El Sol está en su fase decreciente

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

BOGOTÁ D. C., 10 de febrero de 2017 — Agencia de Noticias UN-

Se estima que dentro de dos o tres años llegará al llamado “mínimo solar”, cuando disminuyen considerablemente las tormentas solares que pueden producir en la Tierra espectaculares auroras, pero también afectaciones para la tecnología actual.Ahora la estrella se encuentra en relativa calma, característica de una fase de baja actividad dentro del ciclo solar.

Hace tres años el Sol se encontraba en su máxima actividad o “máximo solar” de su ciclo, que tiene un periodo de alrededor de 11 años. Para entonces se podían observar con más frecuencia tormentas y erupciones solares, la aparición de un gran número de manchas solares y un leve aumento en la emisión de radiación, sumado a intensas auroras boreales y australes en el planeta.

Actualmente la estrella atraviesa la fase decreciente de su ciclo hacia el mínimo solar, en la que se disminuye la presencia de manchas, la ocurrencia de fulguraciones solares y, en general, fenómenos explosivos en la atmósfera solar.

En el transcurso de esta semana astrofísicos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) han realizado observaciones a la estrella para tomar datos sobre la actividad durante la actual fase del ciclo, constatando la ausencia de manchas solares en el disco solar, que se refiere a regiones en la superficie que tienen una temperatura más baja que sus alrededores, como consecuencia de intensos campos magnéticos que emergen del interior solar y enfrían al plasma en la superficie.

Sin embargo, se han podido observar pequeñas y escasas protuberancias, conocidas popularmente como “lenguas de fuego”, que han sido captadas en fotografías en las regiones al borde del disco solar, llamado limbo. Y aunque no parecen prominentes, se estima que tienen un tamaño comparable al de varias veces el planeta Tierra.

Según explica Santiago Vargas, docente del Observatorio Astronómico de la U.N., “estas lenguas salen de la superficie del Sol, se elevan incluso cientos de miles de kilómetros y son causadas por el campo magnético solar saliendo y levantando el plasma desde la superficie. El plasma queda entonces atrapado en las líneas magnéticas”.

La U.N. dirige su mirada al Sol

Estas observaciones fueron realizadas con el nuevo telescopio de la U.N., diseñado especialmente para ver el Sol, a diferencia de los telescopios hechos para ver estrellas y planetas, es decir para observaciones nocturnas.

El aparato tiene una apertura de 60 milímetros y con él se puede observar el tipo de radiación en el rango del H-alfa (H?), es decir el hidrógeno que hay en una capa del Sol conocida como cromosfera.

“Cuando el hidrógeno se calienta emite radiación y lo que podemos ver con el telescopio es la emisión en la línea espectral del H? en la que se detallan estructuras causadas por la interacción del campo magnético con el plasma solar”, explica el astrofísico Vargas.

El objetivo de los investigadores es seguir observando la actividad del Sol y haciendo registro fotográfico para tener una base de datos que les permita analizar la dinámica de las estructuras cromosféricas y la evolución del ciclo solar en su fase decreciente.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*