



BOGOTÁ D. C., 26 de agosto de 2016 — Agencia de Noticias UN-
La cepa, conocida como PoAstV/PUJP5, hace parte de los agentes virales que producen principalmente diarrea y en algunos casos síntomas como fiebre, vómito, dolor abdominal y cabeza.Entre los objetivos de la investigación adelantada por Adriana Milena Olarte Aponte, magíster en Bioquímica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), estaba verificar la patogenicidad (capacidad para producir enfermedad) de una cepa de astrovirus porcino encontrada en las heces de unos cerdos colombianos en 2010.
Es la primera vez en el mundo que se diseña una metodología para inocular una cepa de este virus a los cerdos, anteriormente adaptada en cultivos celulares.
“Este astrovirus PoAstV/PUJP5 también afecta el yeyuno y el duodeno (partes del intestino delgado) y al igual que con la metodología, por primera vez, se evidencia que fue encontrado en el colon de los lechones”, aseguró la investigadora.
Para averiguar si este virus mantenía el mismo potencial infeccioso en el organismo de los cerdos al ser introducido por medios artificiales, utilizaron ocho lechones convencionales de una granja certificada y aprobada por el ICA, que maneja buenas prácticas porcinas.
Los animales fueron divididos en dos grupos: controles (los cuales no fueron inoculados) y el grupo experimental, al que se le inoculó el virus o cepa viral.
Durante los días siguientes fueron verificados los cambios que producía esta inducción en los lechones infectados con respecto a los controles, y diariamente se monitoreaba del peso, la temperatura corporal, tomando muestras de sangre y de las heces.
Al tercer día, las heces de estos lechones eran de consistencia más blanda que las de los lechones control. Y aunque presentaron en algunos casos depresión, no evidenciaron síntomas muy agresivos.
Luego de esto, tomaron muestras de tejidos de ambos grupos que fueron analizados en los laboratorios de la Universidad Javeriana. Allí realizaron análisis de biología molecular, que corresponde a verificar si el genoma del virus estaba dentro de las heces y la sangre.
“En los análisis moleculares, encontramos que el virus se manifestó en las heces, lo que sugería que estaba generando una replicación y se albergaba en el sistema gastrointestinal”, comentó la bioquímica Olarte.
Para confirmar en qué parte de este sistema estaba el virus, tomaron muestras de tejidos de diversos órganos. De esta manera, en la parte apical de las vellosidades intestinales, exactamente en los enterocitos maduros (células del intestino encargadas de absorber diversos nutrientes esenciales, el transporte de agua y electrolitos al interior del organismo) reside PoAstV/PUJP5.
Los resultados servirán como insumo para los veterinarios, también, destacan la importancia de trabajar con este modelo, que utilizó un lechón convencional doméstico, sin modificaciones genéticas, por lo que los resultados reflejan las situaciones que pueden ocurrir en ambientes reales.
Se debe tener en cuenta que los cerdos y los humanos son genéticamente similares en parámetros fisiológicos y genéticos, como las proteínas, y gran parte de la secuencia genómica. En tal sentido, la investigación también podría dar una luz sobre lo que ocurre cuando la población infantil presenta infecciones causadas por astrovirus.
“Este podría ser un potencial modelo para observar lo que pasa con los lechones y extrapolar los resultados a los humanos. Logramos ver algunos comportamientos interesantes, pero aún falta trabajo para aplicar los resultados”, añadió la bioquímica.