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Prototipo de vivienda con elementos estructurales en guadua.

 
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13 de Noviembre del 2012
Un proyecto de la Facultad de Ingeniería de la UN, financiado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, propone un modelo de vivienda construida con esta planta.
Por su diámetro, espesor y características de sismorresistencia, la guadua es un material adecuado para la construcción.
Así quedó comprobado en el estudio que lideró la ingeniera civil Caori Takeuchi, docente de la UN y encargada del proyecto “Diseño y construcción de vivienda con elementos estructurales en guadua laminada, prensada y pegada”.
“El proyecto de laminado empezó para industrializar la construcción con el material bambú guadua. De este se sacan unas latas y se hacen unas láminas con un buen terminado para aplicarle un adhesivo y luego prensarlas. Así se la convierte en laminada, prensada y pegada” explica la profesora Takeuchi.
El estudio duró cuatro años y hace parte del programa de investigación “Innovación para el fortalecimiento de la productividad de la cadena de la guadua en la provincia de Rionegro del departamento de Cundinamarca”.
La implementación de dos centros de producción primaria (de la línea de producción de elementos estructurales) y la capacitación de personas para corte y aprovechamiento, así como de obreros calificados para su producción, son algunos de los resultados obtenidos.
A los cuales se suman, además, la construcción de la estructura de dos prototipos de vivienda de interés social en guadua laminada en el taller de carpintería del Sindú de la UN.
“El proyecto acaba de culminar, por lo cual el impacto en la comunidad todavía no se puede medir. Sin embargo, se observa un ligero aumento del número de solicitudes ante la CAR de aprovechamiento de esta planta”, afirma la profesora.
El trabajo del equipo de investigación de la profesora Caori Takeuchi continúa. En este momento, está desarrollando un proyecto financiado por Colciencias.
“Se trata de un modelo de redes neuronales para predecir las propiedades del material base, hacer la caracterización mecánica de elementos fabricados en guadua laminada y desarrollar un modelo constitutivo de esta planta como material compuesto de fibras largas”, cuenta la investigadora.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La guadua Angustofolia, llamada así en 1822, es considerada una planta nativa representativa del bosque andino.

La guadua Angustofolia, llamada así en 1822, es considerada una planta nativa representativa del bosque andino.

13 de Noviembre del 2012

Un proyecto de la Facultad de Ingeniería de la UN, financiado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, propone un modelo de vivienda construida con esta planta.

Por su diámetro, espesor y características de sismorresistencia, la guadua es un material adecuado para la construcción.

Así quedó comprobado en el estudio que lideró la ingeniera civil Caori Takeuchi, docente de la UN y encargada del proyecto “Diseño y construcción de vivienda con elementos estructurales en guadua laminada, prensada y pegada”.

“El proyecto de laminado empezó para industrializar la construcción con el material bambú guadua. De este se sacan unas latas y se hacen unas láminas con un buen terminado para aplicarle un adhesivo y luego prensarlas. Así se la convierte en laminada, prensada y pegada” explica la profesora Takeuchi.

El estudio duró cuatro años y hace parte del programa de investigación “Innovación para el fortalecimiento de la productividad de la cadena de la guadua en la provincia de Rionegro del departamento de Cundinamarca”.

La implementación de dos centros de producción primaria (de la línea de producción de elementos estructurales) y la capacitación de personas para corte y aprovechamiento, así como de obreros calificados para su producción, son algunos de los resultados obtenidos.

A los cuales se suman, además, la construcción de la estructura de dos prototipos de vivienda de interés social en guadua laminada en el taller de carpintería del Sindú de la UN.

“El proyecto acaba de culminar, por lo cual el impacto en la comunidad todavía no se puede medir. Sin embargo, se observa un ligero aumento del número de solicitudes ante la CAR de aprovechamiento de esta planta”, afirma la profesora.

El trabajo del equipo de investigación de la profesora Caori Takeuchi continúa. En este momento, está desarrollando un proyecto financiado por Colciencias.

“Se trata de un modelo de redes neuronales para predecir las propiedades del material base, hacer la caracterización mecánica de elementos fabricados en guadua laminada y desarrollar un modelo constitutivo de esta planta como material compuesto de fibras largas”, cuenta la investigadora.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Estudian en la UNAM tres especies de plantas invasoras

 
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Ecólogos generarán información de la distribución, abundancia y efectos sobre la biodiversidad de un zacate, un arbusto y una orquídea africana
Ecólogos generarán información de la distribución, abundancia y efectos sobre la biodiversidad de un zacate, un arbusto y una orquídea africana

31 de Julio de 2012

Las plantas invasoras representan una de las mayores amenazas para la diversidad vegetal en México, pero no se cuenta con información suficiente de cuáles plantas exóticas pueden ser consideradas dentro de esa categoría.

Para llenar este vacío, investigadores del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM trabajan con ciertas especies y analizan sus efectos en los hábitats donde crecen.

El proyecto ‘Distribución, abundancia y efectos nocivos de tres especies de plantas invasoras’, surgió a partir de un diagnóstico que, en colaboración con el Instituto Nacional de Ecología, se hizo sobre la situación de esos organismos en el país, dijo Karina Boege Paré, investigadora del IE.

El actual proyecto se inició hace casi un año con financiamiento de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), y generará información de la biodiversidad del zacate buffel (Cenchrus ciliaris), del arbusto Tamarix ramosissima y de la orquídea africana Oeceoclades maculata.

Catalogación

No todas las plantas exóticas son invasoras. Para echar a andar el proyecto, los universitarios definieron que una en esas condiciones es aquella que irrumpe en una comunidad natural (no sólo un terreno baldío o la orilla de una carretera, sino también la selva caducifolia, la selva alta perennifolia o una zona específica como el Pedregal de San Ángel) y, además, tiene efectos nocivos, ya sea para la biodiversidad local, la economía o la salud humana.

En relación con una lista de 685 especies de exóticas, es decir, que no son originarias del país, Boege Paré y sus colaboradores consultaron a 67 expertos en florística, y encontraron que 250 han sido observadas en al menos una comunidad natural, lo que las define como invasoras (esta información puede consultarse en www.unibio.unam.mx/invasoras/).

Cenchrus ciliaris

“De acuerdo con nuestro diagnóstico nacional, el zacate buffel (Cenchrus ciliaris), el arbusto Tamarix ramosissima y la orquídea africana Oeceoclades maculata son tres de las especies con el grado más alto de invasividad y diseminación en muchos estados”, informó la investigadora.

El primero es muy utilizado como forraje en la ganadería, sobre todo en zonas áridas del norte; sin embargo, este pasto africano invade hábitats como el del matorral xerófilo. Si crece mucho físicamente, evita la llegada de otras especies; otro problema es que, si se seca, origina grandes incendios.

“Estamos convencidos de que ocasiona más problemas. Está diseminado a lo largo y ancho de Sonora y en 23 estados más del país. Ahora tratamos de observar qué pasa si hay mucho, cómo es la diversidad vegetal cerca de él”, apuntó.

Su estudio, emprendido por los universitarios, abarca el sistema carretero de Sonora, porque los censos se hacen a lo largo de estas vías.

Tamarix ramosissima

Otra especie con la que trabajan Boege Paré y sus colaboradores es el arbusto Tamarix ramosissima, que se ha diseminado en las riberas de los ríos, principalmente al norte del país. Aunque no se ha extendido a todo el territorio, genera consecuencias muy graves en los lugares donde aparece, porque consume mucha agua.

En Estados Unidos, donde representa un problema complejo, se han diseñado programas transfronterizos para controlar este arbusto, conocido también como pino salado, porque crece en suelos muy salinos.

“Se conoce que seca el suelo de sus alrededores, pero no se ha ido más allá, no se sabe todavía qué consecuencias tiene en la biodiversidad local”, reconoció.

Oeceoclades maculata

Por lo que se refiere a la orquídea africana Oeceoclades maculata, algunos expertos “nos la reportaron muy dentro de selvas tropicales húmedas, en todo el sureste de México, y nos la describieron que formaba tapetes dentro de la selva, lo que nos pareció muy grave.”

Entonces, Boege Paré y sus colaboradores hicieron censos en Chiapas, Campeche, Tabasco, Veracruz y el sureste de Quintana Roo, y comprobaron que, efectivamente, es muy abundante y está por todos lados, aunque no forma los tapetes densos que les habían descrito.

“No queremos aventurarnos a emitir conclusiones, porque aún no terminamos de analizar los datos; pero tampoco quisiéramos afirmar que esta orquídea no parece representar ningún problema, porque lo que percibimos visualmente nos indica que tal vez estemos en el inicio de un caso de invasión. Si la planta continúa con su proliferación, en unos años sí podría convertirse en un problema”, apuntó.

Ahora bien, se tiene que demostrar que tiene efectos negativos en la diversidad vegetal. “Quizá compita físicamente con otras orquídeas terrestres por polinizadores o por micorrizas (simbiosis entre un hongo y las raíces de una planta); si en verdad crea en el suelo los tapetes densos de los que se habla, puede ser un impedimento para que las especies de las selvas se regeneren, pero hay que demostrarlo”, finalizó.

Lea el artículo en: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_471.html

Boletín UNAM-DGCS-471
Ciudad Universitaria.

Ubican en una planta los sitios donde se replica el ADN

 
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 María de la Paz Sánchez, del IE de la UNAM, junto con sus colegas, ha localizado en la planta Arabidopsis thaliana los sitios donde se inicia la duplicación del genoma, proceso al que los especialistas llaman orígenes de la replicación.
María de la Paz Sánchez, del IE de la UNAM, junto con sus colegas, ha localizado en la planta Arabidopsis thaliana los sitios donde se inicia la duplicación del genoma, proceso al que los especialistas llaman orígenes de la replicación.

2 de enero de 2011

• Es el segundo trabajo mundial que revela los orígenes de replicación de un organismo superior, en este caso de Arabidopsis thaliana, con 120 millones de pares de bases
• En la investigación, publicada en Nature Structural and Molecular Biology, colabora María de la Paz Sánchez, del IE de la UNAM, con colegas de España y Estados Unidos

La replicación de ADN de una célula a sus descendientes es un proceso fundamental que realizan todos los organismos vivos –lo mismo moscas, cactus o seres humanos– para conservar su material genético de una generación a otra.

En el futuro, los estudios básicos sobre un modelo de planta podrán ser útiles para entender ese complejo mecanismo y sus fallas, causantes de padecimientos que hoy no tienen cura.

Aunque el trabajo científico avanza en el mundo para descifrar genomas completos de varias especies, todavía escasea la información sobre los componentes y los sitios precisos donde ocurre ese “copiado”.

Para avanzar en este campo, María de la Paz Sánchez, del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, en colaboración con Crisanto Gutiérrez, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de Madrid, y Steven Jacobsen, de la Universidad de Los Ángeles, California, ha localizado en la planta Arabidopsis thaliana, todos los sitios donde se inicia la duplicación del genoma, procedimiento al que los especialistas llaman orígenes de la replicación.

Su investigación, publicada este mes en la versión electrónica de la revista Nature Structural and Molecular Biology, es una aportación clave para conocer ese proceso en otros organismos, como el humano, pues todos los seres vivos comparten características comunes en este ámbito, explicó en entrevista la doctora en bioquímica.

Modelo para ubicar mutaciones

Se trata del segundo trabajo mundial que divulga todos los sitios de replicación de un organismo superior. El primero, desarrollado en Estados Unidos, ubicó las zonas donde se duplica el ADN de la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster.

“Del genoma humano solamente se ha descrito el uno por ciento, de ahí la importancia de esta labor”, comentó la especialista.

Conocer por completo los sitios y componentes donde se origina la replicación ha requerido el análisis de los 120 millones de bases que posee la Arabidopsis thaliana, cifra menor si se compara con el reto de repetir el trabajo en nuestro material genético, que posee más de tres mil 300 millones de pares de bases.

Con esta investigación, precisó la científica del IE, ahora se conoce que esa pequeña planta tiene más en común de lo que se pensaba, en ese aspecto, con los humanos.

Quizá por ello en esa especie se han caracterizado, por primera vez, muchos de los genes que, al mutarse, causan enfermedades como distintos tipos de cáncer, alteraciones inmunológicas o neurológicas.

Como en el béisbol

Los sitios de replicación del ADN pueden compararse con las bases que recorren los jugadores en un partido de béisbol. Para lograr un cuadrangular o jonrón, es indispensable recorrer, una a una, todas las almohadillas.

Del mismo modo, María de la Paz Sánchez y sus colegas han recorrido todo el genoma de la Arabidopsis thaliana, hasta lograr su jonrón al ubicar mil 500 sitios precisos donde trabajan, de forma coordinada, seis proteínas que forman el Complejo de Reconocimiento de Origen (ORC, por sus siglas en inglés).

Las fallas en el proceso de replicación del genoma causan “errores” o mutaciones; algunos de ellos pasan casi inadvertidos (sobre todo en las plantas), mientras otros generan procesos como el cáncer.

Asimismo, Sánchez y su equipo estudian los “contornos epigenéticos”, regiones bioquímicas que hacen posible que el ADN entre en la célula y quede comprimido, pero también que pueda abrirse para que el material genético se estire y duplique.

Créditos: UNAM-DGCS-125-2011/unam.mx