Tag Archives: mundo

Lenguas indígenas, parte de nuestro patrimonio lingüístico.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

La cultura embera corresponde a un pueblo migratorio que ocupa el occidente colombiano.
La cultura embera corresponde a un pueblo migratorio que ocupa el occidente colombiano.

29 de Octubre del 2012

El Instituto Caro y Cuervo realizó el Tercer Festival de la Palabra, en el cual mostró la diversidad de las lenguas indígenas de nuestro país a través de manifestaciones culturales.

Genoveva Iriarte, directora del Instituto, aseguró en UN Análisis de UN Radio: “El Instituto es el vigilante del patrimonio lingüístico y, por consiguiente, lo completan las 64 lenguas indígenas que existen en Colombia. Uno de los puntos fundamentales es una invitación que ha hecho Museum de Washington para participar en su festival y queremos mostrar la riqueza de las lenguas nativas”.

Uno de los promotores de ese encuentro es David Harrison, lingüista, experto en el estudio de las lenguas en peligro de extinción, codirector del proyecto “Voces perdurables” de la National Geographic y profesor adjunto del Swarthmore College.  “Hay 7.000 lenguas en el mundo y la mitad de ellas están en peligro de extinción, y Colombia es particularmente rica en lenguas nativas”, señaló Harrison.

El documental Los lingüistas es la producción más reciente de Harrison, quien viajó con uno de sus colegas para dialogar con los últimos hablantes de algunas lenguas en el mundo y, por primera vez, se grabaron algunos de estos sonidos. Algunas de las muestras pertenecían a lenguas habladas en Rusia, como el kalmic.

Otro de los ejemplos fue un lenguaje llamado coro, del Himalaya, el cual tiene unos 1.000 hablantes. Por otra parte, Eudocio Becerra, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, habló en huitoto, su lengua, de la cual solo quedan 50 hablantes en el mundo; por esta razón está preparando un diccionario.

Precisamente, ese es uno de los temas del profesor Harrison. Norman Valencia, subdirector académico del Instituto Caro y Cuervo informó que se dictará el taller de diccionarios electrónicos para conocer las estrategias que se pueden utilizar para llegar a las comunidades.

Harrison considera que el diccionario electrónico es una gran herramienta, incluso ha trabajado con el último hablante de la lengua sileb en Oregón (Estados Unidos) y con esta información realizó el diccionario.

En cuanto a la cultura embera (Colombia), Daniel Aguirre, profesor de la Universidad de los Andes, señaló: “Este pueblo es migratorio y ocupa el occidente colombiano; cuando el grupo se separa aparecen los dialectos y se diferencian”.

El Ministerio de Cultura inició un proceso para preservar estas lenguas. Moisés Medrano, director de Poblaciones del Ministerio de Cultura explicó cómo funciona la política para esta conservación. “Se hizo el ejercicio de documentación de las lenguas nativas de Colombia, se les devolvieron los resultados de esos estudios a los pueblos indígenas y los están analizando. Además, el Ministerio está haciendo la divulgación de los datos”.

Los expertos concluyeron que cuando se pierde una lengua, se pierde la manera brillante de entender una cultura.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

La vainilla, una alternativa rentable para el Pacífico.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

La vainilla es una orquídea de la que existen 110 especies distribuidas en todo el mundo.
La vainilla es una orquídea de la que existen 110 especies distribuidas en todo el mundo.

17 de Octubre del 2012

Según investigaciones de la UN en Palmira, se han reportado cerca de diez especies de estas orquídeas. Estas podrían representar ingresos adicionales a sus pobladores al incorporarlas a otros cultivos.

La vainilla es una orquídea de la que existen 110 especies distribuidas en todo el mundo, particularmente en las regiones tropicales. A diferencia de otras, esta especie es trepadora, germina en el suelo y empieza a subir por los troncos de los árboles formando una especie de bejucos.

La más conocida es la especie Vanilla planifolia, que produce un fruto del cual se obtiene un saborizante y varias fragancias para diferentes productos; un valor que, según investigadores del grupo de Orquídeas y Ecología Vegetal de la UN en Palmira, es un gran potencial que debe ser aprovechado por los pobladores del Pacífico, en donde hay una gran variedad.

“Desde hace cuatro años comenzamos un trabajo para saber cómo podemos identificar estas vainillas de la región, en donde observamos que hay mucho material estéril. En Buenaventura, tomamos muestras de las características morfológicas de las flores de las orquídeas, de los pétalos y de los diferentes órganos con el fin de evaluar su diversidad”, afirma el profesor Joel Tupac Otero, director del grupo.

Los investigadores, bajo el liderazgo de Francisco Molineros, encontraron que en Buenaventura hay cuatro especies y unas nuevas vainillas nativas del país que tienen un gran potencial.

Para el profesor Tupac, estas orquídeas son una alternativa rentable para muchas de las comunidades campesinas que habitan esta zona del país y que cuentan con pocos ingresos económicos.

“Algunas alternativas actuales que se plantean en estas comunidades son el establecimiento de monocultivos como piña, coco y palma de aceite, que hacen necesario deforestar y acabar así con una inmensa biodiversidad”, indica.

Por eso, el investigador propone a esta planta como una alternativa de cultivo acompañante de otros sistemas de producción, con un alto valor agregado y excelente rentabilidad, que no solo permite tener un ingreso económico adicional, sino que, además, ayuda a mantener la seguridad alimentaria y los procesos de biodiversidad intactos.

“En este momento, hay algunos cultivos de vainilla que se han establecido de forma piloto en esta zona. Un ejemplo es uno que estamos implementando en Tumaco como alternativa a la problemática de destrucción ocasionada por la palma de aceite en la zona. Queremos ver cuál es el valor agregado de estos elementos que están naturalmente presentes y que les puedan ayudar económicamente a las comunidades”, dice el profesor Tupac.

En cuanto a su comercialización en el país, asegura que es un excelente producto y que cada vez su mercado aumenta, dadas las necesidades de las personas de consumir productos naturales.

“Por qué no desarrollar una vainilla propia y empezar a proponer alternativas de exportación con un producto que se posicione a nivel internacional. Podemos ponerla en un sistema productivo y rentable actualmente establecido, sin que perjudique otros cultivos existentes y permita obtener así ganancias adicionales”, concluye el investigador.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

México, con mayor número de analfabetas que hace poco más de 10 años.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

En el 2000 había cinco millones 742 mil, y en 2010, existían cinco millones 948 mil, señaló Hugo Casanova Cardiel, investigador del IISUE de la UNAM.
En el 2000 había cinco millones 742 mil, y en 2010, existían cinco millones 948 mil, señaló Hugo Casanova Cardiel, investigador del IISUE de la UNAM.

7 de Septiembre del 2012

La situación de analfabetismo en México es dramática. Tenemos casi seis millones de mexicanos, mayores de 15 años, en esa condición; de ellos, poco más de tres millones y medio son mujeres, y dos millones 300 mil, hombres.

Incluso hoy, en números absolutos, hay más analfabetas en el país que hace poco más de 10 años. “Las variaciones son mínimas pero preocupantes; por ejemplo, en 2000-2005 teníamos cinco millones 742 mil, y cinco millones 747 mil, respectivamente. En 2010, sumaban cinco millones 948 mil”, señaló Hugo Casanova Cardiel.

El integrante del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, explicó que los porcentajes de analfabetismo han permanecido casi estáticos a lo largo de una década: 40 por ciento varones, 60 por ciento mujeres.

En 1895, la proporción absoluta de iletrados era de ocho millones y medio; en 1900, de siete millones y medio; en 2010, de seis millones. A finales del siglo XIX, representaban 80 por ciento de la población total, y ahora, los seis millones representan el 7.6 por ciento. En el 2000, había cerca de 56 millones de mexicanos alfabetizados, ahora existen alrededor de 72 millones.

En el marco del Día Internacional de la Alfabetización, que se conmemora el 8 de septiembre, Casanova Cardiel afirmó que “se trata de una cuestión preocupante, una realidad lacerante e indignante. Un país con esa cifra no ha logrado concretar sus esfuerzos educativos de manera adecuada”.

Marginación y analfabetismo

El especialista afirmó que esta condición genera marginación; además, se concentra en poblaciones vulnerables, como mujeres, indígenas, o los desfavorecidos económicamente. Si se combinan estas condiciones, la fragilidad se profundiza y puede derivar en situaciones de alto riesgo.

En ese sentido, nuestro país se caracteriza por ser profundamente asimétrico. La sociedad vive en condiciones de desigualdad, pues mientras la Ciudad de México tiene indicadores comparables con los de naciones avanzadas, en otros estados de la República la situación es vergonzosa.

Por ejemplo, las entidades federativas con mayor proporción de analfabetas son Chiapas, con 18.41 por ciento; Guerrero, 17.53; Oaxaca, 16.92, y Veracruz, 12.02. Además, mientras el porcentaje nacional de analfabetismo es de 6.31 para los hombres, y 8.89 para las mujeres, en esos estados es superior al doble. Sólo el Distrito Federal, dijo Casanova, está por debajo del tres por ciento.

Para el también profesor del seminario Estado y Educación del posgrado en pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras, el analfabetismo constituye, además de un tema educativo, un asunto de la agenda política y social de la nación; por tanto, es uno de los puntos críticos que demandan ser incluidos como parte de una política de Estado.

El analfabetismo en el mundo

La situación en nuestro territorio está incluida en el catálogo de temas prioritarios para la UNESCO. “No es que México se considere entre los países más pobres, pero el asunto está en el listado de aquellos con problemas serios en el mundo”, aclaró.

El problema, sin embargo, es mundial. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), uno de cada cinco adultos en el orbe (las dos terceras partes son mujeres) no ha sido alfabetizados, y 72 millones de niños no están escolarizados.

Según el organismo internacional, al menos 793 millones de personas en el planeta no saben leer ni escribir, y el sur y oeste de Asia albergan la mayor parte, con 51.8 por ciento; mientras, en África subsahariana vive el 21.4.

“América Latina ilustra nuestra posición. Somos un país de media tabla. Chile, Uruguay, Argentina y Colombia, por ejemplo, están delante de nosotros. Hay una correlación diáfana entre alfabetización y condiciones estructurales económicas, pero también con la base demográfica”.

El especialista en política educativa señaló que Guatemala tiene la tasa más alta de analfabetismo, con 31.7 por ciento; Nicaragua, El Salvador, Bolivia y Perú también tienen condiciones precarias.

Para concluir, subrayó la importancia de profundizar las políticas en la materia con un amplio sentido social: “Es preciso que exista voluntad, recursos financieros y un sólido programa que atienda las diversas y complejas variables pedagógicas, sociales y políticas que concurren en este problema”.

Boletín UNAM-DGCS-550
Ciudad Universitaria.

Huella ecológica, indicador del costo ambiental en el mundo

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Este indicador permite medir los costos ambientales de un determinado nivel de vida.
Este indicador permite medir los costos ambientales de un determinado nivel de vida.

21 de abril de 2012
Este concepto, que permite calcular los costos ambientales de un determinado nivel de vida, indica que el mundo está sobreconsumiendo y que se deben emplear estrategias para reducir los impactos.

En el marco del Seminario Agroecológico, que se llevó a cabo durante la mañana de hoy en la UN en Palmira, el investigador francés Pascal Molineaux, integrante de la Fundación para la Aplicación y la Enseñanza de las Ciencias (Fundaec), propuso un nuevo concepto que surge de la búsqueda de indicadores de un nuevo modelo de desarrollo que sea diferente al actual.

“La huella ecológica es un indicador para medir el costo ecológico de determinados niveles de vida, a fin de reducirlo tanto como sea posible. Es necesario buscar indicadores porque son ellos los que nos dan la pauta de lo queremos lograr, de lo deseable”, precisa este magíster en Desarrollo Rural y Agrícola.

La huella ecológica puede calcularse, según el científico, a nivel de un país, de una ciudad, de una empresa, para indagar sobre cómo produce sus alimentos y bienes manufacturados, así como para evaluar sus prácticas cotidianas.

“Con base en indicadores tales como el tipo de transporte, de vivienda, de alimentación, calculamos el costo ecológico de ese nivel de vida y lo comparamos con la huella ecológica estable para la población global, que es 1,8 hectáreas por persona. De modo que si estamos por encima de eso es porque estamos sobreconsumiendo”, explica Molineaux, que, además, resalta que a nivel mundial estamos consumiendo un 50% más de ese indicador.

Respecto a América Latina, el francés dice que tiene muchos recursos naturales disponibles y una población reducida comparada con otros continentes, aspectos en los que sobresale Colombia.

“La huella ecológica de Colombia, como país, es moderada. Es uno de los pocos países en el mundo que pueden vender y prestar recursos a otros países. Pero son muy pocos países que se pueden dar ese lujo, y debe protegerlos y conservarlos”, afirma el investigador.

De esta manera, durante su charla, propuso estrategias para mitigar el sobreconsumo de la población en el mundo, y advirtió también que deben ser iniciativas tomadas por los propios habitantes.

“Uno de los desafíos es determinar cómo reducir esa huella ecológica en la ciudad, y hay muchas opciones. Pensar un sistema de transporte público que sea una verdadera alternativa al particular, manejar adecuadamente los residuos, buscar eficiencia en el uso del agua y la energía y tener sistemas de producción que sean circulares y no lineales”, dice el experto.

Según la profesora Marina Sánchez, directora del Grupo de Investigación en Agroecología de la UN en Palmira: “este concepto es fundamental dentro de las prácticas agroecológicas y, en ese sentido, lo que pretende el seminario es abrir un panorama alternativo a los estudiantes”.

El Seminario Agroecológico ofrecerá, el próximo lunes 23 de abril, dos conferencias de la profesora Clara Nicholls de la Universidad de California en Berkeley: “Manejo ecológico de la sanidad y calidad de los agroecosistemas” y “Diseño de sistemas agrícolas desde la perspectiva agroecológica”.

Los interesados en adquirir mayor información pueden comunicarse al PBX (2) 286 88 88, ext. 35745.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Enfermedades desatendidas, plaga entre pobres del mundo

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

De acuerdo con la OMS, cerca de 1.000 millones de personas en el mundo sufren de al menos una enfermedad desatendida.
De acuerdo con la OMS, cerca de 1.000 millones de personas en el mundo sufren de al menos una enfermedad desatendida.

12 de enero de 2012
Peste, Chagas, leishmaniasis cutánea y visceral, oncocercosis, dengue y rabia humana hacen parte de las enfermedades olvidadas o de la pobreza.

Las afecciones parasitarias e infecciosas hacen parte del grupo de enfermedades desatendidas, olvidadas o de la pobreza, según las clasifica la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El interés por desarrollar y fortalecer la investigación clínica y farmacéutica es limitado, y la innovación en métodos diagnósticos eficaces y económicos es bastante escasa. Tienen como característica común la poca inversión para su control y manejo.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la importancia de las enfermedades desatendidas (ED) radica en su impacto y persistencia en las poblaciones pobres o marginales, además de sus efectos secundarios en el mejoramiento de las condiciones de salud de los enfermos no atendidos oportunamente y con herramientas terapéuticas seguras y eficaces.

Según la OMS, alrededor de 1.000 millones de personas en el mundo sufren de al menos una ED. Estimaciones de su carga total, comparada con la de VIH/sida, malaria y tuberculosis, permite ubicarlas como un problema importante en el panorama mundial.

Dentro del grupo de ED incluidas por la OMS se encuentran la lepra o enfermedad de Hansen, leptospirosis, peste, tracoma, úlcera de Buruli, enfermedad de Chagas, tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño), leishmaniasis cutánea y visceral, oncocercosis, dengue, rabia humana, dracunculiasis, fasciolasis hepática, cólera, esquistosomiasis, filariasis linfática, geohelmintiasis y accidente ofídico.

La OPS incluye algunas enfermedades como sífilis congénita, micosis superficiales, bartonelosis, enterobiosis y toxocariosis. Todas con evidencia de transmisión en Colombia, a excepción de la esquistosomiasis y úlcera de Buruli, de las que no se han registrado casos en el país, y de la tripanosomiasis africana, de la cual no existe el vector transmisor del parásito en el territorio nacional.

Escenario local

Una de las dificultades para determinar la situación en Colombia radica en que solo algunas ED son de notificación obligatoria, entre ellas: rabia humana, accidente ofídico, sífilis congénita, cólera, dengue, leishmaniasis, difteria, carbunco, las transmitidas por alimentos, enfermedad de Chagas, peste y lepra.

De estas, las que mayor incidencia tienen son dengue (que ubica al país como el tercero en América Latina con mayor número de casos), exposición rábica y leishmaniasis. Las estimaciones para el 2010 indican cerca de 18 millones de casos de parasitosis intestinal y unos 22.000 de leishmaniasis.

Según el último censo, realizado por el DANE en el 2005, el 27,7% de la población colombiana presenta Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) cercanas al 100%, y es en las regiones apartadas de los grandes centros urbanos donde confluyen todos los elementos para que las ED persistan. Asimismo, en el 2008, el 46% de los colombianos se encontraba por debajo de la línea de pobreza y el 17,8% en condición de indigencia.

Sin embargo, este no es el único factor de riesgo. Es necesario contemplar las inequidades en la cobertura de los programas de atención en salud, en las que se evidencia que las minorías étnicas (indígenas y afrodescendientes), los niños y las mujeres son los más afectados.

Estigmas

La mayoría de estos males dejan secuelas a largo plazo, como el caso de la elefantiasis en las filariosis. Algunas, en su etapa crónica, presentan manifestaciones con considerables costos económicos para el paciente y el sistema de salud.

En el mundo ha surgido interés por abordar el tema dentro del contexto del cumplimiento de los Derechos Humanos. En Colombia, el entonces Ministerio de la Protección Social expidió la Resolución 412 de 2000, la cual incluyó algunas de estas patologías. Su actualización, en el 2006, permitió incluir otras como la tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas.

En el 2009, la OPS, de la cual Colombia hace parte, aprobó la Resolución Eliminación de las enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza. Se reconoció que su eliminación o reducción drástica es factible con los instrumentos disponibles, por lo que los Estados miembros se comprometieron a llevarlas hasta un nivel en donde no se consideren un problema de salud pública en el 2015.

El esfuerzo de los investigadores, la academia y algunas agencias no gubernamentales ha permitido la inclusión de estas ED en la agenda sanitaria internacional, reflejada en una mayor inversión financiera, el desarrollo de medicamentos seguros y pruebas diagnósticas rápidas de bajo costo, para áreas remotas y con difícil acceso o políticamente inestables.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co