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CUATRO CIÉNEGAS, SITIO CON MAYOR RIQUEZA DE LIBÉLULAS EN NORTEAMÉRICA

 
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cuatrocienegas23 de julio de 2014

Un equipo científico encabezado por Enrique González Soriano, jefe del Departamento de Zoología del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, ha determinado que Cuatro Ciénegas, Coahuila, con 61 especies registradas, es el sitio más rico en libélulas de la región que va desde el norte de México hasta Canadá.

Se trata de un área con una concentración especial (un punto caliente, hotspot) de biodiversidad, quizás la más importante de todo Norteamérica.

En Estados Unidos hay sitios famosos por su alta diversidad, ejemplo de ello es el área de Trans Pecos, al oeste del Río Pecos, en Texas, donde se tienen registradas alrededor de 40 especies, pero luego de estudiar la zona coahuilense, se encontró que su fauna rivaliza con algunas del trópico mexicano. “Por ejemplo, ahí hay más especies que en Huautla, Morelos, y eso es sorprendente, por tratarse de un desierto”.

Se descubrió, incluso, una nueva especie del género Libellula, endémica no sólo de México y Coahuila, sino específicamente de Cuatro Ciénegas.

Las especies ahí encontradas se caracterizan por ser parecidas a las reportadas en el desierto de Chihuahua y relacionadas con la del sur de Texas y parte de Arizona. La riqueza biológica es extraordinaria; al inicio de la investigación, coordinada por la Facultad de Ciencias de la UNAM, en 2010, “calculé la posible existencia de alrededor de 30 especies de libélulas, pero con el tiempo salieron más y más”, relató González Soriano.

Coahuila tenía carencia de estudios faunísticos, que fueron subsanados por un grupo de especialistas de Estados Unidos que hicieron levantamientos y dieron a conocer un listado preliminar. Con el trabajo de los universitarios mexicanos pasó a ser una entidad bien analizada para ese orden animal, con alrededor de 85 especies reportadas.

La investigación en Cuatro Ciénegas, liderada desde hace casi tres lustros por Valeria Souza, del Instituto de Ecología de esta casa de estudios, ha encontrado en los cuerpos de agua de ese sitio un contenido antiguo, que alberga una fauna muy particular.

Se trata de una reserva natural, por lo que sus cuerpos de agua están protegidos, pero del otro lado del Valle de Cuatro Ciénegas la industria lechera extrae el líquido y eso pone en peligro la riqueza biológica. Perderla, calificó Enrique González, sería una desgracia. “Para México, sería una merma grande en el aspecto biológico; lo que ahí se requiere es un uso más racional del recurso”.

Odonata

Las libélulas conforman un orden pequeño, Odonata, dentro de la clase Insecta, en comparación con otros, enormes, como los coleópteros, que tienen alrededor de 350 mil especies.

En el mundo existen cerca de seis mil especies de libélulas, y en México hay alrededor de 355, de las cuales, 41 son endémicas. “Por regla general, en nuestro país se encuentra aproximadamente el 10 por ciento de la diversidad mundial de varios grupos de plantas y animales, pero en este caso es un poco menos, alrededor de siete por ciento”. Su mayor diversidad dentro del territorio nacional se ubica en las áreas tropicales.

Se trata de insectos acuáticos. En general, las hembras depositan los huevos directamente en el agua o son insertados en la vegetación acuática sumergida; los ponen uno a uno con una pequeña “aguja” llamada ovipositor, o en paquete.

De ahí emergen las larvas que pasan por diversos estados, hasta que maduran; una vez que lo hacen, trepan por alguna roca o tallo de una planta, salen y ocurre la metamorfosis, de donde emerge un adulto con alas.

Los ciclos de vida pueden ser cortos; en algunas especies tropicales, desde que se deposita el huevo hasta que emerge el adulto, puede pasar alrededor de mes y medio; pero en zonas frías, altas, algunas larvas duran dentro del agua seis o siete años y los adultos viven mes o mes y medio.

En general, las del trópico húmedo vuelan todo el año; más al norte, donde las condiciones son cambiantes (con primaveras y veranos muy calientes, e inviernos muy severos), una parte del año, la más fría, no se ven adultos; todos permanecen como larvas dentro del agua.
El orden Odonata, explicó Enrique González Soriano, tiene dos grandes grupos: los de cuerpo delgado, que vuelan poco y se denominan “caballitos del diablo”, y los que son de uno más robusto y se caracterizan por mantener las alas abiertas cuando se paran y se les denomina “libélulas”.

Algunas, sobre todo estas últimas, las que pertenecen al suborden Anisoptera, tienen un vuelo poderoso. En ciertos casos, las más rápidas pueden alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora.

Hay libélulas tan pequeñas, de 21 milímetros, como algunas Ischnura, hasta gigantes, que miden 130 milímetros de envergadura alar, como Megaloprepuscaerulatus, que habita en las selvas húmedas. En México existen todas, no obstante, hay entidades federativas poco estudiadas.

Ése también era el caso de Tlaxcala, que de siete especies registradas hasta 2007, pasó recientemente a 31, luego del inventario realizado por el académico universitario y sus colaboradores; es decir, hubo un aumento de poco más de 300 por ciento. “Hoy es un estado mejor conocido en cuanto a su fauna”.

Entre los hallazgos realizados en ese sitio, se supo que la parte central de la entidad es donde se encuentra el mayor número de especies. También, se descubrió la posible existencia de algunas que tienen cierta variación morfológica respecto a los individuos de esas mismas especies que habitan en Morelos.

Es posible que sean crípticas, que morfológicamente aparenten ser la misma, pero con estudios de ADN se podrán diferenciar”, finalizó Enrique González Soriano.

Créditos: UNAM-DGCS-423-2014

Diseña UNAM humedal artificial del lago de San Juan de Aragón.

 
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13 de Diciembre del 2012
La Facultad de Química (FQ) de la UNAM diseñó un humedal artificial para el mejoramiento del agua del lago del bosque de San Juan de Aragón, puesto en marcha por autoridades universitarias y del gobierno del Distrito Federal (GDF).
Se trata de una planta única en su tipo en nuestro país y de las más grandes de América Latina (tiene una superficie de ocho mil 130 metros cuadrados), que permitirá producir más de dos mil 500 metros cúbicos de líquido de alta calidad al día.
Este humedal, desarrollado con tecnología 100 por ciento mexicana, busca mejorar las características hídricas de manera natural, mediante el filtrado y tratamiento biológico a través de vegetación acuática, superficial y sumergida, proveniente tanto de la planta de Tlacos, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, como del propio lago.
Fue desarrollado por el equipo de trabajo de Víctor Manuel Luna Pabello, investigador de la FQ, y contó con la participación de académicos y estudiantes de las facultades de Química, Ingeniería, Arquitectura y Ciencias, así como de los posgrados en Ingeniería, Biología y en Ciencias Bioquímicas de la UNAM.El proyecto consta de un sistema de conducción, un tanque sedimentador, un humedal terrestre y uno acuático, que proveen una calidad propia para contacto humano; además, representa un hábitat adecuado para fauna, especialmente aves, tanto residentes como migratorios.
Desde su desarrollo, el proyecto ya ha hecho posible el retorno de unas 16 especies de aves migratorias al lago, cuerpo de agua con una superficie de aproximadamente 12 hectáreas.
También, incrementa los servicios ambientales del bosque, como la regulación del microclima, incremento de la biodiversidad, captura de contaminantes y mejoramiento del entorno, además del potencial didáctico que se integrará a la oferta educativa y cultural del parque.
El costo de este sistema de saneamiento fue aportado por el Comité Técnico del Fideicomiso para Apoyar los Programas, Proyectos y Acciones para la Prevención y Control de la Contaminación Ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, del GDF.
Humedal artificial
Luna Pabello, del Laboratorio de Microbiología Experimental del Departamento de Biología de la FQ, explicó que este humedal, diseñado como una estructura semicircular sobre una superficie acuática de aproximadamente una hectárea, tiene múltiples ventajas respecto de otras tecnologías de tratamiento: es económico, estético y un reservorio de flora y fauna de la zona; no genera lodo, ruido, ni malos olores; no requiere altos consumos de energía eléctrica, y su tiempo de vida útil es largo.
Además, su diseño es compatible con el entorno, al emplear sistemas con base en filtros de plantas y microorganismos que eliminan los contaminantes mediante procesos naturales que depuran hasta alcanzar el nivel de calidad requerido para actividades recreativas.
“Antes de iniciar la construcción y definir sus características, se requirió conocer el tipo de suelo sobre el que se iba a construir, la superficie disponible para su instalación, la cantidad de agua requerida para sanear y la calidad que se deseaba obtener”, abundó Luna Pabello.
Una vez definido el modelo de esta tecnología novedosa, se sometió a licitación pública para llevar a cabo su construcción.
El universitario indicó que un humedal artificial es un sistema específicamente diseñado y construido por el hombre para tratar aguas residuales, que aumenta la capacidad depuradora o eficiencia del tratamiento mediante la optimización de los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en los ecosistemas de humedales naturales.
En la primera etapa del proyecto, las entidades involucradas llevaron a cabo análisis geoquímico de los sedimentos del lago, calidad del agua, fauna acuática, estudios asociados al composteo de residuos orgánicos generados por la rehabilitación lacustre, y de impacto ambiental, encaminados a determinar las afectaciones al ambiente, estos últimos a cargo de Química.
Los resultados determinaron que el lago presentaba azolvamiento por la presencia de corrientes discontinuas de sólidos suspendidos, además de acumulación de nitritos y nitrógeno amoniacal, contaminación orgánica y rastros de azufre en los sedimentos del fondo.
Además, mostraba un deterioro marcado, con más de 30 años sin recibir mantenimiento preventivo ni correctivo, por lo que podía representar un foco de infección para visitantes y fauna del lugar.
La propuesta planteada por Luna Pabello, con amplia experiencia en el diseño, construcción y operación de humedales artificiales (desarrolló uno similar que opera en los canales de Cuemanco), cobró relevancia y se presentó como la mejor opción para darle tratamiento natural a las aguas del lago. Ello propició que en 2009 se celebrara el convenio específico de colaboración entre la Secretaría de Medio Ambiente del GDF y la FQ para el diseño.
Boletín UNAM-DGCS-768
Ciudad Universitaria.
Se espera que el humedal no sólo eleve la calidad del líquido lacustre, sino que permite recuperar la flora y fauna del lugar.

Se espera que el humedal no sólo eleve la calidad del líquido lacustre, sino que permite recuperar la flora y fauna del lugar.

13 de Diciembre del 2012

La Facultad de Química (FQ) de la UNAM diseñó un humedal artificial para el mejoramiento del agua del lago del bosque de San Juan de Aragón, puesto en marcha por autoridades universitarias y del gobierno del Distrito Federal (GDF).

Se trata de una planta única en su tipo en nuestro país y de las más grandes de América Latina (tiene una superficie de ocho mil 130 metros cuadrados), que permitirá producir más de dos mil 500 metros cúbicos de líquido de alta calidad al día.

Este humedal, desarrollado con tecnología 100 por ciento mexicana, busca mejorar las características hídricas de manera natural, mediante el filtrado y tratamiento biológico a través de vegetación acuática, superficial y sumergida, proveniente tanto de la planta de Tlacos, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, como del propio lago.

Fue desarrollado por el equipo de trabajo de Víctor Manuel Luna Pabello, investigador de la FQ, y contó con la participación de académicos y estudiantes de las facultades de Química, Ingeniería, Arquitectura y Ciencias, así como de los posgrados en Ingeniería, Biología y en Ciencias Bioquímicas de la UNAM.El proyecto consta de un sistema de conducción, un tanque sedimentador, un humedal terrestre y uno acuático, que proveen una calidad propia para contacto humano; además, representa un hábitat adecuado para fauna, especialmente aves, tanto residentes como migratorios.

Desde su desarrollo, el proyecto ya ha hecho posible el retorno de unas 16 especies de aves migratorias al lago, cuerpo de agua con una superficie de aproximadamente 12 hectáreas.

También, incrementa los servicios ambientales del bosque, como la regulación del microclima, incremento de la biodiversidad, captura de contaminantes y mejoramiento del entorno, además del potencial didáctico que se integrará a la oferta educativa y cultural del parque.

El costo de este sistema de saneamiento fue aportado por el Comité Técnico del Fideicomiso para Apoyar los Programas, Proyectos y Acciones para la Prevención y Control de la Contaminación Ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, del GDF.


Humedal artificial

Luna Pabello, del Laboratorio de Microbiología Experimental del Departamento de Biología de la FQ, explicó que este humedal, diseñado como una estructura semicircular sobre una superficie acuática de aproximadamente una hectárea, tiene múltiples ventajas respecto de otras tecnologías de tratamiento: es económico, estético y un reservorio de flora y fauna de la zona; no genera lodo, ruido, ni malos olores; no requiere altos consumos de energía eléctrica, y su tiempo de vida útil es largo.

Además, su diseño es compatible con el entorno, al emplear sistemas con base en filtros de plantas y microorganismos que eliminan los contaminantes mediante procesos naturales que depuran hasta alcanzar el nivel de calidad requerido para actividades recreativas.

“Antes de iniciar la construcción y definir sus características, se requirió conocer el tipo de suelo sobre el que se iba a construir, la superficie disponible para su instalación, la cantidad de agua requerida para sanear y la calidad que se deseaba obtener”, abundó Luna Pabello.

Una vez definido el modelo de esta tecnología novedosa, se sometió a licitación pública para llevar a cabo su construcción.

El universitario indicó que un humedal artificial es un sistema específicamente diseñado y construido por el hombre para tratar aguas residuales, que aumenta la capacidad depuradora o eficiencia del tratamiento mediante la optimización de los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en los ecosistemas de humedales naturales.

En la primera etapa del proyecto, las entidades involucradas llevaron a cabo análisis geoquímico de los sedimentos del lago, calidad del agua, fauna acuática, estudios asociados al composteo de residuos orgánicos generados por la rehabilitación lacustre, y de impacto ambiental, encaminados a determinar las afectaciones al ambiente, estos últimos a cargo de Química.

Los resultados determinaron que el lago presentaba azolvamiento por la presencia de corrientes discontinuas de sólidos suspendidos, además de acumulación de nitritos y nitrógeno amoniacal, contaminación orgánica y rastros de azufre en los sedimentos del fondo.

Además, mostraba un deterioro marcado, con más de 30 años sin recibir mantenimiento preventivo ni correctivo, por lo que podía representar un foco de infección para visitantes y fauna del lugar.

La propuesta planteada por Luna Pabello, con amplia experiencia en el diseño, construcción y operación de humedales artificiales (desarrolló uno similar que opera en los canales de Cuemanco), cobró relevancia y se presentó como la mejor opción para darle tratamiento natural a las aguas del lago. Ello propició que en 2009 se celebrara el convenio específico de colaboración entre la Secretaría de Medio Ambiente del GDF y la FQ para el diseño.

Boletín UNAM-DGCS-768

Ciudad Universitaria.

Remodela UNAM, hospital veterinario de especialidades en fauna silvestre y etología clínica.

 
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El Hospital ofrece consulta médica a reptiles, mamíferos, anfibios e invertebrados; asesoría en el manejo, instalaciones, alimentación y reproducción, así como etología clínica en perros, gatos y otros animales de compañía.
El Hospital ofrece consulta médica a reptiles, mamíferos, anfibios e invertebrados; asesoría en el manejo, instalaciones, alimentación y reproducción, así como etología clínica en perros, gatos y otros animales de compañía.

11 de Septiembre del 2012

Ante el incremento en la demanda de sus servicios, el Hospital Veterinario de Especialidades en Fauna Silvestre y Etología Clínica, que cada año atiende, en promedio, a mil 200 animales, fue remodelado recientemente.

En la actualidad, este espacio ofrece consulta médica a reptiles, mamíferos, anfibios e invertebrados; asesoría en el manejo, instalaciones, alimentación y reproducción, así como etología clínica (problemas conductuales) en perros, gatos y otros animales de compañía: prevención, diagnóstico y tratamiento por medio de consultas, sesiones prácticas y seguimientos.

Perteneciente a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), el hospital se localiza dentro de las instalaciones de esta entidad, en Ciudad Universitaria, y su personal está integrado por académicos altamente capacitados, de reconocido prestigio nacional e internacional, que trabajan con el apoyo de alumnos de licenciatura y posgrado, quienes efectúan servicio social, estancias de entrenamiento, residencias e internados.

En la inauguración de las nuevas instalaciones, Anne Sisto, y jefa del Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio (DEFSAL), responsable del hospital, explicó que desde 1994 la Facultad brinda servicios en fauna silvestre, y a partir del 2003, en etología clínica.

Sin embargo, aclaró, lo hacía dentro de lo que actualmente es el Hospital Veterinario de Especialidades en Pequeñas Especies. La demanda de estos servicios se ha incrementado cada vez más, de tal manera que en agosto de 2008 se inauguró la primera fase, que contaba con dos consultorios y una recepción.

Ante autoridades, académicos, alumnos y empleados administrativos, la universitaria se dijo satisfecha porque la ampliación de este espacio repercutirá directamente en el mejoramiento y fortalecimiento de los programas académicos de licenciatura y posgrado: servicio social, estancias, especializaciones y maestrías, entre otros.

Por su parte, Francisco Trigo Tavera, secretario de Desarrollo Institucional de la UNAM y ex director de la Facultad, consideró que este es un servicio importante para la sociedad, la cual se beneficia, por un lado, al traer a sus animales y recibir un servicio médico de calidad y, por otro, con la formación de médicos veterinarios zootecnistas y especialistas.

Con María Elena Trujillo Ortega, directora de la FMVZ, Trigo Tavera comentó que uno de los grandes aciertos de esta facultad es “dar continuidad a los proyectos académicos y administrativos iniciados en otros periodos”.

Nuevos espacios y servicios

Con la ampliación y remodelación, el hospital cuenta con las siguientes áreas y equipo, la mayoría, nuevo: Recepción, Consultorio de Etología Clínica (como parte de la consulta, se realiza la prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas de comportamiento de animales de compañía) y Jardín de Cinopraxis, en el que se llevan a cabo técnicas de modificación conductual como complemento de las terapias, así como el entrenamiento y condicionamiento, acorde al problema que tenga; además, se les enseñan ejercicios de adiestramiento para tener perros socialmente responsables.

Asimismo, Consultorio de Fauna Silvestre; como parte de la consulta, se determina si el animal requiere de atención básica o es necesario pasarlo a hospitalización, y Área de Hospitalización y Terapéutica; cuenta con equipo de ambiente controlado, tres jaulas para pequeños mamíferos, dos para grandes reptiles o mamíferos, dos para grandes mamíferos, e incubadoras o cajas de hospitalización para reptiles, anfibios e invertebrados.

Esta última área tiene diversas secciones: Diagnóstico (alberga equipo como microscopios ópticos y estereoscópicos; centrífuga. para correr muestras sanguíneas de manera rápida; sistema de microondas, para calentar soluciones, preparar medicaciones y alimentos, y refractometría).

También, Terapia intensiva (tiene incubadora), Área negra (con equipo de profilaxis dental para pequeños mamíferos como hurones, erizos, cuyos y conejos, principalmente), Área gris (se preparan los académicos y pacientes antes de ingresar a quirófano, cuenta con autoclave para la esterilización del equipo y aparato de anestesia inhalada), y Área de quirófano.

Los nuevos horarios del hospital son, en Etología Clínica: lunes de 10 a 13 horas; martes, miércoles y jueves, de 10 a 18 horas, y viernes, de 10 a 14 horas, y en Fauna Silvestre: lunes a viernes de 10 a 17 horas, previa cita al teléfono 56 22 59 41, extensión 115.

Boletín UNAM-DGCS-558

Ciudad Universitaria.

La pérdida de biodiversidad pone en peligro la existencia humana

 
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Se estima que actualmente el planeta tiene menos del 10 por ciento del total de especies que han existido, señaló Juan Núñez Farfán, investigador del IE de la UNAM
Se estima que actualmente el planeta tiene menos del 10 por ciento del total de especies que han existido, señaló Juan Núñez Farfán, investigador del IE de la UNAM

07 de Agosto de 2012

De no hacer algo para conservar la biodiversidad del planeta, la supervivencia humana corre el peligro de extinguirse, advirtió Juan Núñez Farfán, investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, quien sostuvo que esa riqueza se pierde de manera más acelerada a la formación de especies nuevas, y la causa más importante es la destrucción o pérdida de hábitats.

La humanidad afecta la diversidad de la Tierra porque agota sus recursos naturales; en muchos países como el nuestro, el desarrollo está basado en la explotación no sustentable de los ecosistemas, afirmó.

En el futuro, conseguirlos puede dar origen a guerras. “A pequeña escala, lo observamos en nuetro país con la usurpación de recursos forestales o problemas limítrofes. Debido al tamaño de las poblaciones, llegará el momento en que no podamos consumir productos del mar por su contaminación, y eso a su vez, puede generar hambruna en muchas partes del orbe”, señaló.

La diversidad biológica tiene varios niveles, desde los ecosistemas, hasta las variantes genéticas de las poblaciones, pero se estima que actualmente el planeta tiene menos del 10 por ciento del total de especies que han existido, subrayó.

La extinción ha sido una constante en la historia, pero los humanos la han acelerado. Una amenaza la constituye la introducción de especies exóticas o invasoras, que irrumpen en las comunidades, alteran las interacciones bióticas y provocan el desplazamiento y pérdida de las endémicas, recalcó.

Sin embargo, aclaró, no se puede precisar cuáles son las más afectadas, porque hasta ahora sólo se tienen bien registrados los organismos más visibles, como aves, mamíferos, anfibios y reptiles; otras especies o niveles de la biodiversidad han recibido menor atención.

Se podría decir que prácticamente todos los ecosistemas del mundo han sido afectados por la acción humana, y esta situación continuará porque cada vez hay más luchas por territorios y recursos, lo que implica la destrucción de esos sitios, sostuvo el ecólogo.

Los manglares, por ejemplo, son catalogados en México como amenazados, no porque sus tamaños poblacionales sean reducidos, sino porque tienen una presión constante; por ser el hogar de muchas especies, su destrucción puede implicar una extinción en cadena, refirió.

Algunos expertos consideran que este último fenómeno se relaciona también con el cambio climático global. Hipotéticamente, modificará la distribución de los ecosistemas terrestres; entonces, las especies podrían carecer de la diversidad genética necesaria para responder a esas variaciones y extinguirse.

Otra forma ocurriría si especies emparentadas, al alterar sus rangos de distribución, entran en contacto e intercambian genes. Este proceso, conocido como hibridación introgresiva, puede extinguir o producir la pérdida de adaptaciones.

Además, explicó, se supone que con el cambio climático las áreas de distribución de muchas especies cambiarán, migrarán, y tendrán contacto con las que comparten un pasado común; al fusionarse, a través del intercambio genético, algunas pueden desaparecer.

Este fenómeno no debería preocuparnos, porque en la evolución ha ocurrido con frecuencia; sin embargo, “en ocasiones se presentan adaptaciones muy particulares que se pueden perder a través de la “contaminación” de especies y la extinción genética de las mismas; los transgénicos son un caso particular de ello”, refirió el también profesor de la Facultad de Ciencias (FC).

Hoy en día, lo más valioso es saber que sí hay posibilidades de recuperar los ecosistemas. “Conocemos sus procesos de regenación natural, los cambios que ocurren después de catástrofes naturales, poseemos mejores herramientas para cuantificar la diversidad, tenemos una teoría evolutiva y ecológica sólida, que permitirá restaurar los procesos naturales; hacer biología de la conservación en su sentido más profundo”.

Pero debido a que los organismos se extinguen a una velocidad más alta que la tasa de especiación, se deben emprender acciones inmediatas para recuperar la diversidad biológica y los ecosistemas deteriorados. Además, si se investiga para determinar, por ejemplo, qué especies son potencialemente más perjudiciales, se puede evitar que afecten a otras, dijo.

El valor cultural y estético de la biodiversidad puede brindar opciones sustentables para las poblaciones humanas, además de los procesos ecosistémicos que producen recursos que les son útiles (agua, productos forestales y pesca, entre otros). “Como sociedad, deberemos apreciar nuestra diversidad, conocerla para usarla de forma racional, y fomentar su mantenimiento. Ello implica también valorar la investigación científica en este campo”, concluyó.

Boletín UNAM-DGCS-485
Ciudad Universitaria.