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EL LABORATORIO DE PALEOETNOBOTÁNICA Y PALEOAMBIENTE REVELA CÓMO ERA LA VIDA COTIDIANA EN TEOTIHUACAN

 
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lavidacotidianaentehotihucan31 de julio de 2014

El Laboratorio de Paleoetnobotánica y Paleoambiente se especializa en la identificación de restos de plantas conservados en excavaciones arqueológicas, así como en el análisis de sedimentos, suelos y otros depósitos geológicos en los que puede haber evidencia botánica en buen estado de preservación, expuso Emily McClung, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM.

“Desde su fundación, se planteó la recuperación e identificación de semillas y otras partes vegetales conservadas en excavaciones, en áreas tanto domésticas como de almacenamiento o preparación de alimentos, por ejemplo, en fogones y vasijas”, explicó.

De esta manera, es posible analizar los restos referidos para establecer cómo vivían los habitantes de Teotihuacan. “Como arqueólogos entrenados en botánica vemos aspectos de subsistencia, alimentación y diferencias entre distintos sectores de la población al determinar quiénes tuvieron posibilidad de usar o consumir ciertos productos y quiénes no”, dijo McClung.

Al respecto, recordó que en 1972 inició sus trabajos en excavaciones en Teotihuacan con otros investigadores y así surgió el interés en la posibilidad de recuperar restos botánicos.

Iniciaron un programa detallado con una técnica llamada “de flotación”, que consiste en tomar muestras del sedimento, separarlas en agua mediante mallas finas —de menos de 0.5 mm de apertura— y observarlas en el microscopio estereoscópico.

“Esto nos permite ver y evaluar las condiciones de conservación. Así, descubrimos datos no evidentes a simple vista porque muchas semillas económicamente importantes en México son diminutas (algunas tienen 0.5 incluso 0.2 milímetros de diámetro, como las de la chía, verdolaga, epazote y huauzontle)”.

El equipo de McClung ha encontrado simientes que no imaginaban que se hubieran usado hace dos mil años, como la verdolaga y el jaltomate (pariente del tomate y el jitomate, pero en miniatura y morado). “Nos parecía inconcebible que se consumiera en Teotihuacan, pero lo encontramos por todos lados”.

Indudablemente, su alimentación incluyó plantas y animales en un número mayor de lo registrado, porque la conservación durante dos mil años se logra con dificultad. Sin embargo, los investigadores tienen una idea amplia sobre qué variedades pudieron haber utilizado como fuentes de vitaminas y proteínas.

Aunque el universitario no trabaja animales, en términos generales encontró que se alimentaron de venados, guajolotes, perros, aves y varios tipos de roedores silvestres. En una de las unidades habitacionales se encontró una amplia selección de peces que probablemente eran utilizados por sus escamas, empleadas para adornar trajes. Ésta es un área en la que ha laborado la investigadora emérita de la UNAM, Linda Manzanilla.

Los pescados también servían como alimento; hay restos de especies provenientes de la Costa del Golfo, sobre todo, y en menor medida, del Pacífico.

Los científicos han registrado una larga lista de plantas en Teotihuacan, como maíz, amaranto, huauzontle, epazote, verdolaga, aguacate, frijol, ayocote, huizache, biznaga, chile, tomate, calabaza, ciruela, tejocote y capulín. “Otro producto importante fue el nopal y su fruto, la tuna. Con seguridad usaban las pencas y su fibra”, apuntó.

Todo eso da a los antropólogos una idea de cómo vivía y qué consumía la sociedad teotihuacana antes de desaparecer. “Hemos encontrado plantas parecidas en el sur de la cuenca de México y en el valle de Teotihuacan, que datan del periodo formativo (del 2500 antes de nuestra era hasta el año 100 dC), aunque no propiamente en la ciudad prehispánica referida”.

Ofrendas y entierros

En los edificios monumentales en Teotihuacan, en las pirámides de la Luna, del Sol y en la de Quetzalcóatl, hay entierros a manera de ofrenda de las que algunos individuos forman parte. Esto se relaciona con el inicio de la construcción, de una nueva etapa o con la terminación.

“Los templos son interesantes porque no tienen que ver con el uso cotidiano de las plantas, sino con que están cimentados en distintas etapas y al inicio de cada una se protegía lo correspondiente a la anterior. No se sellaba intencionalmente, pero quedaba así al edificar algo más encima”.

En la construcción de la Pirámide de la Luna se han detectado siete niveles. El que vemos es el más reciente, pero llama la atención que en los rellenos entre cada uno se conservan sedimentos con restos botánicos provenientes de tierra de cultivo.

Esta información es muy importante porque no tiene que ver con ofrendas ni con la utilización de plantas cotidianas, sino con la tierra para rellenar los edificios. “Sabemos que no ha sido alterada desde que fue puesta en la construcción, por lo tanto nos permite conocer los tipos presentes en los campos de cultivo que estuvieron relativamente cerca del centro ceremonial”, dijo.

Para levantar una estructura a una altura determinada se necesitaba tierra, piedra, tabique y adobe. Mucho de este material vino de sitios próximos a la ciudad.

Desde el punto de vista económico, se eliminan campos de cultivo, lo que significa que no se produjeron los alimentos necesarios para la urbe. “Uno se puede imaginar la organización sociopolítica y socioeconómica de Teotihuacan. Pensemos en una comunidad que se da el lujo de arrasar con sus campos”.

En el aspecto político se demuestra que las autoridades tienen la capacidad de construir algo inmenso; por otro lado, está el simbolismo de la pirámide, que refiere poder y control. “Desde la perspectiva referida, es una representación del poder del Estado”.

Es interesante porque hay un paralelo con lo que pasa hoy. Áreas que fueron primordiales en la producción de comestibles ahora son utilizadas para fraccionamientos, edificios gubernamentales, hospitales y aeropuertos. Se arrasan los campos agrícolas en aras de una imagen de modernización, desarrollo y bienestar.

“Actualmente atribuimos a la época azteca el uso de plantas –que hoy son parte de la alimentación– y herbolaria tradicional en el país, pero no es así, ellos documentaron estos conocimientos que ya tenían más de dos mil años antes de su llegada al Valle de México”, explicó.

“Eso es algo que solemos ignorar, pero el estudio de sitios arqueológicos más antiguos arroja dicha información. No siempre podemos decir cómo preparaban sus alimentos, qué mezclas hacían o cómo elaboraban sus salsas, aunque sabemos que el conocimiento de estas plantas es mucho más antiguo de lo que se piensa”, finalizó.

Créditos: UNAM-DGCS-438-2014

MIDEN EL COMPORTAMIENTO DE FLUJOS EN SUELOS MEDIANTE ALGORITMOS

 
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comportamientodesuelosUn grupo de investigadores del Laboratorio de Análisis de Imágenes y Visualización del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM, coordinado por Jorge Alberto Márquez, estudia mediante algoritmos complejos las propiedades y forma de los suelos a fin de hacer simulaciones y obtener su flujo numérico, es decir, cómo se comportarían diversos líquidos y variaría su circulación en suelos.

El proyecto multidisciplinario Desarrollo de un sistema de visión para el estudio de flujos en estructuras de manufactura aditiva es realizado en colaboración con Blanca Lucía Prado Pano, del Instituto de Geología (IGL) de esta casa de estudios; Patrice Delmas, de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, y Celine Duwig, del Instituto de Investigación para el Desarrollo, Francia.

Al presentar sus conclusiones en el seminario Señales, Imágenes y Ambientes Virtuales (SIAV) —organizado por el Departamento de Ciencias de la Computación del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM—, Alfonso Gastelum Strozzi señaló que los algoritmos están listos y ahora él, con un grupo de académicos, se encuentra preparado para experimentar en diferentes muestras de suelos en condiciones de laboratorio.

Desde que se estudian los poros en superficies mediante el procesamiento de imágenes obtenidas con microtomografía computarizada (micro-CT) ha aumentado el interés por definir la relación entre su forma y flujo. Hoy, la mayoría de los modelos clásicos utilizan recursos analíticos para definir la red referida a través de figuras tubulares, pero con los estudios de morfología de imágenes de micro-CT se observa que los poros adquieren apariencias diversas.

“Es un problema porque si buscamos soluciones computacionales que recreen de manera ideal el fenómeno, la representación analítica de objetos con formas complejas puede no ser adecuada, por lo que indagamos una mejor forma de definir el modelo”, indicó Gastelum Strozzi.

Con nuestro método, a partir de imágenes de micro-CT de muestras de suelo podemos definir propiedades morfológicas y la topología y obtener cómo se relacionan con el flujo numérico simulado en modelos 3D.

“Una vez definido el objeto de estudio —en el que se eliminó lo que no son intersticios en el suelo (porque también se encuentran residuos de plantas o rocas)— se obtienen las llamadas estructuras porosas. Inicialmente, los geólogos creían que la superficie estaba interconectada, pero tras el procesamiento de segmentación se concluyó que hay muchos componentes y no todos están interconectados a la resolución que permite trabajar el micro-CT”.

Una de las razones del estudio es obtener modelos que ayuden a conocer de mejor forma la capacidad de transmitir el flujo de los suelos para evitar sobre o subestimar su conducción de partículas, dijo.

Un problema que acarrea la supravaloración radica en que al planificar la aplicación de fertilizantes en los suelos los cálculos no funcionan, el abono permanece en el suelo y los frutos de los cultivos lo absorben. Éste es uno de los problemas que desean resolver los agricultores.

También se refirió a diferentes tipos de poros, entre ellos “uno que es como una papa y otro tubular. Cada uno conduce de manera diferente, lo que hace importante el estudio de la relación de la forma y su flujo”.

El universitario confió en que con sus métodos podrán analizar cómo impactan estos factores en los objetos de indagación.

La búsqueda de las relaciones entre la forma y el flujo permitió producir réplicas a escala de los poros en PLA (Poly-Lactic Acid) mediante construcción aditiva para experimentar en condiciones de laboratorio el flujo en los modelos tridimensionales impresos.

“Estamos en la etapa de seleccionar qué poros son más representativos en las diferentes muestras. Queremos ver cuáles se alejan más del promedio y los que se comportan mejor respecto de un número significativo de propiedades morfológicas. El proyecto busca ir más allá de los suelos, por ello empezamos a probar en vasos sanguíneos y hay interés de analizar otras estructuras”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-258-2014

ANALIZAN MIGRACIÓN Y EFECTOS DE REMESAS EN COMUNIDADES INDÍGENAS

 
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analizanmigracion¿Qué tipo de fenómenos económicos, sociales y culturales se presentan en las comunidades indígenas si algunos de sus miembros emigran al extranjero en busca de empleo y oportunidades para mejorar sus niveles de vida?

Un grupo de especialistas del Programa Universitario México Nación Multicultural y del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM planteó ésta y otras preguntas en un estudio de largo aliento titulado Remesas, migración y desarrollo en las comunidades indígenas del México actual, 1980-2010.

Al presentar las primeras conclusiones de la investigación, en la que intervienen más de 30 analistas (coordinados por Genoveva Roldán), Carolina Sánchez y José Gasca señalaron que ante el abandono de las áreas rurales –acentuado en las zonas indígenas, donde se requiere inversión y apoyo a los pequeños productores– la población se ve obligada a dejar las labores agrícolas de autoconsumo y se incorpora al trabajo asalariado en distintos sectores.

Históricamente, los indígenas han sido participantes en el proceso de desarrollo, aunque bajo un esquema de explotación y despojo. Sin embargo, el esfuerzo de su labor, sus formas de producción, sus productos y el trabajo en la migración –convertido en remesas–, se insertan de diferentes formas al desarrollo del país.

“Hay diversos ejemplos de la riqueza que generan, no obstante, los salarios que reciben jornaleros o migrantes indígenas son más bajos que los de otros segmentos de la población. Ahí se advierte la exclusión, que es más elevada en comparación con otros grupos”, consideraron los académicos.

Ser indígena conlleva discriminación, que se acentúa en las zonas de migración y se agrava en las mujeres. Los riesgos y la vulnerabilidad son considerables en ellas, subrayaron Sánchez y Gasca.

Remesas, más altas que la venta de hidrocarburos

Al analizar las formas de ingreso de divisas, los estudiosos corroboraron que las remesas que envían a sus lugares de origen han ascendido en el patrón de ingresos. “Ocupan un lugar sólo por debajo de la venta de hidrocarburos. En ocasiones han superado al turismo y a la inversión extranjera directa, que han caído en los últimos años”.

En términos de valor, en 2006 –año considerado en este estudio como el momento de mayor auge– las remesas alcanzaron más de 25 mil millones de dólares y al cierre de 2013 descendieron a 22 mil millones.

Si se consideran de manera global (del total de la población migrante), el estudio encontró diferencias con los envíos monetarios de la población indígena. “Independientemente de la importancia que puedan tener en la modificación de la economía de las zonas indígenas, donde se observa claramente su impacto es en su papel de proporcionar alimento a las familias que se quedan.

“También, para cubrir necesidades de infraestructura en esas colectividades, organizadas en el marco de una estructura social comunitaria en donde la totalidad, incluso los miembros que están fuera de sus hogares, tienen la obligación de aportar en beneficio de todos. En suma, los recursos se utilizan para carreteras, mejora de vivienda, clínicas y para fiestas patronales”, detallaron los voceros del grupo.

Dinero indígena y economía nacional

México es un país de migrantes y la presencia de la población indígena en el envío de remesas es de 12 por ciento, aproximadamente. “Hace años, sólo algunos grupos migraban, ahora la mayoría de esos pueblos participan en este proceso. Sin embargo, aunque no modifiquen la situación económica de los lugares de origen, su aportación es relevante porque para muchos de ellos es una estrategia de sobrevivencia”, apuntaron.

En el caso de Oaxaca, donde una tercera parte de su población está catalogada como indígena, se encontraron datos que indican que el fenómeno migratorio y, por lo tanto, el de la recepción de remesas, es relevante.

En contraste, en otros estados considerados en el estudio por tener grupos originarios representativos en la migración internacional, como Michoacán, sus remesas no alcanzan montos significativos, por el hecho de que parte de su población no se cataloga en ese segmento. Ese estado reporta flujos de población migrante hacia Estados Unidos desde hace un siglo.

Por otra parte, el análisis ha determinado que los municipios indígenas de Chiapas y Veracruz crecieron en recepción de remesas entre 2000 y 2012, porque varios grupos de estas entidades recién experimentan flujo migratorio.

De dónde vienen y adónde van

De acuerdo con los analistas, los municipios con alta concentración de esos grupos que participan con frecuencia en el proceso, se ubican en el sureste y centro del país. Por ejemplo, Oaxaca ocupa un sitio destacado, al que le sigue Chiapas (aunque es relativamente reciente su presencia en la migración) y luego Guerrero.

No obstante, quienes ocupan los primeros lugares –medidos por el número de municipios que tienen hogares receptores de remesas– son los mayas, que se desplazan a San Francisco y los poblanos, a Nueva York, Chicago, Nueva Jersey y San Diego.
El estudio aborda las dos facetas de la migración: nacional e internacional. “La población indígena de Oaxaca reporta desplazamientos internos y al exterior. Incluso hay que diferenciar los grupos por entidad y diversidad.

Algunos de ellos tienen antigüedad en el proceso migratorio, como los mixtecos, que han desempeñado un papel singular en la población a la que organiza políticamente en Estados Unidos, si bien debe incluirse a los zapotecos y a los purépechas de Michoacán, menores en número.

Tradicionalmente, la mayor concentración ocurría en California, pero ahora se tiene mayor conocimiento de los mercados de trabajo, además, se han consolidado las redes de apoyo que les permite desplazarse en grupo a diferentes lugares de EU. En la actualidad no desempeñan sólo actividades agrícolas, se encuentran en zonas urbanas incorporados a diversas áreas, desde la industria de la construcción, hasta negocios propios en el sector de servicios y comercio.

Otro aspecto de las remesas que los investigadores consideran relevante son las estimaciones por hogar. “No sólo el valor en dólares, sino en cuanto al número de hogares indígenas que las captan. A Chiapas llega a poco más del 12 por ciento; al 11 por ciento de guerrerenses, mientras que a Hidalgo a una cuarta parte de los municipios indígenas. A Michoacán a sólo 3.4 por ciento, Puebla se sostiene en la cifra de 7.3, Veracruz 5.8, Oaxaca 35 por ciento y Yucatán, el caso más destacado, 52 por ciento.

Para concluir, indicaron que un aspecto relacionado es el desmantelamiento de los sistemas productivos indígenas locales. “En la medida en que emigra más población, se deja de producir, los mecanismos de seguridad alimentaria entran en un proceso de alta vulnerabilidad y se tienen que comprar los alimentos en otro tipo de mercados”.

Créditos: UNAM-DGCS-214-2014

UN impulsa análisis de datos genómicos en el país.

 
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21 de Febrero del 2013
El estudio de las enfermedades complejas tiene un prometedor campo de exploración: el análisis de datos genómicos, una serie de herramientas estadísticas poco usadas en Colombia.
El doctor Humberto Arboleda, profesor del Instituto de Genética de la UN, explica que los datos genómicos son aquellos que se desprenden del análisis del genoma de cada especie, es decir, de la secuencia de ADN que tiene cada individuo en cada una de sus células.
“Esa organización (la secuencia de ADN) depende de la especie y tiene muchas variantes de distintos tipos. Estas se vuelven muy relevantes para determinar la variabilidad de los individuos, de las especies e, incluso, de una patología”, señala.
Y añade: “todas esas variantes de nuestros genes, variantes de regiones que no son genes, cuentan mucho para entender la complejidad de las enfermedades”.
El análisis de estos datos consiste en la utilización de una serie de herramientas estadísticas que permiten usar información de distintas bases de datos que existen a nivel internacional. Estas son necesarias para estudiar las enfermedades, en especial las complejas, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, la artritis o el alzhéimer.
“De lo que se trata es de analizar el genoma humano y lo que se conoce que está recogido en muchas bases de datos, que son de distinto tipo y utilizan distintas herramientas”, puntualiza el profesor Arboleda.
Estas herramientas, según el experto, permiten conocer de modo más preciso a cada individuo y los riegos que tiene de sufrir una enfermedad. Así, ofrecen posibilidades futuras de pronóstico, de manejo temprano de dichas patologías y de hacer medicina preventiva.
“Todo esto va a servir para investigar particularmente por qué una persona puede no responder a una terapia, quién responde mejor, cuáles son sus variantes genómicas, qué puede estar influyendo en dichas variantes y en una mejor respuesta o en una no respuesta, etc.”, precisa el doctor Arboleda.
Curso-Taller
Por la relevancia del tema y las repercusiones que puede tener en la sociedad, la Universidad ha organizado el curso-taller Análisis de Datos Genómicos en Enfermedades Complejas, que contará con expertos en el área genómica procedentes de España y de la UN. Las inscripciones están abiertas hasta el próximo 8 de marzo.
Sobre su pertinencia, el profesor Arboleda anota: “Particularmente en nuestros países, todavía sigue siendo raro el análisis de estos datos. Incluso los laboratorios en donde se pueden hacer estas pruebas son muy pocos. Por ejemplo, algunos estudios se hacen en universidades publicas, pero para todas las posibilidades de análisis que existen en este momento prácticamente no hay suficiente recurso humano experto”.
Y concluye: “el objetivo es motivar a estudiantes y profesionales de diferentes áreas (desde matemáticas, física, química y medicina) a que aprendan a utilizar este tipo de herramientas, para que, en nuestro medio, especialmente en la salud, puedan sacarle provecho a estos avances”.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El análisis de datos genómicos podría abrir camino a mejores tratamientos para enfermedades complejas.

El análisis de datos genómicos podría abrir camino a mejores tratamientos para enfermedades complejas.

21 de Febrero del 2013

El estudio de las enfermedades complejas tiene un prometedor campo de exploración: el análisis de datos genómicos, una serie de herramientas estadísticas poco usadas en Colombia.

El doctor Humberto Arboleda, profesor del Instituto de Genética de la UN, explica que los datos genómicos son aquellos que se desprenden del análisis del genoma de cada especie, es decir, de la secuencia de ADN que tiene cada individuo en cada una de sus células.

“Esa organización (la secuencia de ADN) depende de la especie y tiene muchas variantes de distintos tipos. Estas se vuelven muy relevantes para determinar la variabilidad de los individuos, de las especies e, incluso, de una patología”, señala.

Y añade: “todas esas variantes de nuestros genes, variantes de regiones que no son genes, cuentan mucho para entender la complejidad de las enfermedades”.

El análisis de estos datos consiste en la utilización de una serie de herramientas estadísticas que permiten usar información de distintas bases de datos que existen a nivel internacional. Estas son necesarias para estudiar las enfermedades, en especial las complejas, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, la artritis o el alzhéimer.

“De lo que se trata es de analizar el genoma humano y lo que se conoce que está recogido en muchas bases de datos, que son de distinto tipo y utilizan distintas herramientas”, puntualiza el profesor Arboleda.

Estas herramientas, según el experto, permiten conocer de modo más preciso a cada individuo y los riegos que tiene de sufrir una enfermedad. Así, ofrecen posibilidades futuras de pronóstico, de manejo temprano de dichas patologías y de hacer medicina preventiva.

“Todo esto va a servir para investigar particularmente por qué una persona puede no responder a una terapia, quién responde mejor, cuáles son sus variantes genómicas, qué puede estar influyendo en dichas variantes y en una mejor respuesta o en una no respuesta, etc.”, precisa el doctor Arboleda.


Curso-Taller

Por la relevancia del tema y las repercusiones que puede tener en la sociedad, la Universidad ha organizado el curso-taller Análisis de Datos Genómicos en Enfermedades Complejas, que contará con expertos en el área genómica procedentes de España y de la UN. Las inscripciones están abiertas hasta el próximo 8 de marzo.

Sobre su pertinencia, el profesor Arboleda anota: “Particularmente en nuestros países, todavía sigue siendo raro el análisis de estos datos. Incluso los laboratorios en donde se pueden hacer estas pruebas son muy pocos. Por ejemplo, algunos estudios se hacen en universidades publicas, pero para todas las posibilidades de análisis que existen en este momento prácticamente no hay suficiente recurso humano experto”.

Y concluye: “el objetivo es motivar a estudiantes y profesionales de diferentes áreas (desde matemáticas, física, química y medicina) a que aprendan a utilizar este tipo de herramientas, para que, en nuestro medio, especialmente en la salud, puedan sacarle provecho a estos avances”.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Análisis espectral apoya estudios sobre cambio climático.

 
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11 de Febrero del 2013
El análisis espectral de fotografías satelitales les ofrece mayores insumos a los proyectos de mitigación de los efectos del cambio climático en las Américas.
Para determinar con mayor precisión las secuelas que pueden tener los eventos de clima extremo sobre un lugar específico, según sus características geográficas, esta técnica se posiciona como una herramienta imprescindible.
El estudio de la UN en Manizales se efectúa como parte del convenio VACEA (Vulnerability and Adaptation to Climate Extremes in the Americas), al que están vinculados Canadá, Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Su propósito es avanzar en la producción de conocimiento sobre cómo mitigar las consecuencias de los fenómenos ambientales producidos por las variaciones climáticas.
Dicha técnica se desarrolla a partir de imágenes satelitales o aéreas, a las cuales se les extrae su espectro (es decir, la forma como cada objeto refleja la luz). Este proporciona información sobre diferentes variables meteorológicas y geológicas (como humedad, suelos, vegetación, topografía y cuerpos de agua, entre otras).
“Mediante el sistema de información geográfico Argis, que usamos en el grupo de investigación en Ingeniería Hidráulica y Medioambiente de la sede, y guiados por el experto Joseph M. Piwowar, de la Universidad de Regina (Canadá), obtendremos los espectros de las fotografías. El análisis permitirá saber cómo se comportaría el terreno ante un evento de clima extremo, de modo que se pueda conocer su vulnerabilidad futura”, indica Camilo Naranjo Aristizábal, estudiante e investigador de la UN en Manizales que hará la transferencia de conocimiento con la institución canadiense como parte del VACEA.
El análisis espectral de fotografías satelitales les facilita a los científicos optimizar los modelos de evaluación de la vulnerabilidad y focalizar sus proyectos en estrategias que proporcionen una mayor capacidad de adaptación a los cambios y fenómenos ambientales en comunidades urbanas, agrícolas e indígenas.
Se espera que, tal como es el objetivo del convenio, con esta técnica se fortalezca la producción académica y que esta repercuta en la gestión del riesgo en el contexto nacional, área en la cual la UN en Manizales tiene gran experiencia gracias al Instituto de Estudios Ambientales (IDEA).
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Con el análisis espectral es posible determinar las secuelas que pueden tener las transformaciones climáticas.

Con el análisis espectral es posible determinar las secuelas que pueden tener las transformaciones climáticas.

11 de Febrero del 2013

El análisis espectral de fotografías satelitales les ofrece mayores insumos a los proyectos de mitigación de los efectos del cambio climático en las Américas.

Para determinar con mayor precisión las secuelas que pueden tener los eventos de clima extremo sobre un lugar específico, según sus características geográficas, esta técnica se posiciona como una herramienta imprescindible.

El estudio de la UN en Manizales se efectúa como parte del convenio VACEA (Vulnerability and Adaptation to Climate Extremes in the Americas), al que están vinculados Canadá, Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Su propósito es avanzar en la producción de conocimiento sobre cómo mitigar las consecuencias de los fenómenos ambientales producidos por las variaciones climáticas.

Dicha técnica se desarrolla a partir de imágenes satelitales o aéreas, a las cuales se les extrae su espectro (es decir, la forma como cada objeto refleja la luz). Este proporciona información sobre diferentes variables meteorológicas y geológicas (como humedad, suelos, vegetación, topografía y cuerpos de agua, entre otras).

“Mediante el sistema de información geográfico Argis, que usamos en el grupo de investigación en Ingeniería Hidráulica y Medioambiente de la sede, y guiados por el experto Joseph M. Piwowar, de la Universidad de Regina (Canadá), obtendremos los espectros de las fotografías. El análisis permitirá saber cómo se comportaría el terreno ante un evento de clima extremo, de modo que se pueda conocer su vulnerabilidad futura”, indica Camilo Naranjo Aristizábal, estudiante e investigador de la UN en Manizales que hará la transferencia de conocimiento con la institución canadiense como parte del VACEA.

El análisis espectral de fotografías satelitales les facilita a los científicos optimizar los modelos de evaluación de la vulnerabilidad y focalizar sus proyectos en estrategias que proporcionen una mayor capacidad de adaptación a los cambios y fenómenos ambientales en comunidades urbanas, agrícolas e indígenas.

Se espera que, tal como es el objetivo del convenio, con esta técnica se fortalezca la producción académica y que esta repercuta en la gestión del riesgo en el contexto nacional, área en la cual la UN en Manizales tiene gran experiencia gracias al Instituto de Estudios Ambientales (IDEA).

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html