Arañitas rojas del café, felices con el calor

 
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araña

29 de agosto de 2015

Palmira, Aug. 29 de 2015 – Agencia de Noticias UN– Las altas temperaturas provocadas por fenómenos como el de El Niño hacen que este diminuto bicho prolifere. Por esa razón se propone un plan de muestreo que permita controlar esta plaga del café.

Su diseño está a cargo del Grupo de Acarología de la U.N. Sede Palmira y se desarrolla en una fase de campo que se adelanta en un predio del municipio El Águila. Allí, Karol Imbachi López, estudiante de Doctorado en Ciencias Agrarias, adelanta una investigación en la que pretende determinar cómo llegan los ácaros al cultivo, cómo se dispersan y qué efecto tienen las condiciones ambientales de temperatura, humedad relativa y precipitación.

“La investigación apunta a que los agricultores tengan cómo monitorear el ácaro según los síntomas en las hojas de las plantas, para poder realizar un control cuando esté en bajas poblaciones”, explica la profesora Nora Cristina Mesa Cobo, Ph. D. en Entomología.

Conocida científicamente como Oligonychus yothersi, la arañita roja construye sus colonias en la parte superior de las hojas del cafetal. Una forma de identificar su presencia es a través de la producción de seda, tela o telaraña, pues la hoja adquiere un color bronceado a los lados de la nervadura, el cual se va propagando con el crecimiento de la colonia.

Este ácaro punza el tejido foliar con su aparato bucal en forma de estilete o agujas. Debido a su acción, la savia sale a la superficie para ser succionada.

Resultado de esta acción es una clorosis (cambio del color) del tejido afectado, que va desde unos pocos puntos amarillos, hasta la pérdida completa del pigmento. Este ácaro presenta un ciclo de vida de huevo a adulto de 10,35 días en promedio.

“En estos momentos la población es muy alta debido al verano tan fuerte y largo que estamos viviendo. Se sabe que estas condiciones favorecen la reproducción de los artrópodos (insectos, arañas, entre otros)”, menciona la profesora Mesa Cobo, directora del trabajo de investigación.

Imbachi López relata que en cada fecha de muestreo se colectan hojas de diferentes niveles de la planta y se llevan al Laboratorio de Entomología y Acarología. De esta manera, se cuentan todos los estados de desarrollo del ácaro (huevos, estados inmaduros y adultos) y se evalúa el porcentaje de daño en cada hoja.

La estudiante destaca que el daño causado genera problemas para la producción del café, pues puede afectar a cerca del 30 % de la fotosíntesis; sin embargo, pocos estudios se han realizado para demostrar esto.

Para profundizar al respecto, se están haciendo pruebas de cómo se afecta la tasa fotosintética y la tasa de transpiración y cuál es el área de la hoja con infestaciones artificiales del ácaro.

Según la doctoranda, hasta el momento no se tiene un registro actualizado de las especies de ácaros asociadas a la caficultura colombiana, por lo cual se están estableciendo protocolos, colectando ácaros en diferentes regiones cafeteras e identificándolos taxonómicamente.

Hasta el momento se han encontrado seis familias, algunas fitófagas (Tarsonemidae, Tenuipalpidae y Tetranichidae) y muchas, benéficas controladoras de plagas (Phytoseidae, Cunaxidae y Stigmaeidae).

Colombia es uno de los principales países exportadores de café en el mundo y su producción en 2014 fue de 653.160 toneladas, según datos de la Red de Información y Comunicación del Sector Agropecuario (Agronet).

Asimismo, según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros (Fedecafé), el 96 % de las 563.000 familias cafeteras colombianas posee fincas menores a 5 hectáreas cultivadas.

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