



06 de mayo de 2015
Bogotá D. C., May. 06 de 2015 – Agencia de Noticias UN- La respiración en vertebrados puede ayudar a explicar mejor esta teoría, aunque también se podría hacer con la circulación, la digestión o cualquier otro proceso biológico.
A través de un objeto virtual para explicar este mecanismo la profesora Katherine Santander encontró un modelo pedagógico más apropiado para enseñar la Teoría de la Evolución a los alumnos de bachillerato.
Katherine Santander, docente egresada de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la U.N., y quien presentó esta propuesta como Objeto Virtual de Aprendizaje para obtener su título, comenta que cuando se dicta evolución en bachillerato se explica como un proceso muy general. “Se habla de Darwin, pero no se ejemplifica de una manera específica un proceso evolutivo como tal y las adaptaciones de los seres vivos”, afirma.
Así, sin duda, uno de los principales problemas que enfrenta el maestro tiene que ver con cómo enseñar la evolución biológica, teniendo en cuenta la dificultad de integrar todos los procesos, explicados por separado, sobre funcionamiento completo de un individuo.
“Se enseña circulación, digestión y respiración en los seres vivos, pero no se asocian estos procesos entre sí”, señala Katherine Santander, docente de Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Secretaría de Educación, en el colegio San José Norte.
Por eso, el Objeto Virtual de Aprendizaje para la enseñanza de los mecanismos de ventilación en vertebrados fue seleccionado como el medio que se ajusta a los requerimientos del modelo pedagógico, además de que presenta enormes ventajas en cuanto al manejo de información, como recursos multimedia y las interconexiones entre conceptos.
La profesora afirma que la biología se aprende más fácil cuando se observan muchas imágenes relacionadas con el tema, pues se puede comparar y observar cómo funciona un órgano y, por ejemplo, se puede diferenciar una branquia de un pulmón, a pesar de que cumplen funciones similares.
Dentro del Objeto Virtual se encuentran cuatro unidades que contienen un texto explicativo y muchas imágenes. Al final, hay una serie de actividades que si se realizan correctamente, el estudiante recibirá felicitaciones; de lo contrario, deberá repetirlas.
Aunque en un principio el objeto virtual estaba dirigido a la población de la localidad quinta de Bogotá, donde Katherine Santander trabajaba, ahora ella usa su recurso educativo con niños de sexto, octavo y noveno grado de otras localidades, con quienes ha tenido buenos resultados.
Este objeto se encuentra diseñado de manera que puede ser utilizado con o sin guía por un docente en particular, de manera individual o grupal e interactivamente, es decir, cada estudiante puede manejar el ritmo de aprendizaje que desee.
Sin duda, este tipo de recursos aportan al contacto y al uso de la tecnología tanto para el docente, como para el estudiante, y se convierten en una alternativa válida para acercar la ciencia a los jóvenes.