Tag Archives: iifl

NUEVO DIRECTOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
La Junta de Gobierno de la UNAM designó a Alberto Vital Díaz como director del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) para el periodo 2013-2017.
Al darle posesión del cargo, Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades de esta casa de estudios, felicitó a la comunidad de esa entidad por su participación en el proceso e invitó a unir esfuerzos alrededor de la nueva administración.
En su oportunidad, Vital Díaz comentó que asume el cargo con responsabilidad y entusiasmo e instó a los integrantes del instituto a unir tareas para mantener el liderazgo en la materia.
Ante académicos, estudiantes y trabajadores reunidos en el Aula Magna del IIFL, planteó que un eje fundamental de su gestión será el trabajo intenso e invitó a incrementar la productividad.
Tenemos la voluntad y asumimos el reto de difundir el conocimiento para extender los beneficios de la investigación a la sociedad, subrayó.
Trayectoria
Vital Díaz es egresado de la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. Cuenta con estudios de maestría en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.
Es doctor en Letras por la Universidad de Hamburgo, Alemania, en el área de Hispanística. Obtuvo mención honorífica en sus exámenes de licenciatura y maestría y Sehr gut en el examen de doctorado.
Entre sus líneas de investigación se encuentran la lírica de Rainer María Rilke; Una lectura hermenéutica, el rescate de textos de literatura mexicana; La teoría de la literatura; Estética de la recepción y la Literatura hispanoamericana, en especial Jorge Luis Borges y Pablo Neruda.
Ha publicado 16 libros de autoría única en estudios literarios y de investigación aplicada en didáctica de la literatura y enseñanza de la lengua, más de 10 capítulos de libros, una decena de artículos especializados en revistas con arbitraje, un libro de rescate editado y nueve antologías, y presentado más de 60 ponencias y conferencias.
Ha sido merecedor de las becas Salvador Novo para escritores jóvenes, concedida por el Centro Mexicano de Escritores y de la otorgada por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM para realizar estudios e investigación de maestría.
En el ámbito docente participa en el Posgrado en Letras de la Universidad Nacional, donde ha conducido el seminario de Literatura Comparada.
Créditos: UNAM-DGCS-722-2013

UNAM03122013-1La Junta de Gobierno de la UNAM designó a Alberto Vital Díaz como director del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) para el periodo 2013-2017.

Al darle posesión del cargo, Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades de esta casa de estudios, felicitó a la comunidad de esa entidad por su participación en el proceso e invitó a unir esfuerzos alrededor de la nueva administración.

En su oportunidad, Vital Díaz comentó que asume el cargo con responsabilidad y entusiasmo e instó a los integrantes del instituto a unir tareas para mantener el liderazgo en la materia.

Ante académicos, estudiantes y trabajadores reunidos en el Aula Magna del IIFL, planteó que un eje fundamental de su gestión será el trabajo intenso e invitó a incrementar la productividad.

Tenemos la voluntad y asumimos el reto de difundir el conocimiento para extender los beneficios de la investigación a la sociedad, subrayó.

Trayectoria

Vital Díaz es egresado de la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. Cuenta con estudios de maestría en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.

Es doctor en Letras por la Universidad de Hamburgo, Alemania, en el área de Hispanística. Obtuvo mención honorífica en sus exámenes de licenciatura y maestría y Sehr gut en el examen de doctorado.

Entre sus líneas de investigación se encuentran la lírica de Rainer María Rilke; Una lectura hermenéutica, el rescate de textos de literatura mexicana; La teoría de la literatura; Estética de la recepción y la Literatura hispanoamericana, en especial Jorge Luis Borges y Pablo Neruda.

Ha publicado 16 libros de autoría única en estudios literarios y de investigación aplicada en didáctica de la literatura y enseñanza de la lengua, más de 10 capítulos de libros, una decena de artículos especializados en revistas con arbitraje, un libro de rescate editado y nueve antologías, y presentado más de 60 ponencias y conferencias.

Ha sido merecedor de las becas Salvador Novo para escritores jóvenes, concedida por el Centro Mexicano de Escritores y de la otorgada por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM para realizar estudios e investigación de maestría.

En el ámbito docente participa en el Posgrado en Letras de la Universidad Nacional, donde ha conducido el seminario de Literatura Comparada.

Créditos: UNAM-DGCS-722-2013

Revela el poco vocabulario en adolescentes, la falta de lectura

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Aurelia Vargas Valencia, directora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Aurelia Vargas Valencia, directora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.

13 de noviembre de 2011

• Utilizan jóvenes entre 300 y mil 500 palabras para comunicarse; en el caso de hablantes cultos, suelen emplear alrededor de cinco mil vocablos, aunque su conocimiento pasivo de voces sea de 10 mil ó 12 mil
• No sólo la carencia de lectura, sino de comprensión de la misma, así como estrategias inapropiadas, son motivos del pobre vocabulario, aseguró Aurelia Vargas Valencia, directora del IIFL de la UNAM

Nuestro país padece no sólo un déficit de lectura, sino una carencia acentuada en el nivel de comprensión. El bajo índice de estas habilidades se presenta por igual en niños, jóvenes y adultos, señaló Aurelia Vargas Valencia, directora del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM.

“Según cifras de la SEP, se habla de seis millones de analfabetas, pero creo que el número se incrementa si consideramos que hay una cantidad mayor de funcionales; me refiero a aquellas personas que, aunque saben leer, no comprenden adecuadamente los contenidos”, precisó.

La también docente de la Facultad de Derecho (FD), atribuyó la responsabilidad de esta problemática a las técnicas de enseñanza de la lengua. “Los métodos actuales nos conducen a una forma mecánica de aprendizaje y conocimiento de la lengua española, porque pretendemos que el estudiante lea rápido y de manera irreflexiva”.

Al pie de la letra

Para la investigadora y docente en letras clásicas, es importante no imponer la lectura a los niños. “Hay que comenzar por leerles en voz alta y acompañarlos con afecto en el proceso de adquirir el gusto por ella. La enseñanza clásica siempre ha sido predicar con el ejemplo”, dijo.

Asimismo, propuso que la lectura inicie con lo ejemplar, lo clásico, el canon de los autores reconocidos universalmente.

“Me permito mencionar autores en los que han mostrado interés: comenzar por Homero y Virgilio, o los escritores de tragedia como Esquilo, Sófocles y Eurípides, o de comedia como Aristófanes. Lo mismo pasa con autores de poesía amorosa como Ovidio, o de epigramas como Marcial, de fábulas como Esopo y Fedro”, enumeró.

“En Europa, aunque también de forma disminuida, aún prevalece el cultivo de las humanidades clásicas, fundamento de las actuales, pero aquí la perdimos a lo largo del siglo XX. Así es que no es leer por leer, sino lo que se debe. No es sólo lo cuantitativo y lo mecánico, sino lo cualitativo”, expresó.

Sin lectura no hay vocabulario

Una de las consecuencias manifiestas es la pobre inclusión de palabras en el vocabulario de los jóvenes. La académica lamentó la siguiente cifra al contrastarla con las más de 80 mil palabras del idioma español.

“Aunque es difícil hacer un cálculo preciso sobre la cantidad de un estudiante de nivel medio, contamos con datos que fluctúan entre 300 y mil 500 palabras, aunque hay que distinguir entre el número de voces que se emplean y el conocimiento pasivo de las mismas. En el caso de hablantes cultos, por ejemplo, los trabajos tradicionales de léxico señalan que suelen emplear alrededor de cinco mil vocablos, aunque su conocimiento pasivo sea de 10 mil ó 12 mil”, explicó.

Día Nacional del Libro

El atrevido pincel del artista novohispano del siglo XVIII, Miguel Cabrera, no erró en reproducir gráficamente a Sor Juana Inés de la Cruz, en su habitáculo, rodeada de libros, entre ellos, de Aristóteles y Galeno.

Hace 32 años se estableció el 12 de noviembre como fecha para conmemorar el Día Nacional del Libro, con el propósito de divulgar la lectura en el país, y rememorar el natalicio de la poetisa mexicana.

“Sor Juana Inés de la Cruz fue una mujer ejemplar, culta, no sólo destaca en las letras hispanas, sino que es profunda conocedora de la tradición clásica en México, y por otro lado, muy sensible al conocimiento de las lenguas autóctonas de nuestro país; nos vincula tanto con pueblos de Europa, como de América”, refirió la profesora de Latín en la FD.

El futuro del libro en México

El libro en México comparte su protagonismo con la modalidad electrónica; al respecto, la universitaria aseguró que no debe existir una rivalidad, porque pueden complementarse.

“En la actualidad conviven; en algunos aspectos gana terreno el electrónico, sobre todo entre los jóvenes; no obstante, los alumnos universitarios distinguen entre lo que deben buscar en soporte impreso, porque es más confiable que el digital. Sin embargo, existe un gran sector que sigue lo digital como fuente única, y eso ya es preocupante”, concluyó.

Créditos: unam.mx/boletin/667/2011

Julio Pimentel, autor del primer diccionario latino-español hecho en México

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Julio Pimentel Álvarez, designado investigador emérito del Instituto de Investigaciones Filológicas.
Julio Pimentel Álvarez, designado investigador emérito del Instituto de Investigaciones Filológicas.

17 de mayo de 2011

• Otorga la UNAM emeritazgo a este lexicólogo del IIFL

Es un latinista eminente, traductor literario, lexicólogo, etimólogo, editor crítico de textos clásicos latinos y de documentos latinos escritos en México, autor del primer diccionario latino-español hecho en nuestro país y segundo en Latinoamérica, y en especial, experto en la obra de Cicerón. Es Julio Pimentel Álvarez, designado investigador emérito del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL).

Para él, “esto de las ideas, del pensamiento, no tiene patria ni está limitado por el tiempo”. Por eso, aquel orador y filósofo clásico, piensa y dice, trasciende su época y su espacio. ¿Quién no ha escuchado en alguna ocasión: “Errar es propio de cualquier hombre, de ninguno, sino del necio, perseverar en el error”? (Cuiusvis hominis est errare, nullius nisi insipientis in errore perseverare). La frase es de Cicerón, está en uno de sus discursos políticos, dijo el universitario.

Mucho de su pensamiento, aseguró, “anda por ahí”. Se le encuentra en la antigüedad misma, también en la Edad Media o el Renacimiento, en todas partes. “Siempre ha sido uno de los autores antiguos romanos más leídos, de los más comentados y hasta de los más criticados”.

Desde que era un estudiante de bachillerato y desde su ingreso a la Facultad de Filosofía y Letras (1966) se inclinó por ese autor. “Leía sus textos, me gusta mucho su estilo, su manera de escribir; por algo se le considera uno de los prosistas más grandes de todos los tiempos y es el gran maestro de retórica, de oratoria”.

Pero de la obra de Cicerón, a Julio Pimentel no sólo le gusta cómo está escrita, sino lo que está escrito, y califica sus discursos como bellísimos y de interés aún fuera del ámbito de la literatura, pues para la historia y la política, también son ilustrativos.

“Me agradan sus cartas, de estilo simple, pero informativas de la época y, sobre todo, me gustan sus Tratados Filosóficos por su contenido”, insistió.

Pimentel Álvarez estudió la licenciatura en Letras Clásicas, y se decidió por ella, porque antes había estudiado latín y griego, y desde entonces, le gustaron ambas lenguas, pero de forma principal la latina.

En 1968 fue invitado por la Coordinación de Humanidades, aunque no sabe cómo o por qué, a tomar el Pre-seminario de traducción latina, el cual, por supuesto, cursó. Así, sin concluir la carrera, recibió el nombramiento de “investigador a contrato”, que debía renovar cada año.

En esa época, conoció al humanista Rubén Bonifaz Nuño, quien lo acogió como a su hijo académico. “Asesoró mis tesis de licenciatura, maestría y doctorado, y poco a poco, avancé”.

Con la licenciatura concluida recibió el nombramiento de medio tiempo, y poco después, el de tiempo completo. “Por años, el maestro Bonifaz fue mi asesor como investigador, aprendí de él y le debo mucho; siempre me estimuló”. Pero llegó el momento en que su mentor le dijo que era tiempo de emprender el vuelo solo, y “me mandó a volar”, según recordó.

Ya antes, había comenzado a dar clases en la Escuela Nacional Preparatoria. Ocurrió el mismo día que ingresó a la Facultad como alumno. “Pensaron que era apto para enseñar auque no tuviera el título. Era bastante joven”. Luego fue docente en el Colegio de Ciencias y Humanidades, desde los inicios de esa entidad.

Después, gracias a Bonifaz Nuño entró a la Facultad a impartir cátedra y, “desde entonces, estoy ahí y en el Instituto de Investigaciones Filológicas; en 1985, obtuve nombramiento de investigador Titular C de Tiempo Completo”.

Aunque por aquellas épocas disfrutaba tanto de la investigación como de la docencia, en los últimos años prefiere lo primero por razones de salud. No obstante, a pesar del cansancio continúa con las enseñanzas del latín.

El emérito consideró que la actual es una época de crisis en ciertas áreas, y que se le da mucha importancia a la tecnología; alguien es importante según lo material (no las ideas) que produzca. Y así se han sofocado las letras clásicas y, en general, las humanidades.

Sin embargo, dijo, noto una especie de renacimiento, porque los pensamientos, que mueven al mundo, se “defienden”.

En la actualidad, trabaja en dos proyectos: una obra de Cicerón llamada Las leyes, como siempre, con un estudio introductorio, una edición crítica del texto latino, traducción y notas, que podría concluir este año.

Y la Retórica Cristiana (Italia, 1579) de Diego Valadés, misionero franciscano en la Nueva España, formado en tierras mexicanas, donde se ordenó sacerdote y varios años después fue enviado a Roma; aquí, escribió ese libro para contribuir a la educación de nuevos misioneros: les dice qué deben saber y, a su vez, cómo enseñarlo.

Por último, dijo que ser nombrado emérito de la UNAM “es un honor muy grande, que valoro, que aprecio mucho. Lo siento como una ocasión para refrendar mis sentimientos de gratitud hacia una institución que me ha dado muchísimo”.
Créditos: UNAM-DGCS-289-2011/unam.mx

Para evitar un accidente con rieles corroídos se selló la tumba de Pakal

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

 Lápida de la tumba de Pakal.
Lápida de la tumba de Pakal.

7 de febrero de 2011

• Dañados por la humedad y el paso del tiempo, los dispositivos, que mantenían suspendida la lápida para separarla del sarcófago, corrían el riesgo de caer y destruirla, advirtió Guillermo Bernal Romero, del Centro de Estudios Mayas del IIFl de la UNAM
• Tras retirar las piezas afectadas, la lápida quedó sobre el sarcófago, como originalmente dispusieron los mayas del periodo Clásico, hace mil 300 años

Para evitar un accidente con los rieles que mantenían suspendida la lápida de la tumba de Pakal, que la separaban del sarcófago que contiene los restos del monarca maya, los dispositivos fueron retirados y la placa de piedra volvió a sellar los vestigios, como dispusieron los mayas del periodo Clásico hace mil 300 años.

Los rieles metálicos, explicó Guillermo Bernal Romero, académico del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) de la UNAM, estaban corroídos por la humedad característica de Palenque, Chiapas, y por el paso del tiempo, pues fueron instalados luego que el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubriera, en 1952, la tumba dentro del Templo de las Inscripciones.

Suspender la lápida y separarla del sarcófago fue necesario entonces para poder analizar el ajuar, los glifos, relieves y otras inscripciones contenidas en ambas piezas funerarias.

Pero, actualmente, los arqueólogos cuentan con suficientes muestras y datos para estudiar la tumba sin necesidad de correr el riesgo de que los rieles se rompan y dejen caer la lápida sobre el sarcófago, con los consecuentes daños a uno de los tesoros arqueológicos más significativos de Palenque. Por ello, especialistas de esta casad estudios y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) los retiraron.

Entre julio y octubre de 2010, se sustituyeron por vigas de madera, para luego colocar la lápida directamente sobre el sarcófago, como lo hicieron los mayas.

La labor requirió casi 40 horas de maniobras subterráneas dentro de la cámara funeraria, y logró colocar en su sitio original la lápida, una losa monolítica de siete toneladas de peso, 2.20 metros de ancho y 3.60 metros de largo.

Estos trabajos se realizaron bajo la supervisión Rogelio Rivero Chong, subdirector de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH y restaurador, y de Abraham Roberto Sánchez Ramírez, jefe del Laboratorio de Estructuras y Materiales del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

Guillermo Bernal Romero, académico del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) de la UNAM.
Guillermo Bernal Romero, académico del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) de la UNAM.

Cerrada al público desde 2004

Aunque desde 2004 los visitantes no pueden entrar a la cámara funeraria en la zona arqueológica de Palenque, existen dos réplicas exactas para que el público conozca este vestigio maya, explicó Bernal Romero.

“Una de ellas está en el Museo Nacional de Antropología, en la Ciudad de México, donde también está el ajuar original que cubría los restos del rey Pakal. La otra, la construimos en el museo de sitio Alberto Ruz Lhuillier, en la zona arqueológica de Palenque”, detalló.

El especialista en grafología maya consideró que el cierre al público es una adecuada medida de conservación, pues la entrada masiva a la cámara funeraria y la extrema humedad del sitio han ocasionado graves daños en el estuco que rodea la tumba.

“Cerrada para el público, se mantiene el nivel de temperatura y humedad, evitando más daños. Y con las réplicas se ofrece al público una idea clara y didáctica de ese vestigio maya”, finalizó.
Créditos: UNAM-DGCS-0077-2011/unam.mx