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DESARROLLA UNIVERSITARIO UN MÉTODO NO INVASIVO QUE DETECTA EN SANGRE CÁNCER EN ETAPAS INICIALES

 
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metodonoinvasivo29 de septiembre de 2014

Con un innovador método que detecta en la sangre mutaciones de cinco genes fundamentales en el desarrollo del cáncer pulmonar, Felipe Vaca Paniagua, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, ha creado una herramienta sensible para identificar tumores en su etapa más temprana.

El químico fármaco-biólogo y doctor en ciencias biomédicas, quien forma parte de un convenio de colaboración entre la FES Iztacala y el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), recurre a la secuenciación masiva de material genético (ADN circulante) para identificar mutaciones asociadas a cinco genes del cáncer pulmonar: EGFR, BRAF, PIK3CA, RAS y ERBB2, utilizados por los médicos oncólogos como biomarcadores moleculares.

“La detección oportuna es fundamental en la batalla contra esa enfermedad y ofrece un lapso irreemplazable para combatirla antes de que avance. Por eso el objetivo es lograr una alta sensibilidad en este método, que está a la vanguardia a nivel mundial y se basa en un concepto novedoso llamado biopsia líquida”, explicó.

En vez de las muestras de tejido que se extraen del tumor para su análisis de patología, la propuesta de Vaca Paniagua es no invasiva y consiste en realizar la detección a partir de una muestra de sangre del paciente.

“Los tumores son conglomerados de múltiples clonas celulares con distintas alteraciones moleculares. Esta heterogeneidad molecular y funcional es uno de los principales retos en el tratamiento. Muchas de estas alteraciones tienen importancia clínica porque son blanco de tratamientos dirigidos contra la molécula específica que presenta la alteración”.

Típicamente, estos cambios genéticos se detectan por medio de análisis a partir de biopsias de tejido tumoral (que se obtiene mediante un procedimiento invasivo y doloroso para el paciente), que muchas veces se localiza en sitios muy profundos del organismo o en tejidos inoperables, detalló.

Capturar mutaciones

En su método, que es una prueba de concepto, demostró que es posible emplear técnicas de secuenciación masiva de última generación para descubrir mutaciones somáticas a partir de muestras sanguíneas, mediante la implementación de análisis bioinformáticos especializados para identificar las variaciones de genes tumorales presentes en apenas el dos por ciento en el plasma.

“La finalidad de nuestro estudio fue evaluar si es posible capturar las mutaciones de relevancia clínica que están en el tejido tumoral con el uso de la muestra de plasma del paciente. Al realizar el estudio nos enfocamos en los cinco genes más asociados al cáncer pulmonar, cuyas alteraciones son empleadas como biomarcadores para elegir la terapia más adecuada”, resumió.

Estudio clínico en Francia

Merecedor de una beca Marie Curie, Vaca Paniagua realizó un trabajo académico de dos años en la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, con sede en Lyon, Francia.

“Es un centro mundial de referencia en cáncer y ahí desarrollé el protocolo de este método dentro del Grupo de Mecanismos Moleculares y Biomarcadores”, relató.

Éste es el estudio más grande efectuado hasta ahora en cáncer de pulmón, donde incluyeron a 107 pacientes no fumadores con adenocarcinoma pulmonar, de los cuales compararon las mutaciones en el tumor pulmonar, así como la sangre de 68 de ellos. “Encontramos que 50 tumores tenían transformaciones y hallamos éstas en 27 muestras sanguíneas”.

En este proceso, cuyos resultados fueron publicados en la revista Clinical Cancer Research, demostraron que es posible identificar alteraciones por medio de secuenciación masiva de ADN circulante en las muestras de sangre. “Con este método alcanzamos una sensibilidad de 58 por ciento y una especificidad de 87 por ciento”, precisó.

Entre las ventajas de este método no invasivo, destacó que es posible analizar la totalidad de la heterogeneidad tumoral. “Es decir, podemos identificar las alteraciones genéticas presentes en todas las células tumorales del cuerpo, incluidas las del tumor primario y las metástasis”.

Además, permite analizar la evolución molecular de los tumores a lo largo de su evolución para identificar alteraciones que ayuden a aplicar tratamientos más efectivos.

Un beneficio adicional es la posibilidad de realizar un monitoreo de la respuesta y resistencia al tratamiento, lo que ayuda a definir estrategias personalizadas más asertivas para cada paciente.

“Debido a que muchos tipos de cáncer son curables si se detectan a tiempo, queremos emplear este método para identificar a los tumores en sus etapas tempranas, especialmente en aquellos de evolución asintomática, que generalmente llegan a la clínica en etapas avanzadas, muchas veces intratables”, apuntó.

Como en la sangre del paciente el ADN circulante proveniente del tumor es mínimo, en promedio de dos por ciento, el nuevo reto de Vaca Paniagua es refinar la sensibilidad de su método.

“Actualmente en la FES Iztacala, en colaboración con Luis Alonso Herrera Montalvo y Claudia M. García Cuellar del INCan, estamos concentrados en hacer el método más robusto para mejorar la sensibilidad del 58 por ciento que logramos en el estudio clínico”.

Para continuar con éste y otros proyectos, en los próximos meses la entidad multidisciplinaria estrenará un secuenciador masivo de ADN, donde el universitario y sus colaboradores podrán replicar estudios como el realizado en Francia, ahora extensivo a otros tipos de carcinoma, como el de colon y mama, y afinarán su mirada molecular de detección de tumores.

“Para 2015 esperamos contar con un protocolo clínico, que podrá ser patentado”.

El secuenciador y este proyecto forman parte del nuevo Laboratorio Nacional en Salud: Diagnóstico Molecular y Efecto Ambiental en Enfermedades Crónico-Degenerativas, que la instancia universitaria estrenará antes de fin de año.

Créditos: UNAM-DGCS-562-2014

Rescate de maíces criollos indígenas gana premio en El Salvador

 
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Palmira, dic. 03 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Un estudio para la valoración, conservación y utilización de los recursos de maíces criollos e indígenas de tierras altas colombianas obtuvo el segundo lugar en el Simposio Internacional de Recursos Genéticos realizado en ese país.
En el idioma de la comunidad Camëntsá Biyá del Valle de Sibundoy, (Šboachan) es igual a maíz, y se traduce fruto de la fuerza y la esperanza.
Por ello, con el objetivo de conservar y utilizar los recursos de los maíces criollos e indígenas de las comunidades de tierras altas que vivan sobre los 1.800 metros sobre el nivel del mar, investigadores del Grupo en Recursos Fitogenéticos Neotropicales (GIRFIN) de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira aplicaron la metodología de fitomejoramiento participativo (FMP) para identificar variedades con mayor estabilidad genética en algunas características de interés de los agricultores.
Una diversidad genética que, según la profesora Creuci María Caetano, directora del GIRFIN, en Colombia se encuentra subutilizada, y tal metodología es muy poco difundida.
En un trabajo conjunto entre la comunidad Camëntsá Biyá en el departamento del Putumayo y los investigadores, una vez acordados los objetivos de la selección, se hizo un inventario para reconocer el germoplasma disponible.
“Por orden de abundancia, se encontraron los tipos de maíz granizo, amarillo, rojo, negro, morado, timbrado, capio y algunas mezclas o introgresiones (movimiento de genes de una especie a otra). Además, el GIRFIN entregó semillas de diez materiales cultivados en otras regiones del país para la evaluación”, afirma José Luis Maigual, integrante del grupo.
De estos dos grupos de germoplasma (local e introducido) se establecieron ensayos generales para su multiplicación, caracterización y evaluación, bajo el manejo tradicional.
“Adicionalmente hicimos talleres sobre el papel de la conservación in situ en fincas, de polinización controlada y de cocina tradicional, para rescatar este cultivo base para la soberanía alimentaria de esta comunidad, autodenominada Los Hijos del Maíz”, dice la docente.
Este trabajo, que sensibilizó a los participantes sobre la importancia de rescatar y valorizar las calidades de las variedades locales fue premiado en el Simposio Internacional de Recursos Genéticos para América Latina y El Caribe realizado en El Salvador.
El Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova fue el encargado de dar el segundo lugar a esta investigación en calidad de presentación oral, un reconocimiento concedido al estudiante José Luis Maigual, quien realizó la investigación.
Créditos: UNAL-743-2013

UNAL03122013-2Palmira, dic. 03 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Un estudio para la valoración, conservación y utilización de los recursos de maíces criollos e indígenas de tierras altas colombianas obtuvo el segundo lugar en el Simposio Internacional de Recursos Genéticos realizado en ese país.

En el idioma de la comunidad Camëntsá Biyá del Valle de Sibundoy, (Šboachan) es igual a maíz, y se traduce fruto de la fuerza y la esperanza.

Por ello, con el objetivo de conservar y utilizar los recursos de los maíces criollos e indígenas de las comunidades de tierras altas que vivan sobre los 1.800 metros sobre el nivel del mar, investigadores del Grupo en Recursos Fitogenéticos Neotropicales (GIRFIN) de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira aplicaron la metodología de fitomejoramiento participativo (FMP) para identificar variedades con mayor estabilidad genética en algunas características de interés de los agricultores.

Una diversidad genética que, según la profesora Creuci María Caetano, directora del GIRFIN, en Colombia se encuentra subutilizada, y tal metodología es muy poco difundida.

En un trabajo conjunto entre la comunidad Camëntsá Biyá en el departamento del Putumayo y los investigadores, una vez acordados los objetivos de la selección, se hizo un inventario para reconocer el germoplasma disponible.

“Por orden de abundancia, se encontraron los tipos de maíz granizo, amarillo, rojo, negro, morado, timbrado, capio y algunas mezclas o introgresiones (movimiento de genes de una especie a otra). Además, el GIRFIN entregó semillas de diez materiales cultivados en otras regiones del país para la evaluación”, afirma José Luis Maigual, integrante del grupo.

De estos dos grupos de germoplasma (local e introducido) se establecieron ensayos generales para su multiplicación, caracterización y evaluación, bajo el manejo tradicional.

“Adicionalmente hicimos talleres sobre el papel de la conservación in situ en fincas, de polinización controlada y de cocina tradicional, para rescatar este cultivo base para la soberanía alimentaria de esta comunidad, autodenominada Los Hijos del Maíz”, dice la docente.

Este trabajo, que sensibilizó a los participantes sobre la importancia de rescatar y valorizar las calidades de las variedades locales fue premiado en el Simposio Internacional de Recursos Genéticos para América Latina y El Caribe realizado en El Salvador.

El Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova fue el encargado de dar el segundo lugar a esta investigación en calidad de presentación oral, un reconocimiento concedido al estudiante José Luis Maigual, quien realizó la investigación.

Créditos: UNAL-743-2013