



14 de julio de 2015
Bogotá D. C., jul. 14 de 2015 – Agencia de Noticias UN – El proyecto funcional permite abordar, orientar y cualificar la asistencia de pacientes del ICN, al tiempo que rescata la vocación de las enfermeras para mejorar la atención hospitalaria y el apoyo a cuidadores en casa.
Cerca de 200 pacientes alberga el Instituto Nacional de Cancerología (INC). Algunos de ellos destacan la labor que cumple el equipo de enfermeras de este centro médico, gracias al avance que ha logrado un modelo realizado por docentes de la Universidad Nacional, desde el pensamiento y las necesidades de las personas que requieren cuidado.
La profesora Beatriz Sánchez, de la Facultad de Enfermería, afirma que una de las fallas que se presentan en esta profesión es la invisibilidad de su potencial, de ahí la necesidad de fortalecer su autonomía, de manera que se mire la experiencia del paciente y de sus cuidadores en forma integral.
En consecuencia, a través de un trabajo colaborativo con el Área de Enfermería del INC, se desarrolló un taller de prospectiva con una proyección a 15 años, en el que se determinaron los escenarios y las prioridades para lograr un mejor cuidado de los pacientes, con el fin de aliviar la carga emocional que genera convivir con la enfermedad.
Asimismo, la profesora Sánchez indica que considerando que las enfermeras se veían limitadas al cuidado convencional desde su percepción de lo que está bien o mal, el modelo mide y cualifica esta labor de acuerdo con los criterios de los pacientes y de sus familias.
Entre 2006 y 2009, el INC registró 70.887 casos nuevos de cáncer en Colombia, una cifra alta frente a las 215 enfermeras especialistas en esta área con las que cuenta el país para atender pacientes en más de 700 centros.
Adicionalmente, el Instituto cuenta con 185 camas y su grupo de enfermería lo integran 430 personas: 74 % auxiliares y 26 % profesionales, de las cuales solo el 15 % son especializadas en oncología.
Por otro lado, Mabel Carrillo, profesora de la Facultad de Enfermería de la U.N. e integrante del Grupo de Investigación de Cuidado al Paciente Crónico, explica que este modelo se realizó desde el pensamiento y las necesidades de las personas que requieren cuidado, incluso después de salir del instituto.
La construcción del modelo tuvo en cuenta varias fases, que iniciaron con el abordaje teórico que orientaría todo el ejercicio. Después se aplicó una guía de análisis de experiencias de cuidado (entrevistas sobre prácticas y vivencias), en la que 23 enfermeras del ICN identificaron, entre otras, las características de los pacientes como personas y los patrones de conocimiento científico requeridos para el cuidado.
Posteriormente se analizaron cualitativamente las entrevistas, lo que permitió construir ocho categorías que se validaron y se pusieron a prueba. El ser de la enfermera, las consecuencias del cuidado, la salud integral, las condiciones del paciente, la carga de la enfermedad, el contexto, el cuidado recíproco y su quehacer profesional fueron las categorías propuestas. A partir del análisis de la relación entre estas, surgieron 36 supuestos que las articulan.
Gracias al modelo se cuenta también con un programa para cuidadores en el que tres veces a la semana las enfermeras los apoyan y los instruyen para que mejoren la habilidad y el conocimiento sobre el cuidado, la toma de decisiones y la construcción de redes de apoyo a la hora de buscar ayuda.
El programa ha atendido a más de 2.000 pacientes egresados, de los cuales 250 han experimentado el proceso de educación y seguimiento poshospitalario. También se construyó un directorio básico de orientación, se fortaleció el programa de seguimiento telefónico y de apoyo a padres que han perdido a sus hijos por la enfermedad.
Según la profesora Beatriz Sánchez, antes el paciente salía de hospitalización con una fórmula médica y nada más. Ahora, se le indica qué condiciones requiere y cuáles son los procedimientos necesarios que debe seguir, como curaciones o utilización de sondas.
Finalmente Narda Patricia Santamaría Mosquera, coordinadora del Grupo de Enfermería Oncológica del INC, afirma que anteriormente la enfermería era una vocación, pues quienes se dedicaban a esta labor traían implícito lo que hoy muestra el modelo planteado por la U.N. “Eso ha cambiado y muchas cosas básicas del cuidado deben ser enseñadas”, destaca la enfermera jefe.