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PARTICIPA LA UNAM EN PROYECTO PARA AGILIZAR LA MOVILIDAD EN EL DISTRITO FEDERAL

 
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movilidaddf15 de septiembre de 2014

A diario, en la ciudad de México se realizan más de 22 millones de viajes. Tener información precisa al elegir el medio de transporte o la mejor ruta para evadir el tránsito con sólo consultar una aplicación en el smarthphone o escuchar el noticiario antes de salir del hogar, facilitaría la experiencia.

Carlos Gershenson García, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM; Gabriella Gómez Mont, fundadora y directora del Laboratorio para la Ciudad, y José Castillo, del despacho Arquitectura 911, integran la iniciativa Living Mobilities, que busca reinventar cómo nos movemos en el DF mediante participación ciudadana y tecnología.

La idea es obtener datos actualizados para que individuos, empresas y gobierno tomen mejores decisiones sobre movilidad. La propuesta compite con proyectos de escuadras de Alemania, Estados Unidos y Corea del Sur, en el certamen global Audi Urban Future Award, informó el académico.

Información, tema crucial en movilidad

Los trabajos se enfocan al perímetro de Santa Fe, zona con graves problemas en la materia, pues por cada habitante del lugar llegan a trabajar o estudiar 10 personas en automóvil particular, taxis o transporte público. “Con el estudio podremos aportar propuestas y soluciones para la urbe en su conjunto”, planteó Gershenson García, jefe del Departamento de Ciencias de la Computación del IIMAS.

Para sustentar el proyecto, el equipo interdisciplinario diseñó una encuesta en línea (disponible en tinyurl.com/encuestaciudadana) y la aplicación móvil Dona Datos (lista para descarga en tinyurl.com/donadatos). Así,los participantes ofrecen —de forma anónima— información sobre trayectos de origen y destino, tiempo promedio para realizarlos, el tipo de transporte utilizado, horarios y zonas más conflictivas, detalló.

También integra las contribuciones de una app que avisa sobre tránsito en tiempo real y otra, de servicio de taxis, para identificar los “cuellos de botella”en la zona. Asimismo, se monitorean miles de mensajes de Twitter geolocalizados para establecer cómo se mueven los usuarios de la red social a través de la metrópoli.

El académico subrayó que sin información actualizada los ciudadanos no pueden tomar decisiones fundamentadas para trasladarse, ni las autoridades proponer políticas de movilidad. La actualización debe ser constante y precisa.

Con datos de ubicación de celulares, aportados de forma anónima y confidencial, sumados a los de todos los sistemas de transporte en tiempo real, además de los registros históricos, podrían diseñarse algoritmos para conocer la movilidad futura.

“Es posible lograrlo sin grandes inversiones, con base en dispositivos que la mayoría cargamos en el bolsillo. Con un esfuerzo de coordinación y la participación ciudadana, mejoraría la manera en que nos movemos”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-535-2014

LA COBERTURA VEGETAL DEL SUR DEL DF, VITAL PARA LA CIUDAD DE MÉXICO

 
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coberturavegetal13 de septiembre de 2014

El sur capitalino tiene el 80 por ciento del suelo de conservación del Distrito Federal el cual, además de suministrar agua, mantiene el clima templado en la urbe (de entre 18 y 20 grados centígrados). Si destruimos estas zonas en Xochimilco, Tlalpan, Iztapalapa y Tláhuac, la temperatura se elevaría uno o dos grados y la estructura ecológica que ha sostenido a la ciudad de México, se alteraría.

La invasión de áreas naturales protegidas, cambio de uso de suelo, sobreexplotación hídrica, deforestación y otros procesos urbano-rurales han convertido al sur capitalino y a otras localidades del país en sitios vulnerables para el crecimiento urbano.

Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de 2002, el cambio en la cobertura y uso de suelo afectan del 64 al 80 por ciento de la superficie vegetal del país, al poner en riesgo tanto a la estabilidad de los ecosistemas como a las personas debido a perturbaciones climáticas, económicas y sociopolíticas.

De continuar este patrón, ¿qué sucederá con esta zona en una o dos décadas?, preguntó Juan Carlos Mejía Canchola, estudiante del posgrado de Arquitectura de la UNAM, quien realiza un diagnóstico para, a partir de ahí, formular un pronóstico y una propuesta para delimitar zonas de desarrollo y crear unidades de gestión ambiental en esas delegaciones.

Un primer nivel de trabajo consiste en la regionalización ecológica (o ecorregionalización), basada en la delimitación o caracterización de espacios geofísicos relativamente homogéneos en función del medio físico y biológico.

Con base en sistemas de información geográfica —y colaboraciones con el Gobierno del Distrito Federal (GDF), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y diversas ONG—, así como de información de los habitantes de las zonas de estudio, Mejía Canchola identificó características del terreno como relieve, geología, suelos, clima, vegetación y uso de suelo (procesos de invasión en áreas naturales protegidas) en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.

En el sur los problemas de invasión, el cambio de uso de suelo (de natural a agrícola y de rural a urbano) y la deforestación han agudizado el desabasto de agua y la recuperación de suelos, que para lograr ese proceso tardan hasta un siglo, y para formar una capa de un centímetro, una década. La regeneración es lenta, necesita un enriquecimiento de nutrientes como potasio, calcio, nitrógeno y otros elementos químicos y orgánicos.

Como parte de su tesis de maestría, Caracterización del impacto de la sobreexplotación de agua por los cambios de uso de suelo en los últimos 10 años en el DF, Mejía Canchola utilizó un modelo espacial para simular las alteraciones de la cobertura vegetal de 2004 a 2014.

El modelado se llama DINAMIC y fue traído de Brasil. Es usado en el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM por Jean François Mas, Gerardo Bocco y Gabriela Cuevas para simular la captura de carbono en Michoacán.

Con el modelaje, explicó el geógrafo, se hace un manejo virtual con vectores o imágenes satelitales, las cuales se georreferencian para, mediante algoritmos y un proceso de clasificación, discriminar las áreas de mayor afectación.

Así, con el análisis de la cobertura vegetal es posible medir la extensión de las áreas perturbadas, determinar cuánto ha crecido la mancha urbana en los territorios de conservación e identificar cuáles no deberían ser modificados.

En Milpa Alta, según datos preliminares, las zonas donde hay un mayor crecimiento en los últimos 10 años son San Pedro Atocpan, San Salvador Cuauhtenco, San Antonio Tecomitl, San Pablo Oztotepec, San Bartolomé Xicomulco, San Lorenzo Tlacoyucan y Villa Milpa Alta.

Además, se determinó que en Tláhuac la mayor parte de la población se localiza en Santa Catarina Yecahuizotl, San Andrés Mixquic, San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan, y que en Xochimilco, tanto San Gregorio Atlacomulco como San Francisco Caltongo pasaron de una agricultura de sostenimiento o venta de productos que antiguamente llegaba al interior del país, a una producción de autoconsumo para el DF.

Los procesos de invasión e inmobiliarios más notorios se han dado del lado de Santiago Tepalcatlalpan y Santa Cruz Acalpixca, San Juan, Tepepan, Huichapan, San Lorenzo Atemoaya y Santa María Nativitas.

En otras áreas ha habido un “desarrollo inmobiliario brutal” que ha derivado en la construcción de viviendas de bajos recursos y edificaciones, que han hecho que en lugares donde antes habían 20 o 30 casas, ahora haya 200 o 300 familias, lo que es preocupante debido a que se asientan en áreas de conservación que registran el mayor filtrado de agua hacia los lagos de Xochimilco y Tláhuac.

En el DF, el suelo de conservación tiene una extensión de 88 mil 442 hectáreas, ocupa el 59 por ciento de su territorio y se concentra en las delegaciones Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.

Tláhuac, por ejemplo, tiene una superficie total de ocho mil 534.62 hectáreas y su suelo de conservación representa dos terceras partes de su territorio. El 61.32 por ciento es de uso agropecuario, el 4.55 pastizal y tan sólo 0.62, bosque.

No obstante, el área se ha vuelto más urbana y la introducción del Metro y el mejoramiento en los procesos de movilidad han detonado un problema socialmente mayor, al hacerla más accesible a la población.

El suelo urbano ocupa una tercera parte; el habitacional es el predominante, con el 26.50 por ciento; con menor porcentaje está el mixto, con cuatro; de equipamiento, con dos, y en áreas verdes, con uno.

De seguir esta tendencia, en 10 años el paisaje de esa parte del sur del DF perderá su segmentación. En poblados de Milpa Alta como San Gregorio y San Pedro Atocpan ya no se verán áreas verdes o de cultivo, sino casas, una encima de otra, y una necesidad creciente de agua, como acontece en ciudad Nezahualcóyotl, Chimalhuacán o Coacalco. No va a haber una limitante ambiental.

No obstante, sí podemos conservar las áreas naturales de Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco, Álvaro Obregón y Magdalena Contreras. La ciudad de México puede alcanzar la sostenibilidad, es decir, lograr un equilibrio entre el ingreso y egreso hídrico.

El modelado de las zonas de estudio —que utiliza el mapeo de las formas de relieve (a diferentes resoluciones) como eje principal de insumo para la clasificación del paisaje— permitirá proponer alternativas de reutilización de terrenos alterados por la actividad humana en suelos de conservación.

El universitario ya identificó y delimitó áreas de desarrollo, donde se podría instrumentar un plan de desarrollo a nivel micrositio, con base en diferentes modelos como los de vivienda sustentable, recipientes con segmentos de piedra para filtrar agua de lluvia (como en Noruega y Japón) y programas para reutilización de la basura (como en Alemania y Taiwán).

En zonas con perturbaciones menores, se podrían utilizar plantas para regenerar el suelo o reforestar, con la participación de personas con conocimiento sobre el suelo y agricultura.

En Milpa Alta, donde se cultiva nopal, es factible emplear esferas retentoras de agua. Con estos “chochitos” de hidrogel (usados en Canadá para investigación y en Arabia para almacenamiento) disminuye el consumo del líquido, pero sin merma en el tamaño de la planta.

También en Milpa Alta, pero hacia Cuernavaca (zona de mucha lluvia aprovechable), podrían construirse terrazas para almacenamiento hídrico, lo que permitiría un abastecimiento adecuado mediante diques que se abrirían y cerrarían vía un sistema computacional.

En zonas de conservación muy perturbadas se pueden construir unidades de gestión ambiental. Son áreas específicas en las que se aplicaría un plan de mitigación para su conservación y para elevar su productividad. Ahí se podrán desarrollar actividades redituables que no dañen al ambiente.

El proyecto de investigación de Mejía Canchola —con el que elaborará una propuesta al Gobierno del DF con miras a lo que sucederá en 10 años en el sur capitalino—, aportará información para “nivelar lo extraído, lo que se puede preservar y el costo para la sociedad y la persona”.

Créditos: UNAM-DGCS-530-2014

El camino por el que avanzamos, sólo deriva en crisis más profundas y debilitamiento democrático: Narro Robles

 
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El rector José Narro y el titular de la Universidad de Cádiz, Diego Sales Márquez, en la firma de un convenio que instauró la “Cátedra Ciudad de México 1812”.
El rector José Narro y el titular de la Universidad de Cádiz, Diego Sales Márquez, en la firma de un convenio que instauró la “Cátedra Ciudad de México 1812”.

13 de mayo de 2011

• En Cádiz, el rector de la UNAM, José Narro, planteó que desempleo, desigualdad y falta de opciones para los jóvenes son los elementos que más amenazan a las sociedades
• La Universidad Nacional, la de Cádiz y el gobierno del Distrito Federal firmaron un convenio para instaurar la “Cátedra Ciudad de México 1812”

El ser humano tiene que hacer un alto y replantear el camino, pues por el que avanzamos sólo conduce a crisis reiteradas, cada vez más graves y prolongadas, desesperanza, frustración, violencia, debilitamiento de la democracia y de la libertad, planteó el rector de la Universidad Nacional, José Narro Robles.

Después de la gran recesión del 2009, ha quedado en evidencia que debemos volver a discutir la relación del Estado con la sociedad y el mercado, estableció. Tenemos que reconocer que desempleo, desigualdad y falta de opciones para los jóvenes son los elementos que más amenazan a las colectividades.

En la Sala Argüelles de la UCA, el rector de la UNAM ofreció la conferencia México y España 200 años después: un nuevo mundo de oportunidades –ante decanos y directores de centros y de departamento de la casa de estudios española, integrantes de la Comisión Académica del Bicentenario, representantes del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, representantes de la diputación y ayuntamiento de Cádiz, y empresarios locales–, que marcó el inicio formal de la “Cátedra Ciudad de México 1812”.

En visita de trabajo a esta ciudad gaditana, poco antes, Narro Robles firmó un convenio con el rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Diego Sales Márquez, y el gobierno del Distrito Federal (GDF), para instaurar la Cátedra.

Algo no funciona, advirtió Narro, porque terrorismo y violencia se pretenden imponer para cambiar el estado de las cosas; se responde en forma semejante y se asegura una onda de violencia que se expresará como venganza en el corto plazo. “Algo no funciona, porque la desigualdad se profundiza y la cadena de la vida en el planeta sufre el embate de la irracionalidad”, abundó.

En mucho, estamos colectivamente cautivados por un modelo de vida que ofrece comodidades y supuesto bienestar a un porcentaje de la población mundial, a costa de la vida indigna de cientos y cientos de millones de seres humanos, alertó.

Por ello, argumentó, entre mayores son los niveles de instrucción y manejo del lenguaje, en esa medida serán las posibilidades de resolver en paz, con diálogo y uso de la razón, cualquier diferendo.

Es momento de repensar el papel del Estado en la economía y sus responsabilidades con el bienestar, aunque ello no implica regresar a etapas superadas de intervencionismo estatal indiscriminado, pero sí cambiar un sistema que deja a muchos ciudadanos a su suerte, como ha ocurrido en las últimas décadas. Requerimos un Estado más fuerte y con una actuación de mayor calidad, asentó.

Asimismo, expresó que se tienen que recuperar las utopías perdidas en un mundo, donde de manera equívoca, se ha convertido en virtud el pragmatismo más ramplón, el materialismo se ha adueñado de la vida colectiva, y se ha entronizado una crisis de valores que da cuerpo a las sociedades.

Cátedra

Poco antes de la conferencia, y para conmemorar 200 años del periodo en el que se establecieron las cortes y se promulgó la Constitución de Cádiz, la UNAM, la UCA, y el GDF suscribieron un convenio de colaboración para instaurar la Cátedra Ciudad de México 1812, foro para la realización de actividades docentes, académicas y de investigación sobre el campo de la historia contemporánea, el constitucionalismo y los derechos humanos.

El documento fue suscrito por Narro Robles, Sales Márquez y Enrique Márquez, coordinador de los Festejos del Bicentenario y Centenario de la Revolución Mexicana en el Distrito Federal, quien leyó un mensaje del jefe del GDF, Marcelo Ebrard.

En la ceremonia, el rector de la UNAM externó que la cátedra contribuirá a cumplir las funciones básicas de las universidades, como el desarrollo de conocimiento, la formación de recursos humanos y la difusión del saber.

Sales Márquez, a su vez, indicó que unirá esfuerzos de la institución a su cargo con la Universidad Nacional y con el gobierno del Distrito Federal. Será un foro para la ejecución de actividades vinculadas al pensamiento democrático actual, sostuvo.

Por su parte, Enrique Márquez compartió el beneplácito de Marcelo Ebrard por participar en la cátedra. En la carta de Ebrard, a la que Márquez dio lectura, el mandatario del DF expresó su reconocimiento a las comunidades académicas de ambas instituciones, que generarán resultados de excelencia, en ocasión del bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812, que marcó la historia de España y América.
Créditos: UNAM-DGCS-282-2011/unam.mx

En 15 años podría desaparecer el ajolote

 
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El ajolote es una especie que sólo vive en México y que podría extinguirse debido a la actividad humana.
El ajolote es una especie que sólo vive en México y que podría extinguirse debido a la actividad humana.

1 de febrero de 2011

• Luis Zambrano González, del Instituto de Biología de la UNAM, recomendó instrumentar proyectos viables de preservación en Xochimilco, un lugar que cada vez pierde más zonas verdes por el vertiginoso ritmo de urbanización

En 15 años, el ajolote (Ambystoma mexicanum), especie endémica del Valle de México, podría extinguirse.

“Al realizar un análisis de viabilidad poblacional de la especie, en la delegación Xochimilco, un grupo de especialistas llegamos a la conclusión de que si no desarrollamos un programa de conservación útil, este anfibio puede desaparecer”, alertó Luis Zambrano González, del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.

“Antes de que nuestros hijos tengan descendencia, el ajolote, un animal fundamental para México, desaparecerá; por ello, trabajamos en generar refugios para estos anfibios, con el apoyo del gobierno federal”, expuso en la conferencia Los megaproyectos que promueven la urbanización de la Ciudad de México. ¿Cuántas áreas verdes nos quedan y cuántas perderemos?”.

La propuesta de Zambrano es que los canales que rodean las chinampas y sirven de refugio al ajolote, tengan filtros biológicos de bajo costo y mantenimiento; así, esta especie podría cohabitar con la fauna nativa y, de paso, se elevaría la calidad del agua.

“Lo que falta es generar las condiciones para que este proyecto sea factible. Al realizar otros estudios en la misma zona, nos percatamos que en los últimos cinco años, entre el 12 y el 14 por ciento de los canales se habían urbanizando, lo que dificulta cualquier labor de preservación”.

El panorama podría ponerse peor aún, porque lo más probable es que la zona se encuentre totalmente urbanizada para el año 2050, refirió.

Sin embargo, esta prospectiva nos reveló que la transformación de áreas naturales en ciudad no es un fenómeno directo, sino un sistema complejo que comprende varios pasos y procesos.

“No pasamos de la chinampería al edificio así, sin trámites, sino de ésta llegamos al bosque secundario, de ahí a la agricultura y luego al bosque abandonado, para finalmente llegar a la urbanización”, detalló en el auditorio Ángel Bassols Batalla del Instituto de Investigaciones Económicas.

En el Distrito Federal, de 1973 a 2002, se urbanizó 17 por ciento de territorio de conservación, y de 2005 a 2009, la cifra se duplicó. “De seguir con esta inercia, acabaremos con estas zonas”.

Por ello, argumentó, los investigadores, académicos y estudiantes tenemos una gran responsabilidad, no podemos permitir que esto continúe.
Créditos: UNAM-DGCS-065-2011/unam.mx

Cada vez más frecuente la aparición de grietas en la ciudad de México

 
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Gabriel Auvinet Guichard, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Gabriel Auvinet Guichard, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

31 de diciembre

• En los últimos años, el Laboratorio de Geoinformática del Instituto de Ingeniería de la UNAM se ha enfocado a elaborar una base de datos con información sobre su ubicación y a entender cómo se generan
• Por sus dimensiones, pueden ocasionar daños importantes a las construcciones y servicios públicos, afirmó Gabriel Auvinet Guichard, investigador de esa entidad

En el suelo de la Ciudad de México y del área metropolitana, cada vez es más frecuente la aparición de grietas que, por sus dimensiones, causan alarma entre la población y llegan a ocasionar daños importantes a las construcciones y servicios públicos, afirmó Gabriel Auvinet Guichard, investigador del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

No obstante, aclaró, este problema no es exclusivo de la capital del país, también se presenta en otras entidades como Querétaro, Aguascalientes, Jalisco, Michoacán y Estado de México.

Las grietas pueden tener variados orígenes, basta con aplicar una carga importante sobre el suelo –por ejemplo, cuando se construye un terraplén– para que aparezcan, sin ser necesariamente graves; las más críticas tienen que ver con el hundimiento de la urbe o de alguna zona afectada por el bombeo de agua de pozos profundos, indicó.

El ingeniero en geotecnia señaló que, desde finales del siglo XIX, en algunos puntos del Valle de México, el hundimiento regional ha rebasado los 13 metros, lo que ha repercutido en las zonas de transición, donde se han presentado asentamientos diferenciales y grietas, que han generado daños considerables y hasta accidentes en fraccionamientos.

Básicamente, prosiguió, las grietas ocasionan daños a las construcciones, carreteras, calles, o a los servicios públicos, como la red de distribución de agua potable, lo que representa un fuerte impacto económico.

Labor en el Laboratorio de Geoinformática

El Laboratorio de Geoinformática del II, se ha dado a la tarea de analizar el problema del agrietamiento en el Valle de México. Aquí, indicó, se ha realizado un trabajo sistemático de levantamiento de grietas y se ha recopilado información de otras instituciones, que también se interesan en este problema, como el Cenapred, el Instituto de Geología, y el Sistema de Aguas de la Ciudad de México. Además, se ha trabajado en modelos numéricos y analíticos para representar ese fenómeno.

En los últimos años, se ha elaborado una base de datos sobre la ubicación de esas hendiduras, que se han clasificado de acuerdo con el mecanismo que las genera. Esa información, se plasma en mapas que se incluirán en el reglamento de construcción, como advertencia para quienes desarrollan infraestructura, subrayó.

“Hasta el momento, la base contiene 380 registros de zonas de agrietamiento documentados; sin embargo, el problema es grande y aún hay mucho por hacer”, informó.

Las zonas más afectadas

De acuerdo con la información disponible, las zonas del Valle de México más afectadas por este fenómeno son Iztapalapa, Chalco, Xochimilco, la periferia de la Sierra de Santa Catarina, Xalostoc y Vallejo.

Se ha observado, abundó, que no están distribuidas al azar y se concentran principalmente en ciertas áreas; asimismo, se ha podido comprobar que no existe correlación entre ellas y la actividad tectónica. El agrietamiento es un fenómeno de fracturamiento mecánico superficial, recalcó.

Aunque no siempre es peligroso este fenómeno, provoca alarma entre la población porque es muy vistoso. Además, si se permite que las grietas se erosionen por el agua, toman dimensiones exageradas; por ello, deben ser tratadas de inmediato, para no permitir que se genere un problema mayor, advirtió.

“Deben rellenarse cuanto antes, y se ha visto que el material que da mejor resultado es la arena, porque ayuda a controlar el arrastre de `finos´ y el proceso de erosión”, concluyó.
Créditos: UNAM-DGCS-822/unam.mx