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Conjuntan esfuerzos la UNAM y el CENAPRED para análisis de riesgos y prevención de desastres

 
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24 de octubre de 2013

Conjuntarán esfuerzos a favor del análisis de riesgos y prevención de desastres.
Conjuntarán esfuerzos a favor del análisis de riesgos y prevención de desastres.

La UNAM y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) conjuntarán esfuerzos a favor del análisis de riesgos y prevención de desastres, acordaron el rector de esta casa de estudios, José Narro Robles y el coordinador Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente Espinosa.

El fortalecimiento de la relación entre los científicos de la Universidad Nacional (especialistas en sismología, vulcanología, hidrometeorología y otras áreas que estudian eventos naturales) y los expertos en protección civil del CENAPRED, iniciará con el proyecto conjunto de elaboración de un Atlas Nacional de Riesgos.

La gente, principal interés

“Nuestro principal interés tiene que ser la gente, su seguridad. A veces es un temblor, en ocasiones un huracán, otras los volcanes o accidentes por el transporte de sustancias peligrosas”, refirió Narro Robles.

En una reunión en las instalaciones del CENAPRED, a la que asistieron representantes de ambos equipos de trabajo, incluidos directores de facultades, centros e institutos, el rector de la UNAM resaltó la importancia de trabajar de manera conjunta a favor de la población, en especial de los grupos más vulnerables.

“Nuestro gran propósito tiene que ser cómo ayudamos y sumar capacidades. Tenemos que hacer cosas por la gente, por México y su infraestructura, con la formación de profesionales”, destacó.

Narro Robles instó a sumar capacidades a partir de una relación madura y profesional. También propuso multiplicar las prácticas profesionales de los estudiantes y abrir más espacios para que los jóvenes se involucren en estos problemas.

Prevención y mitigación

Por su parte, Puente Espinosa puso de relieve la importancia de construir un proyecto de país para la prevención y la mitigación.

También, agradeció el apoyo de la UNAM en esta nueva etapa de la relación e invitó a construir una agenda de trabajo conjunta.

CRÈDITOS: UNAM-DGCS-637

Exhiben tres grandes piezas prehispánicas restituidas por museo de Miami

 
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23 de octubre de 2013

Se trata de la escultura de una serpiente, una lápida de Tláloc, dios mexica de la lluvia, y una estela con la representación de un gobernante.
Se trata de la escultura de una serpiente, una lápida de Tláloc, dios mexica de la lluvia, y una estela con la representación de un gobernante.

La muestra Patrimonio recuperado expone en la Medialuna, ubicada en el vestíbulo del Museo Nacional de Antropología e Historia, las tres grandes piezas en piedra.

El Museo Nacional de Antropología exhibe desde hoy tres piezas prehispánicas, las cuales fueron restituidas a México el pasado agosto, por el Lowe Art Museum de la Universidad de Miami, Florida.

La muestra Patrimonio recuperado expone en la Medialuna, ubicada en el vestíbulo del recinto, las tres grandes piezas en piedra.Se trata de la escultura de una serpiente, una lápida de Tláloc, dios mexica de la lluvia, y una estela con la representación de un gobernante.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) destacó que es un acto de ‘‘rescate, protección, conservación, conocimiento y difusión del patrimonio cultural’’.

También se informó que la repatriación se logró gracias a la labor conjunta del INAH con la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Procuraduría General de la República.

CRÉDITOS: La jornada (Alondra Flores)

Terneza, reto para obtener carne de calidad.

 
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15 de Febrero del 2013
Así lo asegura el médico veterinario Manuel Ariza al referirse al valor que este aspecto debe tener en la producción, sanidad y genética del ganado bovino.
La terneza es una característica de la carne fresca que es muy apreciada por el consumidor. Tiene que ver con qué tan tierna y blanda está y depende de múltiples factores, como la edad del animal, la raza, el sexo, el manejo, la cantidad de grasa, entre otros.
Conscientes de esta realidad, docentes de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN en Bogotá llevaron a cabo el primer taller teórico-práctico “Calidad de carnes y clasificación de canales bovinas”, con diferentes expertos nacionales e internacionales.
La primera conferencia, “Marcadores genéticos y calidad de carnes: la experiencia colombiana”, abordó los atributos de este producto por su trascendencia en el mercado bovino y la necesidad de contar con diferentes estrategias para llegar a altos estándares, como las que se están implementando en el mundo.
Según el profesor Manuel Ariza, esta ha mejorado en Colombia gracias a los cruzamientos con diferentes razas europeas.
Pero un aspecto determinante son los marcadores moleculares que se desarrollan en el plano genético. “Esta tecnología de última generación ha sido liderada por Estados Unidos y Austria, y ayuda a utilizar la información de cada animal y raza para mejorar las características de su carne; adicionalmente, el bovino puede heredarle a sus crías esas características”, aclaró el profesor Ariza.
Incluso en Colombia se adelantan trabajos para identificar los genes responsables de la terneza. “Estos trabajos han llevado a que identifiquemos estos genes en las razas de ganado y podamos aumentar la calidad”, expresó.
Igualmente, destacó que la UN desarrolló un proyecto con recursos del Ministerio de Agricultura orientado a incrementarla cruzando diferentes razas de las ganaderías brahmán y cebú, este último presente en un 70 % de la población ganadera en Colombia.
Por otro lado, el profesor Ignacio Amador Gómez manifestó que, para mantener altos estándares, hay que examinar las plantas de sacrificio: “el país tiene alrededor de doce plantas, que, según las normas de clasificación del Ministerio de Protección Social, son de clase uno”.
Según el académico, estas plantas cumplen la normativa sanitaria para mantener las condiciones higiénicas de la carne. Sin embargo, aseguró: “el resto de las plantas del país son inferiores, la mayoría son de clasificación cuatro, en donde las exigencias sanitarias no son las óptimas y se observa la falta de vigilancia del Estado”.
Aun así, las razas que hay en Colombia tienen el peso y contextura ideales. Para los investigadores de la UN, los cruzamientos con las razas están proporcionando un mejoramiento de la calidad.
En resumen, los organizadores del taller buscan crear conciencia sobre la necesidad de empezar a hablar de carnes finas. Sobre esto, el profesor Jairo López señaló: “Somos de los países de Latinoamérica con menos ganado. La norma internacional establece que debe haber por cada habitante dos cabezas de ganado. Pero en Colombia hay 44 millones de habitantes y 24 millones de bovinos”.
Y destacó: “la idea es aumentar el número de experiencias positivas en los consumidores, para que no busquen un sustituto, como atún, pollo y huevos”.
El evento académico contó con la participación del doctor Pedro Eduardo de Felicio, de Brasil, y de docentes de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La calidad de la carne es uno de los factores determinantes del crecimiento de esta industria.

La calidad de la carne es uno de los factores determinantes del crecimiento de esta industria.

15 de Febrero del 2013

Así lo asegura el médico veterinario Manuel Ariza al referirse al valor que este aspecto debe tener en la producción, sanidad y genética del ganado bovino.

La terneza es una característica de la carne fresca que es muy apreciada por el consumidor. Tiene que ver con qué tan tierna y blanda está y depende de múltiples factores, como la edad del animal, la raza, el sexo, el manejo, la cantidad de grasa, entre otros.

Conscientes de esta realidad, docentes de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN en Bogotá llevaron a cabo el primer taller teórico-práctico “Calidad de carnes y clasificación de canales bovinas”, con diferentes expertos nacionales e internacionales.

La primera conferencia, “Marcadores genéticos y calidad de carnes: la experiencia colombiana”, abordó los atributos de este producto por su trascendencia en el mercado bovino y la necesidad de contar con diferentes estrategias para llegar a altos estándares, como las que se están implementando en el mundo.

Según el profesor Manuel Ariza, esta ha mejorado en Colombia gracias a los cruzamientos con diferentes razas europeas.

Pero un aspecto determinante son los marcadores moleculares que se desarrollan en el plano genético. “Esta tecnología de última generación ha sido liderada por Estados Unidos y Austria, y ayuda a utilizar la información de cada animal y raza para mejorar las características de su carne; adicionalmente, el bovino puede heredarle a sus crías esas características”, aclaró el profesor Ariza.

Incluso en Colombia se adelantan trabajos para identificar los genes responsables de la terneza. “Estos trabajos han llevado a que identifiquemos estos genes en las razas de ganado y podamos aumentar la calidad”, expresó.

Igualmente, destacó que la UN desarrolló un proyecto con recursos del Ministerio de Agricultura orientado a incrementarla cruzando diferentes razas de las ganaderías brahmán y cebú, este último presente en un 70 % de la población ganadera en Colombia.

Por otro lado, el profesor Ignacio Amador Gómez manifestó que, para mantener altos estándares, hay que examinar las plantas de sacrificio: “el país tiene alrededor de doce plantas, que, según las normas de clasificación del Ministerio de Protección Social, son de clase uno”.

Según el académico, estas plantas cumplen la normativa sanitaria para mantener las condiciones higiénicas de la carne. Sin embargo, aseguró: “el resto de las plantas del país son inferiores, la mayoría son de clasificación cuatro, en donde las exigencias sanitarias no son las óptimas y se observa la falta de vigilancia del Estado”.

Aun así, las razas que hay en Colombia tienen el peso y contextura ideales. Para los investigadores de la UN, los cruzamientos con las razas están proporcionando un mejoramiento de la calidad.

En resumen, los organizadores del taller buscan crear conciencia sobre la necesidad de empezar a hablar de carnes finas. Sobre esto, el profesor Jairo López señaló: “Somos de los países de Latinoamérica con menos ganado. La norma internacional establece que debe haber por cada habitante dos cabezas de ganado. Pero en Colombia hay 44 millones de habitantes y 24 millones de bovinos”.

Y destacó: “la idea es aumentar el número de experiencias positivas en los consumidores, para que no busquen un sustituto, como atún, pollo y huevos”.

El evento académico contó con la participación del doctor Pedro Eduardo de Felicio, de Brasil, y de docentes de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Indígenas del Amazonas, ejemplo de salud oral.

 
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21 de Enero del 2013
Los índices de enfermedades bucales como gingivitis o periodontitis son mínimos en comunidades indígenas del Amazonas. Variables evolutivas y prácticas de higiene autóctonas podrían ser las responsables.
Las comunidades indígenas de los corregimientos de La Chorrera y Tarapacá, en el departamento del Amazonas, reúnen todos los factores de riesgo para tener altos índices de enfermedad periodontal. Esta es una afección inflamatoria de las encías, progresiva e infecciosa que destruye el soporte del diente.
Extrañamente, los niveles hallados en estas personas son mínimos, según determinaron investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y estudiantes de la Maestría de Periodoncia.
En un estudio desarrollado durante el 2012 en La Chorrera, en el que examinaron a 95 nativos (58 mujeres y 37 hombres), entre los 18 y 80 años, de las etnias uitoto, bora, ocaine y munaine, encontraron que su sangrado en encías era del 56%; la placa bacteriana (cúmulo de comida sobre la superficie de los dientes), del 83%; y los cálculos, del 50%.
Los datos coinciden con los del primer estudio, adelantado en 2011 en el Corregimiento de Tarapacá, en el cual examinaron a 80 habitantes de la etnia ticuna (28 hombres y 52 mujeres), entre los 20 y 81 años. En este caso, el sangrado fue del 48%; la placa bacteriana, del 77%; y los cálculos, del 41%.
Andrea Escalante, especialista en Periodoncia de la UN, explica que hay un espacio poco profundo entre el diente y la encía, llamado surco gingival, que en personas sanas debe ser igual o menor a tres milímetros. Pero, cuando sobrepasa los cuatro milímetros, se considera que hay una pérdida de inserción debida al desgaste o destrucción del tejido que rodea al diente.
“En el caso de Tarapacá, se halló que el 82% tiene surcos gingivales menores o iguales a tres milímetros; en el de la Chorrera, el 89,9%. Esto significa que la mayoría tiene buena salud periodontal”, destaca la experta. En cambio, según la Tercera Encuesta Nacional de Salud Bucal (ENSB), hecha en Colombia en 1998 (el estudio más actual), la enfermedad afecta al 50,2% de la población general.
Costumbres propias
Los investigadores hicieron encuestas para determinar los factores de riesgo de padecer la enfermedad periodontal. Indagaron sobre hábitos de higiene oral, costumbres y consumo de tabaco o de cigarrillo.
La mayoría usa instrumentos de aseo bucal, pero en muchas ocasiones el cepillo es utilizado por toda la familia y no siempre tienen los medios económicos para adquirir crema dental.
Sus prácticas de limpieza incluyen utilizar palitos de plantas, sal y limón, carbón en polvo y ceniza (en algunos casos, también arena). Asimismo, recurren a fibras de la palma chambira o cumare (Astrocaryum chambira), que usan como seda dental.
Pero los profesores determinaron que estos pueblos amazónicos están perdiendo la costumbre de masticar hojas como las del cogollo de guayaba, yie nery y wocha, entre otras, que les ayudan a sanar enfermedades bucales.
Luego, en el estudio clínico, a cada paciente le revisaron todos los dientes; lo que es un valor agregado, pues otros estudios solo evaluaban el estado de máximo seis piezas. Después llevaron a cabo talleres para fortalecer hábitos y costumbres de higiene oral.
Para los expertos de la UN, el tamaño de la muestra es significativa, si se la compara con la ENSB de 1998, en la cual examinaron a 8.448 adultos en el país; de los cuales solo 528 eran habitantes de la zona oriental de Amazonas y de Orinoquia, entre los 15 y 44 años y los 55 y 74 años, respectivamente.
“La población de La Chorrera es de unos 3.200 habitantes y tenemos muestras de 95 adultos; en Tarapacá son casi 2.800 habitantes y la muestra fue de 80”, precisa María Hilde Torres, directora del estudio y profesora del Departamento de Salud Oral de la Facultad de Odontología.
“A pesar de que estadísticamente la muestra fue tomada por conveniencia y no de forma aleatoria simple –pues es difícil el acceso a esas comunidades–, tenemos una representación bastante grande en comparación con el tamaño de esa población”, asegura Escalante.
Los investigadores sostienen que es extraño que los resultados de la ENSB aseguren que en el Amazonas la enfermedad periodontal es una de las más altas del país, contrario a lo que evidencia el estudio de la UN.
¿Qué los protege?
“Sospechamos que hay factores filogenéticos (variables evolutivas) propios de nuestras comunidades indígenas que permiten la defensa de sus encías e impide el progreso de la enfermedad”, asegura la profesora Torres.
Por lo pronto, harán una investigación sobre los microorganismos que tienen en la boca, para determinar si son favorables para que no se desarrolle este mal y si son los mismos que tienen quienes habitan en las ciudades.
La profesora dice que, además, investigarán la condición genética de estas comunidades, para saber cuál es el mecanismo de defensa y cómo actúa el componente bioquímico e inmunológico de esa protección.
“Eso servirá para que los nativos sean conscientes, preserven su forma de autocuidado y no vayan a presentar los niveles de enfermedad periodontal severos del resto de la población del país. A nosotros esto nos permitirá conocer cómo prevenirla en la comunidad en general”, concluye.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Los hábitos alimenticios de los indígenas podrían estar relacionados con la baja incidencia de la enfermedad periodontal.

Los hábitos alimenticios de los indígenas podrían estar relacionados con la baja incidencia de la enfermedad periodontal.

21 de Enero del 2013

Los índices de enfermedades bucales como gingivitis o periodontitis son mínimos en comunidades indígenas del Amazonas. Variables evolutivas y prácticas de higiene autóctonas podrían ser las responsables.

Las comunidades indígenas de los corregimientos de La Chorrera y Tarapacá, en el departamento del Amazonas, reúnen todos los factores de riesgo para tener altos índices de enfermedad periodontal. Esta es una afección inflamatoria de las encías, progresiva e infecciosa que destruye el soporte del diente.

Extrañamente, los niveles hallados en estas personas son mínimos, según determinaron investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y estudiantes de la Maestría de Periodoncia.

En un estudio desarrollado durante el 2012 en La Chorrera, en el que examinaron a 95 nativos (58 mujeres y 37 hombres), entre los 18 y 80 años, de las etnias uitoto, bora, ocaine y munaine, encontraron que su sangrado en encías era del 56%; la placa bacteriana (cúmulo de comida sobre la superficie de los dientes), del 83%; y los cálculos, del 50%.

Los datos coinciden con los del primer estudio, adelantado en 2011 en el Corregimiento de Tarapacá, en el cual examinaron a 80 habitantes de la etnia ticuna (28 hombres y 52 mujeres), entre los 20 y 81 años. En este caso, el sangrado fue del 48%; la placa bacteriana, del 77%; y los cálculos, del 41%.

Andrea Escalante, especialista en Periodoncia de la UN, explica que hay un espacio poco profundo entre el diente y la encía, llamado surco gingival, que en personas sanas debe ser igual o menor a tres milímetros. Pero, cuando sobrepasa los cuatro milímetros, se considera que hay una pérdida de inserción debida al desgaste o destrucción del tejido que rodea al diente.

“En el caso de Tarapacá, se halló que el 82% tiene surcos gingivales menores o iguales a tres milímetros; en el de la Chorrera, el 89,9%. Esto significa que la mayoría tiene buena salud periodontal”, destaca la experta. En cambio, según la Tercera Encuesta Nacional de Salud Bucal (ENSB), hecha en Colombia en 1998 (el estudio más actual), la enfermedad afecta al 50,2% de la población general.


Costumbres propias

Los investigadores hicieron encuestas para determinar los factores de riesgo de padecer la enfermedad periodontal. Indagaron sobre hábitos de higiene oral, costumbres y consumo de tabaco o de cigarrillo.

La mayoría usa instrumentos de aseo bucal, pero en muchas ocasiones el cepillo es utilizado por toda la familia y no siempre tienen los medios económicos para adquirir crema dental.

Sus prácticas de limpieza incluyen utilizar palitos de plantas, sal y limón, carbón en polvo y ceniza (en algunos casos, también arena). Asimismo, recurren a fibras de la palma chambira o cumare (Astrocaryum chambira), que usan como seda dental.

Pero los profesores determinaron que estos pueblos amazónicos están perdiendo la costumbre de masticar hojas como las del cogollo de guayaba, yie nery y wocha, entre otras, que les ayudan a sanar enfermedades bucales.

Luego, en el estudio clínico, a cada paciente le revisaron todos los dientes; lo que es un valor agregado, pues otros estudios solo evaluaban el estado de máximo seis piezas. Después llevaron a cabo talleres para fortalecer hábitos y costumbres de higiene oral.

Para los expertos de la UN, el tamaño de la muestra es significativa, si se la compara con la ENSB de 1998, en la cual examinaron a 8.448 adultos en el país; de los cuales solo 528 eran habitantes de la zona oriental de Amazonas y de Orinoquia, entre los 15 y 44 años y los 55 y 74 años, respectivamente.

“La población de La Chorrera es de unos 3.200 habitantes y tenemos muestras de 95 adultos; en Tarapacá son casi 2.800 habitantes y la muestra fue de 80”, precisa María Hilde Torres, directora del estudio y profesora del Departamento de Salud Oral de la Facultad de Odontología.

“A pesar de que estadísticamente la muestra fue tomada por conveniencia y no de forma aleatoria simple –pues es difícil el acceso a esas comunidades–, tenemos una representación bastante grande en comparación con el tamaño de esa población”, asegura Escalante.

Los investigadores sostienen que es extraño que los resultados de la ENSB aseguren que en el Amazonas la enfermedad periodontal es una de las más altas del país, contrario a lo que evidencia el estudio de la UN.


¿Qué los protege?

“Sospechamos que hay factores filogenéticos (variables evolutivas) propios de nuestras comunidades indígenas que permiten la defensa de sus encías e impide el progreso de la enfermedad”, asegura la profesora Torres.

Por lo pronto, harán una investigación sobre los microorganismos que tienen en la boca, para determinar si son favorables para que no se desarrolle este mal y si son los mismos que tienen quienes habitan en las ciudades.

La profesora dice que, además, investigarán la condición genética de estas comunidades, para saber cuál es el mecanismo de defensa y cómo actúa el componente bioquímico e inmunológico de esa protección.

“Eso servirá para que los nativos sean conscientes, preserven su forma de autocuidado y no vayan a presentar los niveles de enfermedad periodontal severos del resto de la población del país. A nosotros esto nos permitirá conocer cómo prevenirla en la comunidad en general”, concluye.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Los jóvenes, la población más expuesta a la gonorrea.

 
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7 de Enero del 2013
La infección por Neisseria gonorrhoeae, bacteria que produce una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes, se ha convertido en un verdadero problema de salud pública.
Cada vez es más difícil recomendar tratamientos efectivos, dados los múltiples mecanismos de resistencia desarrollados por el patógeno.
La alta invulnerabilidad de la bacteria que produce la gonorrea, Neisseria gonorrhoeae o gonococo, preocupa cada vez más a la medicina. Los tratamientos con quinolona y azitromicina están a punto de desaparecer por su poca efectividad. Ahora la esperanza está puesta en el uso de cefalosporinas de tercera generación, como una recomendación de primer orden, pues reportan una resistencia inferior al 1%.
“Este microorganismo muta con el tiempo y evade la eficiencia de los fármacos, lo que impide su eliminación y permite su propagación. Lo preocupante es que la industria farmacéutica no ha hecho grandes avances en el tema”, asegura Edith Ángel Müller, profesora del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
El grupo de antibióticos de gran espectro conocido como quinolonas surgió como una gran alternativa para el manejo de estas infecciones. Sin embargo, durante la década de los noventa, el gonococo desarrolló defensas rápidamente para estos fármacos y alcanzó un alarmante 77% de inmunidad en algunas partes del mundo. Esto llevó a su retiro del mercado.
Asimismo, según algunos reportes médicos, el microorganismo está bloqueando los niveles de eficacia de la azitromicina. Y, aunque los casos no se encuentran documentados, se considera que la resistencia va en aumento. Este fármaco también se prescribe, en dosis inferiores, para atacar a la bacteria Chlamydia, causante de otra enfermedad de transmisión sexual.
Su invulnerabilidad está determinada por la clase de antibiótico que se use. La doctora Sara Rodríguez asegura: “después de identificar el mecanismo de acción del antibiótico, dentro de la bacteria se produce una mutación genética, y el gen resultante de este proceso altera el blanco del antibiótico”.
Según los últimos registros, también existen niveles significativos de resistencia a la penicilina (que llega al 11,2%) y al grupo de las tetraciclinas (44,5%). Pero es difícil establecer con exactitud dichos niveles, porque, además, las guías del Comité Nacional de Estándares de Laboratorios Clínicos de los EE. UU. (NCCLS, por sus siglas en inglés) no han definido parámetros específicos para los “microbial sensitivity tests” de azitromicina, un método propio para medir este fenómeno.
Revisión científica
Con la intención de conocer el estado actual de invulnerabilidad del gonococo, las doctoras de la UN Sara Rodríguez y Edith Ángel Müller revisaron los artículos científicos publicados desde 1980.
Evidenciaron la rápida evolución de sus mecanismos de resistencia antibiótica en las últimas décadas y una correlativa disminución progresiva de las alternativas de tratamiento disponibles. La investigación fue reconocida por los Laboratorios Lafrancol, en el concurso Excelencia Educativa, con una Mención Honorífica otorgada el 10 de agosto de 2012.
“Esperamos motivar el desarrollo de nuevas revisiones y proyectos de investigación que permitan conocer datos locales sobre el tema, para crear políticas públicas aplicadas a nuestra población”, manifiesta Ángel.
La revisión incluyó pacientes diagnosticados por cuadro clínico o por cualquier método de confirmación, así como una evaluación de cura microbiológica o clínica.
De la revisión histórica concluyeron que siempre se han usado múltiples esquemas de tratamiento antibiótico cuya eficiencia inicial ha sido alta, pero ha disminuido en corto tiempo. En algunos casos, niveles de invulnerabilidad del 10% llegaron a picos del 90% en tan solo quince años, como sucedió con la sulfonilamida en la década de los treinta.
Asimismo, otro antibiótico desarrollado específicamente para la gonorrea en 1973, la espectinomicina, empezó con un resultado eficiente; pero, para 1985, se documentó una resistencia del 7% y, en 1987, se suspendió su uso por alcanzar una del 50%. Sin embargo, en la actualidad existen varios lugares del mundo en los que aún recomiendan su uso.
Hoy en día, la ceftriaxona (del grupo de las cefalosporinas) es el antibiótico más eficiente, pero existe la necesidad de efectuar más estudios para desarrollar nuevos antibióticos, dado el carácter cambiante de N. gonorrhoeae.
Problema de salud pública
La gonorrea es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en el mundo. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a 2011 estaban infectados unos 106 millones de personas. Las fallas en su diagnóstico o la falta de tratamientos antibióticos adecuados pueden traer complicaciones, como la orquiepididimitis (inflamación de los testículos y del epidídimo) o la enfermedad pélvica inflamatoria, con sus respectivas secuelas.
En los hombres produce uretritis, que se caracteriza por el flujo purulento en la uretra, e inflamación de los testículos. En las mujeres origina flujo vaginal, infección en el cuello del útero, inflamación de las trompas y, a largo plazo, infertilidad u embarazos ectópicos (que se gestan fuera del útero). Las madres también pueden dar a luz niños con afecciones en la vista.
Adolescentes, en riesgo
En Colombia, el reporte consolidado más actual (de 2010), emitido por el Ministerio de la Protección Social, estableció que en ese año hubo 91.123 personas diagnosticadas con alguna enfermedad de transmisión sexual, concentradas en Bogotá, Antioquia, Valle, Atlántico y Cauca. Cerca de la cuarta parte corresponde a gonorrea (OMS). En general, las personas entre los 13 y los 29 años de edad son las más vulnerables y corresponden al 60% de los infectados.
En este contexto, la OMS estima que hasta un 18% de las mujeres y un 3% de los hombres adolescentes adquieren el gonococo. No obstante, los reportes de países como Reino Unido, EE. UU. o Japón indican que, debido a la poca efectividad de los medicamentos, la infección está creciendo hasta llegar a un 25%, situación que podría ser más grave en países en vías de desarrollo, dadas sus características sociales. En Colombia, a esto se suma la escasez de información estadística precisa sobre la enfermedad.
Por lo pronto, según las especialistas de la UN, no existe una forma eficaz de combatir los altos niveles de resistencia de la bacteria, aunque sí es posible evitar el contagio mediante el uso de preservativos, mejores políticas públicas sobre salud sexual y reproductiva y un sistema de salud que permita detectar la infección de forma temprana.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Los adolescentes y jóvenes entre los 13 y los 29 años deben reforzar las medidas de protección para evitar infecciones como la que produce el gonococo.

Los adolescentes y jóvenes entre los 13 y los 29 años deben reforzar las medidas de protección para evitar infecciones como la que produce el gonococo.

7 de Enero del 2013

La infección por Neisseria gonorrhoeae, bacteria que produce una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes, se ha convertido en un verdadero problema de salud pública.

Cada vez es más difícil recomendar tratamientos efectivos, dados los múltiples mecanismos de resistencia desarrollados por el patógeno.

La alta invulnerabilidad de la bacteria que produce la gonorrea, Neisseria gonorrhoeae o gonococo, preocupa cada vez más a la medicina. Los tratamientos con quinolona y azitromicina están a punto de desaparecer por su poca efectividad. Ahora la esperanza está puesta en el uso de cefalosporinas de tercera generación, como una recomendación de primer orden, pues reportan una resistencia inferior al 1%.

“Este microorganismo muta con el tiempo y evade la eficiencia de los fármacos, lo que impide su eliminación y permite su propagación. Lo preocupante es que la industria farmacéutica no ha hecho grandes avances en el tema”, asegura Edith Ángel Müller, profesora del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.

El grupo de antibióticos de gran espectro conocido como quinolonas surgió como una gran alternativa para el manejo de estas infecciones. Sin embargo, durante la década de los noventa, el gonococo desarrolló defensas rápidamente para estos fármacos y alcanzó un alarmante 77% de inmunidad en algunas partes del mundo. Esto llevó a su retiro del mercado.

Asimismo, según algunos reportes médicos, el microorganismo está bloqueando los niveles de eficacia de la azitromicina. Y, aunque los casos no se encuentran documentados, se considera que la resistencia va en aumento. Este fármaco también se prescribe, en dosis inferiores, para atacar a la bacteria Chlamydia, causante de otra enfermedad de transmisión sexual.

Su invulnerabilidad está determinada por la clase de antibiótico que se use. La doctora Sara Rodríguez asegura: “después de identificar el mecanismo de acción del antibiótico, dentro de la bacteria se produce una mutación genética, y el gen resultante de este proceso altera el blanco del antibiótico”.

Según los últimos registros, también existen niveles significativos de resistencia a la penicilina (que llega al 11,2%) y al grupo de las tetraciclinas (44,5%). Pero es difícil establecer con exactitud dichos niveles, porque, además, las guías del Comité Nacional de Estándares de Laboratorios Clínicos de los EE. UU. (NCCLS, por sus siglas en inglés) no han definido parámetros específicos para los “microbial sensitivity tests” de azitromicina, un método propio para medir este fenómeno.


Revisión científica

Con la intención de conocer el estado actual de invulnerabilidad del gonococo, las doctoras de la UN Sara Rodríguez y Edith Ángel Müller revisaron los artículos científicos publicados desde 1980.

Evidenciaron la rápida evolución de sus mecanismos de resistencia antibiótica en las últimas décadas y una correlativa disminución progresiva de las alternativas de tratamiento disponibles. La investigación fue reconocida por los Laboratorios Lafrancol, en el concurso Excelencia Educativa, con una Mención Honorífica otorgada el 10 de agosto de 2012.

“Esperamos motivar el desarrollo de nuevas revisiones y proyectos de investigación que permitan conocer datos locales sobre el tema, para crear políticas públicas aplicadas a nuestra población”, manifiesta Ángel.

La revisión incluyó pacientes diagnosticados por cuadro clínico o por cualquier método de confirmación, así como una evaluación de cura microbiológica o clínica.

De la revisión histórica concluyeron que siempre se han usado múltiples esquemas de tratamiento antibiótico cuya eficiencia inicial ha sido alta, pero ha disminuido en corto tiempo. En algunos casos, niveles de invulnerabilidad del 10% llegaron a picos del 90% en tan solo quince años, como sucedió con la sulfonilamida en la década de los treinta.

Asimismo, otro antibiótico desarrollado específicamente para la gonorrea en 1973, la espectinomicina, empezó con un resultado eficiente; pero, para 1985, se documentó una resistencia del 7% y, en 1987, se suspendió su uso por alcanzar una del 50%. Sin embargo, en la actualidad existen varios lugares del mundo en los que aún recomiendan su uso.

Hoy en día, la ceftriaxona (del grupo de las cefalosporinas) es el antibiótico más eficiente, pero existe la necesidad de efectuar más estudios para desarrollar nuevos antibióticos, dado el carácter cambiante de N. gonorrhoeae.


Problema de salud pública

La gonorrea es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en el mundo. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a 2011 estaban infectados unos 106 millones de personas. Las fallas en su diagnóstico o la falta de tratamientos antibióticos adecuados pueden traer complicaciones, como la orquiepididimitis (inflamación de los testículos y del epidídimo) o la enfermedad pélvica inflamatoria, con sus respectivas secuelas.

En los hombres produce uretritis, que se caracteriza por el flujo purulento en la uretra, e inflamación de los testículos. En las mujeres origina flujo vaginal, infección en el cuello del útero, inflamación de las trompas y, a largo plazo, infertilidad u embarazos ectópicos (que se gestan fuera del útero). Las madres también pueden dar a luz niños con afecciones en la vista.


Adolescentes, en riesgo

En Colombia, el reporte consolidado más actual (de 2010), emitido por el Ministerio de la Protección Social, estableció que en ese año hubo 91.123 personas diagnosticadas con alguna enfermedad de transmisión sexual, concentradas en Bogotá, Antioquia, Valle, Atlántico y Cauca. Cerca de la cuarta parte corresponde a gonorrea (OMS). En general, las personas entre los 13 y los 29 años de edad son las más vulnerables y corresponden al 60% de los infectados.

En este contexto, la OMS estima que hasta un 18% de las mujeres y un 3% de los hombres adolescentes adquieren el gonococo. No obstante, los reportes de países como Reino Unido, EE. UU. o Japón indican que, debido a la poca efectividad de los medicamentos, la infección está creciendo hasta llegar a un 25%, situación que podría ser más grave en países en vías de desarrollo, dadas sus características sociales. En Colombia, a esto se suma la escasez de información estadística precisa sobre la enfermedad.

Por lo pronto, según las especialistas de la UN, no existe una forma eficaz de combatir los altos niveles de resistencia de la bacteria, aunque sí es posible evitar el contagio mediante el uso de preservativos, mejores políticas públicas sobre salud sexual y reproductiva y un sistema de salud que permita detectar la infección de forma temprana.

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