Tag Archives: polimeros

DESARROLLAN NANOPARTÍCULAS E HIDROGELES PARA CONTROLAR LA LIBERACIÓN DE FÁRMACOS

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

desarrollannanoparticulasEn el laboratorio de Sistemas Farmacéuticos de Liberación Modificada, de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, académicos trabajan en nuevas formulaciones farmacéuticas que aprovechen las propiedades de los nanomateriales.

Como responsable del laboratorio, Elizabeth Piñón Segundo coordina un proyecto de ciencia básica, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), “orientado al diseño de nanopartículas de aplicación vaginal”, señaló la investigadora.

En él se elaboran nanopartículas poliméricas de acetato ftalato de celulosa, un polímero con propiedades microbicidas que, por sí mismo, actúa contra algunos hongos, bacterias y virus. Aunado a esto, se adicionan agentes antimicrobianos o antimicóticos (miconazol, nitrato de miconazol y clotrimazol), empleados para el tratamiento de padecimientos vaginales, de alta incidencia entre la población.

Para su obtención, explicó, se parte del polímero preformado de manera granular, que es disuelto con un solvente orgánico parcialmente miscible con el agua; pasa por un mecanismo de emulsificación-difusión, cuyo resultado es una suspensión de nanopartículas. El método fue patentado por David Quintanar Guerrero, también académico de Cuautitlán, con quien colabora el equipo de Piñón Segundo.

La académica mencionó algunas ventajas de esta formulación. Por lo general, para las infecciones vaginales se usan óvulos, geles o tabletas, que son de difícil aplicación, incómodos y generan escurrimientos. Debido a ello, el tiempo de contacto del fármaco con el tejido mucosal es corto (además, por los procesos de autolimpieza vaginal). En consecuencia, “la cantidad de fármaco que logra tener un efecto terapéutico es baja”.

En cambio, al tener un tamaño de partícula submicrónico, ésta puede interactuar con la mucosidad que recubre el epitelio, de modo que los nanosistemas “sean retenidos por mayor tiempo y el principio activo que contienen sea liberado de forma controlada”. Esto promueve una mayor efectividad.

Trabajarán con polímeros bioadhesivos

Una vez elaboradas las nanopartículas, se busca aumentar sus propiedades bioadhesivas, con el fin de mejorar su interacción con la mucosa vaginal. Con este fin, el equipo de Piñón Segundo comenzará a trabajar a partir de este año en un proyecto PAPIIT.

La idea central es incluir en la superficie de las nanopartículas mencionadas moléculas que interactúen con la mucina y, como consecuencia, prolonguen su tiempo de residencia. Esto aumentará aún más la efectividad del medicamento.

Con la propuesta de Elizabeth Piñón, al prolongar el tiempo de contacto entre fármaco y tejido orgánico las mujeres no deberán administrar de manera constante una formulación (muchas pacientes desisten del tratamiento tradicional en cuanto ven mejoría, pero se debe dosificar hasta el final del tratamiento).

Tal adhesión, aclaró, es permitida por las interacciones entre las cadenas poliméricas. “Los grupos funcionales de esos polímeros mucoadhesivos interaccionan con moléculas presentes en el moco vaginal, en específico en las cadenas de mucina”. Estas nanopartículas bioadhesivas se elaboran con el mismo método de emulsificación-difusión, “porque es una técnica que tenemos perfectamente estandarizada en el laboratorio”.

Por otro lado, además del acetato ftalato de celulosa, se buscará incluir otros polímeros biodegradables como el ácido láctico y ácido poliláctico-co-glicólico. Mediante la modificación de las propiedades bioadhesivas de estos materiales, “pueden ser dirigidas a cualquier mucosa”, como la bucal o nasal.

Tales formulaciones, además de permitir una liberación controlada, se pueden dirigir de forma concreta al sitio de acción requerido, sin que haya pérdida del fármaco en otros procesos metabólicos; por ejemplo, “uno administrado por vía oral puede ser biotransformado en el hígado por el efecto del primer paso hepático”, por lo cual requiere dosis más grandes para ser efectivo.

Hidrogeles que modulan la aplicación

Otro proyecto PAPIIT a cargo de este grupo de trabajo, consiste en el desarrollo y caracterización de hidrogeles, que pueden tener una aplicación vaginal, oftálmica u oral.

Esta línea de investigación cuenta con tres años de trabajo y se realiza en conjunto con José Manuel Cornejo Bravo, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y su grupo de investigación. Como resultado, “hemos desarrollado diferentes hidrogeles que pueden contener principios activos y modulan la velocidad en la que éstos son liberados”, indicó la especialista.

El equipo de la UABC se ha encargado de hacer la síntesis de los hidrogeles, mientras que el laboratorio de la FES Cuautitlán busca y realiza las aplicaciones farmacéuticas. A futuro, se proyecta incluirles nanopartículas.

Una de las principales ventajas consiste en que, al absorber fluidos biológicos, aumentan y relajan las cadenas de polímero, por lo que el fármaco contenido puede ser liberado de manera controlada: “al modificar la composición de los polímeros que preparamos, es factible controlar la velocidad de liberación”.

Los hidrogeles se obtienen a través de una reacción química; se ajusta la temperatura y las condiciones de polimerización, se mezclan monómeros con iniciadores de reacción y agentes entrecruzantes; el proceso se realiza sobre placas de vidrio silanizadas, con lo que se obtienen películas de gel, mismas que pueden ser cortadas en la forma que convenga.

Créditos: UNAM-DGCS-320-2014

N LA UNAM, INVESTIGADORES CON MÁS DE 25 AÑOS DE EXPERIENCIA EN LA TÉCNICA DE LA PLASTINACIÓN

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

plastinacionLa plastinación es la técnica que permite preservar, por tiempo indefinido, tejidos o cuerpos de seres vivos; se consigue al sustituir los líquidos corporales (agua, grasa soluble, sangre) por resinas (polímeros) que proveen de una consistencia y textura similar a como lucían en vida.

Este procedimiento gana terreno en el orbe; en México, investigadores de la UNAM cuentan con más de 25 años de práctica, luego de formarse con su inventor, el alemán Gunther von Hagens. Esta casa de estudios es la primera institución de América Latina que asesora a colegas en diversas partes del continente, incluido Estados Unidos.

Ejemplos de esa técnica (como corazones, cerebros y varias partes de animales) pueden observarse en las facultades de Medicina (FM), Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) y de Estudios Superiores (FES) Iztacala, así como en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) 8 Miguel E. Schulz y en Universum, Museo de las Ciencias, donde se exhibe Body Worlds Vital, que permanecerá en ese sitio hasta agosto.

Curaduría educativa

Daniel Barreto Oble, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia y de la curaduría educativa del museo, habló de las manifestaciones de la plastinación en la Universidad Nacional y de Body Worlds Vital.

Esta exposición presenta más de 100 piezas. Muestra distintos aparatos o sistemas y 10 cuerpos completos, entre los que llaman la atención una jirafa de cuatro metros y medio de altura, a la que se le pueden ver los músculos y órganos internos.

Ante el cuestionamiento de cuál es la pieza más relevante, el universitario respondió que es cuestión de gustos. “Los preferidos son el futbolista (imagen publicitaria); la gimnasta (en barra de equilibrio); la dama x (parada con las piernas en esa forma); la clavadista (parece a punto de saltar) y el cuerpo expandido (de complexión normal, pero con cada órgano separado, lo que le brindada mayor volumen y altura).

Body Worlds Vital, abundó, posee objetivos claros de investigación y con los recursos económicos que capta en todo el mundo tiene la posibilidad de montar exposiciones costosas. En México, específicamente en el Museo de las Ciencias, es la segunda vez que se presenta.

El fin de este tipo de expresiones en las entidades universitarias es principalmente la enseñanza médica, reiteró.

En Universum, la sala permanente El Cerebro, nuestro puente al mundo, tiene un par de vitrinas. En una se lee: “Departamento de Morfología (Plastinación) Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Doctor Santiago Aja Guardiola”. Ahí se exhibe un cerebro de perro, un feto y un can completo; cabezas de guajolote y cabra; disecciones de gallina y un corazón teñido.

En otra: “Laboratorio de Anatomía (LAHUMA) FES Iztacala. Doctor José Figueroa Gutiérrez, Doctora Salomé Grajeda López y Biólogo Jaime Gómez”, se encuentra un cráneo con impacto de bala, un corte de cerebro y capas del mismo, una colección de tallos cerebrales y un cerebro con tumor.

En un recorrido por el Museo de las Ciencias, el entrevistado citó a Aja Guardiola, de la FMVZ: “En sus palabras, todo lo que estuvo vivo es susceptible de plastinarse. Su sueño es pasar una tortilla por este proceso, pues en algún momento fue una semilla y estuvo viva”.

Técnica revolucionaria

La plastinación, destacó, es la técnica más revolucionaria para preservar material biológico, en particular humano, pues permite acercamientos –desde una perspectiva innovadora- al estudio del mismo.

Su proceso puede llevar días o semanas; en promedio, un cuerpo humano requiere mil 500 horas de labor, desde que se obtiene el cadáver hasta la exhibición. Se emplean resinas y elastómeros (materia natural o artificial de gran elasticidad), cuyas características ayudan a un rápido secado, son maleables y ofrecen resultados satisfactorios.

“Para analizar el cerebro en neuroanatomía, usualmente se extrae de líquidos donde es preservado y se emplean guantes y cubrebocas, pues se trabaja con formol, que desprende vapores que pueden ser cancerígenos e irritan las mucosas, entre otras reacciones”.

Sin embargo, “con la plastinación se pueden hacer cortes a los órganos, no produce olores ni son pegajosos, se resaltan las estructuras e incluso pueden ser teñidos. Ese material puede servir para varias generaciones de estudiantes porque no se deteriora con el tiempo”, apuntó.

Desde el nivel básico hasta el profesional, tiene aplicaciones educativas. Si a los niños se les permite tocar un cerebro o un corazón plastinado, cambia su perspectiva y el aprendizaje es más significativo. Incluso en hospitales se recomienda para cualquier referencia requerida.

Entre los especialistas de la plastinación en la Universidad, Barreto Oble mencionó a Jorge Martínez Galindo (ya fallecido), quien trajo a México la técnica alemana que data de hace 36 años; a Santiago Aja; a José Figueroa, de la FM y a Víctor Plata Pérez, de la ENP 8.

El plastinarium, la casa matriz de esta técnica, se ubica en Guben, Alemania. Ahí se arman todas las exposiciones que se presentan en el orbe, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-218-2014

DESARROLLAN HIDROGELES Y CRIOGELES DE QUITOSANO PARA TRATAR AGUAS CONTAMINADAS

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
Con el uso del quitosano, el segundo polímero más abundante en la naturaleza, que forma parte del recubrimiento de camarones, cangrejos, arañas e insectos, José Luz González Chávez, profesor e investigador de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, desarrolla un método eficiente, biodegradable y no tóxico para tratar aguas contaminadas y efluentes industriales.
El quitosano es sorbente, es decir, tiene la capacidad de captar contaminantes, especialmente iones metálicos, por lo que es adecuado para retirar metales pesados del agua, como plomo y cobre, explicó.
En la conferencia Remoción de contaminantes metálicos utilizando biosorbentes a base de quitosano, en el auditorio del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), el doctor en química analítica explicó que, a nivel experimental, ha probado con éxito el uso de hidrogeles y criogeles de ese polímero para tratar aguas residuales.
Los sorbentes –entre los que se incluyen los hidrogeles y criogeles que son polímeros entrecruzados– son elementos con capacidad para captar contaminantes y, con base en ellos, se desarrollan técnicas en colaboración con el Instituto Tecnológico de Toluca, a fin de tratar distintos elementos presentes en el agua.
Con resultados competitivos respecto a resinas de intercambio comerciales que se utilizan actualmente, los productos de quitosano tienen la ventaja de ser biodegradables y también reutilizables, señaló el investigador adscrito al Departamento de Química Analítica de la FQ.
Tratamiento biodegradable
El tratamiento de aguas residuales es un reto que aumenta de forma gradual en complejidad, pues el líquido se contamina con agentes tóxicos de diversos orígenes como hidrocarburos, colorantes, metales pesados, plaguicidas, materia orgánica, productos químicos domésticos y desechos radiactivos. Por ello, el uso de materiales biodegradables y de bajo costo representa una alternativa para atender esta problemática, apuntó.
Para construir los hidrogeles y criogeles, ese polímero se obtiene del exoesqueleto del camarón, residuo de la industria del crustáceo.
“Uno de los procesos que probamos para eliminar metales es la biosorción, donde esos materiales poliméricos de origen natural son empleados como adsorbentes para remover algunos iones metálicos en agua y efluentes industriales”, detalló.
González Chávez estudia la biosorción desde 1997 y ha colaborado con las universidades Complutense de Madrid y Autónoma del Estado de México, además de su actual trabajo con el Instituto Tecnológico de Toluca.
“Para la síntesis de biosorbentes hemos utilizado diferentes biomasas, de desechos agrícolas y lodos activados, entre otras. El quitosano se ha convertido en un material ampliamente estudiado para ese fin”, detalló.
Solo o combinado con otros polímeros naturales o sintéticos, ya ha sido utilizado como materia prima para la síntesis de hidrogeles en forma de esferas, polvos y películas, y su uso como sorbente de metales ha mostrado ser eficiente.
El grupo de trabajo ha realizado investigaciones con éste y otros materiales a fin de sintetizar hidrogeles en forma de esferas para la sorción de iones metálicos como el cobre y el cadmio, con buenos resultados. Avances similares se han obtenido con estos materiales sorbentes, pero en forma de criogeles.
González Chávez refirió que los métodos convencionales para el tratamiento de efluentes incluyen procedimientos como precipitación, electrodepositación, intercambio iónico, ósmosis inversa, filtración, sedimentación, flotación iónica y, en los últimos años, la sorción.
Esta última, abundó, es una propiedad mediante la cual ciertos sólidos captan determinados contaminantes de una disolución y los concentra en su superficie. Incluye procesos como adsorción, absorción, intercambio iónico, microprecipitación, interacción electrostática, formación de complejos y atrapamiento mecánico.
Hay diferentes tipos de sorbentes (elementos con capacidad para la sorción) como carbón activado, minerales, zeolitas, resinas de intercambio iónico, biosorbentes (biomasas) y polímeros entrecruzados, entre otros.
UNAM-DGCS-723-2013

UNAM04122013-1Con el uso del quitosano, el segundo polímero más abundante en la naturaleza, que forma parte del recubrimiento de camarones, cangrejos, arañas e insectos, José Luz González Chávez, profesor e investigador de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, desarrolla un método eficiente, biodegradable y no tóxico para tratar aguas contaminadas y efluentes industriales.

El quitosano es sorbente, es decir, tiene la capacidad de captar contaminantes, especialmente iones metálicos, por lo que es adecuado para retirar metales pesados del agua, como plomo y cobre, explicó.

En la conferencia Remoción de contaminantes metálicos utilizando biosorbentes a base de quitosano, en el auditorio del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), el doctor en química analítica explicó que, a nivel experimental, ha probado con éxito el uso de hidrogeles y criogeles de ese polímero para tratar aguas residuales.

Los sorbentes –entre los que se incluyen los hidrogeles y criogeles que son polímeros entrecruzados– son elementos con capacidad para captar contaminantes y, con base en ellos, se desarrollan técnicas en colaboración con el Instituto Tecnológico de Toluca, a fin de tratar distintos elementos presentes en el agua.

Con resultados competitivos respecto a resinas de intercambio comerciales que se utilizan actualmente, los productos de quitosano tienen la ventaja de ser biodegradables y también reutilizables, señaló el investigador adscrito al Departamento de Química Analítica de la FQ.

Tratamiento biodegradable

El tratamiento de aguas residuales es un reto que aumenta de forma gradual en complejidad, pues el líquido se contamina con agentes tóxicos de diversos orígenes como hidrocarburos, colorantes, metales pesados, plaguicidas, materia orgánica, productos químicos domésticos y desechos radiactivos. Por ello, el uso de materiales biodegradables y de bajo costo representa una alternativa para atender esta problemática, apuntó.

Para construir los hidrogeles y criogeles, ese polímero se obtiene del exoesqueleto del camarón, residuo de la industria del crustáceo.

“Uno de los procesos que probamos para eliminar metales es la biosorción, donde esos materiales poliméricos de origen natural son empleados como adsorbentes para remover algunos iones metálicos en agua y efluentes industriales”, detalló.

González Chávez estudia la biosorción desde 1997 y ha colaborado con las universidades Complutense de Madrid y Autónoma del Estado de México, además de su actual trabajo con el Instituto Tecnológico de Toluca.

“Para la síntesis de biosorbentes hemos utilizado diferentes biomasas, de desechos agrícolas y lodos activados, entre otras. El quitosano se ha convertido en un material ampliamente estudiado para ese fin”, detalló.

Solo o combinado con otros polímeros naturales o sintéticos, ya ha sido utilizado como materia prima para la síntesis de hidrogeles en forma de esferas, polvos y películas, y su uso como sorbente de metales ha mostrado ser eficiente.

El grupo de trabajo ha realizado investigaciones con éste y otros materiales a fin de sintetizar hidrogeles en forma de esferas para la sorción de iones metálicos como el cobre y el cadmio, con buenos resultados. Avances similares se han obtenido con estos materiales sorbentes, pero en forma de criogeles.

González Chávez refirió que los métodos convencionales para el tratamiento de efluentes incluyen procedimientos como precipitación, electrodepositación, intercambio iónico, ósmosis inversa, filtración, sedimentación, flotación iónica y, en los últimos años, la sorción.

Esta última, abundó, es una propiedad mediante la cual ciertos sólidos captan determinados contaminantes de una disolución y los concentra en su superficie. Incluye procesos como adsorción, absorción, intercambio iónico, microprecipitación, interacción electrostática, formación de complejos y atrapamiento mecánico.

Hay diferentes tipos de sorbentes (elementos con capacidad para la sorción) como carbón activado, minerales, zeolitas, resinas de intercambio iónico, biosorbentes (biomasas) y polímeros entrecruzados, entre otros.

UNAM-DGCS-723-2013

Polímeros, tecnología ideal para el diseño de pavimentos

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Tecnología de estabilización de suelos con polímeros
Tecnología de estabilización de suelos con polímeros

13 de Agosto de 2012

La tecnología de estabilización de suelos con polímeros, para construir vías carreteables y terraplenes, es un método innovador que ya se ha utilizado en vías de Estados Unidos, Europa y Asia.

Consiste en proporcionar las condiciones técnicas debajo de la superficie de rodadura o carpeta asfáltica necesarias para que la vía tenga las características estructurales de flexibilidad y resistencia al paso de los años y la filtración del agua, que son los principales enemigos de las carreteras.

“Hacemos un estudio detallado que incluye pruebas de suelos en los laboratorios, según las normas y los métodos tradicionales que manejan entidades que reglamentan esta materia en Colombia, como el Instituto Nacional de Vías (Invías)”, afirmó Octavio Fernández Cruz, director de Investigaciones del Engineering Bussines Group, en una conferencia ofrecida en la UN en Manizales.

Para el proceso de estabilización con polímeros también se utiliza cal, ceniza de alto horno y cemento, según lo definan las pruebas de laboratorio. Y, con una máquina especial, se mezclan homogéneamente con el mismo terreno siguiendo el trazado de la vía, por lo que no es necesario retirar el material de excavación (como sucede con el método tradicional, donde hay que desechar y traer un relleno que cumpla con ciertas especificaciones).

“En el momento de integrarse con el suelo, los polímeros empleados en la pavimentación forman una serie de cadenas que ligan los radicales libres de los cristales presentes en el terreno, es decir: configuran una estructura que da un alto grado de impermeabilidad que evita que el agua deteriore las vías”, agregó el ingeniero Fernández.

Entre las principales ventajas que tiene esta tecnología están su rapidez y economía. Mientras que el tiempo promedio para construir un kilómetro de manera tradicional es de tres meses, con este método es de un kilómetro por semana.

Además, es ecológicamente amigable y lleva implementándose alrededor del mundo por más de cincuenta años de manera exitosa, principalmente en Estados Unidos.

Al respecto, el profesor Óscar Correa, del Departamento de Ingeniería Civil, señaló: “dado el gran atraso en la pavimentación de la red primaria, así como el preocupante estado, condición y desarrollo de las redes secundaria y terciaria en Colombia, es indispensable recurrir al conocimiento y a la innovación tecnológica como factores de desarrollo que permitan maximizar la relación entre el adecuado avance de la infraestructura y su costo”.

Por tanto, desde la apertura académica frente a toda propuesta tecnológica y sin perder el espíritu crítico y constructivo, el profesor Correa considera necesario evaluar objetivamente la efectividad de la propuesta al ser aplicada a los geomateriales del contexto regional y nacional, así como hacer un seguimiento sistemático y racional a los proyectos en los que se use, para precisar sus ventajas y desventajas con respecto a la pavimentación tradicional.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Estudia universitaria polímeros para desarrollo de músculos artificiales

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

En el caso de personas que han perdido una mano, se puede transmitir información del cerebro a un miembro fabricado a base de estos materiales, para que tenga movimiento y fuerza
En el caso de personas que han perdido una mano, se puede transmitir información del cerebro a un miembro fabricado a base de estos materiales, para que tenga movimiento y fuerza.

2 de Agosto de 2012

La Sociedad Mexicana de Electroquímica (SMEQ) reconoció la trayectoria de Martha Aguilar Martínez, académica adscrita al Departamento de Fisicoquímica de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, por sus contribuciones en nuestro país a esta área del conocimiento, al estudio de las relaciones de la estructura de ciertos compuestos orgánicos, y por sus análisis de polímeros orgánicos conductores.

Polímeros orgánicos conductores

Uno de los proyectos de la universitaria aborda el análisis de polímeros orgánicos conductores, un campo que adquiere cada vez mayor importancia. Los polímeros son conocidos normalmente como compuestos aislantes. “Sin embargo, los que estudiamos pertenecen a una nueva clase; pueden tener propiedades semejantes a las de los semiconductores, o a las de los metales, en cuanto a que presentan una significativa conductividad electrónica”.

Además de sus múltiples aplicaciones como inhibidores de la corrosión, sensores electroanalíticos, materiales electrocrómicos o electroluminiscentes, y como recubrimientos en aviones de reconocimiento, son de gran importancia e impacto, porque se crean y diseñan nuevos materiales que permiten el desarrollo de músculos artificiales.

En este sentido, expuso que en el caso de personas que han perdido una mano, se puede transmitir información del cerebro a un miembro fabricado a base de estos materiales, para que tenga movimiento y fuerza.

Electroquímica

En cuanto a la electroquímica, Aguilar Martínez explicó que ésta formula preguntas y desarrolla las bases para la interpretación de diversos fenómenos de la naturaleza, es decir, interpreta y racionaliza sobre una base cuantitativa un gran número de hechos experimentales que se extienden más allá de los dominios estrictamente de este campo.

Por ello, tiene múltiples aplicaciones y gran impacto en áreas como la medicina, biología, ciencia de materiales, geología e ingeniería, entre otras.

Precursora en el estudio de la electroquímica orgánica en México, la definió como una rama que analiza las reacciones que involucran interacciones específicas de los compuestos orgánicos con el material del electrodo; considera a este último como una molécula de gran tamaño, cuya habilidad para transferir electrones puede ser ajustada con gran precisión en el control del potencial.

Algunas de las aportaciones de la investigadora, que inició su labor docente en la FQ en el campo de la química orgánica en 1981, ha sido el estudio de las relaciones de la estructura de ciertos compuestos orgánicos.

“Lo que hacemos es relacionar la estructura química y las propiedades electroquímicas de ciertos compuestos nitro, orto-difenólicos, quinonas y amidas, entre otros, con su actividad biológica. Esto es importante en el diseño de fármacos más eficientes y con menores efectos secundarios”, indicó.

Respecto al futuro de la electroquímica, consideró que es prometedor porque tiene muchas aplicaciones en diversas áreas, como el desarrollo de procesos para la conversión de energía, en cuestiones de remediación ambiental (agua, aire y suelo), y en nuevas tecnologías, pues son procesos menos contaminantes y más eficientes con respecto al uso de energía y materias primas.

En cuanto al reconocimiento, que le fue entregado en el Centro de Investigación en Química Sustentable de la Universidad Autónoma del Estado de México, en el marco del XXVII Congreso de la SMEQ y del Fifth Meeting of the Mexican Section of the International Society of Electrochemistry, se dijo satisfecha, pues representa un gran estímulo a su labor y reconoce el trabajo y las aportaciones realizadas por más de 30 años.

Boletín UNAM-DGCS-475
Ciudad Universitaria.