Crean dedo protésico capaz de generar fuerza y movimiento: UNAM

 
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dedo

26 de agosto de 2015

Para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas discapacitadas, especialistas de la Facultad de Ingeniería desarrollaron un dedo protésico con mecanismo hexacicloidal, innovación que ha dado la pauta para generar un dispositivo de mano.

Francisco Cuenca Jiménez, integrante del grupo de Prótesis del Departamento de Mecatrónica de la entidad académica, explicó que el sistema consiste en la aplicación de seis engranes planetarios que giran mediante un motor sobre un mecanismo central o Sol, “de ahí surgió el nombre de hexacicloidal”.

Hasta ahora, indicó, la mayoría de esos dispositivos están constituidos por dedos mecánicos cuyos movimientos se realizan mediante barras, pero el que se proyecta en la Facultad de Ingeniería tiene nuevos elementos “que nos ayudarán a ejercer fuerza. Los otros son débiles, por así decirlo”.

Unidad básica

La unidad básica para este desarrollo fue el dedo índice y a partir de éste se diseña una mano. “Cuando obtuvimos el prototipo con mecanismo hexacicloidal, el proceso se replicó para los otros dedos. La prótesis se encuentra en construcción y estará constituida por los mismos arreglos: engranes planetarios en cada uno de aquéllos, todos ejercen fuerza”, subrayó.

En América Latina hay un rezago en la creación de estas tecnologías. En el caso de reemplazos de mano, aún se usan prótesis mecánicas tipo pinza, cuya funcionalidad es limitada y su movimiento requiere grandes esfuerzos de los usuarios.

“Su uso es doloroso para quienes las utilizan por tiempos prolongados, además de ser caras. Las más económicas oscilan entre 10 mil y 15 mil pesos, de ahí que el grupo persiga un objetivo doble: no sólo desarrollar una más útil, sino también más accesible.”

Asimismo, expuso que los aparatos que hay en el mercado generan movimiento y algunos no ejercen la fuerza indispensable para tomar una botella, una bolsa de mandado o levantar una cubeta, por ejemplo. “Pretendíamos abatir esas restricciones, pero el espacio nos limitaba para colocar mecanismos que permitieran el movimiento y la fuerza necesaria. La opción era colocarlos en la palma o el antebrazo, lo que aumentaba el volumen y el peso. No podíamos elaborar una prótesis pesada que sustituyera una mano porque entonces se desequilibraría el cuerpo y daría paso a otras patologías”.

Ante ese escenario, abundó, “nuestra intención es una creación lo más similar a una mano o brazo para romper el estigma psicológico que representa un miembro artificial y para disminuir el peso”.

Se hizo una búsqueda de información en la literatura de la teoría de máquinas y mecanismos que dio como resultado el sistema de engranes planetarios, cuya ventaja radica en el espacio diminuto que requieren y el incremento de fuerza que generan, resaltó Francisco Cuenca.

“Entonces surgió la opción de usar esa transmisión, ya no como un mecanismo independiente del dedo mecánico, sino como parte integral de esa extremidad. No requeríamos de la palma o el antebrazo para colocar un dispositivo que aumentara la fuerza, eso nos animó a experimentar. También sabíamos de los beneficios y hasta dónde era factible el empleo del sistema mecánico, pero desconocíamos el resultado para un espacio restringido como el dedo humano.”

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