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‘Raymond’ tendrá efectos “muy devastadores” si impacta territorio nacional: Conagua

 
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22 de octubre de 2013

‘Raymond’ tendrá efectos “muy devastadores” si impacta territorio nacional
‘Raymond’ tendrá efectos “muy devastadores” si impacta territorio nacional

En las últimas horas, la Conagua dio a conocer una presentación donde se muestran los efectos del avance del huracán, así como las regiones del país que pueden ser afectadas y por las cuales se mantiene la alerta roja en varios estados.

David Korenfeld, director general de la Comisión Nacional del Agua, alertó que si Raymond impacta el territorio mexicano tendría efectos “muy devastadores”; no obstante, apuntó que hasta ahora dos frentes fríos han logrado formar un “escudo” que mantiene al ciclón un tanto estacionario en las costas de Guerrero y Michoacán.

En entrevista para Noticias MVS, explicó que: “Sería un golpe muy fuerte en el lugar del impacto… desaparición de las playas… una cantidad de agua tremenda en un periodo muy corto, partiendo que los primeros 37 kilómetros tendrían efectos de huracán 3… un categoría 3 es un conocido huracán con efectos catastróficos”. Documento: En las últimas horas, la Conagua dio a conocer una presentación donde se muestran los efectos del avance del huracán, así como las regiones del país que pueden ser afectadas y por las cuales se mantiene la alerta roja en varios estados.

CRÉDITOS: Redacción AN

Análisis espectral apoya estudios sobre cambio climático.

 
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11 de Febrero del 2013
El análisis espectral de fotografías satelitales les ofrece mayores insumos a los proyectos de mitigación de los efectos del cambio climático en las Américas.
Para determinar con mayor precisión las secuelas que pueden tener los eventos de clima extremo sobre un lugar específico, según sus características geográficas, esta técnica se posiciona como una herramienta imprescindible.
El estudio de la UN en Manizales se efectúa como parte del convenio VACEA (Vulnerability and Adaptation to Climate Extremes in the Americas), al que están vinculados Canadá, Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Su propósito es avanzar en la producción de conocimiento sobre cómo mitigar las consecuencias de los fenómenos ambientales producidos por las variaciones climáticas.
Dicha técnica se desarrolla a partir de imágenes satelitales o aéreas, a las cuales se les extrae su espectro (es decir, la forma como cada objeto refleja la luz). Este proporciona información sobre diferentes variables meteorológicas y geológicas (como humedad, suelos, vegetación, topografía y cuerpos de agua, entre otras).
“Mediante el sistema de información geográfico Argis, que usamos en el grupo de investigación en Ingeniería Hidráulica y Medioambiente de la sede, y guiados por el experto Joseph M. Piwowar, de la Universidad de Regina (Canadá), obtendremos los espectros de las fotografías. El análisis permitirá saber cómo se comportaría el terreno ante un evento de clima extremo, de modo que se pueda conocer su vulnerabilidad futura”, indica Camilo Naranjo Aristizábal, estudiante e investigador de la UN en Manizales que hará la transferencia de conocimiento con la institución canadiense como parte del VACEA.
El análisis espectral de fotografías satelitales les facilita a los científicos optimizar los modelos de evaluación de la vulnerabilidad y focalizar sus proyectos en estrategias que proporcionen una mayor capacidad de adaptación a los cambios y fenómenos ambientales en comunidades urbanas, agrícolas e indígenas.
Se espera que, tal como es el objetivo del convenio, con esta técnica se fortalezca la producción académica y que esta repercuta en la gestión del riesgo en el contexto nacional, área en la cual la UN en Manizales tiene gran experiencia gracias al Instituto de Estudios Ambientales (IDEA).
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Con el análisis espectral es posible determinar las secuelas que pueden tener las transformaciones climáticas.

Con el análisis espectral es posible determinar las secuelas que pueden tener las transformaciones climáticas.

11 de Febrero del 2013

El análisis espectral de fotografías satelitales les ofrece mayores insumos a los proyectos de mitigación de los efectos del cambio climático en las Américas.

Para determinar con mayor precisión las secuelas que pueden tener los eventos de clima extremo sobre un lugar específico, según sus características geográficas, esta técnica se posiciona como una herramienta imprescindible.

El estudio de la UN en Manizales se efectúa como parte del convenio VACEA (Vulnerability and Adaptation to Climate Extremes in the Americas), al que están vinculados Canadá, Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Su propósito es avanzar en la producción de conocimiento sobre cómo mitigar las consecuencias de los fenómenos ambientales producidos por las variaciones climáticas.

Dicha técnica se desarrolla a partir de imágenes satelitales o aéreas, a las cuales se les extrae su espectro (es decir, la forma como cada objeto refleja la luz). Este proporciona información sobre diferentes variables meteorológicas y geológicas (como humedad, suelos, vegetación, topografía y cuerpos de agua, entre otras).

“Mediante el sistema de información geográfico Argis, que usamos en el grupo de investigación en Ingeniería Hidráulica y Medioambiente de la sede, y guiados por el experto Joseph M. Piwowar, de la Universidad de Regina (Canadá), obtendremos los espectros de las fotografías. El análisis permitirá saber cómo se comportaría el terreno ante un evento de clima extremo, de modo que se pueda conocer su vulnerabilidad futura”, indica Camilo Naranjo Aristizábal, estudiante e investigador de la UN en Manizales que hará la transferencia de conocimiento con la institución canadiense como parte del VACEA.

El análisis espectral de fotografías satelitales les facilita a los científicos optimizar los modelos de evaluación de la vulnerabilidad y focalizar sus proyectos en estrategias que proporcionen una mayor capacidad de adaptación a los cambios y fenómenos ambientales en comunidades urbanas, agrícolas e indígenas.

Se espera que, tal como es el objetivo del convenio, con esta técnica se fortalezca la producción académica y que esta repercuta en la gestión del riesgo en el contexto nacional, área en la cual la UN en Manizales tiene gran experiencia gracias al Instituto de Estudios Ambientales (IDEA).

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Mercurio, preocupación de salud pública.

 
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3 de Diciembre del 2012
En Colombia, el uso del mercurio en la minería implica la intensificación de la vigilancia de trabajadores, el mejoramiento del diagnóstico y el tratamiento de los intoxicados por ese metal.
Así lo indica Andrea Patricia Soler, magíster en Ingeniería Química de la UN en Bogotá, quien informa que la exposición crónica a este metal pesado y, especialmente, al metilmercurio (que es uno de los ciclos de vida de este metal), utilizado en el proceso de extracción de oro, ocasiona graves trastornos en la salud humana que pueden, incluso, causar la muerte.
En Colombia, el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) reportó, hasta el año 2011, 450 casos de intoxicación por mercurio, siendo el año 2009 el de mayor número, con 159 casos, principalmente asociados a población minera.
Según la ingeniera, aunque la cifra es baja, comparada con los casos de envenenamiento por plaguicidas (2.072 casos notificados), no significa que no sea preocupante.
“Solo hasta cuando las personas tienen una concentración muy alta en la sangre, empieza a verse la sintomatología. Son procesos de muy largo plazo”, señala.
El efecto más grande, explica, se presenta cuando se ingiere al consumir pescados que tienen altas concentraciones del metal, pues en los peces grandes aumenta la cantidad acumulada, debido a que se queda en sus organismos. Así, las especies más carnívoras son las que más lo acumulan.
Este metal se usa para extraer el oro de las rocas, pues se une a este y forma una amalgama que facilita su separación. Pero el metal se libera en dos momentos de beneficio del metal precioso. En la que más cantidad del mercurio se utiliza es en la extracción. Además, es la parte en la que más agua se gasta. En ese paso, se evapora y contamina el aire.
Además, dice que su uso depende de la cantidad de oro extraída: “donde hay mucho, se usa menos; pero donde hay una pequeña concentración, se va a utilizar más intentando sacarlo”.
Efectos en la salud humana
El profesor Jairo Téllez Mosquera, director de la Maestría en Toxicología, sostiene que puede causar intoxicación aguda de manera accidental cuando hay algún escape de vapores que contienen el metal en concentraciones muy elevadas, aunque eso no es común.
La más frecuente es la intoxicación crónica, en la cual se ve especialmente afectado el sistema nervioso central, el feto y la función renal.
En caso del feto, el mercurio es capaz de penetrar la barrera que separa la sangre materna de la fetal.
“Cuando llega a la cavidad uterina, en donde está el feto, produce una lesión muy grave sobre el sistema nervioso central; y más grave será cuantos menos sean los meses de embarazo”, precisa el profesor Téllez Mosquera.
Si el embarazo no supera los dos meses, al nacer el bebé puede sufrir convulsiones, pérdida de la coordinación motora (especialmente gruesa), vértigo, temblores no intencionales y ceguera. Estas alteraciones son irreversibles, porque es un daño estructural del sistema nervioso.
La persona sufre alteraciones neuropsiquiátricas. Por eso, su comportamiento cambia: puede presentar alucinaciones, delirio suicida, irritabilidad, cambios bruscos de estado de ánimo, insomnio y pérdida de memoria, sobre todo de los recuerdos más antiguos.
En la función neuroconductual se alteran las neuronas, por lo cual las funciones ejecutivas se ven afectadas y las personas no pueden llevar a cabo las acciones que piensan.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El mercurio, utilizado en la extracción de oro, puede causar graves efectos en la salud humana.

El mercurio, utilizado en la extracción de oro, puede causar graves efectos en la salud humana.

3 de Diciembre del 2012

En Colombia, el uso del mercurio en la minería implica la intensificación de la vigilancia de trabajadores, el mejoramiento del diagnóstico y el tratamiento de los intoxicados por ese metal.

Así lo indica Andrea Patricia Soler, magíster en Ingeniería Química de la UN en Bogotá, quien informa que la exposición crónica a este metal pesado y, especialmente, al metilmercurio (que es uno de los ciclos de vida de este metal), utilizado en el proceso de extracción de oro, ocasiona graves trastornos en la salud humana que pueden, incluso, causar la muerte.

En Colombia, el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) reportó, hasta el año 2011, 450 casos de intoxicación por mercurio, siendo el año 2009 el de mayor número, con 159 casos, principalmente asociados a población minera.

Según la ingeniera, aunque la cifra es baja, comparada con los casos de envenenamiento por plaguicidas (2.072 casos notificados), no significa que no sea preocupante.

“Solo hasta cuando las personas tienen una concentración muy alta en la sangre, empieza a verse la sintomatología. Son procesos de muy largo plazo”, señala.

El efecto más grande, explica, se presenta cuando se ingiere al consumir pescados que tienen altas concentraciones del metal, pues en los peces grandes aumenta la cantidad acumulada, debido a que se queda en sus organismos. Así, las especies más carnívoras son las que más lo acumulan.

Este metal se usa para extraer el oro de las rocas, pues se une a este y forma una amalgama que facilita su separación. Pero el metal se libera en dos momentos de beneficio del metal precioso. En la que más cantidad del mercurio se utiliza es en la extracción. Además, es la parte en la que más agua se gasta. En ese paso, se evapora y contamina el aire.

Además, dice que su uso depende de la cantidad de oro extraída: “donde hay mucho, se usa menos; pero donde hay una pequeña concentración, se va a utilizar más intentando sacarlo”.


Efectos en la salud humana

El profesor Jairo Téllez Mosquera, director de la Maestría en Toxicología, sostiene que puede causar intoxicación aguda de manera accidental cuando hay algún escape de vapores que contienen el metal en concentraciones muy elevadas, aunque eso no es común.

La más frecuente es la intoxicación crónica, en la cual se ve especialmente afectado el sistema nervioso central, el feto y la función renal.

En caso del feto, el mercurio es capaz de penetrar la barrera que separa la sangre materna de la fetal.

“Cuando llega a la cavidad uterina, en donde está el feto, produce una lesión muy grave sobre el sistema nervioso central; y más grave será cuantos menos sean los meses de embarazo”, precisa el profesor Téllez Mosquera.

Si el embarazo no supera los dos meses, al nacer el bebé puede sufrir convulsiones, pérdida de la coordinación motora (especialmente gruesa), vértigo, temblores no intencionales y ceguera. Estas alteraciones son irreversibles, porque es un daño estructural del sistema nervioso.

La persona sufre alteraciones neuropsiquiátricas. Por eso, su comportamiento cambia: puede presentar alucinaciones, delirio suicida, irritabilidad, cambios bruscos de estado de ánimo, insomnio y pérdida de memoria, sobre todo de los recuerdos más antiguos.

En la función neuroconductual se alteran las neuronas, por lo cual las funciones ejecutivas se ven afectadas y las personas no pueden llevar a cabo las acciones que piensan.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Determinan efectos del cambio climático sobre vegetación y biodiversidad en México.

 
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18 de Septiembre del 2012
Con la aplicación de modelos de cambio climático, que incluyen eventos naturales extremos, es posible determinar que un gran número de especies vegetales corren peligro de extinguirse para 2050, de no aplicarse políticas públicas orientadas a mitigar los efectos del fenómeno, advirtió Lourdes Villers, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
En el trabajo Comportamiento de las comunidades vegetales y especies en ecosistemas de montaña del centro de México ante el cambio climático para el horizonte temporal 2050, la experta realizó aproximaciones, con escenarios de altas temperaturas y cambios extremos en las lluvias, para conocer las especies y comunidades que podrían adaptarse mejor a las variaciones.
Los resultados, presentados en la Cuarta Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, están basados en tres modelos. Dos tienden hacia la sequía y uno es consistente, desde hace dos décadas, con el incremento de las lluvias.
Para el caso de los ecosistemas de montaña del centro de México, en el escenario de incrementos en temperaturas y precipitaciones se señala que 88 por ciento de las especies estudiadas reducirían su distribución; entre ellas, Pinus hartwegii, Cinna poiformis, Muhlenbergia macroura, Pinus leiophylla y Trisetum rosei. De éstas, 54 por ciento podrían desplazarse a mayores alturas, como Arenaria reptans, Quercus rugosa y Senecio toluccanus.
En la aproximación de sequía, 84 por ciento de las especies se verían mermadas, como Roldana barba-johannis y Eupatorium pycnocephalum, mientras que otras podrían encontrarse hacia la cima de las montañas, como Fuchsia microphylla, Physalis stapelioides y Penstemon gentianoides. Bajo esta consideración, tres especies desaparecerán del volcán: Calamagrostis tolucensis, Trisetum rosei y Arenaria bryoides, detalla el documento.
Escenarios futuros
Un modelo climático es una aproximación a la realidad, pero no determina lo que sucederá. Se utilizan datos históricos observados con la finalidad de validarlo. En el mundo, los grupos de investigación pueden producir más de 20 modelos, coincidentes en el incremento global de la temperatura, para estudios regionales o globales.
Al elegir los de estudio de la República Mexicana, se comparan con las condiciones actuales del clima y los datos históricos. Al considerarlos, la inclusión de la influencia oceánica es básica, pues se registran fenómenos naturales en el Atlántico y el Pacífico que afectan al territorio, ejemplificó.
En el CCA se utilizan modelos diseñados en Estados Unidos, Alemania, Canadá e Inglaterra, para obtener resultados válidos. A la par de los datos físicos, atmosféricos y oceánicos, se ponderan factores socioeconómicos, involucrados en la emisión de gases de efecto invernadero. Así, se dispone de ocho aproximaciones, con los efectos más extremos, a fin de indagar todas sus implicaciones.
Desde 1990, en el CCA se desarrollan líneas de investigación que disponen de estos acercamientos, aplicados al clima del país y el estudio de ciertos sectores, con el objetivo de construir posibles escenarios futuros, en torno a los impactos que puede tener el incremento de la temperatura en vegetación, silvicultura, biodiversidad, hidrología, agricultura, ciudades, salud, entre otros.
Efectos verticales y horizontales
La experta refirió que los ecosistemas de montaña representan un ejemplo de las repercusiones del cambio climático en la biodiversidad, al presentar gradientes térmicos y cantidades de lluvia distintas, en un espacio corto, lo que facilita su estudio.
Estas características propician el análisis de los efectos en el territorio nacional, al presentarse decremento en la temperatura por cada cien metros que aumenta la altura sobre el nivel del mar, detalló.
“Ejemplifica las repercusiones en los ecosistemas a nivel altitudinal y de lo que podría suceder en el latitudinal. Mientras más nos aproximemos al norte, observamos ecosistemas boreales; hacia el sur, prevalecen los tropicales; por ello, constituye la mejor aproximación”.
El análisis abarca la biodiversidad, a varios niveles, al implicar el número de especies, y sus agrupaciones en poblaciones interrelacionadas, que integran al ecosistema en armonía. Está orientado a ubicar nichos ecológicos, es decir, en qué altitud, temperatura y niveles de precipitación se desarrolla cada una de ellas.
Se determinó su ubicación geográfica y su función, para localizar las áreas en las cuales pueden asentarse, con ciertas restricciones. En conjunto con el Instituto de Biología (IB), se han utilizado modelos de cambio climático, aplicados en más de 30 especies de vegetación y fauna, precisó.
En el caso de las montañas, las especies de mayor capacidad adaptativa, ante los escenarios extremos de calor y lluvia, se desplazarían a mayores altitudes para sobrevivir; las dependientes de temperaturas restringidas, prácticamente desaparecerían.
En general, las condiciones proyectadas son desfavorables para la comunidad de zacatonal de alta montaña, compuesta por las especies Calamagrostis tolucensis-Trisetum rosei, -ubicadas en la línea de arbolado del ecosistema, entre tres mil 600 y cuatro mil metros sobre el nivel del mar-, por lo que sus posibilidades de permanecer son casi nulas, precisó.
En el caso de las especies Pinus hartwegii-Calamagrostis tolucensis, que ocupan el gradiente inmediato inferior de la comunidad de zacatonal, el aumento de temperatura varía entre dos y tres grados centígrados, lo que implicaría la reducción de su distribución actual. Probablemente, se podrían desplazar a mayores alturas, gracias a la “migración asistida”, es decir, por ayuda humana.
Además de los efectos de la variable climática, no sobrevivirían al desplazarse a mayores alturas, donde el suelo es arenoso, pobre en sustratos necesarios para su existencia. Las especies que sobreviven en estas condiciones extremas son de menor tamaño.
En el caso de las localizadas en altitudes inferiores, algunas se adaptarían a las variables térmicas, como hierbas, arbustos y pastos. En contraparte con los ciclos bianuales de reproducción de los árboles, esta vegetación sólo requiere un año, lo que facilita su adaptación.
La experta aludió a la necesidad de impulsar líneas de investigación orientadas a determinar los efectos de esta disminución o desaparición. Al estar asociadas a otras, animales o vegetales, se afecta toda la cadena alimenticia. Es necesario trabajar a nivel de poblaciones y comunidades, por las interacciones que establecen y para conocer las comunidades más susceptibles a las variaciones de temperatura y precipitación, detalló.
No sólo desaparecen los árboles, también los insectos que dependen de ellos para subsistir. Es el ejemplo de las abejas que necesitan flores del naranjo para producir miel. Si se altera el ecosistema y se pierden las especies vegetales, se afectaría la generación del producto, finalizó.
Boletín UNAM-DGCS-573
Ciudad Universitaria.
Ambos escenarios consideran el aumento de la temperatura en territorio nacional de entre dos y tres grados centígrados, sostuvo Lourdes Villers, del Centro de Ciencias de la Atmósfera.

Ambos escenarios consideran el aumento de la temperatura en territorio nacional de entre dos y tres grados centígrados, sostuvo Lourdes Villers, del Centro de Ciencias de la Atmósfera.

18 de Septiembre del 2012

Con la aplicación de modelos de cambio climático, que incluyen eventos naturales extremos, es posible determinar que un gran número de especies vegetales corren peligro de extinguirse para 2050, de no aplicarse políticas públicas orientadas a mitigar los efectos del fenómeno, advirtió Lourdes Villers, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.

En el trabajo Comportamiento de las comunidades vegetales y especies en ecosistemas de montaña del centro de México ante el cambio climático para el horizonte temporal 2050, la experta realizó aproximaciones, con escenarios de altas temperaturas y cambios extremos en las lluvias, para conocer las especies y comunidades que podrían adaptarse mejor a las variaciones.

Los resultados, presentados en la Cuarta Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, están basados en tres modelos. Dos tienden hacia la sequía y uno es consistente, desde hace dos décadas, con el incremento de las lluvias.

Para el caso de los ecosistemas de montaña del centro de México, en el escenario de incrementos en temperaturas y precipitaciones se señala que 88 por ciento de las especies estudiadas reducirían su distribución; entre ellas, Pinus hartwegii, Cinna poiformis, Muhlenbergia macroura, Pinus leiophylla y Trisetum rosei. De éstas, 54 por ciento podrían desplazarse a mayores alturas, como Arenaria reptans, Quercus rugosa y Senecio toluccanus.

En la aproximación de sequía, 84 por ciento de las especies se verían mermadas, como Roldana barba-johannis y Eupatorium pycnocephalum, mientras que otras podrían encontrarse hacia la cima de las montañas, como Fuchsia microphylla, Physalis stapelioides y Penstemon gentianoides. Bajo esta consideración, tres especies desaparecerán del volcán: Calamagrostis tolucensis, Trisetum rosei y Arenaria bryoides, detalla el documento.


Escenarios futuros

Un modelo climático es una aproximación a la realidad, pero no determina lo que sucederá. Se utilizan datos históricos observados con la finalidad de validarlo. En el mundo, los grupos de investigación pueden producir más de 20 modelos, coincidentes en el incremento global de la temperatura, para estudios regionales o globales.

Al elegir los de estudio de la República Mexicana, se comparan con las condiciones actuales del clima y los datos históricos. Al considerarlos, la inclusión de la influencia oceánica es básica, pues se registran fenómenos naturales en el Atlántico y el Pacífico que afectan al territorio, ejemplificó.

En el CCA se utilizan modelos diseñados en Estados Unidos, Alemania, Canadá e Inglaterra, para obtener resultados válidos. A la par de los datos físicos, atmosféricos y oceánicos, se ponderan factores socioeconómicos, involucrados en la emisión de gases de efecto invernadero. Así, se dispone de ocho aproximaciones, con los efectos más extremos, a fin de indagar todas sus implicaciones.

Desde 1990, en el CCA se desarrollan líneas de investigación que disponen de estos acercamientos, aplicados al clima del país y el estudio de ciertos sectores, con el objetivo de construir posibles escenarios futuros, en torno a los impactos que puede tener el incremento de la temperatura en vegetación, silvicultura, biodiversidad, hidrología, agricultura, ciudades, salud, entre otros.


Efectos verticales y horizontales

La experta refirió que los ecosistemas de montaña representan un ejemplo de las repercusiones del cambio climático en la biodiversidad, al presentar gradientes térmicos y cantidades de lluvia distintas, en un espacio corto, lo que facilita su estudio.

Estas características propician el análisis de los efectos en el territorio nacional, al presentarse decremento en la temperatura por cada cien metros que aumenta la altura sobre el nivel del mar, detalló.

“Ejemplifica las repercusiones en los ecosistemas a nivel altitudinal y de lo que podría suceder en el latitudinal. Mientras más nos aproximemos al norte, observamos ecosistemas boreales; hacia el sur, prevalecen los tropicales; por ello, constituye la mejor aproximación”.

El análisis abarca la biodiversidad, a varios niveles, al implicar el número de especies, y sus agrupaciones en poblaciones interrelacionadas, que integran al ecosistema en armonía. Está orientado a ubicar nichos ecológicos, es decir, en qué altitud, temperatura y niveles de precipitación se desarrolla cada una de ellas.

Se determinó su ubicación geográfica y su función, para localizar las áreas en las cuales pueden asentarse, con ciertas restricciones. En conjunto con el Instituto de Biología (IB), se han utilizado modelos de cambio climático, aplicados en más de 30 especies de vegetación y fauna, precisó.

En el caso de las montañas, las especies de mayor capacidad adaptativa, ante los escenarios extremos de calor y lluvia, se desplazarían a mayores altitudes para sobrevivir; las dependientes de temperaturas restringidas, prácticamente desaparecerían.

En general, las condiciones proyectadas son desfavorables para la comunidad de zacatonal de alta montaña, compuesta por las especies Calamagrostis tolucensis-Trisetum rosei, -ubicadas en la línea de arbolado del ecosistema, entre tres mil 600 y cuatro mil metros sobre el nivel del mar, por lo que sus posibilidades de permanecer son casi nulas, precisó.

En el caso de las especies Pinus hartwegii-Calamagrostis tolucensis, que ocupan el gradiente inmediato inferior de la comunidad de zacatonal, el aumento de temperatura varía entre dos y tres grados centígrados, lo que implicaría la reducción de su distribución actual. Probablemente, se podrían desplazar a mayores alturas, gracias a la “migración asistida”, es decir, por ayuda humana.

Además de los efectos de la variable climática, no sobrevivirían al desplazarse a mayores alturas, donde el suelo es arenoso, pobre en sustratos necesarios para su existencia. Las especies que sobreviven en estas condiciones extremas son de menor tamaño.

En el caso de las localizadas en altitudes inferiores, algunas se adaptarían a las variables térmicas, como hierbas, arbustos y pastos. En contraparte con los ciclos bianuales de reproducción de los árboles, esta vegetación sólo requiere un año, lo que facilita su adaptación.

La experta aludió a la necesidad de impulsar líneas de investigación orientadas a determinar los efectos de esta disminución o desaparición. Al estar asociadas a otras, animales o vegetales, se afecta toda la cadena alimenticia. Es necesario trabajar a nivel de poblaciones y comunidades, por las interacciones que establecen y para conocer las comunidades más susceptibles a las variaciones de temperatura y precipitación, detalló.

No sólo desaparecen los árboles, también los insectos que dependen de ellos para subsistir. Es el ejemplo de las abejas que necesitan flores del naranjo para producir miel. Si se altera el ecosistema y se pierden las especies vegetales, se afectaría la generación del producto, finalizó.

Boletín UNAM-DGCS-573

Ciudad Universitaria.

Agricultura se beneficiaría con cambios de las plantas.

 
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Los cambios metabólicos de las plantas pueden ser útiles para aumentar la resistencia de los cultivos a los insectos herbívoros.
Los cambios metabólicos de las plantas pueden ser útiles para aumentar la resistencia de los cultivos a los insectos herbívoros.

17 de Septiembre del 2012
La respuesta de las plantas al ataque de insectos herbívoros se manifiesta como un proceso natural de cambios metabólicos. Su estudio puede tener aplicaciones en la agricultura.

“Estoy estudiando cómo las plantas cambian su fisiología en respuesta a los daños que les causan los insectos, y cómo esos cambios de su fenotipo afectan, a su vez, el entorno de las comunidades de insectos”, aseguró Andre Kessler, doctor en Ecología Química de la Universidad de Cornell (EE. UU.).

Los efectos de esta resistencia inducida han sido estudiados extensamente, pero muy poco se conoce sobre su papel en la estructura de comunidades de artrópodos y su influencia en la dinámica de las poblaciones de insectos herbívoros.

Asimismo, el análisis de estas respuestas es muy desconcertante por la gran variedad de cambios metabólicos que, a su vez, funcionan como defensas directas o indirectas contra los atacantes.

“Cada respuesta es inducida por el propio ataque e incrementa la resistencia de la planta a los actuales y futuros ataques de los herbívoros”, agregó.

Los cambios en estos organismos tienen fuertes consecuencias ecológicas en su sistema de defensa, en sus costos y en los beneficios de inducir dichas respuestas.

Igualmente, los efectos sobre las comunidades de insectos pueden ser representativos al cambiar las condiciones de la obtención de alimento y la dinámica de comunicación de las plantas.

La guerra informativa de las plantas

Los cambios que se dan en estas y en las interacciones mutualistas entre ellas modifican radicalmente la estructura de las comunidades de artrópodos y afectan la dispersión herbívora.

Por otra parte, la adaptación a su “nuevo estilo de vida” podría beneficiar considerablemente su salud y ser de gran utilidad para conservar los cultivos.

“Estos estudios pueden servir como guía para el análisis objetivo de las respuestas de la planta inducidas por el ataque de los herbívoros y tienen un uso potencial en la agricultura”, precisó.

Finalmente, en el desarrollo de esas respuestas están comprometidas sus interacciones mutualistas con otros organismos, que generalmente son enemigos naturales de los herbívoros o de los  polinizadores.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html