometido a una explotación muy grande en Islas del Rosario. Sin embargo, esto lo terminarán de evaluar cuando tengan los resultados finales de la investigación.

También detectaron una gran incidencia de enfermedades en los cangrejos de Providencia, algo que no habían encontrado en ningún otro lugar del Caribe colombiano, pues hallaron un gusano que se come los huevos del cangrejo.

“Los registros que existen de este tipo de parásitos están solamente en Canadá, California y recientemente en Brasil, aquí no se tenía conocimiento de esto. Es muy preocupante porque el animal prácticamente vive pegado a la hembra. Aunque los cangrejos al crecer mudan, botan su caparazón y apéndices, cuando las hembras llegan a la madurez no mudan más, entonces no tienen mecanismos para liberarse de ese parásito y se convierte en algo permanente que está depredando los huevos de la hembra”, precisó el investigador.

El cangrejo rey es de los más grandes que hay en el Caribe colombiano, alcanza un ancho de 18 centímetros. Su  importancia radica en que es una especie con un sabor muy agradable. “En Providencia no es consumible, pero en Islas del Rosario sí lo están capturando mucho porque es una carne delicada y sabrosa”, señaló Campos, quien añadió que la especie puede estar amenazada en Islas del Rosario por las capturas, pero que en Providencia, posiblemente, esté a merced de amenazas naturales, lo que deben determinar con el estudio.

Estudiarlos sin afectarlos

El principio del proyecto es no matar a los animales, por lo que los investigadores diseñaron un equipo para sujetarlos sin dañarlos; así que ellos se desplazan hacia los sitios donde están los animales, los capturan, los miden, los pesan y les toman  una fotografía para aplicar la metodología denominada morfometría geométrica (con el fin de comparar las formas de los animales) y les desprenden un apéndice, lo que no constituye problema para el animal y, finalmente, se devuelven los animales al medio, aclaró Campos.

Los cangrejos tienen diferentes apéndices en el cuerpo y los que están en la parte final están desarrollados para cargar los huevos; estudiando esta parte fue como detectaron el parásito.

El grupo de investigación espera tener los resultados a principios del 2013 para entregarlos a Colciencias.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html