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Fármacos biotecnológicos: eficaces, pero costosos.

 
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25 de Octubre del 2012
Con la tecnología de su parte, estos nuevos medicamentos superan a los tradicionales en efectividad, pero resultan aún bastante caros. Por eso, se trabaja en desarrollar versiones más económicas.
Así lo anunció Huub Schellenkens, profesor la Universidad de Utrech (Holanda), en el marco de la conferencia “Fármacos biotecnológicos: criterios y tendencia de las normativas de la FDA y EMA”.
Tras la actividad académica, organizada por el Instituto de Biotecnología de la UN (IBUN), el especialista dijo que esta será la dinámica futura gracias a la garantía que ofrecen esta clase de medicamentos en términos de su actividad farmacológica.
“Al estudiar la calidad de los productos médicos originales y biosimilares en cada carga nueva, los datos de los análisis muestran que la calidad de estos últimos es más alta que la preparación original; pues son fabricados con tecnología actual, mientras que los originales, con una de hace 25 años”, explica.
Sin embargo, destaca que los fármacos biológicos son muy costosos y que su precio va en aumento. Por esta razón, señala, no se pueden tratar a los pacientes en Europa, y mucho menos a los de países en desarrollo. “Necesitamos versiones más baratas desde el punto de vista de salud pública”, afirma.
Con respecto al desarrollo de fármacos biotecnológicos en Colombia, asegura que la regulación que se está implementando desde el punto de vista científico tiene más sentido que las regulaciones europeas.
“Tiene la ventaja de evitar los errores que nosotros cometimos. Pues tratamos de insistir mucho en que el biosimilar fuera ciento por ciento igual de efectivo al original. Pero al final al paciente no le importa. Este busca seguridad y efectividad de la droga. No le interesa si sirve en un 80% como el original”, precisa.
Y agrega: “lo que he visto es la calidad de la ciencia aquí y que la gente que está involucrada en las regulaciones sabe de lo que está hablando”.
El trabajo de la UN
Por su parte, Claudia Patricia Vaca, profesora de la UN y asesora del Ministerio de Salud, expresa que esta cartera, en alianza con el IBUN, ha entendido la necesidad de abordar la regulación de este tipo de productos, pero a partir de los conceptos básicos asociados a lo científico.
Por eso, resalta lo relevante que resulta la visita del profesor Huub Schellenkens, a quien califica como una de las voces más reconocidas y autorizadas en el mundo y en Europa (tiene más de 300 artículos en revistas indexadas), para evaluar productos biológicos y biotecnológicos.
“Cuando decidimos hacer un proceso de entrenamiento, capacitación y educación sobre el tema de regulación, se pensó en él. Pero también en un grupo de investigadores de la Universidad de Río de Janeiro que son especialistas en la evaluación clínica de medicamentos de origen biológico, pues entendemos que este es un asunto de largo aliento”, cuenta.
Con respecto al desabastecimiento de fármacos para combatir el cáncer, dice que hay que tener en cuenta que esto ocurre en Europa y Estados Unidos, en donde escasean los medicamentos oncológicos de primera línea, los más baratos.
Sobre los biotecnológicos, los de última generación (los más costosos), dijo que solo deben ser usados cuando un paciente ha sido tratado con los de primera línea y no ha mostrado buenos resultados terapéuticos.
“Si esto llega a suceder, el país se vería obligado a usar los de segunda opción —que son entre 100 y 200 veces más caros— y colapsaría el sistema de salud”, aseveró.
María Teresa Reguero, investigadora del IBUN, informa que a este respecto la UN trabaja en varias líneas. Una de ellas es la obtención de este tipo de compuestos mediante asesorías a las industrias que quieren producirlos en Colombia (algunos anticuerpos monoclonales, básicamente).
“Hacemos desarrollos metodológicos para caracterizar estos fármacos, sobre todo cuando uno de sus problemas más críticos es la inmunogenicidad (su capacidad de desarrollar una respuesta inmune en el organismo). Por eso, contamos con expertos que trabajan en todos los aspectos relacionados con la evaluación de este asunto, como la profesora Lucy Gabriela Delgado, del departamento de Farmacia”, dice.
Además, trabajan aspectos de propiedad intelectual, patentes y productos libres de operaciones. “El enfoque es multidisciplinario: en estos productos trabajan farmacéuticos, ingenieros, biotecnólogos, entre otros”, puntualiza.
La profesora Vaca manifiesta que, en el tema regulatorio y en la validación de técnicas de control y de calidad, el IBUN hace un trabajo de apoyo sumamente significativo y que, además, es un aliado estratégico en ingeniería inversa (por ejemplo, para desarmar un producto biotecnológico y saber cómo se arma). “El Instituto es clave para que el país y la región tengan alternativas de este orden”, afirmó.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Conferencia "Fármacos biotecnológicos: criterios y tendencia de las normativas de la FDA y EMA".

Conferencia “Fármacos biotecnológicos: criterios y tendencia de las normativas de la FDA y EMA”.

25 de Octubre del 2012

Con la tecnología de su parte, estos nuevos medicamentos superan a los tradicionales en efectividad, pero resultan aún bastante caros. Por eso, se trabaja en desarrollar versiones más económicas.

Así lo anunció Huub Schellenkens, profesor la Universidad de Utrech (Holanda), en el marco de la conferencia “Fármacos biotecnológicos: criterios y tendencia de las normativas de la FDA y EMA”.

Tras la actividad académica, organizada por el Instituto de Biotecnología de la UN (IBUN), el especialista dijo que esta será la dinámica futura gracias a la garantía que ofrecen esta clase de medicamentos en términos de su actividad farmacológica.

“Al estudiar la calidad de los productos médicos originales y biosimilares en cada carga nueva, los datos de los análisis muestran que la calidad de estos últimos es más alta que la preparación original; pues son fabricados con tecnología actual, mientras que los originales, con una de hace 25 años”, explica.

Sin embargo, destaca que los fármacos biológicos son muy costosos y que su precio va en aumento. Por esta razón, señala, no se pueden tratar a los pacientes en Europa, y mucho menos a los de países en desarrollo. “Necesitamos versiones más baratas desde el punto de vista de salud pública”, afirma.

Con respecto al desarrollo de fármacos biotecnológicos en Colombia, asegura que la regulación que se está implementando desde el punto de vista científico tiene más sentido que las regulaciones europeas.

“Tiene la ventaja de evitar los errores que nosotros cometimos. Pues tratamos de insistir mucho en que el biosimilar fuera ciento por ciento igual de efectivo al original. Pero al final al paciente no le importa. Este busca seguridad y efectividad de la droga. No le interesa si sirve en un 80% como el original”, precisa.

Y agrega: “lo que he visto es la calidad de la ciencia aquí y que la gente que está involucrada en las regulaciones sabe de lo que está hablando”.


El trabajo de la UN

Por su parte, Claudia Patricia Vaca, profesora de la UN y asesora del Ministerio de Salud, expresa que esta cartera, en alianza con el IBUN, ha entendido la necesidad de abordar la regulación de este tipo de productos, pero a partir de los conceptos básicos asociados a lo científico.

Por eso, resalta lo relevante que resulta la visita del profesor Huub Schellenkens, a quien califica como una de las voces más reconocidas y autorizadas en el mundo y en Europa (tiene más de 300 artículos en revistas indexadas), para evaluar productos biológicos y biotecnológicos.

“Cuando decidimos hacer un proceso de entrenamiento, capacitación y educación sobre el tema de regulación, se pensó en él. Pero también en un grupo de investigadores de la Universidad de Río de Janeiro que son especialistas en la evaluación clínica de medicamentos de origen biológico, pues entendemos que este es un asunto de largo aliento”, cuenta.

Con respecto al desabastecimiento de fármacos para combatir el cáncer, dice que hay que tener en cuenta que esto ocurre en Europa y Estados Unidos, en donde escasean los medicamentos oncológicos de primera línea, los más baratos.

Sobre los biotecnológicos, los de última generación (los más costosos), dijo que solo deben ser usados cuando un paciente ha sido tratado con los de primera línea y no ha mostrado buenos resultados terapéuticos.

“Si esto llega a suceder, el país se vería obligado a usar los de segunda opción —que son entre 100 y 200 veces más caros— y colapsaría el sistema de salud”, aseveró.

María Teresa Reguero, investigadora del IBUN, informa que a este respecto la UN trabaja en varias líneas. Una de ellas es la obtención de este tipo de compuestos mediante asesorías a las industrias que quieren producirlos en Colombia (algunos anticuerpos monoclonales, básicamente).

“Hacemos desarrollos metodológicos para caracterizar estos fármacos, sobre todo cuando uno de sus problemas más críticos es la inmunogenicidad (su capacidad de desarrollar una respuesta inmune en el organismo). Por eso, contamos con expertos que trabajan en todos los aspectos relacionados con la evaluación de este asunto, como la profesora Lucy Gabriela Delgado, del departamento de Farmacia”, dice.

Además, trabajan aspectos de propiedad intelectual, patentes y productos libres de operaciones. “El enfoque es multidisciplinario: en estos productos trabajan farmacéuticos, ingenieros, biotecnólogos, entre otros”, puntualiza.

La profesora Vaca manifiesta que, en el tema regulatorio y en la validación de técnicas de control y de calidad, el IBUN hace un trabajo de apoyo sumamente significativo y que, además, es un aliado estratégico en ingeniería inversa (por ejemplo, para desarmar un producto biotecnológico y saber cómo se arma). “El Instituto es clave para que el país y la región tengan alternativas de este orden”, afirmó.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Método preciso para detectar atropina en la sangre

 
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La atropina es un alcaloide que se encuentra en las semillas de ciertas plantas como la Atropa belladonna.
La atropina es un alcaloide que se encuentra en las semillas de ciertas plantas como la Atropa belladonna.

20 de enero de 2012

Estudiantes del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional desarrollaron un método para hallar atropina en la sangre y así poder identificar casos de intoxicación con esta sustancia.

La atropina es un alcaloide que normalmente se encuentra en las semillas de ciertas plantas, como la Atropa belladonna, y que se usa como medicamento.

En casos donde se hacen fumigaciones con pesticidas hay personas que resultan intoxicadas; en estas circunstancias, se utiliza la atropina como antídoto. También es usada en los exámenes oftalmológicos para dilatar las pupilas y, en pocas ocasiones, es empleada para algunas cardiopatías.

Sin embargo, como medicamento en exceso o sin estar formulado puede producir intoxicación. Hasta ahora, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses no tenía la forma de determinar si una persona había sido afectada por esta sustancia.

En este caso, se desarrolló y validó una metodología altamente sensible para la detección de atropina en la sangre, empleando condiciones cromatográficas en las que se separan sus  distintos componentes para identificarlos y determinar sus cantidades precisas. Bajo estas condiciones, el método permite la cuantificación precisa del alcaloide, si lo hay, en el orden de nanogramos (cantidades muy pequeñas), y un resultado exacto si la persona tiene (o no) una concentración terapéutica o letal, resultado altamente útil en el análisis forense.

La atropina, al igual que la escopolamina, es una amina terciaria lípido soluble capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y ejercer algunos efectos sobre el sistema nervioso central. Del mismo modo, puede causar un síndrome central anticolinérgico, que se caracteriza por una progresión de síntomas, que van desde la desazón y alucinaciones hasta la sedación e inconsciencia.

Emilse Vargas, estudiante de Farmacia de la UN, y quien ayudó a desarrollar este método, explicó cómo puede afectar la atropina: “Tiende primero a deprimir y luego a excitar el sistema nervioso. Primero hay una inhibición de la frecuencia cardiaca y después un aumento. Puede presentarse visión borrosa, así como una disminución del movimiento intestinal y del control sobre la vejiga y el estómago”.

En los niños se puede presentar intoxicación por atropina en un caso de destilación conjuntival (así se llama cuando se aplican gotas en los ojos). Es probable que el alcaloide pase del ojo al conducto lagrimal, de aquí a la mucosa nasal y que, posteriormente, se absorba al cuerpo. Para un niño, 10 miligramos –dosis muy pequeña– pueden ser letales.

Desde ahora, Medicina Legal podrá –a través de este método–, determinar y decir, ante los jueces o la entidad correspondiente, si hubo o no una intoxicación por atropina.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Con la acacia farnesiana se podría combatir la malaria

 
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La acacia farnesiana podría contribuir al control e inhibición de la malaria.
La acacia farnesiana podría contribuir al control e inhibición de la malaria.

17 de diciembre de 2011

Un trabajo de maestría adelantado por estudiantes del Departamento de Farmacia logró constatar los principios activos de esta especie de acacia, que tendrían resultados positivos sobre la malaria.

La estudiante de la Maestría en Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Colombia Ada Zurima Daza indicó que el trabajo adelantado en el Laboratorio de Productos Naturales permitió hacer varias pruebas con extractos de la corteza de este árbol, bajo el mismo procedimiento de análisis con otros productos como las semillas de frutos usados en cosméticos. Es decir, se secan las muestras, se muelen, se hace el percolado y se obtiene el extracto.

“A este se le hacen diferentes fraccionamientos y se le aplica un solvente que puede ser hexano y/o etanol. Todo montado sobre una columna”, dijo.

Las fracciones se envían al Grupo Fametra de la UN, que trabaja en el estudio de antimaláricos y que hace los estudios biológicos con los extractos enviados.

“Fametra detectó que varias de esas fracciones arrojaron resultados positivos. El proceso indica que las vuelven a enviar al Laboratorio de Farmacia, con el fin de purificarlas y llegar a los diferentes compuestos o estructuras que sí se puedan usar como antimalárico”, afirmó la estudiante.

El estudio toma un largo plazo, porque depende de la evolución de las muestras. Cuando el compuesto funcione se envía a resonancia magnética nuclear, que puede ser protónica o de carbón, y se obtiene un espectro cromatográfico que dé cuenta de su estructura molecular futura.

“Definir la estructura del compuesto se puede demorar una semana o varios años. No es tan fácil. Después vendría su aplicación en vivo con ratones”, dijo el profesor Javier Rincón, director del Laboratorio de Productos Naturales.

La malaria

El profesor Rincón indicó que la actual temporada invernal dispara las cifras de la presencia del mosquito Anopheles, transmisor de la malaria. Por ello la importancia del estudio adelantado por el Departamento de Farmacia y la estudiante Daza.

La malaria, o “mala aria”, mal aire en italiano del medioevo, es disparada en el ser humano luego de la picadura del mosquito. El agente patógeno es el Plasmodium en sus diferentes versiones, que al ser inoculado por el insecto viaja por el torrente sanguíneo provocando fiebres altísimas y luego la muerte. Es conocida también como paludismo.

“Un millón 300 mil personas mueren cada año de paludismo; de estos, un 90% son niños menores de cinco años. Cada año se producen 396 millones de casos de paludismo. La mayor parte de la carga de morbilidad se registra en el África, al sur del Sahara (91% del total mundial)”, según el estudio de los doctores Feng, Xu y Joy, “Los orígenes y expansión del Plasmodium falciparum”, publicado por la revista Science en su número 300 (2003).

En América Latina el índice también es alto. En Bogotá, las autoridades distritales de salud anunciaron campañas masivas de vacunación para niños menores de 5 años, y se está a la expectativa una vez las inundaciones de Bosa y Kennedy desciendan. Podría dispararse la incubación de mosquitos transmisores de la malaria.

De acuerdo con un estudio adelantado por expertos de la Universidad de Oxford, se elaboró un mapa mundial donde se muestra el impacto de una variedad de Plasmodium mucho más resistente que el falciparum, aunque menos mortífero: el vivax.

Dice el portal del diario El Universal, de Caracas, que el pasado 6 de diciembre se presentó en Washington “el Proyecto Atlas de la Malaria (MAP)”, durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene (Astmh) que se celebra en Estados Unidos y será publicado en el número de diciembre de American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.

Dice el informe que, “cada año, unas 2.850 millones de personas corren riesgo de ser infectadas por esta variante. La India es uno de los puntos donde se concentra la amenaza, incluidas zonas urbanas como Mumbai, lo que según los expertos desmitifica que la malaria afecta solo a las zonas rurales. En Latinoamérica, la mayor preocupación afecta a un área muy extensa, aunque poco poblada, de la Amazonia Norte, que afecta sobre todo a Brasil. Sin embargo, el punto de acceso también incluye partes de Perú, Colombia y Venezuela, casi toda Nicaragua, y zonas de Honduras y Guatemala”.

A diferencia de los estudios del científico Manuel Elkin Patarroyo, quien utilizó síntesis de compuestos de proteína y los probó en micos del Amazonas, esta investigación adelantada por la UN se basa en los principios activos de las plantas, como la acacia farnesiana, una especie nativa colombiana de buena presencia en el Tolima (Armero) y los Santanderes.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co