Tag Archives: pib

Propicia turismo comunitario mayor impacto social y económico: UNAM

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

28 de septiembre de 2015

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), cada año más de mil millones de viajeros visitan un destino internacional, lo que ha hecho de este sector una actividad económica de primer orden, que aporta nueve por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global y seis por ciento del total de exportaciones. Continue reading Propicia turismo comunitario mayor impacto social y económico: UNAM

Dólar en alza recuperaría agro e industria

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

alzadolaresMedellín, feb. 05 de 2014 – Agencia de Noticias UN- El hecho de que el dólar lograra alcanzar el umbral de los 2.000 pesos es un escenario positivo para la economía nacional este año. Así lo aseguran economistas de la Universidad Nacional de Colombia.

Al respecto, Camilo Coronado, director del Departamento de Economía de la U.N. en Medellín, aseguró que la depreciación del peso colombiano frente al dólar, como tendencia durante los próximos dos años, constituye un panorama mucho más halagador para el sector industrial nacional.

Las razones que están propiciando esta depreciación, según explicó Coronado, tienen que ver con algunos movimientos de los mercados mundiales, especialmente en los Estados Unidos.

En ese sentido, el retiro de estímulos monetarios que ha hecho la Reserva Federal de ese país (FED) es una de las medidas para propiciar la reactivación de su economía. Con esto, las tasas de interés tienden a subir “y ello propicia una salida de capitales de países emergentes y en desarrollo hacia ese destino, principalmente”.

Justamente, esa salida de capitales de países periféricos como Colombia, explicaría la depreciación del peso frente al dólar, en buena medida, por el diferencial en las tasas, las expectativas de crecimiento económico de EE. UU. y la recuperación del sector inmobiliario.

En cuanto a la duración del buen comportamiento del dólar, Coronado manifestó que es una tendencia que se mantendría mínimo durante todo el año. “Creemos que, aunque la economía mundial no está plenamente recuperada porque todavía hay síntomas de debilidad en la economía norteamericana y sobre todo en la U. E., la situación sí está mucho mejor que hace un par de años”.

Germán Nava, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.N. en Bogotá, dijo que estas medidas impactan especialmente el mercado de capitales, lo que se refleja en la tendencia a la baja que han mostrado las bolsas de valores.

“Hoy estamos viviendo procesos de devaluación, pero creo que la situación es coyuntural, y volveremos a ver un dólar entre los 2.025 y los 2.050 pesos”.

Los que ganan y pierden

Sin duda alguna, los más favorecidos con la actual tasa de cambio son los exportadores, pues “van a recibir más pesos con los productos que exportan, esto también va facilitar a algunos sectores volver al mercado de los EE. UU., porque con la revaluación perdieron ese mercado al tener un peso fuerte”, agregó Nava.

El agro es otro de los sectores que también podría verse beneficiado con un dólar por encima de los 2.000 pesos, ya que como lo asegura el economista, en la medida en que el TLC con EE. UU. se empiece a consolidar, puede haber una tendencia a que se incrementen los precios de los productos que han llegado a bajo costo, lo que en últimas puede terminar favoreciendo a los productores nacionales.

Ante estas circunstancias, el profesor Camilo Coronado aclaró que la devaluación tiene un efecto que no es muy apetecido porque puede terminar elevando los precios de los productos importados, algunos de los cuales hacen parte del Índice de Precios al Consumidor (que determina la inflación en Colombia), es decir, terminaría ejerciendo una presión al alza en la inflación.

Por este motivo, asegura que finalmente queda por esperar que el Banco de la República no eleve las tasas de interés porque “podría quitarle el impulso a la recuperación económica de esos sectores que se verían beneficiados”. Es el caso del calzado, las confecciones o los textiles; pero también aquellos considerados exportadores netos, como cafeteros, bananeros y floricultores.

Créditos: UNAL-56-2014

A 18 años de la entrada en vigor del TLC, 72 por ciento de los productores están en quiebra

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Las casi dos décadas de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte han propiciado que hoy el 72 por ciento de los productores del agro estén en quiebra.
Las casi dos décadas de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte han propiciado que hoy el 72 por ciento de los productores del agro estén en quiebra.

19 de marzo de 2012

• Más de 29 millones de agricultores no pueden adquirir la canasta básica, y sólo 3.9 millones de personas tienen acceso a algunos productos que la integran, informaron académicos de la Facultad de Economía
• En la última década, el costo del agotamiento y la degradación ambiental provocados por el acuerdo trilateral equivale al 10 por ciento del PIB, alrededor de 42 mil millones de dólares
• Para diciembre de 2011, el 29 por ciento del total de tierras ejidales y comunales se encontraban en proceso de cambio de dominio para ser propiedad de empresas transnacionales

En México, el 72 por ciento de los productores del campo están en quiebra. Entre 2006 y 2011, las familias que vivían en el medio rural tuvieron una pérdida acumulada del poder adquisitivo del 44 por ciento, más de 29.2 millones de agricultores no contaban con acceso a la canasta básica, y sólo 3.9 millones pudieron consumir algunos productos que la integran, informaron académicos de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

Además, sus comunidades están desmembradas y la migración a Estados Unidos explica la desarticulación del tejido social en las poblaciones campesinas del país. En algunos lugares, ocho de cada 10 integrantes de una familia se desplazan a esa nación, advierte el estudio Resultados de 18 años del TLCAN y 20 años de las modificaciones al artículo 27 constitucional, elaborado por David Lozano Tovar, Luis Lozano Arredondo, Guadalupe Zavala, Irma Otero Fonseca, Javier Lozano Tovar, Jaime Vázquez y David Moctezuma, integrantes del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la FE.

El 81 por ciento de las remesas que enviaron los migrantes el año pasado fue destinado al gasto en alimentos, renta y salud; siete por ciento, al ahorro; seis por ciento, a gastos escolares; uno por ciento, a negocios, y el cinco por ciento restante, a gastos diversos. Nuestro país sobrevive con los más de 23 mil millones de dólares que mandan los mexicanos que residen en la Unión Americana.

Quienes trabajan en el vecino país del norte cuentan con pésimas condiciones laborales y sueldos poco competitivos. El ingreso mensual del siete por ciento de los migrantes equivale a mil 600 pesos; 44 por ciento gana entre mil 600 y cuatro mil pesos, y el 24 por ciento, entre cuatro mil y seis mil 400 pesos al mes.

La problemática

Entre 1970 y 1979, la población nacional era 70 por ciento urbana y 30 por ciento rural. En 2010, el 22 por ciento de los mexicanos vivía en comunidades agrícolas, y el 78 por ciento en ciudades, como resultado del constante deterioro de las condiciones de vida en el campo.

Además, añade, el 88 por ciento de los connacionales en el país cuenta con el recurso hídrico, mientras que sólo el 68.7 de las comunidades agrarias pueden disponer del líquido; en el área urbana, el 78.1 de la población tiene acceso a drenaje, mientras que en el medio rural, sólo el 38.2 por ciento cuenta con el servicio.

La cobertura de electrificación es del 95 por ciento, y en el campo, de 68 por ciento. El grado de marginación y el acceso limitado a servicios de agua potable, drenaje y energía eléctrica en el agro es similar al de 1933, se considera en el documento.

En febrero de 2010, más de 32 millones de mexicanos se encontraban en el sector, y de éstos, sólo 8.5 millones estaban ocupados en actividades agrícolas y ganaderas. Del total, el 34 por ciento no recibían ingreso -10.2 millones-; 25 por ciento percibían hasta un salario mínimo -8.7 millones-; 27.9 por ciento, de uno hasta dos salarios mínimos -8.4-; siete por ciento, de dos hasta cinco -2.1 millones-, y sólo 6.1 por ciento de los obreros agrícolas recibía un ingreso superior a cinco minisalarios, 1.8 millones de personas.

La deforestación y el mal manejo de los recursos en el campo, señalan los universitarios, agudizan la situación de las familias campesinas, y dejan el escenario para la eventual incorporación a la pobreza de cinco millones de mexicanos en este año.

En la región del Pacífico Sur y la Península de Yucatán, zonas caracterizadas por sus actividades agrícolas y el predominio de la población indígena, al concentrar el 56.2 por ciento del total nacional, se registran los indicadores de bienestar más bajos de México. El 70 por ciento de la población en esas regiones es urbana, aunque concentran el mayor porcentaje de analfabetas del país y el menor número de escuelas a nivel nacional, ejemplifican.

Artículo 27

En tanto, a 20 años de la reforma al artículo 27 constitucional, las comunidades indígenas organizadas bajo la modalidad de tierra colectiva están desmanteladas y la participación del sector primario en el Producto Interno Bruto (PIB) se redujo, lo que se traduce en un cambio paulatino de posesión de la tierra, y en un despoblamiento gradual y constante del campo.

El 51.3 por ciento de los ejidatarios poseen sólo 13 por ciento del total de las tierras nacionales. Para diciembre de 2011, de acuerdo al Centro de Estudios y Publicaciones de la Procuraduría Agraria, el 29 por ciento del total de tierras ejidales y comunales se encontraba en proceso de cambio de dominio para ser propiedad de empresas transnacionales.

Además, la apertura comercial significó que México dependiera de las importaciones de maíz proveniente de Estados Unidos, mismas que se multiplicaron por 15 desde 1994.

El valor de las exportaciones agrícolas del vecino del norte al país, pasó de tres mil 476 millones de dólares entre 1991 y 1993, previo a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a siete mil 516 millones en el último trienio, lo que representó un incremento del 116 por ciento, según el reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, refieren.

El costo del agotamiento y la degradación ambiental provocados por el acuerdo trilateral equivalen, en la actualidad, al 10 por ciento del PIB. En la última década, los daños por contaminación ambiental alcanzaron en el país 42 mil millones de dólares.

México, añaden, ocupa el primer lugar mundial en deforestación: 731 mil hectáreas al año. Entre 1990 y 1999, el área cubierta con tierras forestales se redujo de 32 al 28 por ciento, mientras que las emisiones de bióxido de carbono crecieron de 3.7 a 3.9 toneladas métricas; en EU y Canadá sucede lo contrario.

El TLC tiene efectos definitivos e irreversibles. El flujo constante de migrantes separa familias y quiebra lazos comunitarios, deja grandes zonas despobladas y devastadas ecológicamente, que hoy son sitios difíciles de habitar por las implicaciones a la salud provocadas por desechos tóxicos no regulados, concluyen.
Créditos: unam.mx/boletin/174/2012

La economía mexicana se desacelera más de lo previsto.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

14 de septiembre del 2011

La economía mexicana se desacelera más de lo previsto.
La economía mexicana se desacelera más de lo previsto.

• Expertos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, advirtieron en su boletín mensual que el país no es inmune a los efectos del entorno internacional
• A su vez, la Coordinación de Análisis Macroeconómico Prospectivo (CAM), del Instituto, anticipó que las exportaciones reducirán su crecimiento casi a la mitad, sólo avanzarán 10 por ciento

La economía mexicana no es inmune y puede resentir los efectos del entorno internacional, advirtieron expertos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), y externaron que se desacelera más de lo previsto. Prueba de ello, es que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 3.3 por ciento anual en el segundo trimestre, el menor nivel logrado en año y medio, y la estimación para finales de 2011, es de entre 3.3 a 3.7 por ciento.

La Coordinación de Análisis Macroeconómico Prospectivo (CAM), del instituto, anticipó que las exportaciones reducirán su crecimiento casi a la mitad, respecto al nivel registrado en 2010; sólo aumentarán diez por ciento, mientras que las importaciones reducirán su dinamismo de crecimiento y sólo alcanzarán una tasa del 8.5 por ciento.

Asimismo, anticipó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentará 3.4 por ciento este año. Esta estabilidad, explicó, se asocia con la escasa dinámica económica; “la inflación estable sólo refleja el estado de una economía estancada”.

En tanto, en su Boletín Momento Económico, los investigadores refirieron también que el Indicador Global de la Actividad Económica se contrajo 0.21 por ciento en junio, respecto al mes previo; los pronósticos se ubican en 3.8 por ciento para finales de año, y el dinamismo en el sector turístico, que se anticipa en dos por ciento, estará 13 puntos debajo del proyectado por la dependencia federal respectiva.

Además, precisaron, la industria de la confección retrocedió 6.9 por ciento en el segundo trimestre de este año; cerraron 219 Micro y Pequeñas Empresas (Mipymes); la tasa de desempleo en nueve meses es de 5.6 por ciento, y la caída de la inversión extranjera en el primer semestre del año se ubica en 17.5 por ciento.

También, en el documento del IIEc, los investigadores destacaron que el número de jóvenes sin trabajo y sin estudios se incrementó 25 por ciento; además, 33 por ciento de las familias se encuentran en la informalidad, pues en 2010 los empleos eventuales creados por el gobierno representaron el 25 por ciento del total formal, es decir, uno de cada cuatro inscritos en el Seguro Social era trabajador no permanente. Para los primeros meses de 2011, la creación de fuentes de trabajo señalaba que casi tres de cada cuatro fueron generadas en el sector informal.

De los que no tuvieron acceso al empleo formal, detallaron los investigadores, 1.5 millones emigró a Estados Unidos en los últimos cinco años, y 2.5 millones buscó refugio en la informalidad fenómeno que, al segundo trimestre de este año, ya alcanzaba la cifra de 13 millones 386 mil trabajadores.

Las cifras, alertaron, muestran claras tendencias hacia el crecimiento de la informalidad, del empleo no permanente o eventual, el deterioro de los contratos colectivos y la precarización de las relaciones laborales. En este sentido, el desempleo en julio pasado alcanzó 5.6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), y los mayores índices se registraron en Tamaulipas. Aguascalientes, Distrito Federal y Estado de México.

A ello se agrega, comentaron, que el índice de morosidad hipotecaria se disparó de 9.6 por ciento en junio del 2010 a 17 por ciento en igual lapso de este año.

En su análisis El empleo y el Informe del Banco de México (2010), incluido en el Boletín, Juan Arancibia destacó que el tema del empleo y el desempleo, al parecer por el contenido, cuantitativo y cualitativo del Informe de Banxico, no es una variable central en la situación de la economía nacional.

Por su parte, Josefina Morales en su apartado Expresión regional de la crisis, destacó que en las últimas décadas se observa que la evolución de la economía, ha llevado a la profundización de la desigualdad regional.

Ana Alicia Peña López, de la Facultad de Economía (FE), en su análisis Las remesas en el Informe del Banco de México 2010, detalló la relación que guarda la emigración de mexicanos hacia Estados Unidos, con la economía, y recuerda que estos recursos fueron de seis mil 500 millones de dólares en 2000 a 23 mil millones en 2006 y en 2010 descendieron a 21 mil 271.2 millones de dólares.

Por último, Genoveva Roldán del IIEc planteó en su artículo ¿Crisis del neoliberalismo?, que la dimensión de ésta, que se inicia a finales de 2007, en cuanto al replanteamiento de las políticas económicas que se aplican desde hace más de tres décadas, generó expectativas sobre el rediseño del modelo económico. Sin embargo, por el contrario, lo que enfrentamos es el recrudecimiento de las políticas ortodoxas, causantes de esta profunda crisis de la economía mundial.

Créditos: unam.mx/boletin/544/2011

Poco optimista, el panorama con el presupuesto aprobado para 2011: economistas de la UNAM

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

momento económico4 de febrero de 2011

• Verónica Villarespe, directora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), se pronunció por un nuevo proyecto de país, en el que cobren relevancia las políticas industrial, monetaria, financiera y social
• En lo que va del sexenio, México acumula un déficit de más de cuatro millones de empleos, dijo Juan Arancibia
• La inseguridad representa un costo de alrededor del uno por ciento del PIB, acotó Josefina Morales
• En Brasil, la política productiva ha sido una constante, añadió Irma Portos Pérez, del mismo instituto

El panorama derivado del presupuesto aprobado para el presente año es poco optimista porque continuará con sus objetivos de mantener inflación, déficit público y estabilidad monetaria opuestas a una dinámica de crecimiento sostenido; además, el empleo no se ha recuperado y continúa con un importante déficit, advirtieron integrantes del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

En rueda de medios para presentar el boletín mensual Momento económico, Verónica Villarespe Reyes, directora del IIEc, dijo que el presupuesto aprobado para 2011 tiene un importante impacto en el desenvolvimiento económico, y que por su encadenamiento a las políticas aplicadas desde hace tres décadas, sus objetivos se acompañan de acciones tajantes, opuestas a una dinámica de crecimiento estable y sostenido.

Por ello, resaltó, los pronósticos para el presente año no son optimistas, pues las posibilidades de incremento del Producto Interno Bruto (PIB) se sitúan entre 3.9 y 4.2 por ciento.

En ese sentido, se pronunció por impulsar un proyecto de país distinto al que tenemos, en el que cobren primordial importancia las políticas industrial, monetaria, financiera y social. Se debe generar riqueza con ese proyecto y distribuirla mejor, “ese es un problema estructural de la economía mexicana, la gran concentración del ingreso”, recalcó.

Juan Arancibia Córdova, investigador del IIEc, aseguró que en lo que va del actual gobierno, México acumula un déficit de empleo de más de cuatro millones de trabajadores. En cuatro años se debieron crear cinco millones 200 mil nuevas fuentes laborales para dar cabida a la población susceptible de integrarse al mercado, y sólo se han creado poco más de un millón.

Cada año, detalló, la nación debe generar un millón 300 mil nuevas plazas, porque es la población que ingresa a la edad productiva; es decir, aunque el año pasado se crearon más de 700 mil empleos se tuvo una carencia de entre 500 y 600 mil. Una parte de estos últimos se fue a Estados Unidos y, la otra, a la economía informal.

La investigadora Josefina Morales Ramírez consideró que la política macroeconómica aplicada en los últimos 30 años ha llevado a México a un crecimiento precario e insuficiente, a un rezago en la economía mundial, por lo que hoy no está dentro de las llamadas naciones emergentes.

El presupuesto para 2011, abundó, privilegia el gasto corriente y la seguridad, con un incremento de 80 por ciento a los recursos de la Secretaría de Gobernación, 10 por ciento a la de Defensa, y 10 por ciento a la de Marina. Con la reducción del gasto en desarrollo social, los recursos en educación alcanzan el 6.7 del total, mientras que el de seguridad se eleva a 4.3 por ciento.

Respecto al costo de la inseguridad, la académica indicó que el impacto representa alrededor del uno por ciento del PIB.

Por su parte, Irma Portos Pérez, del mismo instituto, al hablar del caso de Brasil, comentó que México y ese país han vivido procesos de desindustrialización, pero en el caso de la nación carioca, la política productiva ha sido una constante, avalada por los sectores empresariales, que se conjuga con una distribución del ingreso que ayuda al productor local para la consolidación del sector productivo.
Créditos: UNAM-DGCS-0072-2011/unam.mx