Bogotá D. C., nov. 26 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Son varias las infecciones virales que causan cuadros de inflamación intestinal en los lechones que se convierten en la principal sintomatología de los pequeños porcinos, incluso a los pocos días de nacidos.
Roberto Guedes, profesor asociado de Patología Animal y Enfermedades de Cerdos de la Universidad Federal de Minas de Gerais, en Brasil, aseguró que la principal reacción a estas enfermedades entéricas es la diarrea. “Sabemos que con tan solo 1.000 a 10.000 bacterias es una cantidad suficiente para inducir infección y eliminarse en las heces, dos o tres semanas después de la inoculación”, explicó Guedes.
Desde hace cinco años que el investigador trabaja con estas enfermedades. Lo primero que hizo fue una caracterización del problema para comprender cuáles son las causas más frecuentes. Después comparó las pruebas de diagnósticos con el fin de saber cuál es la mejor para detectar los problemas y ahora desarrolla posibles vacunas para lograr un control efectivo.
Dentro de las infecciones virales más comunes está el rotavirus, que afecta a lechones hasta los cinco días de nacidos; otra es el coronavirus, que es una gastroenteritis transmisible, y por último la diarrea epidémica porcina, que no es común en América del Sur, pues solo se han conocido tres reportes en Argentina hace un par de años.
Hay otra producida por un parásito llamado coccidia que causa diarrea en lechones desde los cinco días de edad hasta las tres semanas, cuando ocurre el destete.
“A pesar de la posibilidad real de estos eventos, hasta hoy, lo más cerca que hemos llegado en relación a estas conclusiones es la sobrevivencia de las bacterias en las heces por más de dos semanas”, explica Guedes.
Por eso, el ambiente en que se crían los lechones es muy importante; de ahí que la limpieza en las instalaciones entre lotes de animales sea fundamental.
“Después del destete de los lechones todos los animales tienen que salir, luego limpiar y desinfectar el lugar, para que el próximo grupo llegue a un ambiente limpio y desinfectado y no ocurra contaminación precoz en los lechones. La infección viral es muy contagiosa, con que se enferme un lechón varios son infectados”. También afirma que los grupos de investigación son pocos en este campo, pero trabajan muy fuerte.
Guedes agrega que la carne de cerdo, al igual que en Colombia, ya está tomando una gran importancia en Brasil y se convierte en la tercera en preferencia después de la de res y la de pollo. El promedio per capita en el país de la samba se encuentra en 15 kilos para una población de 190 millones de personas. En Colombia el consumo llega a 5,7 kilos.
Así mismo, el investigador comenta que al igual que en otras partes del mundo, la gente empieza a valorar lo poco grasosa y muy nutritiva que es esta carne, situación diferente a lo que sucedía hace cuarenta o cincuenta años.
Guedes fue uno de los invitados al Seminario Internacional Enfermedades Entéricas y Reproductivas en Porcinos, que se cumplió en el auditorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín.
Créditos: UNAL-690-2013Bogotá D. C., nov. 26 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Son varias las infecciones virales que causan cuadros de inflamación intestinal en los lechones que se convierten en la principal sintomatología de los pequeños porcinos, incluso a los pocos días de nacidos.
Roberto Guedes, profesor asociado de Patología Animal y Enfermedades de Cerdos de la Universidad Federal de Minas de Gerais, en Brasil, aseguró que la principal reacción a estas enfermedades entéricas es la diarrea. “Sabemos que con tan solo 1.000 a 10.000 bacterias es una cantidad suficiente para inducir infección y eliminarse en las heces, dos o tres semanas después de la inoculación”, explicó Guedes.
Desde hace cinco años que el investigador trabaja con estas enfermedades. Lo primero que hizo fue una caracterización del problema para comprender cuáles son las causas más frecuentes. Después comparó las pruebas de diagnósticos con el fin de saber cuál es la mejor para detectar los problemas y ahora desarrolla posibles vacunas para lograr un control efectivo.
Dentro de las infecciones virales más comunes está el rotavirus, que afecta a lechones hasta los cinco días de nacidos; otra es el coronavirus, que es una gastroenteritis transmisible, y por último la diarrea epidémica porcina, que no es común en América del Sur, pues solo se han conocido tres reportes en Argentina hace un par de años.
Hay otra producida por un parásito llamado coccidia que causa diarrea en lechones desde los cinco días de edad hasta las tres semanas, cuando ocurre el destete.
“A pesar de la posibilidad real de estos eventos, hasta hoy, lo más cerca que hemos llegado en relación a estas conclusiones es la sobrevivencia de las bacterias en las heces por más de dos semanas”, explica Guedes.
Por eso, el ambiente en que se crían los lechones es muy importante; de ahí que la limpieza en las instalaciones entre lotes de animales sea fundamental.
“Después del destete de los lechones todos los animales tienen que salir, luego limpiar y desinfectar el lugar, para que el próximo grupo llegue a un ambiente limpio y desinfectado y no ocurra contaminación precoz en los lechones. La infección viral es muy contagiosa, con que se enferme un lechón varios son infectados”. También afirma que los grupos de investigación son pocos en este campo, pero trabajan muy fuerte.
Guedes agrega que la carne de cerdo, al igual que en Colombia, ya está tomando una gran importancia en Brasil y se convierte en la tercera en preferencia después de la de res y la de pollo. El promedio per capita en el país de la samba se encuentra en 15 kilos para una población de 190 millones de personas. En Colombia el consumo llega a 5,7 kilos.
Así mismo, el investigador comenta que al igual que en otras partes del mundo, la gente empieza a valorar lo poco grasosa y muy nutritiva que es esta carne, situación diferente a lo que sucedía hace cuarenta o cincuenta años.
Guedes fue uno de los invitados al Seminario Internacional Enfermedades Entéricas y Reproductivas en Porcinos, que se cumplió en el auditorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín.
Susana López Charretón, del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
27 de noviembre de 2011
• Son responsables cada año del fallecimiento de 600 mil niños en todo el mundo; su ingreso al organismo ocurre por contaminación fecal-oral y sólo un virus es suficiente para infectar a otra persona, explicó Susana López Charretón
• Por sus hallazgos, la investigadora del IBt de la UNAM recibirá el Premio L´OREAL-UNESCO para las Mujeres y la Ciencia 2012
La infección por rotavirus es generalizada en el mundo. “Afecta igual a infantes de África que de Suecia, lo que indica que ésta no se debe a problemas de higiene; sin embargo, en los países pobres hay poco acceso a servicios médicos, y los pequeños mueren por deshidratación. En cambio, en las naciones más desarrolladas tienen acceso rápido a clínicas y son atendidos enseguida”, explicó Susana López Charretón, del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM.
La experta en virología es una de las cinco científicas del mundo que recibirá en marzo próximo el Premio L´OREAL-UNESCO para las Mujeres y la Ciencia 2012, “por haber identificado el modo de acción de los rotavirus, responsables cada año del fallecimiento de 600 mil niños”, señaló un comunicado conjunto emitido por el organismo internacional y la empresa.
Estudio del rotavirus
En su laboratorio del IBt, en Cuernavaca, López Charretón y sus colaboradores estudian los mecanismos básicos de ingreso y sobrevivencia del virus dentro de las células huésped
“Trabajamos con células en cultivo y con un virus que fue aislado de simios. Es un modelo muy útil para indagar cómo engaña a la célula para penetrar en ella y multiplicarse”.
Asimismo, reconoció que los científicos aún no conocen por qué es más recurrente en bebés y niños, “pero sabemos que a los cinco años todas las personas hemos sido infectados con este virus al menos una vez, así que hay un componente de inmunidad, es como si nos vacunáramos”.
No obstante, indicó, la primera infección es la más severa, y es de la que se trata de proteger a los menores.
Desde que cursaba la licenciatura en la Universidad Nacional, lo conoció. “Empecé a trabajar con él desde mi tesis de licenciatura, hace casi 30 años, con Romilio Espejo, que lo investigaba allá por 1979 u 80. Recién se había descubierto a este causante de diarreas y gastroenteritis severas en niños, responsable de gran cantidad de decesos al año. Me enamoré del tema desde el principio, comenzar a caracterizar un virus del que se conocía muy poco fue una buena oportunidad, y desde esa fecha, he seguido analizándolo”.
La científica podría encontrar características particulares que ese microorganismo utiliza para reproducirse, que podrían tener futuras aplicaciones en otras líneas de estudio. “Sería útil para desarrollar una molécula que engañe al virus, como un antiviral. Ésa sería una aplicación de los mecanismos que encontramos, pero en este momento no se tiene nada concreto sobre aplicaciones”.
La distinción
Integrante del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular en el IBt, López Charretón cursó la licenciatura, maestría y doctorado en Investigación Biomédica Básica en esta casa de estudios, y forma parte del Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Al referirse al Premio, que recibirá en ceremonia a realizarse el 22 de marzo en la sede de la UNESCO, en París, comentó que “es un gran orgullo. Significa demostrar que se puede hacer ciencia de muy buen nivel en México”,
Con ello, suma una nueva experiencia internacional, diferente a la que tiene en los institutos nacionales de salud de Estados Unidos, en donde forma parte de un panel de expertos en virología, que analiza y selecciona los estudios que se realizan con fondos públicos en ese país.
“Son dos experiencias distintas. En la Unión Americana me reconocen como un par en virología, y con este premio evalúan la trayectoria del trabajo que hemos realizado por años”, precisó.
Germán Plascencia Villa, egresado del posgrado del Instituto de Biotecnología de la UNAM
• Con la proteína polimórfica VP6, Germán Plascencia Villa, del Instituto de Biotecnología, ensaya nuevos materiales útiles en biomedicina y electrónica; este proyecto cuenta con una patente internacional
• Con esta investigación, desarrollada como tesis de doctorado, ganó el Premio Weizmann 2010 en el área de Ingeniería y Tecnología
A partir de una proteína del rotavirus, llamada VP6, capaz de convertirse en una esfera o en un tubo, Germán Plascencia Villa, egresado del posgrado del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, genera nanopartículas constituyentes de nuevos materiales útiles en biomedicina y electrónica.
Con esta investigación, desarrollada para obtener su doctorado en Biotecnología, obtuvo el Premio Weizmann 2010 en Ingeniería y Tecnología, un galardón que, desde 1986, otorgan anualmente la Academia Mexicana de Ciencias y la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel.
El rotavirus es un microorganismo con partículas en forma de rueda, y es la principal causa de enfermedades diarreicas y de deshidratación en niños pequeños.
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se presenta en todo el orbe, afecta a más del 90 por ciento de la población global antes de los tres años de edad, y es responsable de 20 de cada 100 decesos por diarrea, en el mundo, en menores de cinco años; cada minuto fallece un niño por su causa.
Proteína VP6
Con la proteína VP6, el científico mexicano diseña aplicaciones muy distintas.
“Es polimórfica, capaz de adaptar diferentes estructuras o arreglos, según las condiciones de pH (acidez o alcalinidad), presencia de iones (calcio y zinc) y de la propia concentración de la proteína. Se pueden obtener estructuras de formas tubular o esférica; producir en forma recombinante (en cantidades suficientes para originar los nanobiomateriales) y obtener un producto de alta pureza y calidad, libre de ADN y, por lo tanto, bioseguro y biocompatible”, explicó el investigador del IBt.
Para desarrollar las nanopartículas, el universitario obtuvo una producción recombinante –por medio de organismos modificados genéticamente– de las proteínas estructurales de rotavirus.
“Se siguieron varios procesos hasta obtener la proteína pura y con la estructura adecuada. Se realizaron análisis de caracterización para ver distribución de tamaño, propiedades y calidad. Después, se hizo la funcionalización o bioconjugacion de nanopartículas (mediante reducción química en medio acuoso); nuevamente, se purificó y, finalmente, se caracterizó mediante técnicas de espectroscopía, microscopía electrónica y medición de algunas propiedades catalíticas o de conductividad”, describió.
Este proceso se realiza para cada tipo de nanopartículas que se desee sintetizar, y se obtienen nanobiomateriales con diversas características, propiedades y funciones.
Futuras aplicaciones
En el área biomédica, detalló Plascencia, podrán emplearse como sistemas de diagnóstico o de entrega de medicamentos, agentes de contraste en imagenología y en algunos tratamientos de enfermedades al bioconjugarlos con moléculas específicas, como marcadores moleculares, fármacos o ácidos nucleicos.
“Varios tipos de nanopartículas han demostrado ya su utilidad dentro del área de nanomedicina, incluso algunos productos están en estudios de fase clínica”, comentó.
En tanto, en la ciencia de materiales estos componentes se usarán para sintetizar dispositivos nanoelectrónicos (nanoalambres y nanotubos); películas delgadas; nanofibras; materiales útiles para generar, almacenar o transportar energía (nanobaterías), con propiedades catalíticas, y nanomateriales con capacidad de memoria para almacenamiento de información.
Este proyecto, que se realizó entre 2006 y 2010 en el IBt, dentro del grupo de Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich y Laura Alicia Palomares, está protegido con una patente internacional, por lo que se puede realizar la transferencia tecnológica hacia industrias que estén dentro del ramo de los dispositivos electrónicos, materiales funcionales o de la farmacéutica.
Actualmente, precisó el científico, se crean nuevos métodos de funcionalización y bioconjugación con diferentes nanopartículas metálicas y magnéticas, y se prueban las propiedades de estos nuevos tipos de biomateriales.
La mayor parte del trabajo de Plascencia se llevó a cabo en el IBt, pero contó con colaboraciones o acceso a equipos de los institutos de Ciencias Físicas y de Ciencias Nucleares, del Centro de Ciencias Aplicadas y Tecnología Avanzada, y de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
También, con apoyo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y del Instituto Nacional de Salud Pública. “La diversidad de las entidades se debe a que este tipo de proyectos requiere de una perspectiva multidisciplinaria”, señaló.
Nanobiotecnología, nueva frontera
Plascencia Villa es especialista en nanobiotecnología, una disciplina de frontera cuyo reto es integrar a la biotecnología, la nanotecnología y la ingeniería en nuevos productos.
Para desarrollarla, precisó el experto, se debe conocer a detalle el proceso original que se encuentra en la naturaleza, y las características bioquímicas y estructurales de las biomoléculas. Con esta información, se hacen modificaciones a los procesos de bioconjugación para llegar al nuevo material.
“Se vuelve un ciclo, en el que al querer crear un nuevo tipo de nanobiomaterial hay que optimizar las condiciones de funcionalización (o bioconjugación), pero siempre según las condiciones previas. Adicionalmente, se puede efectuar la modificación a nivel genético para otorgar nuevas funciones, propiedades o capacidades específicas a las proteínas empleadas como biotemplados, que serán usadas para sintetizar algunos tipos de nanomateriales muy específicos”, detalló.
Este trabajo fue también galardonado en junio pasado con el Premio Alfredo Sánchez Marroquín, como mejor tesis de doctorado en Biotecnología y Bioingeniería, en el XIV Congreso Nacional de ambas disciplinas, organizado por la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería.
Actualmente, Plascencia Villa labora en el Centro Internacional de Nanotecnología y Materiales Avanzados (ICNAM) de la Universidad de Texas en San Antonio, Estados Unidos.
La Escherichia Colli, junto con el Rotavirus, representan la primera causa de muerte entre niños menores de cinco años, debido a las condiciones de higiene principalmente en el manejo de alimentos, aseguró Antonio Cruz López, catedrático e investigador del departamento de Agentes Bacteriológicos de la Facultad de Medicina de la BUAP.
En entrevista, el Dr. Cruz López estimó que hasta un 90 por ciento de las hortalizas se riegan con aguas negras, lo que aunado a la falta de higiene en la preparación de alimentos, genera un promedio de ocho mil decesos al año en el país, por lo que hizo un llamado a la población a cuidar la limpieza para evitar enfermedades relacionadas con el rotavirus y también con la influenza.
Añadió que también se debe tener precaución en el consumo de alimentos caseros envasados, pues si están en descomposición, pueden provocar serios daños a corto plazo en el ser humano al consumir toxinas peligrosas y de difícil control.
Comentó que el mundo enfrenta cada vez un mayor número de infecciones bacteriológicas, por lo que es de suma importancia mantener el cuidado en la higiene y control de calidad de los alimentos, para evitar el brote de enfermedades, como sucede con la contaminación de Escherichia Colli en alimentos o la Clostridium botulinum en envasados.
Explicó que la Escherichia Colli, es una bacteria cuyas toxinas provocan nauseas, vómito y diarrea, es parecida a la toxina del cólera y de manera aguda, también puede provocar la muerte, aunque reconoció, en México hay más resistencia a este tipo de agentes bacteriológicos.
Como ejemplo, mencionó que diariamente muchos mexicanos consumen comida en la calle, y quienes la expenden no tienen una higiene adecuada, lo que los inmuniza en cierto grado.
Reconoció que no sucede lo mismo en el caso del botulismo, pues se trata de una enfermedad enterotoxigénica, donde una vez que el bacilo produjo la toxina acetilcolina, ésta ataca al sistema nervioso, provocando desmayos, mareos, visión borrosa o doble y vómito, al tiempo de paralizar los músculos torácicos y provocar un infarto al corazón.
López Cruz, insistió en la necesidad de tomar conciencia del peligro que representan las conservas caseras, al no lavar bien la fruta y utilizar un empaque no adecuado, pues pueden contener la bacteria, de ahí la importancia de lavar bien con jabón, frutas, verduras y desinfectarlas con yodo o cloro.
Créditos: BUAP/Comunicación Institucional/buap.mx
Investigaciones universitarias, cultura, ciencia, noticias y contenidos de interés. Puebla, México.