



- Esta es una imagen de los líquidos que son producto de la cianuración con mercurio y de los residuos que resultan altamente contaminantes.
27 de Agosto de 20
Mediante una técnica que remplaza el mercurio por el cloro, estudiantes de la UN promueven en Antioquia una solución para explotar el oro de manera menos contaminante.
En la Facultad de Minas se desarrolló el mapeo geoquímico de sedimentos activos finos de corrientes, a partir del cual se construyó la línea base del mercurio en Antioquia, que arrojó unos resultados muy altos en la zona.
Según la investigación, el nordeste antioqueño es la subregión más contaminada en ese aspecto, habida cuenta de que presenta 860 partes por millardo y el estándar establecido para mercurio es alrededor de 150 partes.
La situación suscitó en dos integrantes del Semillero Mineroenergético y Ambiental de Antioquia (SEMA) la preocupación por evitar el uso del mercurio.
“Tenemos clara la problemática ambiental y sus efectos en la salud humana; lo que implica utilizar mercurio para la explotación minera”, señala Luis Hernán Sánchez, docente-investigador de la Facultad de Minas.
El mercurio es el único metal líquido a temperatura ambiente. Es muy volátil y se usa, entre otras labores, para la amalgamación del oro. Ese compuesto, según explica el profesor: “es una preocupación a nivel mundial porque ocasiona malformaciones; sobre todo en la descendencia de la personas que se contaminan por el consumo de aguas impurificadas con mercurio; lo que hace que la esperanza de vida de esas personas disminuya enormemente”.
Proyecto de altos beneficios
Sanderson Mantilla, integrante del SEMA, afirma que se quiere adoptar la estrategia que en países mineros (como Sudáfrica, Perú y Chile) se ha implementado. “Se trata de utilizar el cloro para lixiviar el oro en un circuito cerrado en el que se evita el uso del cianuro. La viabilidad radica en que la eficacia del proceso es de cerca del 95%, mientras que con cianuración y mercurio es del 73%. Y, en cuanto a bondades ambientales, los costos no tienen precio”, precisa.
Por su parte, Juan Alberto Ossa Vega, integrante del semillero, manifiesta: “La metodología por implementar ubicaría a pequeña escala un centro de acopio en el que los pequeños mineros nos facilitarían el material extraído de las minas, para demostrarles los beneficios de su producción con la cloración, pues se ahorrarían los costos de producción”.
Además, se sabe que para extraer solo un gramo de oro se necesitan cinco gramos de mercurio.
Los integrantes del semillero consideran que lo más difícil es cambiar la cultura de la gente y demostrarles cuánto se ganarían si hicieran sus procesos con el nuevo método de cloración, así como cuánto aumentaría su expectativa de vida y se mejoraría la calidad del agua y del aire en Segovia (que está catalogado como el tercer lugar del mundo más contaminado con mercurio y en donde los gestores de la UN implementarán el proyecto).
Para el montaje de los sistemas demostrativos en este municipio, se requiere una inversión de 200 millones de pesos. Pero la fase de investigación científica está resuelta, dados los antecedentes de efectividad en otros países y los estudios como la línea de base del mercurio en Antioquia, en la que participaron los docentes Jorge Martín Molina y Luis Hernán Sánchez, entre otros investigadores de la UN.
Hasta el momento, el proyecto de cloración para extraer oro en Antioquia está en la búsqueda de los recursos para empezar con el modelo demostrativo de campo, que, según los integrantes de la propuesta, requeriría un año para mostrar las ventajas de la alternativa.
Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co