



24 de Agosto de 2012
Los profesionales de la Enfermería no deben desconocer las prácticas tradicionales de las madres durante la etapa de gestación. Según nuevos estudios, se deben articular lo profesional y lo tradicional.
A esta conclusión llegaron los profesionales del grupo de investigación en Cuidado Materno Perinatal, tras estudiar los efectos que tienen las prácticas tradicionales sobre la salud de madres, fetos y neonatos.
“Si las prácticas de cuidado cultural no causan daños, el profesional debe conservarlas. Pero si causan lesiones o daño alguno, el profesional de enfermería tiene la responsabilidad de revisarla y ajustarla junto con la mamá y la familia, para minimizar o eliminar sus daños”, aseguró la profesora de Enfermería, Rosa Yolanda Munévar.
El objetivo de los investigadores es estudiar este tema a partir de los significados y las prácticas, así como del enfoque profesional y el de la experiencia de la madre, a fin de hacer ajustes que permitan mejorar las condiciones de cada parto.
Dado que en el área materno-perinatal hay mucho conocimiento heredado, la enfermera debe estar dispuesta a reconocer los casos particulares, para disminuir la morbilidad y la mortalidad relacionadas con el proceso de gestación.
“La recomendación que hacemos es no desconocer el conocimiento tradicional, sino, por el contrario, acercarse para mejorar y minimizar su impacto negativo”, afirmó Munévar.
Tradiciones buenas y malas
A lo largo de sus estudios, los investigadores han logrado identificar algunas de las prácticas más frecuentes de las mujeres en estado de embarazo, aunque en muchos casos estas dependen de la región y del contexto social de cada paciente.
Entre las prácticas tradicionales más destacadas, la investigadora Munévar resalta algunas que no causan ningún problema, como evitar levantar objetos pesados o la dieta de los cuarenta días, en la que las madres se bañan con hierbas y descansan durante todo un día.
Sin embargo, han tenido que trabajar en contrarrestar tradiciones como el uso de vapor caliente para dilatar de manera más rápida y aligerar el parto. En este punto, han hecho acompañamiento a las madres para explicarles el daño que causa esta práctica en los tejidos del periné y la matriz.
Finalmente, Munévar reconoce que muchas veces los profesionales del campo de la medicina cometen el error de desechar las tradiciones, pero asegura que es claro que pueden articularse con el conocimiento académico de las diferentes profesiones de la salud.
Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co