


27 de Septiembre del 2012
Con este programa académico de la UN en Palmira, que tiene más de veinte años de experiencia, el sector agrícola del departamento se ha visto beneficiado.
Gracias a la colaboración de una planta docente de la más alta calidad, este programa ha sobresalido por sus innumerables contribuciones al sector agropecuario de la región y del país.
Es una experiencia de más de setenta años —desde la creación del primer pregrado en Ingeniería Agrícola en Medellín— que demuestra que la UN ha desarrollado proyectos que han contribuido al manejo racional de los recursos naturales al servicio de la producción alimentaria del país.
En Palmira, el programa académico se creó en el año de 1991, luego de haber cooperado de manera conjunta con la Universidad del Valle, en la formulación de una carrera de excelentes calidades. Desde allí, cientos de egresados han ayudado a fortalecer el sector.
El profesor Carlos Alberto Escobar Chalarca, su director, sostiene: “Nuestros profesionales son los ingenieros del campo, aquellas personas encargadas de hacer todas las obras de infraestructura en los cultivos. Son profesionales que manejan todo un territorio para garantizar una producción agropecuaria que sea sustentable y racional con la oferta ambiental”.
En el campo investigativo, la carrera ha contribuido al estudio de suelos y aguas a través de abordajes sobre fertilidad, manejo y almacenamiento de aguas, procesos agrícolas, mejoramiento de maquinaria y producción limpia, entre otras. Así, ha fortalecido el sector agropecuario en el departamento.
“Somos profesionales que, sin duda alguna, hemos aportado al fortalecimiento del agro a nivel departamental y nacional”, señala Escobar.
Actualmente, este programa académico, que tiene cerca de 220 estudiantes activos, se encuentra en proceso de autoevaluación para renovar la acreditación de alta calidad, otorgada por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) del Ministerio de Educación Nacional.
“Este proceso es de vital importancia, pues este nos permitirá identificar nuestras oportunidades, fortalezas y amenazas, para elaborar un plan de mejoramiento continuo”, dice el profesor Escobar.
Para el directivo, la necesidad de acreditarse radica en demostrar que la carrera tiene más fortalezas que debilidades. “Este proceso implica ratificarnos como la mejor universidad del país, y es de suma importancia para darle un perfil laboral a los egresados”.
Semestralmente, recibe entre cuarenta y cincuenta estudiantes y cuenta con reconocidos investigadores cuyas actividades están ligadas al campo de acción de la Ingeniería Agrícola, principalmente en las áreas de suelos y aguas, maquinaria y mecanización, agroindustrias específicas, medioambiente y energía.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Desde 1991, cientos de egresados han contribuido a fortalecer el sector agropecuario en todo el país.
27 de Septiembre del 2012
Con este programa académico de la UN en Palmira, que tiene más de veinte años de experiencia, el sector agrícola del departamento se ha visto beneficiado.
Gracias a la colaboración de una planta docente de la más alta calidad, este programa ha sobresalido por sus innumerables contribuciones al sector agropecuario de la región y del país.
Es una experiencia de más de setenta años —desde la creación del primer pregrado en Ingeniería Agrícola en Medellín— que demuestra que la UN ha desarrollado proyectos que han contribuido al manejo racional de los recursos naturales al servicio de la producción alimentaria del país.
En Palmira, el programa académico se creó en el año de 1991, luego de haber cooperado de manera conjunta con la Universidad del Valle, en la formulación de una carrera de excelentes calidades. Desde allí, cientos de egresados han ayudado a fortalecer el sector.
El profesor Carlos Alberto Escobar Chalarca, su director, sostiene: “Nuestros profesionales son los ingenieros del campo, aquellas personas encargadas de hacer todas las obras de infraestructura en los cultivos. Son profesionales que manejan todo un territorio para garantizar una producción agropecuaria que sea sustentable y racional con la oferta ambiental”.
En el campo investigativo, la carrera ha contribuido al estudio de suelos y aguas a través de abordajes sobre fertilidad, manejo y almacenamiento de aguas, procesos agrícolas, mejoramiento de maquinaria y producción limpia, entre otras. Así, ha fortalecido el sector agropecuario en el departamento.
“Somos profesionales que, sin duda alguna, hemos aportado al fortalecimiento del agro a nivel departamental y nacional”, señala Escobar.
Actualmente, este programa académico, que tiene cerca de 220 estudiantes activos, se encuentra en proceso de autoevaluación para renovar la acreditación de alta calidad, otorgada por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) del Ministerio de Educación Nacional.
“Este proceso es de vital importancia, pues este nos permitirá identificar nuestras oportunidades, fortalezas y amenazas, para elaborar un plan de mejoramiento continuo”, dice el profesor Escobar.
Para el directivo, la necesidad de acreditarse radica en demostrar que la carrera tiene más fortalezas que debilidades. “Este proceso implica ratificarnos como la mejor universidad del país, y es de suma importancia para darle un perfil laboral a los egresados”.
Semestralmente, recibe entre cuarenta y cincuenta estudiantes y cuenta con reconocidos investigadores cuyas actividades están ligadas al campo de acción de la Ingeniería Agrícola, principalmente en las áreas de suelos y aguas, maquinaria y mecanización, agroindustrias específicas, medioambiente y energía.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html