Tag Archives: familia

El arte a través de la familia y la apatía política

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

artefamiliaypoliticaBogotá D. C., mar. 07 de 2014 – Agencia de Noticias UN- La política y la familia pueden ser base y fundamento para la instalación artística, por lo menos eso funcionó y le dio sentido a la obra Ausencia, de Ana Pantoja.

La estudiante de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia recopiló grabaciones de discursos y una imagen de archivo de su padre, Carlos Pantoja, líder político del sur de Colombia, para mostrar el letargo que hay en las nuevas generaciones en temas políticos.

La instalación combina la foto de su progenitor junto con las de dos periodistas, entre ellos el desaparecido Jorge Enrique Pulido, de quien también se incluye el registro de su voz. Mientras el audio avanza, la fotografía se expande y las personas en ella se desvanecen.

“Sin darnos cuenta criticamos al orador y poco a poco nos vamos alejando de él, generando un vacío, una apatía de lo que dice. Y ese proceso lo siento con los discursos políticos actuales, me estoy convirtiendo en una persona ajena de eso”, afirma la artista.

Al hablar del tema con su padre, quien fue alcalde de Ipiales (Nariño), concluye que ella hace parte de una generación en la que abundan personas de la vida pública que se caracterizan por no llevar sus propuestas a buen término.

“Cuando pequeña sentía mi vida familiar muy pública por la labor de mi padre, pero ahora soy apática a esa forma de darse a conocer. Si bien reconozco a mi padre como un gran dirigente, no puedo venderle esa imagen a nadie más”, añade Ana Pantoja.

Ella, junto con otros 13 alumnos de la Escuela de Artes Plásticas y Visuales, dio a conocer su instalación en la XIX Muestra de Trabajos de Grado de la U.N.

Familia desde el arte

Alejada de la política, pero más cercana al ámbito familiar es la instalación Tejiendo un Alma, de Luisa Fernanda López, quien a través del tejido, la fotografía digital y el video hace un relato sobre su embarazo, el cual en algunos aspectos parecía imposible.

La artista había sido operada de la columna, le extirparon una trompa de Falopio, tuvo un precáncer y un embarazo riesgoso que terminó en el nacimiento de su hijo prematuro.

Para la obra, la estudiante se tomó fotos digitales con la etapa de su gestación dividida por trimestres, a través del tejido hizo un collar con el que ella quiso “materializar” a su pequeño y en el video expuso el proceso de su realización.

“La espiral hecha con tejido simboliza tiempo, las fotos memoria y el video la remembranza de cada momento”, asegura.

Estas son obras que muestran que la creatividad plástica puede estar ligada a la vida de los autores, de una forma más evidente que en otras obras.

Créditos: UNAL-294-2014

UN de luto por muerte del profesor emérito Guillermo Hoyos.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
8 de Enero del 2013
Estudiantes, docentes y administrativos de la UN lamentan fallecimiento del profesor Guillermo Hoyos Vásquez –uno de los filósofos más importantes de Colombia– y ofrecen condolencias a sus familiares.
Oriundo de Medellín y doctor en Filosofía de la Universidad de Colonia (Alemania), Hoyos se desempeñó como docente de Filosofía por más de 20 años y fue decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la UN entre 1988 y 1990.
Además, fue miembro del consejo del Programa Nacional de Ciencias Humanas y Sociales de Colciencias, así como de la comisión de expertos de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI), coordinador del Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y director del Instituto Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Reconocido como el padre espiritual de, por lo menos, dos generaciones de filósofos e intelectuales del país en las áreas de la filosofía moral, de la política y del derecho. La Universidad le otorgó dos distinciones como profesor emérito y cinco como docente excepcional en el año 2000.
En declaraciones entregadas en meses anteriores, Patricia Santamaría, esposa de Hoyos, afirmó que el profesor recordaba con devoción a la UN y amaba su paso por la Institución, pues la consideraba la más importante del país. “Guillermo tiene un amor inmenso por la Universidad, y su deseo es que siga siendo la que represente al país”, dijo.
En diciembre de 2012, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) distinguió la trayectoria en el campo de la educación del filósofo con la Condecoración Simón Bolívar Orden Gran Maestro, Premio Vida y Obra por su labor y aporte a este sector durante todo su ejercicio profesional.
Jaime Arocha, en su columna de opinión del periódico El Espectador, afirma que Hoyos “se apartó de la tendencia imperante según la cual las horas que un profesor dedicaba a diseñar y a llevar a cabo una investigación consistían en una ‘descarga académica’. De ahí la libertad para los seminarios permanentes que dieron lugar a escuelas de pensamiento enriquecedoras de la docencia de pregrado, y seminarios para los posgrados”.
Ensayos, artículos y otras publicaciones hacen parte de la producción intelectual de Hoyos, quien durante su vida abordó temas de ética, educación, democracia, filosofía y liberalismo político, y dejó un legado para grupos y semilleros de investigación de la nación.
Crédito: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Guillermo Hoyos Vásquez, profesor emérito de la UN.

Guillermo Hoyos Vásquez, profesor emérito de la UN.

8 de Enero del 2013

Estudiantes, docentes y administrativos de la UN lamentan fallecimiento del profesor Guillermo Hoyos Vásquez –uno de los filósofos más importantes de Colombia– y ofrecen condolencias a sus familiares.

Oriundo de Medellín y doctor en Filosofía de la Universidad de Colonia (Alemania), Hoyos se desempeñó como docente de Filosofía por más de 20 años y fue decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la UN entre 1988 y 1990.

Además, fue miembro del consejo del Programa Nacional de Ciencias Humanas y Sociales de Colciencias, así como de la comisión de expertos de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI), coordinador del Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y director del Instituto Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

Reconocido como el padre espiritual de, por lo menos, dos generaciones de filósofos e intelectuales del país en las áreas de la filosofía moral, de la política y del derecho. La Universidad le otorgó dos distinciones como profesor emérito y cinco como docente excepcional en el año 2000.

En declaraciones entregadas en meses anteriores, Patricia Santamaría, esposa de Hoyos, afirmó que el profesor recordaba con devoción a la UN y amaba su paso por la Institución, pues la consideraba la más importante del país. “Guillermo tiene un amor inmenso por la Universidad, y su deseo es que siga siendo la que represente al país”, dijo.

En diciembre de 2012, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) distinguió la trayectoria en el campo de la educación del filósofo con la Condecoración Simón Bolívar Orden Gran Maestro, Premio Vida y Obra por su labor y aporte a este sector durante todo su ejercicio profesional.

Jaime Arocha, en su columna de opinión del periódico El Espectador, afirma que Hoyos “se apartó de la tendencia imperante según la cual las horas que un profesor dedicaba a diseñar y a llevar a cabo una investigación consistían en una ‘descarga académica’. De ahí la libertad para los seminarios permanentes que dieron lugar a escuelas de pensamiento enriquecedoras de la docencia de pregrado, y seminarios para los posgrados”.

Ensayos, artículos y otras publicaciones hacen parte de la producción intelectual de Hoyos, quien durante su vida abordó temas de ética, educación, democracia, filosofía y liberalismo político, y dejó un legado para grupos y semilleros de investigación de la nación.

Crédito: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Carnavalito de la UN, un cuento bien contado.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
18 de Septiembre del 2012
Niños del Jardín Infantil de la UN y del Colegio Iparm desfilaron por el campus de la UN exhibiendo sus disfraces, como preámbulo al Carnaval Universitario 2012, que empezará el próximo jueves.
Como una iniciativa del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura (IECO) y de Bienestar Universitario, niños, jóvenes y adultos se tomaron la UN con comparsas, música y muchos colores.
El Carnavalito convoca a dos de los proyectos más importantes de responsabilidad de la Universidad, el Jardín Infantil y el Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar (Iparm), pues participan niños de las dos instituciones, con sus respectivos profesores y familiares, para prender la fiesta que se avecina con el Carnaval Universitario 2012.
“Este es un proceso que se viene preparando con los niños con anticipación. Ellos han trabajado en el diseño de disfraces con el apoyo de sus profesores y familias, para que todos puedan disfrutar de esta fiesta”, asegura Óscar Oliveros, director de Bienestar de sede.
La organización corrió por cuenta de la Rectoría del Iparm, la dirección del Jardín Infantil, el personal docente y administrativo de Bienestar y algunos profesores de la UN, que se sumaron a esta celebración en el marco de la semana universitaria.
Los cuentos del Carnavalito
La Plaza Central fue testigo de cómo los pequeños personajes fantásticos de los cuentos de Rafael Pombo sorprendieron a los asistentes, que cambiaron su hora de almuerzo para verlos cantar y bailar entre disfraces de la pobre viejecita, el renacuajo paseador, Mirringa Mirronga y la pastorcita.
Finalmente, los niños terminaron su cuento con una obra de títeres preparada especialmente para ellos, en el Auditorio Virginia Gutiérrez, y los jóvenes del colegio remataron su propia fiesta, en la Concha Acústica, con el Festival de Bandas.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
  Con el carnavalito se prendió la fiesta que se avecina con el Carnaval Universitario 2012.

Con el carnavalito se prendió la fiesta que se avecina con el Carnaval Universitario 2012.

18 de Septiembre del 2012

Niños del Jardín Infantil de la UN y del Colegio Iparm desfilaron por el campus de la UN exhibiendo sus disfraces, como preámbulo al Carnaval Universitario 2012, que empezará el próximo jueves.

Como una iniciativa del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura (IECO) y de Bienestar Universitario, niños, jóvenes y adultos se tomaron la UN con comparsas, música y muchos colores.

El Carnavalito convoca a dos de los proyectos más importantes de responsabilidad de la Universidad, el Jardín Infantil y el Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar (Iparm), pues participan niños de las dos instituciones, con sus respectivos profesores y familiares, para prender la fiesta que se avecina con el Carnaval Universitario 2012.

“Este es un proceso que se viene preparando con los niños con anticipación. Ellos han trabajado en el diseño de disfraces con el apoyo de sus profesores y familias, para que todos puedan disfrutar de esta fiesta”, asegura Óscar Oliveros, director de Bienestar de sede.

La organización corrió por cuenta de la Rectoría del Iparm, la dirección del Jardín Infantil, el personal docente y administrativo de Bienestar y algunos profesores de la UN, que se sumaron a esta celebración en el marco de la semana universitaria.


Los cuentos del Carnavalito

La Plaza Central fue testigo de cómo los pequeños personajes fantásticos de los cuentos de Rafael Pombo sorprendieron a los asistentes, que cambiaron su hora de almuerzo para verlos cantar y bailar entre disfraces de la pobre viejecita, el renacuajo paseador, Mirringa Mirronga y la pastorcita.

Finalmente, los niños terminaron su cuento con una obra de títeres preparada especialmente para ellos, en el Auditorio Virginia Gutiérrez, y los jóvenes del colegio remataron su propia fiesta, en la Concha Acústica, con el Festival de Bandas.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Sin infraestructura suficiente para atender a los adultos mayores

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Mayra Guadalupe Niño Zúñiga, estudiante del Programa de Maestría en Trabajo Social, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM
Mayra Guadalupe Niño Zúñiga, estudiante del Programa de Maestría en Trabajo Social, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

23 de julio de 2012

En la actualidad, se estima que alrededor del 10 por ciento de la población total del Distrito Federal está constituida por adultos mayores, y en los próximos años, habrá un incremento importante en su número. No obstante, la ciudad no está preparada para ello, ni en el ámbito de urbanidad, de servicios de salud o de las familias, aseguró Mayra Guadalupe Niño Zúñiga.

La estudiante del Programa de Maestría en Trabajo Social, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, advirtió que por el momento “no hay política social que tenga la cobertura para atender esta situación, porque el envejecimiento es una condición totalmente diferenciada entre hombres y mujeres”.

Si México no atiende este sector en los próximos años, enfrentará una circunstancia difícil de empobrecimiento, porque hablar de vejez también implica referirse a la marginación. “Seríamos un país de escaso desarrollo, con pocas oportunidades para nuestras generaciones de adultos mayores, y una mínima respuesta hacia el concepto de desarrollo humano en el mundo”.

La egresada de la licenciatura en Trabajo Social, que desarrolla la investigación “Género en la vejez y el proceso de envejecimiento”, consideró que el Estado carece de una respuesta a la situación de las mujeres en esa condición. Si bien existe el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), su visión no las considera de manera específica.

Por ello, Niño Zúñiga refirió que esta indagación busca demostrar que ellas atraviesan un proceso de choque, porque quizá sean de las últimas generaciones que todavía abonan al cuidado familiar. Hay un cambio en el rol, y no porque sea un grito de liberación, sino porque la coyuntura económica ha convocado a ese sector a estar en la parte productiva.

Además, la sociedad está acostumbrada a que los hombres son quienes proveen, tienen un trabajo reconocido y remunerado, pero en el momento que llega el proceso de jubilación y no tienen qué hacer, enfrentan un choque en el entorno de la familia.

Por lo general los varones adultos mayores están ausentes de la familia. “Si ocurre el proceso de la pensión o jubilación y regresan al cobijo o a la calidez familiar, las mujeres, que siempre han estado ahí, chocan, es como si tuvieran una nueva relación”.

La universitaria describió que comúnmente en esos encontronazos se dan dos procesos poco conocidos y analizados: separaciones y divorcios a esta edad, o síntomas de depresiones muy fuertes, que afectan la salud de ambos géneros.

Las mujeres, por constitución biológica, física y social, están más acostumbradas a la parte activa, aunque no remunerada. Empero, los hombres, al no encontrar este eco, caen en depresiones, que muchas veces los lleva a perder el control de sí mismos.

Por ello, propuso un enfoque multidisciplinario. Ante la modernidad y la globalización, es necesario abrir las miradas para atender a grupos específicos en la población. Desde el trabajo social consideramos de manera integral la salud, la educación, cimentar el concepto de ciudadanía en este sector, que sean sujetos de derechos, y construir comunidad. Además, en este proceso se debe involucrar a otras generaciones: jóvenes, niños, y quizá féminas de mediana edad.

Niño Zúñiga mencionó que la política social en la urbe está en un proceso de calidad, pero no del todo; las políticas sociales que hay son enunciativas. En específico, en el tema de las mujeres son meramente de atención inmediata, pero sin transformación.

Las adultas mayores en la Ciudad de México encuentran eco en que les den una tarjeta de apoyo y tengan cierta calidad en la atención, pero eso no las hace vivir mejor, concluyó.

Lea el artículo completo: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_454.html

Boletín UNAM-DGCS-454
Ciudad Universitaria.

Estudian universitarios cambios en las familias mexicanas

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

familia• Aunque en México predominan las llamadas nucleares, su porcentaje ha disminuido y van a la alza las denominadas unipersonales, dijo Cecilia Rabell Romero, del Instituto de Investigaciones Sociales
• Antes eran numerosas y se extendían horizontalmente, las personas tenían muchos parientes de su misma generación; ahora, se vuelven verticales, tienen un promedio de dos hijos y, por consiguiente, hay menos parientes de la misma generación
• Ahora se pasa de un modelo tradicional-jerárquico, a uno en que las relaciones entre sus miembros son más igualitarias, y que se puede llamar relacional

“La forma familiar predominante en México es la nuclear, conformada por el padre y/o la madre e hijos, o por parejas sin descendencia”. No obstante, en los últimos 30 años la cantidad de éstas ha disminuido levemente, dijo Cecilia Rabell Romero, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

La experta refirió que en 1976 este tipo de familia constituía el 71 por ciento del total; en 2005, el 66 por ciento (según datos de la Encuesta Nacional de Dinámicas Familiares –ENDIFAM- 2005, elaborada por el IIS y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia), y en 2008, el 65 por ciento (de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población).

Por otro lado, una cuarta parte de las familias del país no son nucleares, sino extensas o compuestas, integradas por uno o ambos progenitores, con o sin vástagos (núcleo de reproducción), así como por parientes (abuelos, tíos y sobrinos, entre otros). “Su alta prevalencia se debe a que los vínculos familiares son muy fuertes en la sociedad mexicana”, explicó la investigadora.

En cambio, las denominadas unipersonales (una sola persona) son poco frecuentes en la nación. En 1987, constituían el cuatro por ciento del total; en 2005, el seis por ciento, y en 2008, casi nueve por ciento. Aunque se ha incrementado, el porcentaje aún es muy pequeño si se compara con el que registran varias sociedades europeas, resaltó.

Jefatura familiar

Por tradición, los jefes de familia en el país son los hombres, aunque la proporción de las encabezadas por mujeres va en aumento. Un indicador de este cambio y de cómo se percibe fue la respuesta a la pregunta de quién es el jefe en este hogar, en la ENDIFAM 2005.

Cada una fue analizada por el investigador Carlos Javier Echarri: si respondían los varones, el porcentaje de los encabezados por mujeres fue de 12 por ciento, pero si contestaban ellas, fue de 17 por ciento.

“El aumento en la proporción se debe a que cada vez hay más mujeres divorciadas, separadas o viudas”, explicó Rabell Romero.

Control de la natalidad

Otro factor que ha marcado cambios es la expansión del control de la natalidad, que ha permitido que las parejas (en especial las mujeres, que habitualmente se encargan de la crianza de los vástagos) puedan planificar y decidir cuántos hijos tener (en 1976, ellas consideraban que el número ideal era de cinco; en 1995, el promedio descendió a dos y medio).

Además, con el uso de anticonceptivos se modificó el concepto de maternidad y el papel del género femenino en la sociedad. En 1976, 30 por ciento de las mujeres en edad fértil (entre los 15 y 49 años) usaban algún medio de control natal; en 1995, la cifra avanzó al 66 por ciento, y en 2006, al 71 por ciento”, añadió.

En consecuencia, al disminuir la fecundidad en las familias (en la década de los 70, el promedio de hijos era de siete u ocho, aunque había hogares con 12 ó 15; en 2010, es de 1.7 hijos nacidos vivos), se ha dado un proceso de envejecimiento de la población.

“Antes eran numerosas y se extendían horizontalmente: las personas tenían muchos parientes de su misma generación (hermanos, primos y cuñados), y los padres y abuelos no vivían tanto; ahora, se vuelven verticales: tienen en promedio dos descendientes y, por consiguiente, hay menos parientes de la misma generación, y padres y abuelos tienen más tiempo de sobrevida.

“Asimismo, el hecho de que las mujeres tengan menos hijos afecta prácticamente todas las formas de convivencia familiar. Ahora, hay abuelos relativamente jóvenes, más activos, incluso bisabuelos”, apuntó.

Niños y escuela

Por lo que se refiere a la relación de las familias mexicanas con la escuela, en 1960 sólo 12 por ciento de los niños terminaban la primaria, la mayoría cursaban uno o dos años. Ahora, según el censo de 2010, el 90 por ciento acude a las aulas y concluyen ese nivel.

“En 1960, la mayor parte de los pequeños vivían en zonas rurales y empezaban a laborar a los ocho o nueve años. La infancia –el periodo en el que los padres cuidan y proveen de lo necesario a los hijos– era entonces muy corta. Ahora, en la medida en que la asistencia a clases se ha institucionalizado, los vástagos son dependientes por un periodo más largo, hasta los 25 años o, en algunos casos, más”, resaltó.

En 1930, sólo 6.5 por ciento de las mexicanas tenían un trabajo remunerado; en 1995, el 35 por ciento había ingresado al mercado laboral; hoy en día, la cifra es de 42 por ciento.

“Ahora se pasa, de manera progresiva y lenta, de un modelo de familia tradicional-jerárquica, a uno en que las relaciones entre sus miembros son más igualitarias, y que podemos llamar relacional”, concluyó Rabell Romero.

Créditos: UNAM-DGCS-377-2011/unam.mx

Imagen: mejicaneando.blogspot.com