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NECESARIO, FRENAR LA EXPLOTACIÓN DE DATOS PERSONALES

 
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datospersonales28 de julio de 2014

En México, el ciberacoso que se ejerce mediante llamadas telefónicas y redes sociales es grave; el poder financiero, a través de sus instituciones crediticias y bancarias, así como las corporaciones dominantes en Internet, lo ejecutan libremente.

Ante ello, es necesario frenar la concentración y explotación excesivas de los datos personales, que los monopolios en el país venden al mejor postor para beneficiarse con ganancias importantes, afirmó Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, directora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

Las reformas desreguladoras, financieras y a favor del llamado “libre comercio”, son generadoras de rentismo, corrupción y abuso de esa información. “Es conocido que las instituciones financieras se adueñan de los datos personales y se genera una vigilancia privada y un control exagerado, por ejemplo, a través de las tarjetas de crédito, para saber dónde comes, cuánto ganas, cuánto pagas, a dónde vas o de dónde vienes”.

En ese contexto, la catedrática universitaria se pronunció contra la corrupción generada por los Estados y las corporaciones, al no mantener en la privacidad las bases de datos personales. El problema en nuestro país es que si bien se han dado avances legislativos en la materia, sobre todo por la ratificación de acuerdos internacionales, éstos no son suficientes y están fragmentados. Incluso, la línea entre el gobierno y la empresa privada se ha borrado poco a poco y eso afecta la rendición de cuentas.

Por ello, Sandoval Ballesteros consideró que se deben formular estrategias públicas anticorrupción, que permitan que la economía y la política actúen de manera conjunta para incrementar la transparencia y rendición de cuentas, y erradicar los incentivos que conduzcan a actuar de manera ilegal.

Por ejemplo, en relación con el tema de las “ciudades inteligentes”, en la actualidad hay una reconfiguración del abasto para auspiciar el consumo a través de los supermercados extranjeros a costa de frenar el desarrollo de mercados tradicionales mexicanos, patrimonio cultural olvidado y en riesgo de desaparecer, concluyó la profesora del posgrado en Ciencias Políticas.

Créditos: UNAM-DGCS-433-2014

VIOLENCIA, DETONANTE DE LA DIÁSPORA DE MEXICANOS EN BUSCA DE REFUGIO Y ASILO

 
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violenciaenemxico21 de junio de 2014

Más de 40 millones de personas en el mundo se ven forzadas a huir de sus hogares perseguidos por conflictos bélicos o violaciones a sus derechos humanos, refirió la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

En el país, el clima generalizado de inseguridad provocado por actos relacionados con el crimen organizado, las agresiones de género, la violencia intrafamiliar y la descomposición social generan una diáspora de mexicanos que solicitan refugio principalmente en Estados Unidos y Canadá, expuso Sara María Lara Flores, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

Entre 2009 y 2013, más de 33 mil connacionales pidieron asilo por motivos de seguridad en la Unión Americana y sólo 454 recibieron protección de ese gobierno, según datos de la Oficina Ejecutiva para Revisión de Inmigración y de los Tribunales de Inmigración de EU.

Además, los mexicanos ocupan el primer lugar en solicitudes en Canadá por razones humanitarias, con 25 por ciento del total. Usualmente se dicen amenazados por la inseguridad.

El número de solicitudes al gobierno canadiense se incrementó a partir de 2006, dijo con motivo del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora este 20 de junio.

La situación es más complicada en Chihuahua, Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas y Sinaloa, los estados más afectados por estos fenómenos que motivan la salida de sus habitantes con mayores posibilidades económicas para solicitar entrada a Estados Unidos y Canadá con el estatuto de refugiados, bajo el argumento de que su integridad física está en riesgo, detalló la especialista en migración.

Otras causas de peticiones son: violencia de género, agresiones intrafamiliares a mujeres y niños y amenazas por preferencia sexual. Es una situación grave, aseveró.

“Esto atraviesa todos los estratos sociales, desde mexicanos que viven en pobreza extrema en una localidad rural en Durango o Sinaloa, hasta empresarios con actividades en la frontera o académicos. Todos pueden ser víctimas”.

En el mundo, dos de cada tres refugiados se concentran en Colombia, Siria, Nigeria, la República Democrática del Congo y Sudán, desplazados por conflictos bélicos.

Al respecto, la investigadora adscrita al área de Estudios Agrarios del IIS informó que en trabajos realizados en Montreal, ciudad de la provincia canadiense de Quebec, entrevistó a connacionales que deben sujetarse a una investigación exhaustiva para conocer si su caso procede o su solicitud es rechazada. La mayoría son repatriados.

Vivimos una situación de miedo potencial que provoca la salida del país de miles de personas para escapar del riesgo, presente todo el tiempo, de ser asaltados, secuestrados o víctimas del fuego cruzado o una confusión. Los problemas referidos generan una diáspora con facetas múltiples, apuntó.

Historia urgente

Los conflictos armados obligan cada año a millones de familias a huir de sus hogares. “Ésta es la historia más urgente de nuestro tiempo”, advierte la ACNUR en su página de Internet.

Este año, el organismo de la ONU solicita mostrar apoyo a las personas en esta situación, con relatos de refugiados y desplazados que pueden compartirse en el sitio: historias.acnur.org.

Créditos: UNAM-DGCS-355-2014

Seguridad industrial en Colombia: mucha reglamentación y poca operatividad

 
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seguridadindustrialBogotá D. C., ene. 24 de 2014 – Agencia de Noticias UN- Una de las grandes dificultades en el país es implementar mayor seguridad en microempresas y empresas pequeñas con menos de 50 empleados, ventas inferiores a mil millones de pesos y activos que no superan 2.500 millones.

Así lo señaló el profesor de Seguridad Industrial de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia, Elien Parra, quien estuvo a cargo de la conferencia que abrió el Seminario durante el III Foro de Seguridad Industrial realizado en la Institución.

El evento reunió a diecinueve expertos en la materia, quienes aportaron su experiencia en asuntos relacionados con seguridad y discutieron el Decreto 1562, sobre el que la mayoría de ingenieros afirmaron que no es el paso definitivo a una mayor seguridad y que se encuentra huérfano de decretos reglamentarios que le den operatividad.

“Las empresas pequeñas no tienen el músculo financiero ni administrativo para asumir esos gastos y ven las medidas como barreras o limitaciones. Así, nunca se va a lograr que la seguridad se vuelva una actividad empresarial. La forma y la solución es llegar a ellos a través de la agremiación y apoyo técnico, y en eso influye mucho la academia haciendo propuestas y acompañamiento”, sostuvo Parra.

Para el profesor de la U.N. una de las grandes conclusiones que surgen de este tipo de eventos es que la Universidad tiene que empezar a participar con investigación no contemplativa sino real tomando datos en empresas, generando estadísticas que puedan incidir en que lo que se está estudiando a nivel teórico y se traduzca en políticas de Estado, las cuales hasta ahora se están iniciando en estos temas.

“También, en el caso de la ingeniería en particular, está la posibilidad de proponer soluciones tecnológicas que aporten al más del 65% de empresas, que son pequeñas microempresas que no tienen acceso a esas tecnologías. La normatividad es otro tema en el que debe actuar la academia, para crear reglamentos técnicos que sean accesibles y gratuitos”, manifestó.

En este sentido, la asignatura de Seguridad Industrial ha venido trabajando en un diccionario de frases de riesgo que les permita a los empresarios, sin necesidad de pagar un estudio, hacer su propio análisis y llegar a sus propias conclusiones.

Para el experto, la normativa en Colombia requiere ser fortalecida y debe masificarse la formación en la seguridad en todas las ingenierías.

Según él, el Decreto 1562 todavía es indicativo y se encuentra a la espera de los decretos reglamentarios. La seguridad industrial sigue huérfana de esos decretos que le dan operatividad, y se enfoca mucho en el tema del recaudo, en la cobertura y ha empezado a enfocarse un poco en la gestión como un elemento clave.

“Todavía le faltan ‘dientes operativos’ y decretos reglamentarios, que los Comités que estén funcionando y sean visibles al público. El reto que tiene el Instituto Nacional de la Salud es ser investigador en seguridad, y del marco epidemiológico pasar a otros marcos como son la práctica, la tecnología en seguridad, la reglamentación técnica y saber qué es y qué no es correcto en la realidad empresarial”, dijo.

Para concluir mencionó que muchas veces lo que se evidencia es que las normas las dictaminan los proveedores, los diseñadores y no, como tal, el Estado.

La tasa de accidentalidad debe reducirse

Favio Parra, ingeniero experto en riesgo eléctrico, informó que el número de accidentes diarios que ocurren en Colombia se acerca a los 1.300 diarios, un número que hay que reducir drásticamente.

“Se sacó otro Decreto y no hemos reglamentado los otros que teníamos pendientes. Creemos que sacando documentos va a cambiar todo y el 85% de los accidentes se deben a la violación de la norma ya definida”, afirmó.

El ingeniero también comentó que, aunque la responsabilidad recae en empleador y empleado, desde el empleador lo que se tiene que hacer es normalizar unos procedimientos, dar el apoyo, el tiempo y la capacitación a los empleados y con ello incentivar hábitos para que este lo haga siempre como se debe, para evitar accidentes.

Parra subrayó que la epidemia que causa la mitad de los accidentes en el sector eléctrico, no solo en Colombia sino en todo el mundo, tiene nombre propio: el arco eléctrico. Por lo tanto, hay que atacar ese alto porcentaje que tiene su raíz en un mismo origen.

Críticas al Decreto 1562

Para la experta en Seguridad y Salud en el Trabajo María Amparo Lozada, este decreto tiene grandes inconsistencias porque a partir de ahora se hablará de seguridad y salud en el trabajo, algo que no es un cambio semántico sino un cambio epistémico y metodológico.

“Seguridad y salud en el trabajo es distinto a la salud ocupacional. Mucha reglamentación y poca vigilancia y tenemos una tasa de accidentalidad en ascenso”, sentenció.

Lozada apuntó que en Colombia hay una tasa de enfermedad laboral casi inexistente y que se presentan estadísticas mejores a los países escandinavos con condiciones de trabajo totalmente diferentes, porque en realidad, y según organismos internacionales, solo se reporta un número muy inferior a los reales.

“Según un informe de la CEPAL, los países latinoamericanos solo reportan el 25% de los accidentes de trabajo y el 5% de las enfermedades laborales. Y es que aquí se considera trabajo, por ejemplo, los que trabajan en los semáforos vendiendo productos de gran industria, y ellos están por fuera del sistema de riesgos”, evidenció.

Créditos: UNAL-992-2014

Guía virtual garantiza norma de sismorresistencia.

 
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2 de Febrero del 2013
Los proyectos arquitectónicos, además de satisfacer aspectos de diseño deben cumplir con la norma de sismorresistencia (NSR-10). Una herramienta web para verificar esto, será de utilidad para el gremio.
Luego de terremotos como el del Quindío (1999), que causó la muerte de cerca de dos mil personas en la zona cafetera; el de Pizarro (2004), que afectó a Cali; y el de Quetame (2008), que provocó daños en Bogotá, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) adaptó la NSR con base en el mapa de sismicidad elaborado por la Red Sismológica Nacional, adscrita al Instituto Colombiano de Ingeniería y Minería (Ingeominas).
Las modificaciones incluyeron requisitos mínimos para proteger vidas humanas, así como el patrimonio del Estado y de los ciudadanos. Las construcciones que cumplen la NSR-10 deben resistir temblores de poca intensidad sin daño leve; de mediana, sin daño estructural; y fuertes, sin colapso.
Con esta premisa, Cristian Ramírez, Valentina Gómez y Daniel Jiménez, arquitectos de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, desarrollaron una herramienta web que explica el manejo de la norma. En esta se exponen, por ejemplo, las especificaciones de acceso y salida de los inmuebles y los sistemas de detección de incendios.
Se trata de un compendio de información en el cual se ordenan y agrupan los datos de cada uno de los diez tipos de ocupación que propone la NSR-10: residencial, industrial, comercial, almacenamiento, especial, institucional, lugares de reunión, mixtos, alta peligrosidad y temporal.
Esos compendios tienen hipervínculos que dirigen a la persona a páginas para ofrecer informes específicos. Además, tienen casillas cuantitativas y cualitativas para determinar cuáles son las referencias mínimas requeridas para ejecutar la construcción proyectada, entre otros aspectos.
“Buscamos garantizar la vida de las personas. Para eso, tomamos como base los títulos J y K del Reglamento de Construcciones Sismorresistentes, aquellos que estamos obviando como arquitectos”, dice Ramírez.
Requisitos básicos
El título J se refiere al riesgo por incendio y al uso de ciertos materiales en espacios sensibles a la combustión. Por ejemplo, el cartón o el madeflex (un tipo de madera industrial) no deben usarse en zonas de evacuación. También habla del uso de rociadores automáticos, la resistencia de la edificación al fuego, las tomas fijas de agua o para mangueras de bomberos, entre otras variables.
El título K se refiere a las dimensiones y al número de salidas de emergencia por piso, su iluminación y señalización.
“Son requisitos básicos al edificar, pero muchas veces no se cumplen. Uno que se pasa por alto es que los vidrios deben estar a más de dos metros de altura en esas salidas y tener una banda opaca, hacerles divisiones a los más grandes y variar su grosor según el nivel del mar”, indica Jiménez.
Seguridad en el diseño
Para garantizar que se cumplan, los arquitectos de la UN visitan proyectos en su etapa final de construcción y establecen qué especificaciones de los títulos J y K se deben aplicar según el diseño del inmueble. Luego ingresan los datos a la aplicación virtual, que les ofrece respuestas inmediatas.
Así, los constructores evitan instalar dispositivos inútiles; o, al contrario, se les advierte sobre la necesidad de satisfacer algún requerimiento específico (rociadores, escaleras de evacuación, etc.).
El servicio de asesoría, a su vez, sirve de base para elaborar un proyecto de construcción. Así, se evitan problemas legales, al presentarlo ante la Curaduría (entidad privada encargada de revisar y aprobar licencias de construcción), y riesgos por edificaciones no idóneas.
Los arquitectos han hallado que la mayoría de proyectos tienen una u otra falencia y que, oficialmente, no existe una estadística sobre el porcentaje de edificaciones que tienen fallas con respecto a la aplicación de la norma.
“Entregamos un documento técnico de sustento en el cual anotamos los incisos de la NSR-10 que se deben cumplir, según el tipo de profesional involucrado (ingeniero eléctrico, relacionado con las luces de emergencia; ingeniero hidráulico, con las tomas de bomberos; y arquitecto, con el ancho de las salidas, dimensiones del espacio y largo del corredor, etc.). Asimismo, ofrecemos la memoria de sustento que justifica la aplicación. Esta se entrega a las curadurías y sirve de guía para hacer efectivos los títulos J y K”, explican los profesionales.
Hasta la fecha, los expertos de la UN han evaluado quince proyectos para empresas del Eje Cafetero, entre los cuales se pueden mencionar tres desarrollados en conjunto con el arquitecto Eduardo Gómez: dos en el municipio de Villamaría (Caldas) y uno en Dosquebradas (Risaralda).
Otro resultado fue la creación de su propia empresa, llamada Estoa Arquitectura, para lo cual cuentan con el apoyo del Parque de Innovación Empresarial de la UN en Manizales y la Unidad de Emprendimiento de la Universidad de Caldas.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Los arquitectos han hallado que la mayoría de proyectos constructivos tienen una u otra falencia en la aplicación de la norma sismorresistente.

Los arquitectos han hallado que la mayoría de proyectos constructivos tienen una u otra falencia en la aplicación de la norma sismorresistente.

2 de Febrero del 2013

Los proyectos arquitectónicos, además de satisfacer aspectos de diseño deben cumplir con la norma de sismorresistencia (NSR-10). Una herramienta web para verificar esto, será de utilidad para el gremio.

Luego de terremotos como el del Quindío (1999), que causó la muerte de cerca de dos mil personas en la zona cafetera; el de Pizarro (2004), que afectó a Cali; y el de Quetame (2008), que provocó daños en Bogotá, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) adaptó la NSR con base en el mapa de sismicidad elaborado por la Red Sismológica Nacional, adscrita al Instituto Colombiano de Ingeniería y Minería (Ingeominas).

Las modificaciones incluyeron requisitos mínimos para proteger vidas humanas, así como el patrimonio del Estado y de los ciudadanos. Las construcciones que cumplen la NSR-10 deben resistir temblores de poca intensidad sin daño leve; de mediana, sin daño estructural; y fuertes, sin colapso.

Con esta premisa, Cristian Ramírez, Valentina Gómez y Daniel Jiménez, arquitectos de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, desarrollaron una herramienta web que explica el manejo de la norma. En esta se exponen, por ejemplo, las especificaciones de acceso y salida de los inmuebles y los sistemas de detección de incendios.

Se trata de un compendio de información en el cual se ordenan y agrupan los datos de cada uno de los diez tipos de ocupación que propone la NSR-10: residencial, industrial, comercial, almacenamiento, especial, institucional, lugares de reunión, mixtos, alta peligrosidad y temporal.

Esos compendios tienen hipervínculos que dirigen a la persona a páginas para ofrecer informes específicos. Además, tienen casillas cuantitativas y cualitativas para determinar cuáles son las referencias mínimas requeridas para ejecutar la construcción proyectada, entre otros aspectos.

“Buscamos garantizar la vida de las personas. Para eso, tomamos como base los títulos J y K del Reglamento de Construcciones Sismorresistentes, aquellos que estamos obviando como arquitectos”, dice Ramírez.


Requisitos básicos

El título J se refiere al riesgo por incendio y al uso de ciertos materiales en espacios sensibles a la combustión. Por ejemplo, el cartón o el madeflex (un tipo de madera industrial) no deben usarse en zonas de evacuación. También habla del uso de rociadores automáticos, la resistencia de la edificación al fuego, las tomas fijas de agua o para mangueras de bomberos, entre otras variables.

El título K se refiere a las dimensiones y al número de salidas de emergencia por piso, su iluminación y señalización.

“Son requisitos básicos al edificar, pero muchas veces no se cumplen. Uno que se pasa por alto es que los vidrios deben estar a más de dos metros de altura en esas salidas y tener una banda opaca, hacerles divisiones a los más grandes y variar su grosor según el nivel del mar”, indica Jiménez.


Seguridad en el diseño

Para garantizar que se cumplan, los arquitectos de la UN visitan proyectos en su etapa final de construcción y establecen qué especificaciones de los títulos J y K se deben aplicar según el diseño del inmueble. Luego ingresan los datos a la aplicación virtual, que les ofrece respuestas inmediatas.

Así, los constructores evitan instalar dispositivos inútiles; o, al contrario, se les advierte sobre la necesidad de satisfacer algún requerimiento específico (rociadores, escaleras de evacuación, etc.).

El servicio de asesoría, a su vez, sirve de base para elaborar un proyecto de construcción. Así, se evitan problemas legales, al presentarlo ante la Curaduría (entidad privada encargada de revisar y aprobar licencias de construcción), y riesgos por edificaciones no idóneas.

Los arquitectos han hallado que la mayoría de proyectos tienen una u otra falencia y que, oficialmente, no existe una estadística sobre el porcentaje de edificaciones que tienen fallas con respecto a la aplicación de la norma.

“Entregamos un documento técnico de sustento en el cual anotamos los incisos de la NSR-10 que se deben cumplir, según el tipo de profesional involucrado (ingeniero eléctrico, relacionado con las luces de emergencia; ingeniero hidráulico, con las tomas de bomberos; y arquitecto, con el ancho de las salidas, dimensiones del espacio y largo del corredor, etc.). Asimismo, ofrecemos la memoria de sustento que justifica la aplicación. Esta se entrega a las curadurías y sirve de guía para hacer efectivos los títulos J y K”, explican los profesionales.

Hasta la fecha, los expertos de la UN han evaluado quince proyectos para empresas del Eje Cafetero, entre los cuales se pueden mencionar tres desarrollados en conjunto con el arquitecto Eduardo Gómez: dos en el municipio de Villamaría (Caldas) y uno en Dosquebradas (Risaralda).

Otro resultado fue la creación de su propia empresa, llamada Estoa Arquitectura, para lo cual cuentan con el apoyo del Parque de Innovación Empresarial de la UN en Manizales y la Unidad de Emprendimiento de la Universidad de Caldas.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Proceso orgánico reduce en un 30% uso de pesticidas.

 
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7 de Diciembre del 2012
Según los cultivadores de plátano del país, con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.
De acuerdo con la Federación Nacional de Productores de Plátano (Fedeplátano), este ha sido un sector de gran relevancia socioeconómica para la seguridad alimentaria y la generación de empleo en el campo en Colombia, pues unas 57 mil familias viven de este.
Datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) indican que de 395.431 hectáreas sembradas durante el 2002, 13.899 (el 3,5%) correspondieron a siembras para exportación y el resto (el 96,4%), a cultivos para consumo interno y que su rendimiento promedio fue de 7,8 toneladas por hectárea.
Sin embargo, pese a su productividad, las dificultades fitosanitarias y los bajos niveles de inversión en el cultivo afectan su rendimiento y comercialización. “La falta de adecuación de las fincas, el tipo de renovación y la actual forma de fertilización ocasionan pérdida de competitividad en los mercados internacionales”, afirma Silverio González, gerente general de Fedeplátano.
Estas barreras, según investigadores de la UN en Palmira, pueden comprometer la meta de aumentar la eficiencia de los platanales, pues enfermedades como la sigatoka negra y el moko han destruido un 50% del área sembrada, aumentando el costo de producción por hectárea de 1,5 millones de pesos a 6 millones.
Por eso, científicos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y de la UN en Palmira evaluaron la fertilización biorgánica (FBO), práctica agrícola que usa métodos preventivos biológicos para limitar la aparición de enfermedades y plagas.
“Quisimos favorecer la prevención dando información precisa sobre las condiciones socioeconómicas en los sistemas de producción; ofrecer alternativas de control basadas en la gestión de residuos orgánicos y la biodiversidad; y proponer una evaluación económica y medioambiental para asegurar la apropiación por parte de los agricultores”, asegura la profesora Elena Velásquez de la UN en Palmira.
El método utilizó dos tipos de materiales orgánicos: uno de lenta descomposición –especies forrajeras arbóreas de la región– y otro de rápida –el estiércol proveniente de la producción ganadera–. Finalmente, se introducen lombrices nativas de tierra, que son robustas, muy fecundas y crecen rápido.
Según Fedeplátano, este tipo de biofertilización logró reducir en un 30% el uso de fertilizantes de síntesis química y nematicidas. Asimismo, los investigadores constataron un incremento de la diversidad de la macrofauna de 600 a 2.600 en el número de individuos por metro cuadrado. Así, mejoraron la calidad física, química y biológica del suelo.
El profesor Patrick Lavelle del CIAT, asegura que con los tratamientos se estableció un posible equilibrio entre poblaciones de nematodos fitoparásitos y saprofitos (que se alimentan de material muerto).
“Estos últimos contribuyen a regular la presencia de los primeros, lo que  permite inferir que si se promueve la actividad biológica del suelo, los problemas causados por los fitoparásitos podrán ser menores; lo cual es importante para que las plantas puedan resistir el ataque de estos microorganismos”.
Dados estos resultados, Fedeplátano promueve actualmente el método desarrollado por la UN y el CIAT entre los cultivadores de plátano del país. “Su adopción permitirá reducir costos en las 40 mil hectáreas de plátano en el país, minimizar la contaminación ambiental y contribuir a la seguridad alimentaria del planeta”, concluye Silverio González.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.

Con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.

7 de Diciembre del 2012

Según los cultivadores de plátano del país, con una técnica de control biológico realizada por investigadores de la UN en Palmira, es posible reducir significativamente el uso de químicos en sus cultivos.

De acuerdo con la Federación Nacional de Productores de Plátano (Fedeplátano), este ha sido un sector de gran relevancia socioeconómica para la seguridad alimentaria y la generación de empleo en el campo en Colombia, pues unas 57 mil familias viven de este.

Datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) indican que de 395.431 hectáreas sembradas durante el 2002, 13.899 (el 3,5%) correspondieron a siembras para exportación y el resto (el 96,4%), a cultivos para consumo interno y que su rendimiento promedio fue de 7,8 toneladas por hectárea.

Sin embargo, pese a su productividad, las dificultades fitosanitarias y los bajos niveles de inversión en el cultivo afectan su rendimiento y comercialización. “La falta de adecuación de las fincas, el tipo de renovación y la actual forma de fertilización ocasionan pérdida de competitividad en los mercados internacionales”, afirma Silverio González, gerente general de Fedeplátano.

Estas barreras, según investigadores de la UN en Palmira, pueden comprometer la meta de aumentar la eficiencia de los platanales, pues enfermedades como la sigatoka negra y el moko han destruido un 50% del área sembrada, aumentando el costo de producción por hectárea de 1,5 millones de pesos a 6 millones.

Por eso, científicos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y de la UN en Palmira evaluaron la fertilización biorgánica (FBO), práctica agrícola que usa métodos preventivos biológicos para limitar la aparición de enfermedades y plagas.

“Quisimos favorecer la prevención dando información precisa sobre las condiciones socioeconómicas en los sistemas de producción; ofrecer alternativas de control basadas en la gestión de residuos orgánicos y la biodiversidad; y proponer una evaluación económica y medioambiental para asegurar la apropiación por parte de los agricultores”, asegura la profesora Elena Velásquez de la UN en Palmira.

El método utilizó dos tipos de materiales orgánicos: uno de lenta descomposición –especies forrajeras arbóreas de la región– y otro de rápida –el estiércol proveniente de la producción ganadera–. Finalmente, se introducen lombrices nativas de tierra, que son robustas, muy fecundas y crecen rápido.

Según Fedeplátano, este tipo de biofertilización logró reducir en un 30% el uso de fertilizantes de síntesis química y nematicidas. Asimismo, los investigadores constataron un incremento de la diversidad de la macrofauna de 600 a 2.600 en el número de individuos por metro cuadrado. Así, mejoraron la calidad física, química y biológica del suelo.

El profesor Patrick Lavelle del CIAT, asegura que con los tratamientos se estableció un posible equilibrio entre poblaciones de nematodos fitoparásitos y saprofitos (que se alimentan de material muerto).

“Estos últimos contribuyen a regular la presencia de los primeros, lo que  permite inferir que si se promueve la actividad biológica del suelo, los problemas causados por los fitoparásitos podrán ser menores; lo cual es importante para que las plantas puedan resistir el ataque de estos microorganismos”.

Dados estos resultados, Fedeplátano promueve actualmente el método desarrollado por la UN y el CIAT entre los cultivadores de plátano del país. “Su adopción permitirá reducir costos en las 40 mil hectáreas de plátano en el país, minimizar la contaminación ambiental y contribuir a la seguridad alimentaria del planeta”, concluye Silverio González.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html