Tag Archives: deforestación

Alumnas politécnicas realizan estudio sobre deforestación en Milpa Alta

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

16 de mayo de 2011
Con el ensayo “Deforestación en los Bosques de Milpa Alta”, dos alumnas del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT-15) “Diódoro Antúnez Echegaray”,  fueron galardonadas por el Molina Center for Energy and the Environment (MCE2) en el concurso “¡Hagamos un MILAGRO por el aire!”

Las alumnas Ana Karen Rojas Herrera y Brenda Castillo Mora, asesoradas por el profesor Francisco Meza Padilla, del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT-15) “Diódoro Antúnez Echegaray”, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), expusieron a través de un ensayo el problema de deforestación que existe en los bosques de Milpa Alta.

Al participar en el concurso “¡Hagamos un  MILAGRO por el Aire!”, organizado por el Molina Center for Energy and the Environment (MCE2), en colaboración con el Instituto Nacional de Ecología (INE), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y otras instituciones educativas mexicanas, las jóvenes politécnicas realizaron una exhaustiva investigación sobre el grave deterioro del entorno ecológico en la demarcación antes citada.

“Milpa Alta es la segunda delegación con mayor superficie en el Distrito Federal y aunque la agricultura tiene un peso importante en la economía regional, también cuenta con una zona boscosa de pinos y oyameles de alta, mediana y baja altura, y los pinos de las zonas más altas son talados sin moderación para su comercialización, principalmente  en la época navideña”, manifestaron las estudiantes.

Con base en el ensayo “Deforestación en los Bosques de Milpa Alta”, que elaboraron durante tres meses las alumnas del CECyT-15, dan cuenta de la devastación ecológica que sufre la delegación provocada por desastres naturales, el crecimiento de la mancha urbana, la tala inmoderada de árboles, la caza de animales locales (serpientes, gato montés, tejones, mapaches, zacatuches y teporingos o conejo de los volcanes), pero sobre todo por el robo de  especies como pino, oyamel y abeto.

“Existe un plan permanente de reforestación en la demarcación, pero aún cuando las brigadas se presentan para trasplantar árboles nuevos, ocurre que en ocasiones los árboles son sustraídos del suelo del que fueron plantados, provocando con ello que no se de la recuperación de la zona boscosa”, advirtieron.

Otro de los problemas que detectaron a través de su investigación es que no existe ningún estudio científico que indique qué especies se deben plantar y cómo hacerlo. “Este es un asunto importante porque la elección de los árboles depende de una serie de factores como el clima del lugar, la composición del suelo y la fauna, ya que introducir especies ajenas puede alterar el ecosistema”, subrayaron.

Las estudiantes politécnicas resaltaron la importancia de preservar el ecosistema de Milpa Alta, pues por la zona atraviesa un importante corredor biológico que va de la Delegación Tlalpan, sigue por Xochimilco y llega hasta Cuernavaca, Morelos. Además sigue el eje transversal volcánico y sus bosques poseen el 50 por ciento del suelo de conservación, que capta el 30 por ciento del agua de la ciudad de México.

“Alterar el ecosistema puede traer graves consecuencias como un mayor índice de contaminación y la pérdida biológica de especies tanto de flora como de fauna. Este desastre ecológico puede resultar en una verdadera crisis ambiental para el Distrito Federal”, alertaron.

En su ensayo, las estudiantes del CECyT 15 también hacen propuestas que van desde la capacitación tanto para las autoridades como para quienes se encargan de reforestar; apoyar con algún incentivo a quienes conforman el consejo de vigilancia;, equipar adecuadamente la estación de bomberos de la zona, y una campaña de información sobre la importancia del cuidado de la zona.

Este trabajo fue reconocido por MCE2, debido a su aportación a las actividades que buscan promover el interés por la ciencia entre los estudiantes de educación media superior y superior, y les da la oportunidad de proponer soluciones al problema de la contaminación atmosférica.

Créditos: Comunicación Social/IPN/ Comunicado: 125

LOS BOSQUES, SEVERAMENTE AFECTADOS POR LAS ACTIVIDADES AGROPECUARIAS

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

• La deforestación y degradación de esos ecosistemas en territorio nacional se deben a la extracción de recursos naturales y su transformación en áreas agrarias, destacó Alejandro Flamenco Sandoval, del CIGA de la UNAM
• La alteración de fauna y vegetales, la erosión del suelo y la concentración de bióxido de carbono en la atmósfera, algunas consecuencias
• El reto del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental es encontrar métodos para evaluar la degradación y establecer escenarios futuros

El avance de actividades agropecuarias y la extracción de recursos forestales han favorecido la deforestación y degradación de los bosques en territorio nacional, aseguró Alejandro Flamenco Sandoval, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM.

Las principales consecuencias son alteraciones a las comunidades endémicas de fauna y vegetales, modificaciones en el ciclo del agua, incremento de la erosión del suelo, aumento de la concentración de bióxido de carbono en la atmósfera y, además, se pierde la oportunidad de efectuar el manejo sustentable de los recursos naturales.

Vastas áreas boscosas de la zona sureste del país se han visto afectadas por la remoción de todos, o casi todos los árboles, en poco tiempo. Actualmente, los estados más perturbados son Tabasco, Oaxaca y Chiapas, debido al avance de la transformación de zonas forestales a áreas agropecuarias, aseguró Flamenco Sandoval.

Esa degradación es resultado de la eliminación de algunos o varios organismos que conforman parte del bosque, pues se alteran las condiciones ambientales del hábitat, aunque en apariencia el daño no es evidente, porque sólo se extraen recursos selectivos.

Algunos agentes que contribuyen son el saqueo de leña, madera, múltiples productos forestales, así como el pastoreo, los incendios y la propagación de plagas; estas dificultades se presentan en todo el territorio nacional, sobre todo en entidades con mayor cantidad de masa forestal, como Chihuahua, Durango, Sonora.

La deforestación y degradación pueden provocar fragmentación forestal (ruptura de una unidad de bosque en elementos más pequeños), así como alteraciones entre las poblaciones de especies que lo habitan, lo que favorece el aislamiento o establecimiento de animales y plantas invasores, que después pueden introducirse a los fragmentos remanentes.

“Están en peligro de extinción mamíferos como el tapir, jaguar, puma y lobo mexicano, entre otros”, señaló el especialista.

Se debe considerar que los boscajes juegan un papel importante en la transferencia de agua a la superficie, así como en su captación; por tanto, al ser transformados, se incrementa la erosión y se pierde la capacidad de infiltración del líquido en los suelos de dichas zonas.

Cuando los árboles son talados y sus productos quemados o expuestos a la intemperie, pueden liberar una gran cantidad de bióxido de carbono a la atmósfera. Asimismo, la deforestación provoca la desertificación de la tierra, pues la vuelve improductiva y ocasiona modificaciones en las condiciones ambientales.

Cuando se presentan tormentas, las zonas boscosas mitigan el escurrimiento del agua, y retardan su llegada a las tierras bajas, evitando inundaciones, ejemplificó.

Los bosques son comunidades vegetales donde predominan los árboles, pero también están conformados por hierbas y arbustos. Su follaje modifica las condiciones ambientales como humedad, luz y temperatura, lo que permite la coexistencia de diversos organismos.

Flamenco Sandoval aseveró que con esos actos se pierde la posibilidad de realizar un manejo sustentable de los recursos forestales, porque es un capital natural que puede brindar beneficios económicos y ecológicos.

Por ello, el reto del CIGA es encontrar métodos que permitan evaluar eficazmente la degradación forestal y establecer posibles escenarios a futuro, y con ello, plantear posibles soluciones a esa problemática.

Este enfoque requiere de la elaboración de modelos que utilizan series de operaciones computacionales para describir cuál sería la configuración del paisaje en un tiempo determinado. “Es necesario conocer factores clave que promueven el cambio y la dinámica de una zona boscosa”, acotó.

El cambio de uso del suelo es un proceso que responde a múltiples factores, tanto locales como externos, ambientales, socioeconómicos y políticos; de ahí el interés por crear nuevos métodos que permitan efectuar dicha evaluación, concluyó.
Fuente:
Boletín UNAM-DGCS-125
dgcs.unam.mx

Sabersinfin.com