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“LOS BENEFICIOS DE CAFÉ”, PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO INDUSTRIAL OLVIDADO

 
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patrimoniosolvidados2 de julio de 2014

“Los beneficios de café”, como se designa a los grandes galerones industriales dedicados a procesar este grano, constituyen un patrimonio arquitectónico olvidado y a punto de perderse en México. De los muchos que había en Coatepec, Veracruz, sólo quedan tres: Bola de Oro, Roma y La Mata.

Para no perder esa memoria arquitectónica que da identidad a la ciudad, Ana Daría del Carmen Torres Meléndez, estudiante del posgrado de Arquitectura de la UNAM, propone un rescate mediante un plan de restauración y de nuevo uso.

“Estos inmuebles son conocidos así porque parte del ‘beneficiado del café’ (transformación del fruto recién cortado en grano consumible) se realizaba en estas estructuras industriales del siglo XIX”, explicó.

Coatepec —junto con Pluma Hidalgo, Oaxaca— fue uno de los primeros sitios donde se mecanizó este proceso, lo que propició la creación de espacios con las dimensiones necesarias y capacidad de resistencia para albergar los artefactos requeridos y la mano de obra.

“Los beneficios de café” revolucionaron el procesamiento del grano, pues del método semiartesanal generaron uno mucho más rápido que lo dejaba listo para su embalaje y exportación, indicó la egresada de la Universidad Veracruzana.

Para la edificación de estos espacios se utilizaron sistemas constructivos del siglo XIX, importados de Europa y basados en andamiajes metálicos, fierro laminado en las columnas y viguetas en estructura interna.

Como en ese tiempo la estructura laminada no se consideraba arquitectura, se recubría con muros mixtos de mamposteo con tabique. Este sistema consta de entrepisos constituidos de bóvedas catalanas o vigas con enladrillado. Además, los galerones combinan los sistemas constructivos europeos con los de la región y tienen techos de dos aguas, porque la lluvia en Coatepec es copiosa. Como abunda la madera, algunas estructuras son de este material.

Para Torres Meléndez “la arquitectura industrial tiene fecha de caducidad, porque su uso como tal es efímero”. Los procesos de esta actividad son tan acelerados que cambian continuamente y estas construcciones no se pueden reutilizar, al menos no como fueron concebidas.

¿Por qué conservarlas?, porque tienen un valor intangible que da identidad al pueblo. Coatepec se volvió famoso por el café y si la gente supiera su relevancia, las apreciaría. “Se trata de rescatar identidad, más que edificios”.

Junto con los de Pluma Hidalgo, los ‘beneficios’ de Coatepec fueron los primeros en operar con maquinaria importada, la cual comenzó a ser copiada en el pueblo veracruzano para luego ser vendida.

Sería un trabajo en tres fases: la primera es recuperar el edificio (máquinas incluidas) y darle otro uso para que sobreviva por sí mismo y muestre lo que fue antes. La segunda sería recobrar sólo el inmueble por representar un periodo de la arquitectura. La tercera, si dichas alternativas son inviables y es preciso demoler, se buscaría conservar la maquinaria en un museo, explicó.

Su propuesta —enfocada en el beneficio La Mata— incluye un plan de restauración con base en un levantamiento de daños y la creación de un centro cultural del café, porque Coatepec, con todo y su legado arquitectónico, carece de un recinto dedicado a esta planta.

En el inmueble referido —asentado en casi una hectárea de terreno con una edificación que ocupa el 80 por ciento— se vende el grano, pero a un mercado local, y se exhibe una muestra pequeña de pocas máquinas manuales antiguas (artesanales).

El centro cultural del café La Mata tendría un auditorio (funcionaría además como sala de cine), una cafetería, una librería, un área de exposiciones y un museo de sitio donde se explicaría en qué consiste el ‘beneficiado’ del cafeto.

De no ser posible, una opción sería rescatar lo más representativo del galerón industrial para convertirlo en cafetería, librería y galería, donde funcionaría un mercado de productos orgánicos.

“La gente de Coatepec pide espacios para teatro y cine y qué mejor que éste, que sirvió para la producción, ahora genere cultura. Sin embargo, México no es Colombia ni Costa Rica, donde dan mucho valor al producto. Allá tienen rutas para conocer todo acerca del ‘beneficiado’ del grano”.

La conservación de este patrimonio es complicado y tiene poca oportunidad de salvarse por completo. Por su ubicación, en el centro histórico de la ciudad, es una tentación para las inmobiliarias. Además, no interesa a las nuevas generaciones hacerlo centro cultural porque vender el terreno es más rentable que preservar el inmueble histórico.

Para Torres Meléndez es triste enfrentar esta realidad, “pero lucharé por uno o dos edificios de La Mata. Tengo los planos, los levantamientos, el documento escrito y la investigación. Ya se ganó algo en vez de perderse, porque no había nada”.

Ahora, la universitaria busca apoyo para viajar a Argentina, pues fue invitada a participar en el Cuarto Seminario Internacional de Patrimonio Agroindustrial, a realizarse en septiembre. “Ojalá sea posible presentar esta investigación de dos años desarrollada en la UNAM”.

Créditos: UNAM-DGCS-382-2014

PROPONEN ESTRATEGIAS PARA CONSERVAR LA SIERRA GORDA DE GUANAJUATO

 
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sierragordaCon la finalidad de conservar la Reserva de la Biósfera de la Sierra Gorda de Guanajuato, Lourdes Bello Mendoza, Dulce Abigail Cruz Torres y Marisol Reyes García, del Seminario Biodiversidad y Cambio Climático, propusieron estrategias para hacer frente a las condiciones actuales de la zona.

Los trabajos —asesorados por Leticia Gómez Mendoza y presentados en el coloquio La Conservación de la Naturaleza ante un Clima Cambiante— son parte de un proyecto de investigación impulsado por el Seminario Permanente Biodiversidad y Cambio Climático del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).

En el Salón de Actos de la entidad, Bello Mendoza consideró que formular escenarios del cambio climático permite cuantificarlo y proponer medidas para el manejo de áreas naturales protegidas.

En su trabajo Escenarios de cambio climático en la Reserva de la Biósfera de Sierra Gorda, Guanajuato, la geógrafa confió en que impulsarán acciones para conservar el área y actividades educativas y de divulgación.

Esa reserva, creada por decreto en febrero de 2007, se ubica en los municipios de Xichú, Victoria, Atarjea y Santa Catarina, al noroeste del estado, y colinda con San Luis Potosí y Querétaro. El área difiere de la última entidad en el aspecto político, aunque son ecológicamente similares.

Por su parte, Cruz Torres se refirió a los aspectos sociales, biológicos y naturales del sitio. A partir de 1998, con la presencia del fenómeno El Niño, la región experimentó sequía e incendios forestales. En esa época apareció la plaga del gusano descortezador mexicano que ha afectado al pino piñonero en Atarjea.

Sobre las problemáticas socioeconómicas, expuso que la mayoría de la población se encuentra en marginación, lo que contribuye a que tenga ingresos económicos bajos.

Otro asunto destacado fue la migración, fenómeno que en las comunidades de Xichú, municipio enclavado en la reserva, reporta un índice alto. “Los habitantes no pueden satisfacer sus necesidades básicas pues hay pocas actividades económicas que generen ingresos”.

Entre las actividades evaluadas (forestales, hidráulicas y agrícolas) mencionó la minería, que intenta desarrollar en la reserva. “Existen residuos históricos en la minera de Xichú, donde se ha encontrado plomo, cadmio, zinc, arsénico, selenio y mercurio. Eso podría contaminar los cuerpos de agua”, indicó.

En tanto, Marisol Reyes presentó Estrategias de adaptación, trabajo que busca identificar acciones que contribuyan a reducir la vulnerabilidad actual y futura para una mejor racionalidad ante el cambio climático.

Al respecto, señaló que es vital formular estrategias para conservar los bosques, zonas para la recarga de los mantos acuíferos, pues el agua es escasa en la región. Abrir espacios a la minería dañaría estos reservorios y si a ello se suma el cambio climático, sus efectos serían más graves.

La causa principal de la pérdida forestal es el desmonte para actividades agrícolas, así como los incendios y la tala ilegal. Ese impacto acarrea no sólo pérdida de recursos, sino efectos en la población como pobreza y emigración.

El eje de la investigación se centra en concebir modificaciones del área en el contexto del cambio climático y la vulnerabilidad actual.

Previo a las presentaciones, José Manuel Espinosa, coordinador adjunto del seminario, afirmó que éstas, más que estar secuenciadas, implican el análisis de diferentes aristas asociadas al cambio climático. Son temáticas vinculadas, pero no exhaustivas por el nivel de complejidad.

En su oportunidad, Gómez Mendoza, responsable del proyecto, indicó que uno de los retos del seminario permanente es que los estudiantes se integren a los nuevos temas de investigación.

Los trabajos futuros “deben enfocarse a los corredores biológicos, a la adaptación, al cambio climático y a cómo influyen estos procesos en la ecología para entender los sistemas naturales a partir de un disturbio ambiental”, finalizó.

Créditos:UNAM-DGCS-142-2014

Luis Zambrano, nuevo secretario ejecutivo de la Reserva Eclógica del Pedregal San Ángel.

 
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31 de octubre de 2013

 Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel
Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel

El investigador del Instituto de Biología estará al frente de la REPSA durante los próximos cuatro años.

Luis Zambrano González, investigador del Instituto de Biología (IB) fue nombrado secretario Ejecutivo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) de la UNAM, para el periodo 2013-2017.

La designación fue hecha por el Comité Técnico de la REPSA y al dar posesión del cargo, Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de la Investigación Científica de esta casa de estudios, destacó que el valor de este espacio natural es invaluable y que desde hace ocho años se han hecho esfuerzos importantes para su revaloración y crecimiento.

“Por ello, pensamos que en esta nueva administración se mantendrá el mismo nivel de actividad para consolidar este importante patrimonio de la Universidad”, subrayó.

En su oportunidad, Zambrano González destacó que hasta ahora se ha hecho una labor importante del manejo de la reserva en CU y en ese sentido trabajará en tres ejes: mantenimiento, ubicación de cómo está la reserva dentro y fuera del campus universitario y fomento a la difusión de este espacio.

El primer punto involucra la conservación y proyectos de restauración bajo el concepto de generación de conocimientos, así como lo que implica el mantenimiento, precisó.

En el segundo, se buscará saber su función dentro de CU, cómo mejora la calidad de vida de los universitarios y se determinará su relación con la zona sur de la Ciudad de México, señaló.

En el tercero, se pretende que los universitarios conozcan nuestro patrimonio y la importancia de tener un área de protección como la reserva. Fuera de la UNAM, se buscará que el capitalino entienda que al sur hay un espacio parte de la Universidad y pieza fundamental para la calidad de vida, porque absorbe agua, modula el clima y tiene una diversidad conectada con otras áreas verdes de la zona.

Semblanza

Zambrano González es egresado de la carrera de Biología de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM y doctor en Ecología por esta casa de estudios. Realizó un posdoctorado en la Universidad de Wageningen, Holanda. Es investigador titular B de tiempo completo en el Laboratorio de Restauración Ecológica del IB e integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel II.

Ha publicado más de 36 artículos de investigación en revistas indizadas, dos capítulos de libro internacionales y cuatro nacionales, así como 12 artículos de divulgación.

Cuenta con un blog con más de 54 publicaciones sobre los ecosistemas urbanos y la importancia de las reservas ecológicas en la calidad de vida de los capitalinos. Es miembro del Aldo Leopold Leadership Program, que otorga la Universidad de Stanford a líderes investigadores para incidir en las políticas públicas en la sostenibilidad y el cambio climático.

Ha dado pláticas a nivel internacional para trabajar, desde la academia, en la resolución de problemas ambientales de diferentes gobiernos y la sociedad civil. También es integrante de la Red Universitaria del Agua y trabaja con la sociedad civil para proponer soluciones a problemas urbanos.

Creditos: UNAM-DGCS-652

Arboretum y palmetum, patrimonio natural de Medellín.

 
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19 de Febrero del 2013
Un conjunto de árboles y palmas adorna los recorridos por el campus de la UN en Medellín. Una riqueza natural que es instrumento de investigación por ser hábitat de varias especies de fauna y flora.
Atrás quedaron las extensas pasturas y sembradíos de la Facultad de Nacional de Agronomía y se abrieron paso las nuevas construcciones que albergan a las Facultades de Ciencias Humanas y Económicas, Arquitectura y Ciencias en el Núcleo El Volador.
Luego, árboles y palmas fueron llenando de vida, color, aire fresco y tranquilidad las actividades cotidianas de la comunidad académica de la sede.
La colección Arboretum y Palmetum cuenta con 412 especies pertenecientes a 64 familias botánicas. Fue creciendo gracias al aporte de docentes y egresados de la UN en Medellín, entre ellos los ingenieros forestales y esposos Teresita Varón y León Morales.
“Con la transformación de la ciudad, la Universidad quedó inmersa en un ambiente muy contaminado, ruidoso, con exceso de radiación y falta de privacidad. Con esta iniciativa buscamos proteger a la sede de estos efectos nocivos, tener material de apoyo para las actividades de docencia e investigación y crear espacios más amables para la comunidad universitaria”, dicen.
Especies conocidas (como tapaliso, cativo, choiba, cuipo, cachiparro, quitasol, chocho, molinillo, cacho de vaca, entre otras) hacen parte de la colección, que comprende 312 variedades de árboles y 100 palmas.
“En la sede tenemos las tres especies de caoba que hay en el mundo (Swietenia humilis, Swietenia macrophilya king y Swietenia mahogony)”, cuenta León Morales.
“Cuando Teresita salía a prácticas en distintas regiones del país, llegaba con nuevas especies, que le regalaban. Yo le pedía que me las diera para traerlas a la Universidad porque acá podrían apreciarlas muchas más personas que si las sembraba en la casa”, recuerda León Morales.
Las colecciones no solo han permitido recuperar y fortalecer un espacio verde, sino que —en esa delicadeza de las interacciones y la íntima interrelación que se teje entre las plantas y las cadenas que aparecen a su alrededor— ha permitido a diferentes investigadores reconocer y estudiar a una gran cantidad de insectos que intervienen en ese equilibrio.
“Los insectos constituyen el grupo más diverso que existe en el planeta y representan la mayor biomasa de la tierra. No es de extrañar, entonces, que en el campus universitario, gracias a su abundante disponibilidad de recursos y cobertura vegetal, este grupo haya encontrado las condiciones propicias para prosperar”, señala el investigador Gilberto Morales.
Según Morales, esta variedad tan amplia de insectos, que incluye hormigas, abejas, avispas, pulgones, cochinillas, chinches, grillos, cucarachas, entre otros, “es propicia para una inacabable labor de investigación en campos tan diversos como química, física, biología, ecología, entomología, artes, recreación, comportamiento, sociobiología y casi cualquier área del saber que uno pueda imaginar”.
Y es que, aunque a veces no se les ve y su canto se pierde entre el bullicio y el afán de las labores cotidianas, el campus de la UN en Medellín es hogar o sitio de visita de alrededor de 86 especies de aves, entre ellas gavilanes (caminero, maromero y aliancho), búhos, loros, guacamayas, pericos, pájaros carpinteros y pechirrojos.
Por eso, este patrimonio natural es motivo de orgullo no solo para la Institución, sino también para la región y el país.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La colección Arboretum y Palmetum cuenta con 312 especies de árboles y 100 palmas.

La colección Arboretum y Palmetum cuenta con 312 especies de árboles y 100 palmas.

19 de Febrero del 2013

Un conjunto de árboles y palmas adorna los recorridos por el campus de la UN en Medellín. Una riqueza natural que es instrumento de investigación por ser hábitat de varias especies de fauna y flora.

Atrás quedaron las extensas pasturas y sembradíos de la Facultad de Nacional de Agronomía y se abrieron paso las nuevas construcciones que albergan a las Facultades de Ciencias Humanas y Económicas, Arquitectura y Ciencias en el Núcleo El Volador.

Luego, árboles y palmas fueron llenando de vida, color, aire fresco y tranquilidad las actividades cotidianas de la comunidad académica de la sede.

La colección Arboretum y Palmetum cuenta con 412 especies pertenecientes a 64 familias botánicas. Fue creciendo gracias al aporte de docentes y egresados de la UN en Medellín, entre ellos los ingenieros forestales y esposos Teresita Varón y León Morales.

“Con la transformación de la ciudad, la Universidad quedó inmersa en un ambiente muy contaminado, ruidoso, con exceso de radiación y falta de privacidad. Con esta iniciativa buscamos proteger a la sede de estos efectos nocivos, tener material de apoyo para las actividades de docencia e investigación y crear espacios más amables para la comunidad universitaria”, dicen.

Especies conocidas (como tapaliso, cativo, choiba, cuipo, cachiparro, quitasol, chocho, molinillo, cacho de vaca, entre otras) hacen parte de la colección, que comprende 312 variedades de árboles y 100 palmas.

“En la sede tenemos las tres especies de caoba que hay en el mundo (Swietenia humilis, Swietenia macrophilya king y Swietenia mahogony)”, cuenta León Morales.

“Cuando Teresita salía a prácticas en distintas regiones del país, llegaba con nuevas especies, que le regalaban. Yo le pedía que me las diera para traerlas a la Universidad porque acá podrían apreciarlas muchas más personas que si las sembraba en la casa”, recuerda León Morales.

Las colecciones no solo han permitido recuperar y fortalecer un espacio verde, sino que —en esa delicadeza de las interacciones y la íntima interrelación que se teje entre las plantas y las cadenas que aparecen a su alrededor— ha permitido a diferentes investigadores reconocer y estudiar a una gran cantidad de insectos que intervienen en ese equilibrio.

“Los insectos constituyen el grupo más diverso que existe en el planeta y representan la mayor biomasa de la tierra. No es de extrañar, entonces, que en el campus universitario, gracias a su abundante disponibilidad de recursos y cobertura vegetal, este grupo haya encontrado las condiciones propicias para prosperar”, señala el investigador Gilberto Morales.

Según Morales, esta variedad tan amplia de insectos, que incluye hormigas, abejas, avispas, pulgones, cochinillas, chinches, grillos, cucarachas, entre otros, “es propicia para una inacabable labor de investigación en campos tan diversos como química, física, biología, ecología, entomología, artes, recreación, comportamiento, sociobiología y casi cualquier área del saber que uno pueda imaginar”.

Y es que, aunque a veces no se les ve y su canto se pierde entre el bullicio y el afán de las labores cotidianas, el campus de la UN en Medellín es hogar o sitio de visita de alrededor de 86 especies de aves, entre ellas gavilanes (caminero, maromero y aliancho), búhos, loros, guacamayas, pericos, pájaros carpinteros y pechirrojos.

Por eso, este patrimonio natural es motivo de orgullo no solo para la Institución, sino también para la región y el país.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Compromiso local hará sostenible al Paisaje Cultural Cafetero.

 
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18 de Febrero del 2013
El Plan de Manejo del Paisaje Cultural Cafetero (PCC) señala un norte para que las distintas instituciones encargadas articulen las iniciativas de sostenibilidad.
Dentro de las tareas desarrolladas por las universidades que integran el Observatorio para la Sostenibilidad del PCC, entre ellas la UN en Manizales, se ha hecho hincapié en la institucionalidad de este patrimonio en temas como la gobernanza.
“En este sentido, se trabaja de manera muy activa en la entrega de insumos y conocimientos que les permitan a las Alcaldías de los 51 municipios que integran el PCC hacer un ejercicio juicioso para  modificar, ajustar o cambiar completamente sus planes de ordenamiento territorial; de tal manera que incorporen los lineamientos básicos del Plan de Manejo, para garantizar su sostenibilidad”, expresa Óscar Arango Gaviria, coordinador de proyectos regionales de la Red Alma Máter (Red de universidades públicas del Eje Cafetero y del Tolima).
En cuanto al componente económico, uno de los intereses es ampliar la cobertura de los cafés especiales en la zona, pues es fundamental fortalecer la capacidad productiva de estas variedades como una estrategia de sostenibilidad.
“Asimismo, hay unos lineamientos estratégicos relacionados con el aspecto ambiental, como el manejo integral del recurso hídrico, la planificación de cuencas y los usos del suelo, la biodiversidad y, en general, de los recursos naturales, en asuntos fundamentales como las restricciones que tendría en minería y el cultivo de ganadería en zonas de alta pendiente, entre otros”, afirmó Arango Gaviria.
De igual modo, las instancias académicas del Observatorio investigan sobre aspectos sociales y culturales, en procesos relacionados con participación ciudadana, vigías del patrimonio y dinámicas educativas.
Se buscan vínculos en las estructuras curriculares de los niños de las escuelas rurales y de los jóvenes de secundaria y las universidades, para que incorporen a su aprendizaje el acervo derivado del trabajo con el PCC.
Con esta misma perspectiva de la sostenibilidad, el Observatorio ha buscado servir de sustento para conformar la Asociación de los 51 Municipios del PCC, que servirá de referente en la institucionalidad del paisaje para interactuar con el alto Gobierno, con la comunidad internacional, las gobernaciones, comités de cafeteros y la academia.
“Esto contribuye a garantizar que, a largo plazo, la comunidad local va a estar empoderada y va a ser responsable de lo que le suceda al Paisaje. Ya no solo entrará en juego el compromiso del alto Gobierno. Lo local también será protagonista mediante instancias como alcaldías, concejales, vigías del patrimonio, profesores, estudiantes, casas de la cultura, operarios de turismo, juntas de acción de las veredas, entre otras. Allí se verá el poder local al servicio de la sostenibilidad”, concluye el integrante de la Red Alma Máter.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Se busca hacer hincapié en la institucionalidad de este patrimonio.

Se busca hacer hincapié en la institucionalidad de este patrimonio.

18 de Febrero del 2013

El Plan de Manejo del Paisaje Cultural Cafetero (PCC) señala un norte para que las distintas instituciones encargadas articulen las iniciativas de sostenibilidad.

Dentro de las tareas desarrolladas por las universidades que integran el Observatorio para la Sostenibilidad del PCC, entre ellas la UN en Manizales, se ha hecho hincapié en la institucionalidad de este patrimonio en temas como la gobernanza.

“En este sentido, se trabaja de manera muy activa en la entrega de insumos y conocimientos que les permitan a las Alcaldías de los 51 municipios que integran el PCC hacer un ejercicio juicioso para  modificar, ajustar o cambiar completamente sus planes de ordenamiento territorial; de tal manera que incorporen los lineamientos básicos del Plan de Manejo, para garantizar su sostenibilidad”, expresa Óscar Arango Gaviria, coordinador de proyectos regionales de la Red Alma Máter (Red de universidades públicas del Eje Cafetero y del Tolima).

En cuanto al componente económico, uno de los intereses es ampliar la cobertura de los cafés especiales en la zona, pues es fundamental fortalecer la capacidad productiva de estas variedades como una estrategia de sostenibilidad.

“Asimismo, hay unos lineamientos estratégicos relacionados con el aspecto ambiental, como el manejo integral del recurso hídrico, la planificación de cuencas y los usos del suelo, la biodiversidad y, en general, de los recursos naturales, en asuntos fundamentales como las restricciones que tendría en minería y el cultivo de ganadería en zonas de alta pendiente, entre otros”, afirmó Arango Gaviria.

De igual modo, las instancias académicas del Observatorio investigan sobre aspectos sociales y culturales, en procesos relacionados con participación ciudadana, vigías del patrimonio y dinámicas educativas.

Se buscan vínculos en las estructuras curriculares de los niños de las escuelas rurales y de los jóvenes de secundaria y las universidades, para que incorporen a su aprendizaje el acervo derivado del trabajo con el PCC.

Con esta misma perspectiva de la sostenibilidad, el Observatorio ha buscado servir de sustento para conformar la Asociación de los 51 Municipios del PCC, que servirá de referente en la institucionalidad del paisaje para interactuar con el alto Gobierno, con la comunidad internacional, las gobernaciones, comités de cafeteros y la academia.

“Esto contribuye a garantizar que, a largo plazo, la comunidad local va a estar empoderada y va a ser responsable de lo que le suceda al Paisaje. Ya no solo entrará en juego el compromiso del alto Gobierno. Lo local también será protagonista mediante instancias como alcaldías, concejales, vigías del patrimonio, profesores, estudiantes, casas de la cultura, operarios de turismo, juntas de acción de las veredas, entre otras. Allí se verá el poder local al servicio de la sostenibilidad”, concluye el integrante de la Red Alma Máter.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html