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Tortugas continentales son un tesoro amenazado en Colombia.

 
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21 de Febrero del 2013
Varias especies de esta familia de vertebrados de agua dulce y tierra se encuentran en peligro de extinción, debido a su aprovechamiento insostenible, según revela un estudio de 43 investigadores.
En un ambicioso proyecto investigativo, científicos del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, la Universidad de Antioquia y el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UN exploraron el estado y las condiciones de las tortugas continentales.
Colombia es el segundo país de Suramérica en número de especies de este animal. Pero también es en donde se le da un mal uso y se comercializa ilegalmente.
La coordinadora de la publicación científica del proyecto, Vivian Patricia Páez Nieto, destacó que el estudio es muy valioso porque “las tortugas son parte esencial de la fauna del país, pues hay muchas que solo habitan en Colombia, y es uno de los grupos de vertebrados más amenazados en el mundo”.
El alto índice de amenaza de esta especie se debe a su comercialización y explotación para consumo de sus huevos y carne (por su elevado valor proteínico) o como insumo para producir medicamentos, licores y otras sustancias sin control, lo que tiene a cerca de la mitad de las 27 especies continentales que posee el territorio nacional en riesgo.
La problemática ha causado alarma entre los expertos, pues, según cuenta la investigadora Páez Nieto, de forma ilegal se consiguen entre 3 mil y 30 mil pesos, dependiendo de los tamaños. Incluso, hay lugares establecidos de ventas en los centros urbanos de especies capturadas en la Amazonia y Orinoquia, en donde hay mayor variedad de especies.
Aunque existe un consumo insostenible de los reptiles continentales, se considera que hay algunas especies, como la hicotea, que podrían consumirse de manera responsable, dada su capacidad de reproducir abundantemente nuevos individuos.
No obstante, el propósito es que haya mayor cuidado de esta riqueza desconocida en Colombia, ya que la investigación demostró que hay grandes vacíos informativos sobre su biología y poca sensibilización de la comunidad sobre su protección.
A nivel mundial se sabe que hay 331 especies de tortugas, entre las cuales viven 315 continentales y 7 marinas y han desaparecido 9. Colombia, al ser el séptimo país del planeta en número de especies, requiere de un mayor cuidado de estos reptiles, que son considerados por algunos investigadores “un tesoro nacional”.
La investigación sintetizó el estado de las tortugas continentales a partir del trabajo de 43 expertos, entre los cuales figuran varios de la UN, como la bióloga Olga Victoria Castaño.
Los resultados fueron expuestos ante la comunidad en el Parque Explora de Medellín. Allí se ahondó en las características de las especies y en su situación a nivel local e internacional.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Colombia es el segundo país suramericano en número de tortugas continentales.

Colombia es el segundo país suramericano en número de tortugas continentales.

21 de Febrero del 2013

Varias especies de esta familia de vertebrados de agua dulce y tierra se encuentran en peligro de extinción, debido a su aprovechamiento insostenible, según revela un estudio de 43 investigadores.

En un ambicioso proyecto investigativo, científicos del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, la Universidad de Antioquia y el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UN exploraron el estado y las condiciones de las tortugas continentales.

Colombia es el segundo país de Suramérica en número de especies de este animal. Pero también es en donde se le da un mal uso y se comercializa ilegalmente.

La coordinadora de la publicación científica del proyecto, Vivian Patricia Páez Nieto, destacó que el estudio es muy valioso porque “las tortugas son parte esencial de la fauna del país, pues hay muchas que solo habitan en Colombia, y es uno de los grupos de vertebrados más amenazados en el mundo”.

El alto índice de amenaza de esta especie se debe a su comercialización y explotación para consumo de sus huevos y carne (por su elevado valor proteínico) o como insumo para producir medicamentos, licores y otras sustancias sin control, lo que tiene a cerca de la mitad de las 27 especies continentales que posee el territorio nacional en riesgo.

La problemática ha causado alarma entre los expertos, pues, según cuenta la investigadora Páez Nieto, de forma ilegal se consiguen entre 3 mil y 30 mil pesos, dependiendo de los tamaños. Incluso, hay lugares establecidos de ventas en los centros urbanos de especies capturadas en la Amazonia y Orinoquia, en donde hay mayor variedad de especies.

Aunque existe un consumo insostenible de los reptiles continentales, se considera que hay algunas especies, como la hicotea, que podrían consumirse de manera responsable, dada su capacidad de reproducir abundantemente nuevos individuos.

No obstante, el propósito es que haya mayor cuidado de esta riqueza desconocida en Colombia, ya que la investigación demostró que hay grandes vacíos informativos sobre su biología y poca sensibilización de la comunidad sobre su protección.

A nivel mundial se sabe que hay 331 especies de tortugas, entre las cuales viven 315 continentales y 7 marinas y han desaparecido 9. Colombia, al ser el séptimo país del planeta en número de especies, requiere de un mayor cuidado de estos reptiles, que son considerados por algunos investigadores “un tesoro nacional”.

La investigación sintetizó el estado de las tortugas continentales a partir del trabajo de 43 expertos, entre los cuales figuran varios de la UN, como la bióloga Olga Victoria Castaño.

Los resultados fueron expuestos ante la comunidad en el Parque Explora de Medellín. Allí se ahondó en las características de las especies y en su situación a nivel local e internacional.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Remodela UNAM, hospital veterinario de especialidades en fauna silvestre y etología clínica.

 
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El Hospital ofrece consulta médica a reptiles, mamíferos, anfibios e invertebrados; asesoría en el manejo, instalaciones, alimentación y reproducción, así como etología clínica en perros, gatos y otros animales de compañía.
El Hospital ofrece consulta médica a reptiles, mamíferos, anfibios e invertebrados; asesoría en el manejo, instalaciones, alimentación y reproducción, así como etología clínica en perros, gatos y otros animales de compañía.

11 de Septiembre del 2012

Ante el incremento en la demanda de sus servicios, el Hospital Veterinario de Especialidades en Fauna Silvestre y Etología Clínica, que cada año atiende, en promedio, a mil 200 animales, fue remodelado recientemente.

En la actualidad, este espacio ofrece consulta médica a reptiles, mamíferos, anfibios e invertebrados; asesoría en el manejo, instalaciones, alimentación y reproducción, así como etología clínica (problemas conductuales) en perros, gatos y otros animales de compañía: prevención, diagnóstico y tratamiento por medio de consultas, sesiones prácticas y seguimientos.

Perteneciente a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), el hospital se localiza dentro de las instalaciones de esta entidad, en Ciudad Universitaria, y su personal está integrado por académicos altamente capacitados, de reconocido prestigio nacional e internacional, que trabajan con el apoyo de alumnos de licenciatura y posgrado, quienes efectúan servicio social, estancias de entrenamiento, residencias e internados.

En la inauguración de las nuevas instalaciones, Anne Sisto, y jefa del Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio (DEFSAL), responsable del hospital, explicó que desde 1994 la Facultad brinda servicios en fauna silvestre, y a partir del 2003, en etología clínica.

Sin embargo, aclaró, lo hacía dentro de lo que actualmente es el Hospital Veterinario de Especialidades en Pequeñas Especies. La demanda de estos servicios se ha incrementado cada vez más, de tal manera que en agosto de 2008 se inauguró la primera fase, que contaba con dos consultorios y una recepción.

Ante autoridades, académicos, alumnos y empleados administrativos, la universitaria se dijo satisfecha porque la ampliación de este espacio repercutirá directamente en el mejoramiento y fortalecimiento de los programas académicos de licenciatura y posgrado: servicio social, estancias, especializaciones y maestrías, entre otros.

Por su parte, Francisco Trigo Tavera, secretario de Desarrollo Institucional de la UNAM y ex director de la Facultad, consideró que este es un servicio importante para la sociedad, la cual se beneficia, por un lado, al traer a sus animales y recibir un servicio médico de calidad y, por otro, con la formación de médicos veterinarios zootecnistas y especialistas.

Con María Elena Trujillo Ortega, directora de la FMVZ, Trigo Tavera comentó que uno de los grandes aciertos de esta facultad es “dar continuidad a los proyectos académicos y administrativos iniciados en otros periodos”.

Nuevos espacios y servicios

Con la ampliación y remodelación, el hospital cuenta con las siguientes áreas y equipo, la mayoría, nuevo: Recepción, Consultorio de Etología Clínica (como parte de la consulta, se realiza la prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas de comportamiento de animales de compañía) y Jardín de Cinopraxis, en el que se llevan a cabo técnicas de modificación conductual como complemento de las terapias, así como el entrenamiento y condicionamiento, acorde al problema que tenga; además, se les enseñan ejercicios de adiestramiento para tener perros socialmente responsables.

Asimismo, Consultorio de Fauna Silvestre; como parte de la consulta, se determina si el animal requiere de atención básica o es necesario pasarlo a hospitalización, y Área de Hospitalización y Terapéutica; cuenta con equipo de ambiente controlado, tres jaulas para pequeños mamíferos, dos para grandes reptiles o mamíferos, dos para grandes mamíferos, e incubadoras o cajas de hospitalización para reptiles, anfibios e invertebrados.

Esta última área tiene diversas secciones: Diagnóstico (alberga equipo como microscopios ópticos y estereoscópicos; centrífuga. para correr muestras sanguíneas de manera rápida; sistema de microondas, para calentar soluciones, preparar medicaciones y alimentos, y refractometría).

También, Terapia intensiva (tiene incubadora), Área negra (con equipo de profilaxis dental para pequeños mamíferos como hurones, erizos, cuyos y conejos, principalmente), Área gris (se preparan los académicos y pacientes antes de ingresar a quirófano, cuenta con autoclave para la esterilización del equipo y aparato de anestesia inhalada), y Área de quirófano.

Los nuevos horarios del hospital son, en Etología Clínica: lunes de 10 a 13 horas; martes, miércoles y jueves, de 10 a 18 horas, y viernes, de 10 a 14 horas, y en Fauna Silvestre: lunes a viernes de 10 a 17 horas, previa cita al teléfono 56 22 59 41, extensión 115.

Boletín UNAM-DGCS-558

Ciudad Universitaria.

México, uno de los pulmones del mundo, obligado a preservar su biodiversidad

 
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México ocupa el tercer lugar mundial en mamíferos con más de 500 especies.
México ocupa el tercer lugar mundial en mamíferos con más de 500 especies.

23 de mayo de 2012

• Ocupa el tercer lugar mundial en mamíferos, con más de 500 especies; en aves, el octavo, con más de un millar; en plantas vasculares, como árboles, arbustos y matorrales, el quinto, con aproximadamente 23 mil 500, y en reptiles, el segundo, con más de 800 especies, indicó Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Biología de la UNAM

México es el tercer país con mayor biodiversidad en el planeta, lo que representa el compromiso de conservar un gran número de especies de mamíferos, aves, reptiles, plantas, animales invertebrados, peces y anfibios, entre otros seres vivos, según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Esta riqueza natural convierte a nuestra nación en uno de los pulmones del mundo, refirió Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.

Por ello, se debe contrarrestar el deterioro por la contaminación y el cambio climático. La iniciativa para conmemorar el Día Internacional de la Diversidad Biológica, este 22 de mayo, nos recuerda la trascendencia de conservarla, a nivel nacional y global, por su importancia para subsistir. La desaparición de una especie afecta a todas las demás, hasta llegar a los seres humanos y su entorno, explicó.

Aunque existan procesos naturales de extinción, los humanos no deberíamos contribuir a la desaparición, señaló la responsable del Programa de Difusión del IE.

Entre estas iniciativas, es urgente detener el tráfico ilegal de plantas y animales exóticos, evitar la introducción de especies en regiones ajenas a su hábitat natural, a fin de conservar los procesos de evolución intactos en cada ecosistema, contrarrestar la deforestación y eliminar la contaminación.

En este ámbito, es fundamental la investigación básica. Los estudios relacionados con seres vivos permiten generar conocimiento acerca de sus características, interacciones y posibles beneficios para el ser humano, como el descubrimiento de medicamentos a partir de ciertas plantas, destacó.

Al respecto, informó que los integrantes del Instituto son responsables de proyectos encaminados a ese objetivo, como el programa de educación para la protección de los murciélagos migratorios y mexicanos, la estrategia nacional de conservación del jaguar, y la protección del Valle de Cuatro Ciénegas.

Además, realizan análisis de los bosques mexicanos; para preservar los perritos llaneros y los pastizales de Janos, Chihuahua; en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA), y en la Selva de Los Tuxtlas, entre otros.

México, país megadiverso

La especialista recordó que México ocupa el tercer lugar mundial en mamíferos, con más de 500 especies; en aves, la octava posición, con más de un millar; en plantas vasculares, como árboles, arbustos y matorrales, se ubica en el quinto puesto, con aproximadamente 23 mil 500; en reptiles, en el segundo, con más de 800. La diversidad se caracteriza por estar compuesta de un gran número de endémicas, es decir, exclusivas del territorio.

El 50 por ciento de plantas –unas 15 mil especies- que crecen aquí son de este tipo, es decir, si desaparecieran en México, lo harían en todo el planeta. Los reptiles y anfibios tienen una proporción de endémicas de 57 por ciento y 65 por ciento, respectivamente, y los mamíferos, de 32 por ciento.

El concepto de diversidad biológica refiere a la cantidad y variedad de seres vivos y de adaptaciones de los organismos al ambiente que encontramos en el planeta. También se conoce como biodiversidad.

México se ubica en la tercera posición de entre las 12 naciones megadiversas del planeta, sólo detrás de Estados Unidos y Colombia. En conjunto, albergan entre el 60 y 70 por ciento de la diversidad conocida en la Tierra. Casi en su totalidad, todos los tipos de vegetación terrestres se encuentran en el país, y algunos ecosistemas, como los humedales de Cuatro Ciénegas, en Coahuila, sólo se hallan en la nación.

Esta condición es resultado de la topografía y geología, y de la variedad de climas y microclimas. Asimismo, la ubicación coloca a nuestro territorio como unión de dos regiones biogeográficas, la Neártica y la Neotropical, lo que significa que aquí han evolucionado especies de distinta afinidad ecológica y geográfica.

En cuanto a la diversidad genética, no existe mucha información, pues el número de estudios es muy pequeño. Por la extensión territorial, no es de extrañar que muchas presenten una considerable variabilidad, pero también se han detectado algunas que tiene una muy baja y requieren de cuidado especial.

La efeméride

El 20 de diciembre del año 2000, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 22 de mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica, para difundir información, promover su protección y estimular a las organizaciones, instituciones académicas, legisladores, empresas y ciudadanos a tomar medidas directas para reducir la pérdida constante de la biodiversidad global y local.

De acuerdo con la instancia, entre 1970 y el 2000, se ha perdido el 40 por ciento de especies en el mundo. El consumo no sustentable continúa a la par de las exigencias por más recursos, que rebasan en aproximadamente 20 por ciento la capacidad biológica del planeta, en un contexto donde el 70 por ciento de la población pobre del mundo vive en zonas rurales y dependen directamente de la biodiversidad para su bienestar y supervivencia.

Créditos: unam.mx/boletin/325/2012

Riqueza de anfibios y reptiles en las ciénagas del Caribe

 
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Cnemidophorus lemniscatus.
Cnemidophorus lemniscatus.

de septiembre de 2011

Agencia de Noticias UN– Un inventario realizado por biólogos de la UN, en el complejo cenagoso de Zapatosa, entre los departamentos de Magdalena y Cesar, descubrió que existen 22 especies de anfibios y 48 de reptiles.

Este número, porcentualmente, representa el 73% y 49%, respectivamente, de la riqueza de esas especies en el Caribe colombiano, que posee 104 de anfibios y 185 de reptiles. Así se desprende del trabajo realizado por los biólogos Guido Fabián Medina, Gladys Cárdenas y Olga Victoria Castaño, quienes elaboraron la primera guía de campo, publicación de la serie Colombia Biodiversidad Biótica, que incluye estos registros.

“Las cifras demuestran que a pesar de la intervención fuerte del hombre sobre ese ambiente natural, existe una biodiversidad alta”, explicó el profesor del Instituto de Ciencias Naturales Jesús Orlando Rangel, editor del texto, quien mencionó que por ello se deben adelantar medidas de protección y una de ellas es el conocimiento de la diversidad biótica de la región para desarrollar estrategias.

El docente aseguró que esta guía es una herramienta valiosa para promover el conocimiento y adelantar acciones de conservación y perpetuación de las especies. “Muchas personas le temen a las culebras por su condición y tratan de exterminarlas, pero conociendo su naturaleza se podrán preservar”, indicó.

Riqueza Caribe

El complejo de Zapatosa es el humedal más grande de Colombia, formado por la confluencia del río Cesar con el río Magdalena. Las ciénagas que lo conforman juegan un papel importante en los ciclos de vida de los invertebrados, peces, anfibios y reptiles, “generándose una interacción particular entre el medio biótico circundante y la ciénaga”, explicó el docente del ICN.

La Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar, apoyó esta investigación que busca concientizar a la comunidad en el manejo de la fauna e incentivar el sentido de pertenencia por sus recursos naturales, ya que por ejemplo, algunos reptiles, como las tortugas y las iguanas, son consumidos por el hombre de manera indiscriminada y las serpientes son exterminadas por temor.

Entre los anfibios se encontraron el sapo granuloso, el verrugoso, la rana de cuernos, la venenosa, la platanera, la picuda y la saltarina, entre muchas otras, y cada una contiene una descripción y su distribución, es decir, las regiones donde se pueden encontrar y su historia natural.

Algunos reptiles como la babilla, el caimán, la iguana de agua, la lagartija lisa, el lagarto coliazul, la boa, la jueteadora y la mapaná hacen parte también del inventario realizado en esta región del Caribe colombiano.

Créditos: unal.edu.co

PROVOCA FRAGMENTACIÓN DE LOS TUXTLAS DESAPARICIÓN DE ANFIBIOS Y REPTILES

 
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21 de abril 2011

• En los últimos 10 años han desaparecido varias especies, advirtió Víctor Hugo Reynoso, del Instituto de Biología de la UNAM
• Se estima que en el último medio siglo se ha perdido entre 60 y 80 por ciento de la distribución geográfica original de las selvas en México
• La Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas se conforma con 155 mil 122 hectáreas, pero se ha dividido en fragmentos de todos los tamaños, que van de una a 30 hectáreas, añadió

La fragmentación que ha padecido la región de Los Tuxtlas en las últimas décadas ha provocado la desaparición de unas 10 especies de anfibios y reptiles, informó Víctor Hugo Reynoso Rosales, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.

En los últimos 10 años, se han realizado muestreos y no se han encontrado ejemplares de una decena de especies de anfibios y reptiles; no se sabe si se extinguieron de la zona o simplemente no han sido vistas. No obstante, añadió, “una década es un periodo importante de muestreo como para no haberlas hallado. Se trata principalmente de serpientes, una especie de rana y otra de salamandra”.

Asimismo, entre los mamíferos de gran tamaño que han dejado de existir en esa área de Veracruz se cuentan el jaguar y el tapir, y ya sólo habitan algunos medianos y pequeños.

Víctor Hugo Reynoso Rosales, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.
Víctor Hugo Reynoso Rosales, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.

Deforestación y pérdida de especies

El académico destacó que, en la actualidad, la pérdida de variedad biológica en las selvas tropicales es uno de los principales problemas causados por la deforestación. Algunas de las consecuencias más graves de la fragmentación de los bosques tropicales lluviosos son la extinción de especies, la modificación de las comunidades biológicas y las alteraciones en el funcionamiento de los ecosistemas.

Entre las décadas de los 60 a los 80, e incluso en los 90, Los Tuxtlas sufrieron una tasa de deforestación importante. La selva ubicada en tierra útil, plana, donde se podía introducir ganado, se acabó. Hoy, algunos campesinos aún desmontan las cimas de los cerros, y con ello, enfatizan la atomización del hábitat, pero la utilidad de esa práctica es poca, porque las vacas no suben y sólo provocan que esas zonas se llenen de helechos, que no son favorables para la regeneración de esos ambientes.

En el último medio siglo, las selvas mexicanas han estado sujetas a un proceso de transformación por la actividad humana, que ha propiciado la eliminación de entre 60 y 80 por ciento de su distribución geográfica original, así como una división y aislamiento de las selvas remanentes.

La Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas se conforma por 155 mil 122 hectáreas. Sin embargo, la parte baja se ha dividido en una serie de espacios de tamaños variados, que van desde la reserva de la UNAM con 640 hectáreas, la parte mejor conservada, a muchos trozos de una a 30 hectáreas.

“Lamentablemente, parece ser que en las franjas de cuatro hectáreas los anfibios y reptiles desaparecen, y sólo sobreviven algunas especies muy resistentes”, dijo.

Reynoso detalló que esos animales constituyen una especia de de suma importancia porque son los primeros vertebrados en desaparecer de los sistemas, además dependen del hábitat para su reproducción y no tienen la misma capacidad de movimiento que las aves, que si no están a gusto se van a otro sitio.

Entre más grandes son las divisiones, mayor es su diversidad. Las que constan de más de seis hectáreas aún guardan una importante riqueza biológica, aún así, en espacios de hasta 30 hectáreas ya no se han encontrado mamíferos más grandes que los tejones, mapaches, tlacuaches y mono aullador.

No obstante, es factible acabar con este problema y unir las islas de vegetación para conformar segmentos de mayor tamaño o interconectarlos. “La Universidad Nacional está en posibilidades de hacer esa tarea”, aseguró Reynoso, quien encabeza el proyecto Efecto de la fragmentación, degradación y destrucción del hábitat en las comunidades de anfibios y reptiles.

La idea, explicó, es evaluar el efecto de la destrucción del entorno en la parte conservada de la selva, por un lado, y analizar los pequeños trozos dispersos, por el otro, así como observar cómo se modifican los ecosistemas de acuerdo a los remanentes, porque cada uno tiene condiciones ambientales distintas.

Riqueza y desaparición de selvas

Las selvas del sureste de México son representaciones de los ambientes terrestres más diversos que hay en el planeta. Alojan entre 60 y 80 por ciento de las especies de plantas y animales conocidas hasta el momento. Sin embargo, en algunas zonas aún desaparecen a una velocidad alarmante a causa de la actividad humana.

Como resultado de la destrucción, los remanentes de selva tropical húmeda son en la actualidad una colección de fragmentos o islas de extensiones variables y con diferentes historias de aislamiento, y es ahí donde se resguardan animales y vegetales que han sobrevivido a la destrucción del hábitat.

Hasta el momento, el conocimiento biótico es pobre, pues aunque la riqueza de especies ha sido estudiada, la comprensión acerca de la biología, ecología e importancia en los ecosistemas es somera; se carece de información para favorecer su conservación y aprovechamiento razonado.

A pesar de que las alteraciones de esos espacios son reservorios importantes de biodiversidad, sus recursos deben ser inventariados y analizados para promover el desarrollo científico y tecnológico de los estados que los resguardan.

La conservación de las selvas es fundamental, porque el germoplasma que contienen representa una riqueza biológica, parte de nuestro patrimonio natural y un potencial genético que puede ser aprovechado por la sociedad, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-233/2011/unam.mx