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PROPONE UNIVERSITARIA MÉTODO DIAGNÓSTICO PARA IDENTIFICAR TRES VIRUS RESPIRATORIOS

 
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virusrespiratoriosPara identificar a tres virus causantes de enfermedades respiratorias, emparentados entre sí y cuyos síntomas se confunden con frecuencia, Rocío Tirado Mendoza, técnica académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, desarrolló un método diagnóstico que precisa, a nivel molecular, de cuál de ellos se trata.

A partir de líneas celulares y secuencias genéticas, la química farmacéutica bióloga, maestra en biología celular y doctora en ciencias biomédicas por esta casa de estudios, detecta los virus sincitial respiratorio, metapneumovirus y parainfluenza, todos en sus variantes humanas.

“Se trata de los tres microorganismos causantes de las principales enfermedades respiratorias y tienen como blanco principal a los ancianos y a la población infantil, de cero a cinco años”, indicó la universitaria en entrevista.

El sincitial respiratorio humano es el agente número uno de bronquiolitis, bronquitis y neumonía en niños de cero a dos años. Causa alrededor de 160 mil decesos anuales en el orbe, 10 mil de ellos en adultos mayores.

El metapneumovirus humano es un microorganismo descubierto en Holanda en 2001, por lo que aún no se tiene una estadística global confiable. “Aunque se describió hace pocos años, hay evidencia de su existencia en generaciones anteriores. A nivel mundial, es responsable del ocho por ciento de las infecciones en adultos mayores y tiene un índice de mortalidad de siete por ciento, cifra corta porque es de reciente descubrimiento”, precisó.

En tanto, el virus parainfluenza humano –distinto del de la influenza estacional y otros como el AH1N1, que en 2009 provocó una epidemia en la Ciudad de México— también causa bronquitis, bronquiolitis y algunos tipos de neumonía, aunque muchas cifras de su frecuencia se confunden con otros virus respiratorios.

Sin vacunas ni diagnósticos certeros

“Para ninguno de estos microorganismos existen vacunas ni antivirales. Además, en México la red de vigilancia epidemiológica no indica cuál de estos virus se presentan con mayor frecuencia, qué edades son las más afectadas y otras tendencias”, señaló Tirado Mendoza.

Los tres virus son estacionales y afectan generalmente en la época invernal, pero se desconoce cuál de ellos afecta más a la población nacional, aunque a nivel mundial es el sincitial respiratorio. “Falta investigación para conocer el flujo de movimiento de estos microorganismos en el país”, alertó.

Incluso, en los grandes hospitales nacionales (públicos y privados) no se tienen establecidos los métodos diagnósticos específicos para estos virus. “Ello y la similitud de los síntomas en los tres casos dificulta un diagnóstico certero, lo que es delicado en niños con daño respiratorio previo, asma o desnutrición”, subrayó.

Aislamiento viral y tipificación

En el Laboratorio de Biología de Microorganismos, adscrito al Departamento de Microbiología y Parasitología de la FM, la universitaria trabaja, a partir de muestras humanas obtenidas mediante exudado faríngeo, en el aislamiento viral y la genotipificación de esos microorganismos.

“Inicialmente establecimos una colaboración con el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (INDRE), después ampliamos la colaboración con el Hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE para la obtención de muestras biológicas de los pacientes, con el propósito de llevar a cabo la detección y genotipificación de cada uno de estos virus”, apuntó.

Entre sus análisis destaca la comparación de cada muestra con cepas virales de referencia por ensayos de RT/PCR, que son amplificaciones de secuencias genéticas previamente establecidas. “Tenemos seleccionados los genes que nos interesan para cada uno de los virus y podemos hacer identificación y aislamiento preliminar, que luego confirmamos con ensayos moleculares”, explicó la especialista, con 23 años de experiencia en este ámbito.

Propuesta metodológica para evaluar la actividad virucida de productos desinfectantes

Tirado Mendoza propone que, con su método, las empresas farmacéuticas interesadas prueben la actividad virucida de sus productos desinfectantes. “Con la metodología establecida en el laboratorio es factible realizar esas pruebas (es decir, la eficiencia de un agente para destruir un virus) en algunos desinfectantes”.

Estos virus tienen una envoltura exterior vulnerable a detergentes y solventes orgánicos, que afectan su estructura y disminuyen su capacidad infectiva.

Los desinfectantes podrían desarrollarse en gel, alcohol o gotas, según su uso: para bebés, para limpiar las manos o para desinfectar superficies. “La idea es utilizar el método y los cultivos celulares, a fin de confrontar su eficiencia”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-059-2014

Inmunoterapia antitumoral contra el melanoma

 
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Modelo de inmunoterapia antitumoral con el empleo de células dendríticas presentadoras de antígenos.
Modelo de inmunoterapia antitumoral con el empleo de células dendríticas presentadoras de antígenos.

2 de enero de 2012

• Académicos de la Facultad de Medicina utilizan células dendríticas presentadoras de antígenos para inducir respuestas contra células tumorales

Integrantes del Departamento de Biología Celular y Tisular de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, recurren a la inmunoterapia antitumoral para combatir el melanoma, uno de los cánceres más agresivos. “Consiste en emplear al mismo sistema inmunológico para atacar las células tumorales que se generan día a día en nuestro organismo”, explicó Andrés Castell Rodríguez, jefe del área referida.

Aparte de que se multiplican de manera desordenada, las células tumorales producen factores que modulan al sistema inmunológico para que no las reconozca como extrañas; de este modo, se crea un fenómeno de tolerancia que les permite reproducirse sin problema.

La idea de los universitarios es modificar el sistema inmunológico o aprovechar algunas de sus herramientas para atacarlas. Hay diferentes maneras de abordar la inmunoterapia antitumoral; por ejemplo, se pueden utilizar linfocitos T o hacer células-híbrido con tumorales, y esperar a que el sistema las reconozca como extrañas.

“Utilizamos las células dendríticas presentadoras de antígenos (un antígeno es una molécula que da lugar a una respuesta inmunológica) para inducir respuestas contra elementos tumorales. El modelo con que trabajamos es el melanoma, un tumor muy agresivo con pocas posibilidades de ser erradicado por medio de quimioterapia o radioterapia”, dijo Castell Rodríguez.

Las dendríticas de la epidermis fueron descritas en 1868 por el patólogo y biólogo alemán Paul Langerhans (de ahí que sean conocidas como células de Langerhans). En 1973, el inmunólogo canadiense de origen judío, Ralph M. Steinman, las describió en el bazo y las caracterizó, por lo que obtuvo el Premio Nobel de Medicina 2011, días después de haber fallecido.

Ahora se conoce que no sólo se encuentran en esos órganos, sino también en el timo, los ganglios linfáticos, la vagina, el esófago, la córnea, así como entre los alvéolos pulmonares y células musculares del corazón. “Realmente, integran en todo el organismo un sistema que funciona como uno de inmunovigilancia”, señaló.

Si un individuo se pone en contacto con una sustancia o molécula extraña a su organismo, las células dendríticas pueden reconocerla como ajena y combatirla, o bien, reconocerla como propia, debido a que no se da ningún rechazo inmunológico.

Por otro lado, en el medio interno, si unas células expresan de pronto un fenotipo tumoral y empiezan a crecer, las dendríticas son capaces de registrarlas como extrañas y combatirlas. También, esas mismas tumorales pueden modificar el sistema inmunológico, y propician que se origine un tumor.

“Tomamos células de médula ósea, las transformamos en dendríticas mediante la adición de algunos factores de crecimiento, y luego las activamos in vitro con antígenos tumorales específicos de melanoma. Así nos aseguramos que la respuesta será únicamente contra la parte afectada y no contra otra zona”, indicó.

Los académicos universitarios han llevado a cabo pruebas con ratones de laboratorio a los que previamente les ponen células de melanoma. A las cuatro semanas mueren, pero si se les aplica una sola inyección de dendríticas modificadas y activadas, su sobrevida alcanza las 16 semanas; además, han comprobado que el tamaño del tumor disminuye de manera considerable y se monta una buena respuesta inmunológica en su periferia, así como en los ganglios linfáticos y el bazo.

En la actualidad, Castell Rodríguez y sus colaboradores analizan los esquemas de aplicación de este tratamiento.

“A los ratones con melanoma les aplicamos entre dos y tres inyecciones de células dendríticas modificadas y activadas a la semana, durante un mes. Hemos visto que su sobrevida se incrementa y el tumor llega a desaparecer”.

Los casos de melanoma se han incrementado en México de 300 a 600 por ciento en los últimos 20 años, debido a la exposición de las personas a la luz ultravioleta del Sol (en esto juega un papel fundamental el adelgazamiento de la capa de ozono).

Aparece con más frecuencia en las palmas de las manos, en las plantas de los pies y por debajo de las uñas, a una edad productiva: entre los 40 y 50 años.

En el momento que invade la dermis (tan sólo tres milímetros por debajo de la epidermis), la sobrevida disminuye 50 por ciento en un año, y si llega a los ganglios linfáticos, la sobrevida se reduce 98 por ciento en ese mismo lapso (es decir, 98 de 100 pacientes morirán en ese plazo).

Asimismo, hace metástasis tempranas en cerebro, pulmones y otros órganos, y a distancia también son altamente resistentes a la quimio y radioterapia.

El melanoma es 100 por ciento curable si se detecta a tiempo en la epidermis. Una recomendación para prevenirlo es cuidarse los lunares: ver si cambian de color, tamaño y/o forma (por ejemplo, si el borde deja de ser redondo).
Este tratamiento es una alternativa más. Pensamos que debe aplicarse en combinación con otros, como cirugía e inmunoterapia antitumoral, subrayó.

Los académicos universitarios ya presentaron un protocolo de aplicación en el Comité de Ética y de Investigación de la Facultad de Medicina, para ser aprobado.

“Esperamos tener todo listo en seis meses para hacer las primeras pruebas clínicas con pacientes del Hospital General Dr. Manuel Gea González, y del Hospital General de México”, concluyó.

Créditos: unam.mx/boletin/003/2012

La universidad debe transferir los conocimientos que genera

 
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Una célula humana maneja 30 mil genes distintos y la combinatoria da un número tan grande que es mucho mayor a la edad del universo.
Una célula humana maneja 30 mil genes distintos y la combinatoria da un número tan grande que es mucho mayor a la edad del universo.

23 de octubre de 2011

Agencia de Noticias UN- El deber de la universidad radica en investigar y transferir sus conocimientos a una sociedad que se transforme y promulgue el entendimiento de la complejidad del universo.

Así lo afirmó Eduardo Mitrani Acrich, profesor de Biología Celular y del Desarrollo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, durante su conferencia ‘Transferencia de Tecnología en Biotecnología: Una Visión Personal’, realizada en el auditorio Alejandro López de la Facultad de Minas de la UN en Medellín.

La tecnología, sin lugar a dudas, marca una constante trasformación en los comportamientos de la sociedad, dijo el profesor al tiempo que afirmó: “Estamos en una época donde la sociedad se está dando cuenta de que es importante hacer investigación y está dispuesta, no solo a través de convocatorias, sino de presupuesto privado”.

En ese amplio panorama de las causas y las consecuencias de investigar en el que, como afirma Mitrani, “la empresa privada financia diez veces más que el estado, las universidades deben tener un mecanismo que permita que esa tecnología se pueda transferir, se pueda traducir en un sistema que posibilite, por un lado, desarrollar la tecnología y, por el otro, producir rentabilidad para quienes están impulsando la investigación”.

A medida que avanzaba el estudio iban apareciendo interrogantes éticos y morales sobre qué y qué no investigar. Sin embargo, para el docente “hoy en día, la estructura de las compañías nuevas, de las compañías pequeñas, a diferencia de los dinosaurios que son las multinacionales, está desarrollando las nuevas tecnologías y la inversión no va dirigida a un producto particular, porque saben que lo que hagan va a tener repercusiones en el futuro de la sociedad. Entonces, ellos invierten sin dirigir la investigación desde preceptos éticos. Cuando yo empecé había mucho miedo de las implicaciones éticas. Esto, por lo menos en el mundo occidental, ya no existe”, apuntó.

Mitrani dice que una célula humana maneja 30 mil genes distintos y que la combinatoria da un número tan grande que es mucho mayor a la edad del universo. Esto para decir que “la meta de una persona en este mundo es tratar de entender algo de esa complejidad y creo que eso es lo que estamos haciendo al investigar”, puntualizó.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Investigan en la UNAM relación de estrógenos con cáncer pulmonar en mujeres

 
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18 de agosto del 2011

Es fundamental conocer de qué modo participan los estrógenos en el desarrollo del cáncer pulmonar, para saber si es necesario inhibirlos como parte del tratamiento contra ese padecimiento.
Es fundamental conocer de qué modo participan los estrógenos en el desarrollo del cáncer pulmonar, para saber si es necesario inhibirlos como parte del tratamiento contra ese padecimiento.

• Estas hormonas favorecen la producción de las quimiocinas, que hacen que un tumor canceroso sea más agresivo

Los estrógenos (hormonas sexuales femeninas) desempeñan un papel importante en el desarrollo del cáncer pulmonar en mujeres. A esta conclusión llegaron Vianey Rodríguez Lara, maestra en Ciencias, que realiza un proyecto de investigación en el Departamento de Biología Celular y Tisular de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, y quien lo dirige, Teresa Fortoul.

Se conocía que esas hormonas protegían a las mujeres de diferentes patologías; sin embargo, en el caso del cáncer pulmonar, se ha sugerido que favorecen su desarrollo.

“No se ha reportado que los estrógenos por sí solos ocasionen ese tipo de neoplasia; constituyen un factor de riesgo importante, pero se requieren otros elementos, como algunas alteraciones genéticas”, dijo Rodríguez Lara, quien busca obtener su doctorado en Ciencias Biológicas con este trabajo.

Al respecto, Teresa Fortoul explicó que “el ambiente donde se desarrolla un cáncer puede ser modulado por los estrógenos, y aquí entran en juego las quimiocinas, moléculas que modifican el “nido” donde las células enfermas pueden crecer”.

Rodríguez Lara encontró que los estrógenos favorecen la producción de las quimiocinas, que hacen que un tumor sea más agresivo. Ello significa que las mujeres tienen un factor extra que vuelve más difícil el tratamiento y la respuesta. Ahora bien, se conoce poco del mecanismo mediante el que las hormonas sexuales femeninas participan en el proceso.

Inhibición

“Es fundamental conocer de qué modo participan los estrógenos, para saber si es necesario inhibirlos como parte del tratamiento contra ese padecimiento y, también, para ver si la terapia de reemplazo hormonal podría favorecer el curso del proceso neoplásico en los pulmones”, indicó Rodríguez.

Hasta ahora, las investigadoras han encontrado que las hormonas femeninas favorecen la expresión de las quimiocinas en el microambiente del tumor, lo que facilita que las células neoplásicas proliferen, migren a otros sitios y hagan metástasis.

Las quimiocinas son moléculas que normalmente ayudan a las células del sistema inmune a migrar a sitios donde hay una infección, para que puedan llevar a cabo su “trabajo de limpieza”.

Sin embargo, si las pertenecientes a un tumor expresan esas moléculas las utilizan para trasladarse a donde hay más quimiocinas; de esta manera, es favorecida la metástasis.

Finalmente, Fortoul indicó que “actualmente hombres y mujeres reciben el mismo tratamiento, pero en el futuro se buscaría planear uno diferente para ellas”.

Créditos: unam.mx/boletin/2011_484

Modelo universitario para recuperar ambientes contaminados

 
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Universitarios mejoraron dos variedades vegetales, un helecho y una planta silvestre llamada Nicotiana glauca, para acumular grandes concentraciones de cromo y cadmio
Universitarios mejoraron dos variedades vegetales, un helecho y una planta silvestre llamada Nicotiana glauca, para acumular grandes concentraciones de cromo y cadmio

27 de agosto de 2010

• Tras siete años de experimentación, elaboraron una técnica en la que emplean plantas y microorganismos asociados a la rizosfera para extraer metales pesados altamente tóxicos
• Los académicos y alumnos de la carrera de Biología, en la FC, desarrollaron variedades vegetales altamente eficientes, sobre todo helechos nativos, para la remoción de esos elementos
• Ya iniciaron el trámite para el registro de patentes

Tras siete años de experimentación, académicos y alumnos de la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, elaboraron un modelo de recuperación (fitorremediación) de suelos y cuerpos de agua, en el que se emplean plantas y microorganismos asociados a la rizosfera (parte del suelo inmediata a las raíces, donde tiene lugar una interacción dinámica con los microorganismos), para extraer metales pesados altamente tóxicos.

Los universitarios se han dedicado a la separación de estos contaminantes porque los suelos del territorio mexicano estuvieron expuestos por décadas a los vertederos de la industria minera, una de las primeras actividades económicas.

Esa situación provocó un desequilibrio ambiental, y a ello se aunó el impacto por la actividad industrial, cuyos desechos no siempre se manejan de modo adecuado.

“En el país, la alteración de ecosistemas se relaciona con metales pesados como cromo, cadmio, mercurio y plomo, y con otros contaminantes orgánicos”, indicó María Isabel Saad Villegas, coordinadora de los Laboratorios de Docencia del Departamento de Biología Celular de la FC.

Según cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en 2005, existían en la nación más de 400 sitios altamente contaminados, que requerían soluciones inmediatas.

El modelo de recuperación

El modelo de recuperación de ambientes contaminados de los universitarios consiste, en primer término, en obtener plantas silvestres con potencial acumulativo por su biomasa, que presenten capacidad reproductiva, disposición para adaptarse a diversos ambientes y capacidades bioquímicas y moleculares, entre otras.

Con ese objetivo, desarrollaron variedades vegetales altamente eficientes en la remoción de metales pesados, sobre todo helechos nativos. “Ya generamos metodologías para reproducir y mejorar in vitro esas especies, y empezamos a aplicar biología molecular para aumentar su eficacia y emplearlas en campo”, dijo Saad Villegas.

Los también tesistas de licenciatura y sus asesores investigan las características de la flora silvestre mexicana en minas y lugares contaminados con mercurio o cromo de Zacatecas, Guerrero y Guanajuato; hasta ahora, han localizado más de 30 especies vegetales proclives a utilizarse en la biorremediación.

Inicialmente, analizaron cinco plantas terrestres como un modelo para encontrar una estrategia de desarrollo que pudiera llevarse a la práctica; actualmente, han consolidado la suficiente experiencia para utilizar cualquier especie silvestre.

“Hemos optimizado los sistemas de bioacumulación (concentración de sustancias químicas en organismos vivos) para extraer esos contaminantes del suelo. Asimismo, trabajamos con plantas acuáticas, algas y bacterias fotosintéticas de diferentes tipos, que también son eficientes para descontaminar ecosistemas”, explicó la académica.

Registro de patentes y empresa

Los universitarios ya iniciaron el registro de dos patentes, una para el método de remoción de cadmio de suelos y cuerpos de agua, y la otra, para un sistema que mejora genéticamente helechos con potencial acumulativo (estas plantas resisten altas concentraciones de metales pesados).

“El propósito es proteger la propiedad intelectual de estos desarrollos, para que sean parte del patrimonio de la UNAM y, por ende, del país y de los mexicanos”, comentó.

Asimismo, pidieron a la autoridad correspondiente la protección de dos variedades vegetales (un helecho y una planta silvestre llamada Nicotiana glauca) que mejoraron para acumular grandes concentraciones de cromo y cadmio.

De acuerdo con Saad Villegas, se ha empezado a consolidar en el país una línea de estudio para fortalecer el área de biorremediación y fitorremediación, que se encontraba en desventaja.

“Esta tecnología representa la opción ecológica más amigable con el ambiente y económica; lo único que se debe hacer es sembrar plantas, sin necesidad de revolver suelos”.

El trabajo de los biotecnólogos se hizo en colaboración con botánicos y edafólogos de la misma Facultad de Ciencias, y con integrantes de los institutos de Química, Geografía, Biología, e Ingeniería

Otro proyecto de los universitarios es formar una empresa que dé servicios integrales a la población. “Esta tecnología no trabaja con grandes maquinarías ni equipos sofisticados, lo que ocupa como principal insumo es el conocimiento, y si se cuenta con alumnos entusiastas y emprendedores, con experiencia, hay que aprovecharlos. Nuestra empresa tendrá el eslogan: ‘Biogestión tecnológica y ambiental’”, finalizó la académica.
Créditos: UNAM. DGCS-507/unam.mx