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Ley Estatutaria de Salud, por un derecho fundamental.

 
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24 de Octubre del 2012
En el contexto de las iniciativas presentadas en el Congreso de la República, los expertos debatieron en UN Análisis* de UN Radio el tema la salud como derecho fundamental.
Mario Hernández, profesor del Doctorado Interfacultades de Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del Observatorio para la Equidad en Calidad de Vida y Salud de Bogotá, explicó: “hay distintas maneras de comprender ese derecho; por ello, hoy tenemos en el Senado tres proyectos de ley estatutaria que pretenden garantizarlo y uno en la Cámara de Representantes que dice proceder en el mismo sentido. La población debe entender que aunque se hable de derecho, hay diferentes maneras de definir sus contenidos”.
La salud es un derecho para todos, no un servicio público desligado de sus dimensiones como derecho fundamental. Sin embargo, Hernández señaló: “hay dos iniciativas que pretenden restringir el derecho al contenido de un paquete de beneficios costo-efectivo, lo cual va a superar la crisis financiera porque el problema es el no POS (Plan Obligatorio de Salud). Y otros dos proyectos, que plantean lo contrario, es decir, que debe haber una ampliación del contenido esencial del derecho a la salud; de acuerdo con el bloque constitucional también debe incluir los aspectos de las condiciones de vida saludable, la participación social y ciudadana, la autonomía y la libertad individual, además de la atención médica”.
En ese sentido, la atención médica va ser considerada un bien transable: dos proyectos avanzan en esa profundización del modelo mercado regulado y que supone estabilizar financieramente al Estado; y otras dos iniciativas dicen lo contrario: cambiar de estructura del sistema, desmercantilizar esa relación, recuperar el papel del Estado, así como el carácter de recursos públicos y universalizar.
Al respecto, Óscar Useche, sociólogo, economista y profesor de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, precisó: “ya se va logrando un consenso con respecto a que la crisis de la salud no tiene fondo; es necesario tomar medidas fuertes porque la Ley 100 no es el marco que se quisiera tener, porque lo que se da es un proceso de financiación de la salud. Se trata de la ambigüedad que la Constitución dejó, que no fuese asociado como un derecho fundamental sino ligado a otros, lo que llevó a lo que tenemos hoy y al fracaso de un proyecto de reforma que abre paso a varias propuestas”.
Según el ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, el proyecto de ley estatutario de la unidad nacional busca disminuir el contenido del plan, una forma de organización distinta de las EPS y trata de que los hospitales sean más eficientes y se comporten más como empresas. En diferente medida, el otro sector –la comisión de seguimiento a la Sentencia 760 de 2008– con participación de la sociedad civil, busca demostrar que la lógica misma de competencia y extracción del lucro en todas las actividades de salud es lo que está llevando al debacle del sistema y construye una propuesta que quita lucro; no habría EPS con una integración de los recursos de cotización y de impuestos, sino con una asignación territorial.
Por su parte, Jaime Arias, director de la Asociación Colombiana de Medicina Integral (Acemi), indicó: “antes que un tema salud lo que tenemos es una definición política y económica, algunos la defienden desde el neoclasicismo o neoliberalismo y otros son más estatistas; lo que debemos es tener una discusión civilizada. Estamos ante un entramado legal alrededor del sistema de salud, hay por lo menos 12 proyectos, entre ellos el estatutario que busca establecer un derecho fundamental que no tiene discusión y debe ser reglamentado”.
Seguidamente, Álvaro Casallas, profesor de la Facultad de Medicina de la UN, expresó: “el diagnóstico esta hecho, venimos hablando de la crisis de la salud agudizada en los últimos dos años hasta el punto de pensar que es un sistema inviable, pero es algo que se ha acumulado a través del tiempo”.
Finalmente, Jaime Gañán Echavarría, docente y coordinador de la Cátedra Abierta de Seguridad Social y Salud de la Universidad de Antioquia, aseguró: “necesitamos un nuevo modelo de salud; las evidencias de tipo científico, académico y estatal revelan cifras que demuestran un sistema colapsado y para mejorarlo debe haber una concertación entre los actores”.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Jaime Gañán Echavarría: “necesitamos un nuevo modelo de salud”.

Jaime Gañán Echavarría: “necesitamos un nuevo modelo de salud”.

24 de Octubre del 2012

En el contexto de las iniciativas presentadas en el Congreso de la República, los expertos debatieron en UN Análisis* de UN Radio el tema la salud como derecho fundamental.

Mario Hernández, profesor del Doctorado Interfacultades de Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del Observatorio para la Equidad en Calidad de Vida y Salud de Bogotá, explicó: “hay distintas maneras de comprender ese derecho; por ello, hoy tenemos en el Senado tres proyectos de ley estatutaria que pretenden garantizarlo y uno en la Cámara de Representantes que dice proceder en el mismo sentido. La población debe entender que aunque se hable de derecho, hay diferentes maneras de definir sus contenidos”.

La salud es un derecho para todos, no un servicio público desligado de sus dimensiones como derecho fundamental. Sin embargo, Hernández señaló: “hay dos iniciativas que pretenden restringir el derecho al contenido de un paquete de beneficios costo-efectivo, lo cual va a superar la crisis financiera porque el problema es el no POS (Plan Obligatorio de Salud). Y otros dos proyectos, que plantean lo contrario, es decir, que debe haber una ampliación del contenido esencial del derecho a la salud; de acuerdo con el bloque constitucional también debe incluir los aspectos de las condiciones de vida saludable, la participación social y ciudadana, la autonomía y la libertad individual, además de la atención médica”.

En ese sentido, la atención médica va ser considerada un bien transable: dos proyectos avanzan en esa profundización del modelo mercado regulado y que supone estabilizar financieramente al Estado; y otras dos iniciativas dicen lo contrario: cambiar de estructura del sistema, desmercantilizar esa relación, recuperar el papel del Estado, así como el carácter de recursos públicos y universalizar.

Al respecto, Óscar Useche, sociólogo, economista y profesor de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, precisó: “ya se va logrando un consenso con respecto a que la crisis de la salud no tiene fondo; es necesario tomar medidas fuertes porque la Ley 100 no es el marco que se quisiera tener, porque lo que se da es un proceso de financiación de la salud. Se trata de la ambigüedad que la Constitución dejó, que no fuese asociado como un derecho fundamental sino ligado a otros, lo que llevó a lo que tenemos hoy y al fracaso de un proyecto de reforma que abre paso a varias propuestas”.

Según el ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, el proyecto de ley estatutario de la unidad nacional busca disminuir el contenido del plan, una forma de organización distinta de las EPS y trata de que los hospitales sean más eficientes y se comporten más como empresas. En diferente medida, el otro sector –la comisión de seguimiento a la Sentencia 760 de 2008– con participación de la sociedad civil, busca demostrar que la lógica misma de competencia y extracción del lucro en todas las actividades de salud es lo que está llevando al debacle del sistema y construye una propuesta que quita lucro; no habría EPS con una integración de los recursos de cotización y de impuestos, sino con una asignación territorial.

Por su parte, Jaime Arias, director de la Asociación Colombiana de Medicina Integral (Acemi), indicó: “antes que un tema salud lo que tenemos es una definición política y económica, algunos la defienden desde el neoclasicismo o neoliberalismo y otros son más estatistas; lo que debemos es tener una discusión civilizada. Estamos ante un entramado legal alrededor del sistema de salud, hay por lo menos 12 proyectos, entre ellos el estatutario que busca establecer un derecho fundamental que no tiene discusión y debe ser reglamentado”.

Seguidamente, Álvaro Casallas, profesor de la Facultad de Medicina de la UN, expresó: “el diagnóstico esta hecho, venimos hablando de la crisis de la salud agudizada en los últimos dos años hasta el punto de pensar que es un sistema inviable, pero es algo que se ha acumulado a través del tiempo”.

Finalmente, Jaime Gañán Echavarría, docente y coordinador de la Cátedra Abierta de Seguridad Social y Salud de la Universidad de Antioquia, aseguró: “necesitamos un nuevo modelo de salud; las evidencias de tipo científico, académico y estatal revelan cifras que demuestran un sistema colapsado y para mejorarlo debe haber una concertación entre los actores”.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Propuesta para un nuevo sistema de salud.

 
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8 de Octubre del 2012
La solidaridad y una visión universalista de los derechos podrían ayudar a superar la crisis del sector.
¿Qué duda cabe sobre la profundidad de la crisis de la salud en Colombia? Los actores del sistema y los analistas coinciden sobre los problemas, pero no sobre las causas ni, por lo tanto, las soluciones. Se presentan tres opciones, reconocidas por el exdirector del Doctorado en Salud Pública Saúl Franco de la UN en un artículo publicado recientemente en la revista Razón Pública: continuar con ajustes puntuales, sin entrar en una nueva reforma; efectuar una, pero solo de manera superficial; o pasar a un nuevo sistema. La decisión no es solo técnica o financiera, dependerá también de la dinámica sociopolítica actual.
La primera opción consiste en unas “medidas de salvamento”, entre las cuales están: la oferta de “créditos” del Estado a las empresas promotoras de salud (EPS); la “nacionalización” transitoria, para recapitalizar a las que tengan problemas de liquidez y después devolverlas a sus dueños; la disminución del número de competidores; y la agilización del flujo de recursos.
La segunda opción propone otra reforma del Sistema General de Seguridad Social en Salud para ajustar algunos aspectos de su funcionamiento. La ley estatutaria pretende reglamentar el derecho a la salud, en el marco del actual esquema, como un “plan de beneficios”, en apariencia, muy amplio, pero con prestaciones “costo-efectivas de valor terapéutico demostrables y determinadas como estrictamente necesarias en el marco de guías y protocolos de atención”, aunque supuestamente respeta la autonomía médica (Proyecto de ley estatutaria n.º 48 de 2012, arts. 8.º y 9.º, parágrafo).
Finalmente, la alternativa de un nuevo sistema se ha venido construyendo desde finales de los años noventa, cuando se hizo evidente que el modelo de aseguramiento implantado por la Ley 100 de 1993 mostraba pésimos resultados e inequidades. El Movimiento Nacional por la Salud y la Seguridad Social (MNSSS), conformado desde 2001, y la Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia han avanzado en una campaña de movilización social denominada “Octava papeleta: ¡voz y voto por tus derechos! Salud y seguridad social, derecho fundamental”, en la que 78.310 ciudadanos y ciudadanas han expresado su deseo de un nuevo esquema.
Derecho fundamental
La propuesta se basa en tres ejes fundamentales. 1) La declaración de la salud como un derecho fundamental, de carácter universal y no atado a la capacidad de pago de las personas, más allá de la atención de la enfermedad. 2) La organización del sistema a cargo del Estado en el recaudo y manejo de los recursos, sin intermediación financiera ni de EPS y con perspectiva poblacional y territorial. 3) El desarrollo de un nuevo modelo de atención que permita desarrollar una verdadera perspectiva preventiva, integral, intersectorial y universal.
Se organizaría a partir del financiamiento público, integrado por cotizaciones e impuestos; y su asignación equitativa a nivel territorial se haría mediante fondos territoriales administrados conforme a las necesidades de las personas.
En los departamentos se integrarían las redes de servicios y se desarrollaría la estrategia de atención primaria en salud (APS), que ha demostrado ser una gran herramienta para mejorar condiciones de vida y para prevenir y controlar a tiempo las enfermedades.
La cédula sería suficiente para ser atendido. No habría planes de beneficios, sino tres límites razonables del derecho a la atención: los servicios suntuarios o cosméticos, los bienes y servicios en experimentación y los que sean prestados en el exterior, pero se puedan prestar en el país.
Los hospitales públicos se fortalecerían con una planta de trabajadores y profesionales estable y de buena calidad, que serían el eje de la prestación de servicios. El sector privado se dedicaría a complementar los productos prestados por la red pública y habría políticas de control de precios de medicamentos y tecnologías, de formación de personal en todos sus niveles, así como de ciencia, tecnología en innovación, a través de redes universitarias de servicios de salud en los territorios.
Pero la decisión depende de grandes pactos políticos promovidos por sectores organizados de la sociedad. Si esos sectores le apuntan a la solidaridad y a una visión universalista de los derechos, los congresistas no tendrán otra opción que responder a sus exigencias, en medio de la crisis de legitimidad que los agobia.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La precaria atención se evidencia en el padecimiento de las personas para recibir una atención digna y oportuna.

La precaria atención se evidencia en el padecimiento de las personas para recibir una atención digna y oportuna.

8 de Octubre del 2012

La solidaridad y una visión universalista de los derechos podrían ayudar a superar la crisis del sector.

¿Qué duda cabe sobre la profundidad de la crisis de la salud en Colombia? Los actores del sistema y los analistas coinciden sobre los problemas, pero no sobre las causas ni, por lo tanto, las soluciones. Se presentan tres opciones, reconocidas por el exdirector del Doctorado en Salud Pública Saúl Franco de la UN en un artículo publicado recientemente en la revista Razón Pública: continuar con ajustes puntuales, sin entrar en una nueva reforma; efectuar una, pero solo de manera superficial; o pasar a un nuevo sistema. La decisión no es solo técnica o financiera, dependerá también de la dinámica sociopolítica actual.

La primera opción consiste en unas “medidas de salvamento”, entre las cuales están: la oferta de “créditos” del Estado a las empresas promotoras de salud (EPS); la “nacionalización” transitoria, para recapitalizar a las que tengan problemas de liquidez y después devolverlas a sus dueños; la disminución del número de competidores; y la agilización del flujo de recursos.

La segunda opción propone otra reforma del Sistema General de Seguridad Social en Salud para ajustar algunos aspectos de su funcionamiento. La ley estatutaria pretende reglamentar el derecho a la salud, en el marco del actual esquema, como un “plan de beneficios”, en apariencia, muy amplio, pero con prestaciones “costo-efectivas de valor terapéutico demostrables y determinadas como estrictamente necesarias en el marco de guías y protocolos de atención”, aunque supuestamente respeta la autonomía médica (Proyecto de ley estatutaria n.º 48 de 2012, arts. 8.º y 9.º, parágrafo).

Finalmente, la alternativa de un nuevo sistema se ha venido construyendo desde finales de los años noventa, cuando se hizo evidente que el modelo de aseguramiento implantado por la Ley 100 de 1993 mostraba pésimos resultados e inequidades. El Movimiento Nacional por la Salud y la Seguridad Social (MNSSS), conformado desde 2001, y la Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia han avanzado en una campaña de movilización social denominada “Octava papeleta: ¡voz y voto por tus derechos! Salud y seguridad social, derecho fundamental”, en la que 78.310 ciudadanos y ciudadanas han expresado su deseo de un nuevo esquema.


Derecho fundamental

La propuesta se basa en tres ejes fundamentales. 1) La declaración de la salud como un derecho fundamental, de carácter universal y no atado a la capacidad de pago de las personas, más allá de la atención de la enfermedad. 2) La organización del sistema a cargo del Estado en el recaudo y manejo de los recursos, sin intermediación financiera ni de EPS y con perspectiva poblacional y territorial. 3) El desarrollo de un nuevo modelo de atención que permita desarrollar una verdadera perspectiva preventiva, integral, intersectorial y universal.

Se organizaría a partir del financiamiento público, integrado por cotizaciones e impuestos; y su asignación equitativa a nivel territorial se haría mediante fondos territoriales administrados conforme a las necesidades de las personas.

En los departamentos se integrarían las redes de servicios y se desarrollaría la estrategia de atención primaria en salud (APS), que ha demostrado ser una gran herramienta para mejorar condiciones de vida y para prevenir y controlar a tiempo las enfermedades.

La cédula sería suficiente para ser atendido. No habría planes de beneficios, sino tres límites razonables del derecho a la atención: los servicios suntuarios o cosméticos, los bienes y servicios en experimentación y los que sean prestados en el exterior, pero se puedan prestar en el país.

Los hospitales públicos se fortalecerían con una planta de trabajadores y profesionales estable y de buena calidad, que serían el eje de la prestación de servicios. El sector privado se dedicaría a complementar los productos prestados por la red pública y habría políticas de control de precios de medicamentos y tecnologías, de formación de personal en todos sus niveles, así como de ciencia, tecnología en innovación, a través de redes universitarias de servicios de salud en los territorios.

Pero la decisión depende de grandes pactos políticos promovidos por sectores organizados de la sociedad. Si esos sectores le apuntan a la solidaridad y a una visión universalista de los derechos, los congresistas no tendrán otra opción que responder a sus exigencias, en medio de la crisis de legitimidad que los agobia.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html