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Sectores agrícola e industrial necesitan crecer a más del 5%.

 
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11 de Febrero del 2013
En el último año la industria creció un 0% y en otros sectores la cifra es negativa, según lo afirmó el exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga durante la Cátedra Colombia de la Facultad de Ingeniería.
Este espacio académico de la Facultad de Ingeniería busca incentivar a los estudiantes para que aprovechen las oportunidades que tienen como ingenieros en todas las regiones colombianas.
El exministro Zuluaga fue invitado a la sesión inaugural para hablar sobre el estado de la economía global y local, el TLC, cifras de crecimiento, sectores en riesgo, educación pública y Ley 30.
Según Zuluaga, el crecimiento industrial del 0% es una de las principales causas por las cuales la economía del país se está desacelerando.
“La agricultura no crece a más del 2% y el país necesita un sector agrícola e industrial que crezca a más del 5%. Si esto no ocurre se va a provocar un marchitamiento de estos sectores. Crecen mucho la minería, el comercio y la economía de servicios, y cada vez pierden más participación estos dos sectores”, dijo.
Y agregó: “Hay que ser conscientes de que justo estos dos sectores son la base de la creación de empleo. Es en ellos en donde el país se puede concentrar para encontrar la gran innovación, la ciencia y tecnología y la investigación”.
En entrevista con Agencia de Noticias UN, Óscar Iván Zuluaga dio las siguientes declaraciones.
¿Cómo encuentra la economía actual en Colombia?
Durante los últimos cinco años, la economía mundial ha vivido la crisis más profunda de los últimos ochenta años; lo que ha provocado cambios sustanciales en el marco económico nacional.
Colombia está enfrentando actualmente un ciclo de menor crecimiento económico. Eso envía unas señales de alerta y preocupación, pero también unos mensajes claros sobre cuáles deben ser los correctivos.
El país debe emprender unas acciones de política pública para poder tener un camino exitoso. La seguridad, la educación, la infraestructura y el acceso al crédito son elementos fundamentales para que Colombia pueda avanzar y consolidar un crecimiento económico con mayor inclusión social.
¿Cuáles son los mensajes sobre los correctivos para que haya crecimiento?
Se debe revisar el balance del crecimiento económico. Hay preocupación porque la industria no crece y porque la agricultura también tiene bajas tasas. Lo que el país debe hacer es, a partir de las oportunidades actuales, tener un crecimiento mejor balanceado.
Está bien tener riqueza minero-petrolera o una economía que florezca en el sector de servicios, pero el país tiene que repensar su modelo de desarrollo económico. Es necesario entender que el éxito es lograr un crecimiento alto de la industria y la agricultura. Es ahí en donde está el valor agregado y el verdadero empleo. Allí es en donde pueden estar las oportunidades de desarrollo regional.
Por eso, la cuestión es la de cómo balancear ese crecimiento económico sin renunciar a las riquezas que se tienen; la de cómo crear una política que incentive y estimule el desarrollo de la agricultura y la industria como pilares de crecimiento.
¿Cuál es el resultado de este primer año del TLC con EE. UU.?
Existen datos sobre movimiento general de cifras de comercio. No se debe pretender que se vean resultados de manera inmediata en su primer año de puesta en marcha. Este es un proceso a largo plazo. Cuando se firman TLC lo que se está logrando es una apertura para toda la vida de los mercados. Son estrategias cuyos avances se ven más adelante.
De todos modos, el comercio con Estados Unidos ha crecido, naturalmente estos tratados estimulan la inversión. El tratado está en la primera etapa, en la cual se mira cómo crear más inversión para después desarrollar más comercio. Indudablemente, para Colombia es muy importante este avance de inserción en la economía global para aumentar su base productiva.
¿Qué sectores se han visto en riesgo por los tratados?
Yo creo que, en general, lo que el país tiene que mirar es para qué firma tratados de libre comercio. Hoy, cerca del 65% de las exportaciones nuestras son petróleo. Obviamente, los TLC no son para vender más petróleo o carbón, sino para incentivar la ampliación de esa base productiva, para desarrollar un sector agrícola e industrial que agrande el mercado.
La apuesta de Colombia debe ser ampliar su base, desarrollar nuevos sectores, nuevas estructuras productivas porque va a tener más mercado para ello.
El país podría ampliar su frontera agrícola de manera significativa, además de los productos tradicionales como el café, el banano, plátano, flores; lo que le permitiría diversificar su estructura productiva y exportadora.
¿Cómo se encuentra la educación colombiana y hacia dónde se dirige?
Colombia tiene un reto muy grande… Hay avances, pero todavía se está muy lejos de que la educación sea realmente un factor de productividad del país. Los niveles de investigación, de ciencia y tecnología e innovación son de los más bajos en América Latina.
Los niveles de cobertura en educación superior no pasan del 40%. La calidad de la educación pública a nivel de básica primaria y bachillerato es muy deficiente. Las diferencias entre el sector urbano y rural son enormes. La brecha entre la educación pública y privada, básica y media, es muy grande.
El país tiene que pensar que, si quiere aumentar la productividad, construir una clase media e impulsar una verdadera movilidad social, la apuesta fundamental tiene que ser por la educación.
¿Hacia dónde se debería dirigir la reforma de la Ley 30?
Fundamentalmente, lo que se tiene que buscar es cómo incrementar la calidad. Esa es la razón de ser de la educación superior. Significa tener recursos complementarios para ampliar la cobertura y el campo de acción. Significa enfocarse en cómo lograr que los estudiantes y profesores puedan dar mayores niveles de rendimiento y resultados.
Las universidades deben estar más conectadas con las necesidades del sector productivo. Se necesitan muchos investigadores que hagan investigaciones para el desarrollo productivo.
¿Qué requiere esa reforma en cuanto a financiación?
Se requieren más recursos estatales. El Estado tiene que fortalecer la universidad pública, de manera que pueda competirle con más eficiencia a la privada. La universidad pública necesita inversión en laboratorios, más infraestructura y ampliar la cobertura.
Colombia es un país de ciudades y de regiones. Como tal tiene que pensar en que debe tener una mayor presencia regional. Por ejemplo, un departamento tan rico en recursos minerales y regalías como el Cesar no cuenta con una universidad pública. Esa debería ser una prioridad  enorme. Si las regalías se están generando de manera considerable, la prioridad debería de ser esa.
Esa debe ser una mirada clara. La educación superior pública en muchas instancias es de calidad. Tiene un avance de profesores con doctorado muy notorio que podría proporcionarle al país una ampliación sustancial de su cobertura y su nivel de investigación.
¿Qué se necesita para que la Universidad Nacional de Colombia llegue pronto al departamento del Cesar?
Se requiere más voluntad política y no solo convenios. Se trata de tener una universidad con una infraestructura como corresponde. El país tiene que pensar en eso.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Primera sesión de la Cátedra Colombia. Su invitado fue el exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga.

Primera sesión de la Cátedra Colombia. Su invitado fue el exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga.

11 de Febrero del 2013

En el último año la industria creció un 0% y en otros sectores la cifra es negativa, según lo afirmó el exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga durante la Cátedra Colombia de la Facultad de Ingeniería.

Este espacio académico de la Facultad de Ingeniería busca incentivar a los estudiantes para que aprovechen las oportunidades que tienen como ingenieros en todas las regiones colombianas.

El exministro Zuluaga fue invitado a la sesión inaugural para hablar sobre el estado de la economía global y local, el TLC, cifras de crecimiento, sectores en riesgo, educación pública y Ley 30.

Según Zuluaga, el crecimiento industrial del 0% es una de las principales causas por las cuales la economía del país se está desacelerando.

“La agricultura no crece a más del 2% y el país necesita un sector agrícola e industrial que crezca a más del 5%. Si esto no ocurre se va a provocar un marchitamiento de estos sectores. Crecen mucho la minería, el comercio y la economía de servicios, y cada vez pierden más participación estos dos sectores”, dijo.

Y agregó: “Hay que ser conscientes de que justo estos dos sectores son la base de la creación de empleo. Es en ellos en donde el país se puede concentrar para encontrar la gran innovación, la ciencia y tecnología y la investigación”.

En entrevista con Agencia de Noticias UN, Óscar Iván Zuluaga dio las siguientes declaraciones.


¿Cómo encuentra la economía actual en Colombia?

Durante los últimos cinco años, la economía mundial ha vivido la crisis más profunda de los últimos ochenta años; lo que ha provocado cambios sustanciales en el marco económico nacional.

Colombia está enfrentando actualmente un ciclo de menor crecimiento económico. Eso envía unas señales de alerta y preocupación, pero también unos mensajes claros sobre cuáles deben ser los correctivos.

El país debe emprender unas acciones de política pública para poder tener un camino exitoso. La seguridad, la educación, la infraestructura y el acceso al crédito son elementos fundamentales para que Colombia pueda avanzar y consolidar un crecimiento económico con mayor inclusión social.


¿Cuáles son los mensajes sobre los correctivos para que haya crecimiento?

Se debe revisar el balance del crecimiento económico. Hay preocupación porque la industria no crece y porque la agricultura también tiene bajas tasas. Lo que el país debe hacer es, a partir de las oportunidades actuales, tener un crecimiento mejor balanceado.

Está bien tener riqueza minero-petrolera o una economía que florezca en el sector de servicios, pero el país tiene que repensar su modelo de desarrollo económico. Es necesario entender que el éxito es lograr un crecimiento alto de la industria y la agricultura. Es ahí en donde está el valor agregado y el verdadero empleo. Allí es en donde pueden estar las oportunidades de desarrollo regional.

Por eso, la cuestión es la de cómo balancear ese crecimiento económico sin renunciar a las riquezas que se tienen; la de cómo crear una política que incentive y estimule el desarrollo de la agricultura y la industria como pilares de crecimiento.


¿Cuál es el resultado de este primer año del TLC con EE. UU.?

Existen datos sobre movimiento general de cifras de comercio. No se debe pretender que se vean resultados de manera inmediata en su primer año de puesta en marcha. Este es un proceso a largo plazo. Cuando se firman TLC lo que se está logrando es una apertura para toda la vida de los mercados. Son estrategias cuyos avances se ven más adelante.

De todos modos, el comercio con Estados Unidos ha crecido, naturalmente estos tratados estimulan la inversión. El tratado está en la primera etapa, en la cual se mira cómo crear más inversión para después desarrollar más comercio. Indudablemente, para Colombia es muy importante este avance de inserción en la economía global para aumentar su base productiva.


¿Qué sectores se han visto en riesgo por los tratados?

Yo creo que, en general, lo que el país tiene que mirar es para qué firma tratados de libre comercio. Hoy, cerca del 65% de las exportaciones nuestras son petróleo. Obviamente, los TLC no son para vender más petróleo o carbón, sino para incentivar la ampliación de esa base productiva, para desarrollar un sector agrícola e industrial que agrande el mercado.

La apuesta de Colombia debe ser ampliar su base, desarrollar nuevos sectores, nuevas estructuras productivas porque va a tener más mercado para ello.

El país podría ampliar su frontera agrícola de manera significativa, además de los productos tradicionales como el café, el banano, plátano, flores; lo que le permitiría diversificar su estructura productiva y exportadora.


¿Cómo se encuentra la educación colombiana y hacia dónde se dirige?

Colombia tiene un reto muy grande… Hay avances, pero todavía se está muy lejos de que la educación sea realmente un factor de productividad del país. Los niveles de investigación, de ciencia y tecnología e innovación son de los más bajos en América Latina.

Los niveles de cobertura en educación superior no pasan del 40%. La calidad de la educación pública a nivel de básica primaria y bachillerato es muy deficiente. Las diferencias entre el sector urbano y rural son enormes. La brecha entre la educación pública y privada, básica y media, es muy grande.

El país tiene que pensar que, si quiere aumentar la productividad, construir una clase media e impulsar una verdadera movilidad social, la apuesta fundamental tiene que ser por la educación.


¿Hacia dónde se debería dirigir la reforma de la Ley 30?

Fundamentalmente, lo que se tiene que buscar es cómo incrementar la calidad. Esa es la razón de ser de la educación superior. Significa tener recursos complementarios para ampliar la cobertura y el campo de acción. Significa enfocarse en cómo lograr que los estudiantes y profesores puedan dar mayores niveles de rendimiento y resultados.

Las universidades deben estar más conectadas con las necesidades del sector productivo. Se necesitan muchos investigadores que hagan investigaciones para el desarrollo productivo.


¿Qué requiere esa reforma en cuanto a financiación?

Se requieren más recursos estatales. El Estado tiene que fortalecer la universidad pública, de manera que pueda competirle con más eficiencia a la privada. La universidad pública necesita inversión en laboratorios, más infraestructura y ampliar la cobertura.

Colombia es un país de ciudades y de regiones. Como tal tiene que pensar en que debe tener una mayor presencia regional. Por ejemplo, un departamento tan rico en recursos minerales y regalías como el Cesar no cuenta con una universidad pública. Esa debería ser una prioridad  enorme. Si las regalías se están generando de manera considerable, la prioridad debería de ser esa.

Esa debe ser una mirada clara. La educación superior pública en muchas instancias es de calidad. Tiene un avance de profesores con doctorado muy notorio que podría proporcionarle al país una ampliación sustancial de su cobertura y su nivel de investigación.


¿Qué se necesita para que la Universidad Nacional de Colombia llegue pronto al departamento del Cesar?

Se requiere más voluntad política y no solo convenios. Se trata de tener una universidad con una infraestructura como corresponde. El país tiene que pensar en eso.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Plantas del Pacífico, potencial farmacéutico, cosmético y nutricional.

 
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19 de Noviembre del 2012
Científicos de la UN en Palmira y de la Universidad del Pacífico que estudian su potencial bioactivo, afirman que estas plantas tienen posibilidades en estos sectores industriales.
El Pacífico colombiano, sin duda alguna, es una región con una inmensa riqueza ecológica, hidrográfica, minera y forestal en donde hallan importantes parques nacionales naturales. Se trata de uno de los lugares con mayor pluviosidad del planeta y del principal territorio de la cultura afrocolombiana.
Se estima que de las, aproximadamente, 45 mil plantas existentes en Colombia, la región Pacífica alberga entre siete y ocho mil variedades de especies, por lo que se considera el lugar de máxima diversidad florística del trópico americano.
Es por ello que, investigadores de la UN en Palmira y de la Universidad del Pacífico, estudian su potencial bioactivo con fines de aprovechamiento en industrias farmacéuticas, cosméticas y de nutrición, pues estas plantas tienen importantes compuestos que se pueden desarrollar en la industria.
Según Robertulio González, biólogo botánico de la Universidad del Pacífico, son cientos las plantas con oportunidades sobresalientes en compuestos. “La hoja de Adán, por ejemplo, tiene compuestos antifúngicos poderosos que se pueden utilizar en múltiples actividades agrícolas y medicinales. Sin embargo, se está perdiendo el valioso conocimiento ancestral de estas especies”, afirma González.
Entre otras plantas estudiadas por los investigadores, está también el caso de R. especiosa, que según el investigador de la U. del Pacífico, es una de las mejores plantas insecticidas del mundo que, de manera desafortunada, se ha ido acabando por la destrucción de los bosques donde habita; por fortuna, el Pacífico es la excepción.
“Algunos productores de chontaduro compran insecticidas costosos para fumigar las plagas; hasta ahora no ha sido posible realizar estudios, por ejemplo, con este tipo de plantas para aplicarlas en los cultivos, ya que son insecticidas de baja toxicidad que no dejan residuos ni contaminan el ambiente”, sostiene el profesor González.
Entre tanto, el profesor Arnulfo Gómez Carabalí sostiene que los estudios en plantas medicinales son necesarios “porque gran parte de los problemas de salud que afrontan los habitantes de menores posibilidades económicas se han solucionado con ellas; por tanto, el establecimiento de sistemas de producción de plantas medicinales se presenta como una alternativa que permitiría continuar de manera más organizada y permanente con las prácticas tradicionales ejercidas por las comunidades de la región”.
Además de las plantas medicinales del Pacífico, los investigadores de ambas universidades también están trabajando en la vainilla del Pacífico, ya que en esta región se albergan diferentes especies de esta orquídea.
“Esperamos que los mejores cultivadores de vainilla del país salgan de nuestra Universidad, con la colaboración de los científicos de la Nacional y de diferentes sectores educativos”, concluye González.
El profesor Robertulio González hizo parte del panel de expertos en el Seminario en Compuestos Bioactivos y Funcionales realizado en la UN en Palmira.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
De las, aproximadamente, 45 mil plantas existentes en Colombia, la región Pacífica alberga entre siete y ocho mil variedades de especies.

De las, aproximadamente, 45 mil plantas existentes en Colombia, la región Pacífica alberga entre siete y ocho mil variedades de especies.

19 de Noviembre del 2012

Científicos de la UN en Palmira y de la Universidad del Pacífico que estudian su potencial bioactivo, afirman que estas plantas tienen posibilidades en estos sectores industriales.

El Pacífico colombiano, sin duda alguna, es una región con una inmensa riqueza ecológica, hidrográfica, minera y forestal en donde hallan importantes parques nacionales naturales. Se trata de uno de los lugares con mayor pluviosidad del planeta y del principal territorio de la cultura afrocolombiana.

Se estima que de las, aproximadamente, 45 mil plantas existentes en Colombia, la región Pacífica alberga entre siete y ocho mil variedades de especies, por lo que se considera el lugar de máxima diversidad florística del trópico americano.

Es por ello que, investigadores de la UN en Palmira y de la Universidad del Pacífico, estudian su potencial bioactivo con fines de aprovechamiento en industrias farmacéuticas, cosméticas y de nutrición, pues estas plantas tienen importantes compuestos que se pueden desarrollar en la industria.

Según Robertulio González, biólogo botánico de la Universidad del Pacífico, son cientos las plantas con oportunidades sobresalientes en compuestos. “La hoja de Adán, por ejemplo, tiene compuestos antifúngicos poderosos que se pueden utilizar en múltiples actividades agrícolas y medicinales. Sin embargo, se está perdiendo el valioso conocimiento ancestral de estas especies”, afirma González.

Entre otras plantas estudiadas por los investigadores, está también el caso de R. especiosa, que según el investigador de la U. del Pacífico, es una de las mejores plantas insecticidas del mundo que, de manera desafortunada, se ha ido acabando por la destrucción de los bosques donde habita; por fortuna, el Pacífico es la excepción.

“Algunos productores de chontaduro compran insecticidas costosos para fumigar las plagas; hasta ahora no ha sido posible realizar estudios, por ejemplo, con este tipo de plantas para aplicarlas en los cultivos, ya que son insecticidas de baja toxicidad que no dejan residuos ni contaminan el ambiente”, sostiene el profesor González.

Entre tanto, el profesor Arnulfo Gómez Carabalí sostiene que los estudios en plantas medicinales son necesarios “porque gran parte de los problemas de salud que afrontan los habitantes de menores posibilidades económicas se han solucionado con ellas; por tanto, el establecimiento de sistemas de producción de plantas medicinales se presenta como una alternativa que permitiría continuar de manera más organizada y permanente con las prácticas tradicionales ejercidas por las comunidades de la región”.

Además de las plantas medicinales del Pacífico, los investigadores de ambas universidades también están trabajando en la vainilla del Pacífico, ya que en esta región se albergan diferentes especies de esta orquídea.

“Esperamos que los mejores cultivadores de vainilla del país salgan de nuestra Universidad, con la colaboración de los científicos de la Nacional y de diferentes sectores educativos”, concluye González.

El profesor Robertulio González hizo parte del panel de expertos en el Seminario en Compuestos Bioactivos y Funcionales realizado en la UN en Palmira.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Modificación de hábitos nutricionales, estrategia para una alimentación sana.

 
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16 de Octubre del 2012
Ante el incremento generalizado de los precios de los alimentos a nivel mundial, y los niveles de pobreza, sobrepeso y obesidad en México, se requieren estrategias para impulsar y consolidar el sector agropecuario, modificar los hábitos nutricionales de la población y promover estilos saludables de vida, consideró Blanca Rubio, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Los efectos son más evidentes en países que requieren importar esos productos para satisfacer su demanda interna, con repercusiones graves en sectores más vulnerables, como mujeres, niños, migrantes y población rural.
Para afrontar la situación, México debe impulsar la producción interna y evitar la importación; ello es fundamental para garantizar la autosuficiencia y no depender de la fluctuación de precios, dijo.
Si se les pagara a los productores un monto rentable, implicaría garantizar la satisfacción de la demanda de alimentos con la producción nacional; el gobierno podría establecer precios subsidiados para la población, y así sortear la especulación y el alza.
En la coyuntura mundial de elevación de precios, las naciones que fortalezcan sus agriculturas serán las que se posicionarán mejor. En tanto, las que no actúen profundizarán su dependencia, y sus soberanías podrían estar en entredicho, añadió.
Pobreza y malos hábitos
La exclusión y marginación, explicadas por un esquema económico centrado en el mercado, generan desnutrición, sobrepeso y obesidad, entre otros problemas de salud. El fenómeno global de alzas generalizadas sólo los profundizó, dijo.
Además, las carencias de amplios sectores poblacionales, que les impiden acceder a alimentos nutritivos, concurren con un modelo que promueve el consumo de productos industrializados, ricos en conservadores, aditivos y sodio, que provocan esos males. También influyen aquéllos con alto contenido de carbohidratos, presentes en harinas, y productos con azúcar, que llegan a ocasionar adicción.
Rubio refirió que el problema de la obesidad es complejo, pues se combina la disminución de la capacidad de compra de la sociedad marginal, con un modelo de consumo dirigido. Se ha comprobado que la mayor parte de los apoyos que reciben las poblaciones más pobres del país, que deberían destinarse a la alimentación sana de los niños, son gastados en comida chatarra, refirió.
Comer un cereal en la mañana equivale, en términos de nutrientes, a ingerir un pan blanco con una taza de azúcar, más la leche. En términos reales, los menores consumen grandes cantidades de carbohidratos, lo que explicaría el incremento de la obesidad infantil, explicó.
Regulación, indispensable
Recientemente, recordó, se informó acerca del fracaso de los planes para reducir la obesidad. Los esfuerzos de las instituciones de salud pública son loables, sin embargo, implican nadar contra la corriente.
En general, estos programas consisten en recomendar una dieta saludable y en convencer de los beneficios que implica reducir de peso, pero no atacan la raíz del problema, sostuvo.
Para resolverlo, un elemento fundamental es la regulación de las actividades de las empresas transnacionales, para evitar la especulación y el alza de precios. Además, desde la sociedad civil, debe pugnarse por erradicar la venta de productos chatarra en las escuelas, y promover el consumo de sanos.
Hoy se debate la relación consumo de maíz transgénico, alergias y resistencia a antibióticos. En México no existe una reglamentación para etiquetar las importaciones del grano modificado; ingresa de manera indiscriminada al país y es utilizado para alimentar al ganado destinado al consumo humano. Por ello, es necesario imponer una reglamentación estricta al respecto, concluyó la universitaria.
Boletín UNAM-DGCS-634
Ciudad Universitaria.
Los efectos de la crisis mundial en la materia son más evidentes en países que dependen de las importaciones para satisfacer su demanda interna, con repercusiones más graves en sectores más vulnerables como mujeres, niños, migrantes y población rural.

Los efectos de la crisis mundial en la materia son más evidentes en países que dependen de las importaciones para satisfacer su demanda interna, con repercusiones más graves en sectores más vulnerables como mujeres, niños, migrantes y población rural.

16 de Octubre del 2012

Ante el incremento generalizado de los precios de los alimentos a nivel mundial, y los niveles de pobreza, sobrepeso y obesidad en México, se requieren estrategias para impulsar y consolidar el sector agropecuario, modificar los hábitos nutricionales de la población y promover estilos saludables de vida, consideró Blanca Rubio, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

Los efectos son más evidentes en países que requieren importar esos productos para satisfacer su demanda interna, con repercusiones graves en sectores más vulnerables, como mujeres, niños, migrantes y población rural.

Para afrontar la situación, México debe impulsar la producción interna y evitar la importación; ello es fundamental para garantizar la autosuficiencia y no depender de la fluctuación de precios, dijo.

Si se les pagara a los productores un monto rentable, implicaría garantizar la satisfacción de la demanda de alimentos con la producción nacional; el gobierno podría establecer precios subsidiados para la población, y así sortear la especulación y el alza.

En la coyuntura mundial de elevación de precios, las naciones que fortalezcan sus agriculturas serán las que se posicionarán mejor. En tanto, las que no actúen profundizarán su dependencia, y sus soberanías podrían estar en entredicho, añadió.


Pobreza y malos hábitos

La exclusión y marginación, explicadas por un esquema económico centrado en el mercado, generan desnutrición, sobrepeso y obesidad, entre otros problemas de salud. El fenómeno global de alzas generalizadas sólo los profundizó, dijo.

Además, las carencias de amplios sectores poblacionales, que les impiden acceder a alimentos nutritivos, concurren con un modelo que promueve el consumo de productos industrializados, ricos en conservadores, aditivos y sodio, que provocan esos males. También influyen aquéllos con alto contenido de carbohidratos, presentes en harinas, y productos con azúcar, que llegan a ocasionar adicción.

Rubio refirió que el problema de la obesidad es complejo, pues se combina la disminución de la capacidad de compra de la sociedad marginal, con un modelo de consumo dirigido. Se ha comprobado que la mayor parte de los apoyos que reciben las poblaciones más pobres del país, que deberían destinarse a la alimentación sana de los niños, son gastados en comida chatarra, refirió.

Comer un cereal en la mañana equivale, en términos de nutrientes, a ingerir un pan blanco con una taza de azúcar, más la leche. En términos reales, los menores consumen grandes cantidades de carbohidratos, lo que explicaría el incremento de la obesidad infantil, explicó.


Regulación, indispensable

Recientemente, recordó, se informó acerca del fracaso de los planes para reducir la obesidad. Los esfuerzos de las instituciones de salud pública son loables, sin embargo, implican nadar contra la corriente.

En general, estos programas consisten en recomendar una dieta saludable y en convencer de los beneficios que implica reducir de peso, pero no atacan la raíz del problema, sostuvo.

Para resolverlo, un elemento fundamental es la regulación de las actividades de las empresas transnacionales, para evitar la especulación y el alza de precios. Además, desde la sociedad civil, debe pugnarse por erradicar la venta de productos chatarra en las escuelas, y promover el consumo de sanos.

Hoy se debate la relación consumo de maíz transgénico, alergias y resistencia a antibióticos. En México no existe una reglamentación para etiquetar las importaciones del grano modificado; ingresa de manera indiscriminada al país y es utilizado para alimentar al ganado destinado al consumo humano. Por ello, es necesario imponer una reglamentación estricta al respecto, concluyó la universitaria.

Boletín UNAM-DGCS-634

Ciudad Universitaria.