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Probable, un incremento en el precio de las gasolinas a causa de huracanes-UNAM

 
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08 de septiembre de 2017

Por diversas razones, y ahora por el impacto del huracán Harvey en Texas, es probable que no sólo se incrementen los precios de las gasolinas, sino que éstos tengan un impacto en el nivel de inflación en nuestro país. Además, con la presencia de dos meteoros más en el Océano Atlántico se podría esperar desabasto de combustibles y mayor incertidumbre. Continue reading Probable, un incremento en el precio de las gasolinas a causa de huracanes-UNAM

ELABORAN EN LA UNAM MAPA QUE REFLEJA LA ACTUAL SITUACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA PETROLERA

 
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4.1.1Académicos de la UNAM realizaron el Mapa de la infraestructura petrolera 1980 -2012, en el que se observa que en ese periodo hubo en México un nulo crecimiento en la infraestructura petroquímica y mejoras notables en la destinada al aprovechamiento del gas natural.

En este trabajo, María Teresa Sánchez Salazar y José María Casado Izquierdo, del Instituto de Geografía, conjuntaron información de los lugares donde históricamente se han extraído, procesado y distribuido hidrocarburos en los últimos 30 años para, entre otros objetivos, reflejar los efectos de las políticas federales en materia petrolera a lo largo de este tiempo.

En el mapa resultante se muestra que la construcción de infraestructura para la refinación (transformación del petróleo en productos como gasolina) se estancó a partir de la década de los 80.

“Aunque hubo programas de ampliación no se crearon las refinerías que requería el país. Debido a ello, en México ha aumentado la importación de gasolina. Lo anterior supone que se exporta crudo y se importan productos elaborados, lo que hace que la balanza comercial en ese rubro sea desfavorable para el país”, comentó Casado Izquierdo.

Respecto de la industria petroquímica, se observa un decremento porque gran parte de las pequeñas unidades relacionadas cerraron en las últimas tres décadas. “El declive es tal que hoy llegamos a cifras récord en importación de productos que antes se exportaban como el amoniaco, base de la industria nacional de fertilizantes por años”, apuntó Sánchez Salazar.

Los autores del estudio atribuyen el estancamiento a la carencia de autogestión de Pemex en las últimas tres décadas. Pese a ser la empresa más importante del país, 60 por ciento de sus utilidades se destinaban a cubrir las aportaciones fiscales designadas por el gobierno federal, indicaron.

En el documento, se hace evidente el crecimiento de la infraestructura enfocada al aprovechamiento del gas natural. Desde 1990, este sector fue abierto a la inversión privada, hecho ligado a la apertura paralela del sector eléctrico y con la autorización de permisos a empresas trasnacionales para la construcción de centrales eléctricas de ciclo combinado, que utilizan el gas como combustible.

El incremento en la infraestructura respondió a la necesidad de garantizar el abasto de comburente para dichas centrales eléctricas mediante la construcción de ductos interconectados con Estados Unidos y las nuevas terminales portuarias de gas natural. Además, se incrementó la producción del recurso por el desarrollo de nuevos campos de extracción, como Cuenca de Burgos, Tamaulipas, una de las reservas más importantes del país.

Créditos: UNAM-DGCS-051-2014

Afecta industria petrolera y agropecuaria grupos de anfibios y reptiles

 
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En áreas de alto impacto petrolero, investigadores de la UNAM han encontrado que, en cuanto a anfibios y reptiles, todos los grupos han sido afectados: salamandras, ranas y cecilias, por un lado, y tortugas, cocodrilos, lagartijas y serpientes, por el otro.
En áreas de alto impacto petrolero, investigadores de la UNAM han encontrado que, en cuanto a anfibios y reptiles, todos los grupos han sido afectados: salamandras, ranas y cecilias, por un lado, y tortugas, cocodrilos, lagartijas y serpientes, por el otro.

27 de diciembre de 2012
• Han sido alterados salamandras, ranas y cecilias, por un lado, y tortugas, cocodrilos, lagartijas y serpientes, por el otro
• La industria agropecuaria también contribuye a deteriorar el medio ambiente en distintas zonas del sureste del país

Investigadores del Instituto de Biología (IB) de la UNAM analizan, desde 1998, los efectos de la explotación petrolera en varios puntos del país.

Ese año, un equipo de trabajo comenzó un estudio en las zonas con más conflictos sociales relacionados con esa actividad –desde el sur de Veracruz, hasta el norte de Campeche, antes de la Laguna de Términos–, para establecer los daños en su flora y fauna. En 2002 lo concluyó, y en 2005, hizo público un documento con los resultados sobre biodiversidad.

Meses después de que el análisis fuera concluido, Pemex abrió el parque ecológico Jaguaroundi, en la periferia de las instalaciones de sus complejos petroquímicos Cangrejera, Pajaritos y Morelos, al sur de Veracruz, y en 2011, el Tuzandépetl, en Ixhuatlán del Sureste, en el mismo estado.

A la fecha, los universitarios no han dejado de monitorear esas áreas de alto impacto petrolero y comparar los efectos que han encontrado en ellas con los estudios que llevaron a cabo en Los Tuxtlas, otra región de Veracruz bien conservada, y con gran diversidad de especies.

“En cuanto a los anfibios y reptiles, podemos afirmar que todos los grupos han sido afectados: salamandras, ranas y cecilias, por un lado, y tortugas, cocodrilos, lagartijas y serpientes, por el otro. Ahora bien, en el momento que hicimos la investigación, vimos que las explotaciones petroleras eran responsables de muchos daños, sí, pero que en realidad las afecciones más significativas se debían a la acción combinada de las industrias petrolera y agropecuaria presente en esas zonas”, señaló Víctor Hugo Reynoso Rosales.

Los investigadores detectaron en los cuerpos de agua focos de contaminación originados por los germicidas y acaricidas que aplican a las vacas lecheras, y por los herbicidas que se emplean para eliminar algunas especies de plantas no deseadas.

“En el caso de los anfibios, se ven más impactados por los químicos que lanza la industria agropecuaria, que por los de la petrolera. Por ejemplo, vimos especies de ranas que saltaban tranquilamente en lugares llenos de chapopote”, indicó el herpetólogo.

La industria petrolera ocasiona un grave deterioro ambiental cada vez que excava un pozo, deseca un pantano y/o redistribuye un cuerpo de agua, pero la agropecuaria también, al verter directamente en los cuerpos detritus peligrosos, que tardan mucho tiempo en degradarse.

“Pensamos que lo que causa la pérdida de biodiversidad en la planicie del Golfo de México es la acción combinada de estas dos fuentes contaminantes, y no sólo una, de ahí que propongamos estudiar los efectos de ambas. Debemos abordar el problema en su totalidad, no de manera parcial”, aseveró.

Respecto al parque ecológico Jaguaroundi, aunque está rodeado por complejos petroquímicos contaminantes que emiten ingentes cantidades de humo y olores fuertes, guarda una diversidad de especies muy rica.

“Esperábamos hallar en su interior un intenso deterioro ambiental, sin embargo, todo parece indicar que bastaría que existan fragmentos o remanentes de vegetación suficientemente grandes, para que las poblaciones de anfibios y reptiles se mantengan bien. Es posible que esos espacios absorban de manera eficiente los contaminantes y, por consiguiente, eviten que se alteren los hábitats específicos de anfibios y reptiles. Esto es algo completamente inesperado para nosotros”, admitió.

Reynoso Rosales y sus colaboradores exploran ahora el nuevo parque ecológico Tuzandépetl, donde también han encontrado gran diversidad de especies.

Créditos: UNAM-DGCS-793/2012

Inaugura la UNAM cluster para agilizar el cómputo científico

 
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11 de agosto de 2011

Cluster del Grupo de Modelación Matemática y Computacional del Instituto de Geofísica de la UNAM
Cluster del Grupo de Modelación Matemática y Computacional del Instituto de Geofísica de la UNAM

• El Grupo de Modelación Matemática Computacional (GMMC), del Departamento de Recursos Naturales, del Instituto de Geofísica, adquirió la nueva herramienta

Con la finalidad de mejorar la modelación matemática y el cómputo científico, esta casa de estudios puso en marcha un cluster que permitirá agilizar las tareas de los investigadores con un equipo de alto rendimiento. Esta herramienta se nombró como olintlali que significa movimiento permanente de la Tierra o Tierra y movimiento.

Guillermo Hernández García, integrante del GMMC, explicó que el cluster se dedicará a la aplicación de técnicas de alto desempeño en la solución numérica y computacional de modelos desarrollados y aplicados a diferentes problemas de interés nacional, en especial, la recuperación mejorada de hidrocarburos.

El GMMC, dijo, colabora en dos proyectos con el Instituto Mexicano del Petróleo. Uno llamado Inyección alternada de agua y gas, como sistema de recuperación mejorada, y otro, Inyección de aire al yacimiento como sistema de recuperación mejorada.

En el primero se introduce agua y gas al yacimiento de manera alternada, proceso conocido como WAG por sus siglas en inglés. El segundo, consiste en inyectar aire a temperaturas muy altas, lo que hace que el petróleo se queme, y produce que se eleve la temperatura del yacimiento; se mejora la movilidad del aceite y se reduce su viscosidad.

El objetivo es desarrollar simuladores computacionales de yacimientos que permitan estudiar técnicas de recuperación mejoradas de hidrocarburos.

También participan el Instituto Mexicano del Petróleo y el Centro de Investigación en Matemáticas, de Guanajuato.

La nueva herramienta formada por varias unidades de procesamiento, que combina CPUs y GPUs, permite hacer numerosas operaciones aritméticas de manera simultánea. Fue puesta en marcha por el Grupo de Modelación Matemática Computacional (GMMC), del Departamento de Recursos Naturales, del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Luis de la Cruz Salas, investigador del GMMC refirió que “es como si tuviéramos a muchas personas y cooperaran en la realización de operaciones aritméticas básicas, al mismo tiempo”.

Ismael Herrera Revilla, fundador del Grupo, dijo que se ha constituido un grupo muy fuerte de Modelación Matemática y Computacional, a partir de una serie de actividades, cuya base es la solución de problemas de física y matemáticas, es decir, modelos de estas últimas con fundamentos en la física.

El también emérito del IG expuso que para aprovechar los beneficios, es indispensable el diseño de modelos a partir del cómputo de alto rendimiento.

Créditos:  unam.mx/boletín/2011_471

Desarrollan en la UNAM compuesto anticorrosivo con aceite de coco

 
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25 de julio del 2011

Jorge Antonio Ascencio Gutiérrez, doctor en Física e investigador del ICF de la UNAM.
Jorge Antonio Ascencio Gutiérrez, doctor en Física e investigador del ICF de la UNAM.


• En el Instituto de Ciencias Físicas crean un método para obtener la sustancia que podría sustituir a productos importados utilizados en los ductos de petróleo
• Se busca dar un alto valor agregado al fruto que siembran en Guerrero y beneficiar a comunidades locales, dijo Jorge Antonio Ascencio, del ICF

Con el uso de aceite de coco, fruto abundante en zonas tropicales del país, un grupo de investigadores de la UNAM desarrolla un compuesto anticorrosivo que protege a los ductos del deterioro.

Se elabora en el Instituto de Ciencias Físicas (ICF), campus Morelos, y ha demostrado en su etapa experimental ser competitivo con productos comerciales importados que actualmente utiliza Petróleos Mexicanos (Pemex).

Con su generación a partir del aceite de coco, se pretende aplicar la ciencia nacional, dar un alto valor agregado al fruto que se siembra en comunidades rurales, y beneficiar a campesinos de zonas cocoteras, explicó Jorge Antonio Ascencio Gutiérrez, doctor en Física e investigador del ICF.

Brigadas en el campo

Recordó que el proyecto surgió en 2010, luego de una visita realizada a uno de los municipios más pobres del país, donde se ubica la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero.

“En ese sitio convocaron a varios investigadores para ver qué trabajos de impacto podríamos desarrollar. Vimos que siembran coco en abundancia, y en plática con Lorenzo Martínez Gómez (experto en corrosión e investigador del ICF) surgió la idea de aprovecharlo, en especial en la zona de Marquelia”, relató.

Ascencio y sus colegas diseñaron un proyecto, que actualmente cuenta con el apoyo de la UNAM, el Conacyt y el gobierno guerrerense.

“Hay un mercado potencial para anticorrosivos que Pemex importa de Inglaterra. Pensamos ofrecer una alternativa con insumos propios. Los de la comunidad se entusiasmaron y nosotros nos comprometimos”, comentó.

Al regresar al sitio, los universitarios estudiaron el fruto local. Organizados en brigadas que trabajaron con sistemas de posicionamiento global (GPS), determinaron la especie, tamaño y edad, y desde entonces, trabajan con cocos criollos e híbridos, dos variedades abundantes en la entidad.

Del campo al laboratorio

Tras la colecta, los científicos llevaron algunas piezas al laboratorio y obtuvieron el aceite con métodos calificados. “Habitualmente, se extrae por medio de prensas de calentamiento pero como físicos, sabíamos que así se rompen las cadenas de triglicéridos, que conviene sean tan largas como se pueda”, explicó.

En su modo de extracción, crearon uno sin olor, que reduce la irradiación solar, controla la temperatura y la presión, así como las condiciones de separación de triglicéridos y de exposición a humedad, para evitar hongos. “A futuro, queremos instrumentar un método para que ese proceso se haga en las comunidades de Guerrero con esos controles”, añadió.

En un laboratorio con mínima luz, luego de un machetazo se extrae la pulpa, que se exprime con un procedimiento mecánico para obtener aceite, que luego se caracteriza.

“Ahí entra la colaboración de Ignacio Regla Contreras, investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza y del Instituto de Química (IQ), quien caracteriza el aceite de cada coco para ubicar su ligazón molecular. Esto es necesario porque significa eficiencia para optimizar el insumo, reducir costos y hacer el producto competitivo a nivel internacional. Al conocer a detalle el tipo de cadenas que se van a explotar, se define el tipo a cosechar y, entonces, tiene valor agregado”, puntualizó.

Entre el agua y el aceite

Con trabajo en Marquelia y en la Costa Grande de Guerrero, los universitarios avanzan en el desarrollo de un compuesto inhibidor de corrosión, que funcione entre el agua que daña los ductos y el aceite que conforma el petróleo.

“Con el de coco se hace una síntesis, a cargo de Ignacio Regla, para pegarle un inhibidor, cuya labor es evitar que el líquido se adhiera al metal. Para lograrlo, en el flujo del petróleo se pone algo que interaccione con éste, pero que rechace el agua, es decir, que sea metalofílico e hidrofóbico”.

Los investigadores laboran en el diseño de ese compuesto, que tiene una doble estructura y emula la función de la imidazolina, producto comercial que actualmente se utiliza para evitar la corrosión en las instalaciones petroleras.

“Le llamamos Inhibidor Coco-Guerrero. Es equivalente a la imidazolina, tiene una cabeza metatofílica y una cola hidrofóbica de hidrocarburos. Lo que sigue es saber cómo hacerlo a lo grande y a bajo costo”, comentó.

Para proteger los ductos, el compuesto anticorrosivo se incluye en el flujo de petróleo, donde realiza su función, pues es imposible recubrirlos por dentro.

La última parte del trabajo consistirá en llevar a las comunidades de Guerrero la metodología y los equipos portátiles para desarrollar el proceso y obtener el aceite con valor agregado. “Se trata de que todos ganen, de incentivarlos al crecimiento”, finalizó.

Créditos: boletin/2011_436/unam.mx