Tag Archives: paciente

Electrodoctor, un chaleco que puede salvar vidas.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
9 de Enero del 2013
El Electrodoctor es un chaleco creado por ingenieros de la UN, que transmite al médico las señales del ritmo cardíaco y de la actividad motora de un paciente, vía correo electrónico o mensaje de texto.
Facilitar la atención oportuna a personas de cualquier edad que padezcan afecciones cardíacas, prevenir la muerte súbita en bebés al medir su frecuencia respiratoria y detectar patologías neurodegenerativas como alzhéimer o párkinson en etapas tempranas, son algunas de las funciones del innovador chaleco.
“Es un chaleco ‘inteligente’ que puede salvar vidas porque cuenta con un sistema de monitoreo médico en tiempo real”. Asimismo, “permite la transmisión constante de señales corporales del paciente, a su familia y a su médico de cabecera vía internet o celular”, explicó Gloria Patricia Cardona, ingeniera de la UN y una de sus creadoras.
La prenda, elaborada con una tela suave y cómoda que se adapta a cualquier contextura, cuenta con un mecanismo que le indica al paciente cómo ajustarla. Además, tiene un diseño confortable en el que se instalan una serie de pequeños circuitos ubicados estratégicamente para captar las señales del corazón, la respiración y los movimientos corporales.
“Una vez obtenidas las señales, la información es transmitida de forma inalámbrica a un teléfono móvil y, desde allí, a un servidor de internet que analiza los datos y envía, permanentemente, el diagnóstico vía mail o mensaje de texto”, señaló Francisco Martínez Tabares, uno de los desarrolladores del chaleco como parte de su trabajo de grado del Doctorado en Ingeniería – Línea Automática de la UN Sede Manizales.
El chaleco, basado en el concepto de ropa inteligente, es de gran utilidad para personas que viven lejos de un centro de servicios médicos porque permite un control las 24 horas y los 7 días de la semana sin salir de casa.
Este sistema portátil de monitoreo también contribuye a lograr mayor eficiencia en los deportistas.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El Electrodoctor registra y emite señales cardíacas, respiratorias y de movimiento.

El Electrodoctor registra y emite señales cardíacas, respiratorias y de movimiento.

9 de Enero del 2013

El Electrodoctor es un chaleco creado por ingenieros de la UN, que transmite al médico las señales del ritmo cardíaco y de la actividad motora de un paciente, vía correo electrónico o mensaje de texto.

Facilitar la atención oportuna a personas de cualquier edad que padezcan afecciones cardíacas, prevenir la muerte súbita en bebés al medir su frecuencia respiratoria y detectar patologías neurodegenerativas como alzhéimer o párkinson en etapas tempranas, son algunas de las funciones del innovador chaleco.

“Es un chaleco ‘inteligente’ que puede salvar vidas porque cuenta con un sistema de monitoreo médico en tiempo real”. Asimismo, “permite la transmisión constante de señales corporales del paciente, a su familia y a su médico de cabecera vía internet o celular”, explicó Gloria Patricia Cardona, ingeniera de la UN y una de sus creadoras.

La prenda, elaborada con una tela suave y cómoda que se adapta a cualquier contextura, cuenta con un mecanismo que le indica al paciente cómo ajustarla. Además, tiene un diseño confortable en el que se instalan una serie de pequeños circuitos ubicados estratégicamente para captar las señales del corazón, la respiración y los movimientos corporales.

“Una vez obtenidas las señales, la información es transmitida de forma inalámbrica a un teléfono móvil y, desde allí, a un servidor de internet que analiza los datos y envía, permanentemente, el diagnóstico vía mail o mensaje de texto”, señaló Francisco Martínez Tabares, uno de los desarrolladores del chaleco como parte de su trabajo de grado del Doctorado en Ingeniería – Línea Automática de la UN Sede Manizales.

El chaleco, basado en el concepto de ropa inteligente, es de gran utilidad para personas que viven lejos de un centro de servicios médicos porque permite un control las 24 horas y los 7 días de la semana sin salir de casa.

Este sistema portátil de monitoreo también contribuye a lograr mayor eficiencia en los deportistas.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Desarrolla el Instituto de Física de la UNAM Técnicas novedosas en mamografía digital.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
En la detección temprana de cáncer de mama, los hospitales de México generalmente usan los mastógrafos digitales, de la misma forma como se usaban los equipos analógicos anteriores. Ante ello, en el Instituto de Física (IF) de la UNAM se desarrollan nuevas técnicas que permitan “obtener el máximo provecho” de la inversión en tecnología avanzada.
Durante una década, María Ester Brandan y sus alumnos tesistas de maestría han diseñado y evaluado técnicas novedosas en mamografía digital, que no implican recursos adicionales. Al equipo que se usa para trabajo rutinario de mamografía le “sacan jugo”.
Estas tareas se basan en operaciones matemáticas aplicadas a las mamografías digitales que, dijo Brandan, son también imágenes de rayos X pero, a diferencia de las convencionales obtenidas en película radiográfica, son archivos de números.
El proyecto actual de Brandan es de resta o sustracción de imágenes y se desarrolla en colaboración con Yolanda Villaseñor, del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
En realidad, precisó, el desarrollo ha sido “una cadena de proyectos”. Tres tesistas han participado en la resta de imágenes mamográficas con la utilización de un medio de contraste basado en yodo.
En primer lugar, Verónica Ramírez hizo su tesis de maestría en Física Médica sobre resta de imágenes con energía dual, que busca visualizar microcalcificaciones mamarias. “Ahí empezó nuestra historia”, que Brandan contó al participar en los seminarios de Física Médica 2012, con el tema Técnicas novedosas en mamografía digital.
Ramírez, ingeniera física del Tec de Monterrey, hizo un estudio de factibilidad. Con el Senographe 2000D (mastógrafo digital recientemente donado por el INCan al Instituto de Física) restó pares de imágenes adquiridas con rayos X de energía diferente, para “sólo quedarnos con los calcios”.
Adaptó un formalismo matemático con el que obtuvo predicciones. Construyó un maniquí donde depositó calcificaciones de una mastectomía. Obtuvo dos imágenes (una con voltaje alto y otra con bajo); optimizó sus cálculos e hizo la resta respectiva.
La “cruda realidad” fue que se podía restar, pero el contraste de la calcificación era demasiado bajo con relación al ruido residual en el fondo de la imagen, y sólo se podría reducir si se aumentara la intensidad de los rayos X, pero eso significaría “más dosis para el paciente”.
Entonces, la siguiente pregunta fue ¿cómo aumentar el contraste en zonas de interés y, a la vez, eliminar de la imagen la estructura de la mama? De ahí, la idea de restar imágenes con el uso de un medio de contraste (con yodo).
En la siguiente etapa, participó Bianey Palma, quien con un maniquí específico para observar objetos cilíndricos (en simulación de vasculatura) que contenían una solución yodada, confirmó predicciones sobre contraste y ruido.
Luego, siguió Iván M. Rosado que mejoró la formulación; hizo predicciones más detalladas y diseñó un protocolo clínico que se presentó al Instituto Nacional de Cancerología. Actualmente, Juan Pablo Cruz Bastida se dio a la tarea de resolver algunos problemas del procesamiento que encontró Iván.
Brandan y sus tesistas experimentan con diversas modalidades de resta. Una “se basa sólo en la diferencia temporal entre las dos imágenes” (una adquirida antes de inyectar medio de contraste y la otra, después, al restar, sólo queda el yodo).
En otra, se aplicó “el formalismo de energía dual”: se toman dos imágenes al momento en que el yodo ya circula en mama y cambia la energía de los rayos X entre una y otra. La resta se diseña para enfatizar la visualización de la sustancia, lograda al eliminar el fondo estructurado.
Con Iván Rosado, Brandan mezcló las dos. Técnica temporal y de energía dual, “con resultados excelentes, que se confirmaron en los maniquíes”. Se publicaron dos artículos en Medical Physics.
“Hemos propuesto la técnica dual temporal porque ofrece el mejor contraste comparado con el ruido”, aseguró Brandan en la sala Ángel Dacal, del Instituto de Física. “En el tema de resta de imágenes mamográficas clínicas con la utilización de contraste, no hay más de cinco grupos que lo hacen en el mundo”: en Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá y nosotros.
Ahora, llega el momento de la verdad. Trabajan con la llamada técnica digital enfatizada con medio de contraste. Están en la tercera etapa. Las imágenes se toman en equipos digitales del INCan. En el protocolo, hay 20 pacientes con lesiones sospechosas. Aplican tres maneras de restar: la temporal, con cambio de energía, y “nuestra propuesta, la combinación”.
La hipótesis en que se basan estas técnicas es que al administrar un medio de contraste la sustancia circula en la sangre. Si hay una lesión maligna, la sustancia también va a ir por la nueva red sanguínea que propicia el proceso tumoral (angiogénesis), va a desbordar los nuevos vasos (aún inmaduros) e inundar la zona, de modo que al tomar la imagen con rayos X, se visualizará una región blanca.
Para Brandan, “el análisis matemático nos hizo ver desde el principio que no se obtenía el mismo contraste con la resta temporal y la combinada, aunque las predicciones eran iguales”. El estudiante Rosado postuló que el problema estaba asociado con el fondo estructurado, que influía en el resultado.
El siguiente paso lo dio Juan Pablo Cruz Bastida con una resta matricial, que permitió resolver el conflicto interno. Llegamos a un proceso “cuantitativamente sólido”.
Al aplicar la resta matricial a imágenes tomadas en un maniquí que simula la estructura de la mama, se observa que los resultados con la técnica combinada son iguales a los de la temporal.
¿Cuál es mejor? ¿Una o doble energía? Ésa es la pregunta que motivó la tesis de Cruz Bastida. Sin embargo, Brandan piensa que, una vez lograda la coincidencia numérica, ambas “son opciones favorables, y la elección de una u otra dependerá de las circunstancias. Y esa es una decisión médica”.
El formalismo actual promete; resuelve las inconsistencias. Permite, afirmó Brandan, “asociar curvas de captación de yodo con malignidad y benignidad”. Sin embargo, “nuestra experta (Yolanda Villaseñor) quisiera que el método le ofreciera un valor numérico como resultado, y aún no hemos resuelto el asunto de cómo cuantificar la captación” de yodo.
“Somos –dijo finalmente– el único grupo que trabaja en la parte cuantitativa. Los demás están más interesados en mejorar la percepción visual del radiólogo. Después de todo el esfuerzo que conlleva esta técnica, quedarse con una impresión subjetiva, sería no apreciar el valor de la información que está en los núme

El objetivo es explotar al máximo las características propias de los equipos digitales en este terreno. Son resultado de una década de investigación de María Ester Brandan y tesistas de maestría, en colaboración con el INCan.

El objetivo es explotar al máximo las características propias de los equipos digitales en este terreno. Son resultado de una década de investigación de María Ester Brandan y tesistas de maestría, en colaboración con el INCan.

31 de Agosto del 2012

En la detección temprana de cáncer de mama, los hospitales de México generalmente usan los mastógrafos digitales, de la misma forma como se usaban los equipos analógicos anteriores. Ante ello, en el Instituto de Física (IF) de la UNAM se desarrollan nuevas técnicas que permitan “obtener el máximo provecho” de la inversión en tecnología avanzada.

Durante una década, María Ester Brandan y sus alumnos tesistas de maestría han diseñado y evaluado técnicas novedosas en mamografía digital, que no implican recursos adicionales. Al equipo que se usa para trabajo rutinario de mamografía le “sacan jugo”.

Estas tareas se basan en operaciones matemáticas aplicadas a las mamografías digitales que, dijo Brandan, son también imágenes de rayos X pero, a diferencia de las convencionales obtenidas en película radiográfica, son archivos de números.

El proyecto actual de Brandan es de resta o sustracción de imágenes y se desarrolla en colaboración con Yolanda Villaseñor, del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

En realidad, precisó, el desarrollo ha sido “una cadena de proyectos”. Tres tesistas han participado en la resta de imágenes mamográficas con la utilización de un medio de contraste basado en yodo.

En primer lugar, Verónica Ramírez hizo su tesis de maestría en Física Médica sobre resta de imágenes con energía dual, que busca visualizar microcalcificaciones mamarias. “Ahí empezó nuestra historia”, que Brandan contó al participar en los seminarios de Física Médica 2012, con el tema Técnicas novedosas en mamografía digital.

Ramírez, ingeniera física del Tec de Monterrey, hizo un estudio de factibilidad. Con el Senographe 2000D (mastógrafo digital recientemente donado por el INCan al Instituto de Física) restó pares de imágenes adquiridas con rayos X de energía diferente, para “sólo quedarnos con los calcios”.

Adaptó un formalismo matemático con el que obtuvo predicciones. Construyó un maniquí donde depositó calcificaciones de una mastectomía. Obtuvo dos imágenes (una con voltaje alto y otra con bajo); optimizó sus cálculos e hizo la resta respectiva.

La “cruda realidad” fue que se podía restar, pero el contraste de la calcificación era demasiado bajo con relación al ruido residual en el fondo de la imagen, y sólo se podría reducir si se aumentara la intensidad de los rayos X, pero eso significaría “más dosis para el paciente”.

Entonces, la siguiente pregunta fue ¿cómo aumentar el contraste en zonas de interés y, a la vez, eliminar de la imagen la estructura de la mama? De ahí, la idea de restar imágenes con el uso de un medio de contraste (con yodo).

En la siguiente etapa, participó Bianey Palma, quien con un maniquí específico para observar objetos cilíndricos (en simulación de vasculatura) que contenían una solución yodada, confirmó predicciones sobre contraste y ruido.

Luego, siguió Iván M. Rosado que mejoró la formulación; hizo predicciones más detalladas y diseñó un protocolo clínico que se presentó al Instituto Nacional de Cancerología. Actualmente, Juan Pablo Cruz Bastida se dio a la tarea de resolver algunos problemas del procesamiento que encontró Iván.

Brandan y sus tesistas experimentan con diversas modalidades de resta. Una “se basa sólo en la diferencia temporal entre las dos imágenes” (una adquirida antes de inyectar medio de contraste y la otra, después, al restar, sólo queda el yodo).

En otra, se aplicó “el formalismo de energía dual”: se toman dos imágenes al momento en que el yodo ya circula en mama y cambia la energía de los rayos X entre una y otra. La resta se diseña para enfatizar la visualización de la sustancia, lograda al eliminar el fondo estructurado.

Con Iván Rosado, Brandan mezcló las dos. Técnica temporal y de energía dual, “con resultados excelentes, que se confirmaron en los maniquíes”. Se publicaron dos artículos en Medical Physics.

“Hemos propuesto la técnica dual temporal porque ofrece el mejor contraste comparado con el ruido”, aseguró Brandan en la sala Ángel Dacal, del Instituto de Física. “En el tema de resta de imágenes mamográficas clínicas con la utilización de contraste, no hay más de cinco grupos que lo hacen en el mundo”: en Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá y nosotros.

Ahora, llega el momento de la verdad. Trabajan con la llamada técnica digital enfatizada con medio de contraste. Están en la tercera etapa. Las imágenes se toman en equipos digitales del INCan. En el protocolo, hay 20 pacientes con lesiones sospechosas. Aplican tres maneras de restar: la temporal, con cambio de energía, y “nuestra propuesta, la combinación”.

La hipótesis en que se basan estas técnicas es que al administrar un medio de contraste la sustancia circula en la sangre. Si hay una lesión maligna, la sustancia también va a ir por la nueva red sanguínea que propicia el proceso tumoral (angiogénesis), va a desbordar los nuevos vasos (aún inmaduros) e inundar la zona, de modo que al tomar la imagen con rayos X, se visualizará una región blanca.

Para Brandan, “el análisis matemático nos hizo ver desde el principio que no se obtenía el mismo contraste con la resta temporal y la combinada, aunque las predicciones eran iguales”. El estudiante Rosado postuló que el problema estaba asociado con el fondo estructurado, que influía en el resultado.

El siguiente paso lo dio Juan Pablo Cruz Bastida con una resta matricial, que permitió resolver el conflicto interno. Llegamos a un proceso “cuantitativamente sólido”.

Al aplicar la resta matricial a imágenes tomadas en un maniquí que simula la estructura de la mama, se observa que los resultados con la técnica combinada son iguales a los de la temporal.

¿Cuál es mejor? ¿Una o doble energía? Ésa es la pregunta que motivó la tesis de Cruz Bastida. Sin embargo, Brandan piensa que, una vez lograda la coincidencia numérica, ambas “son opciones favorables, y la elección de una u otra dependerá de las circunstancias. Y esa es una decisión médica”.

El formalismo actual promete; resuelve las inconsistencias. Permite, afirmó Brandan, “asociar curvas de captación de yodo con malignidad y benignidad”. Sin embargo, “nuestra experta (Yolanda Villaseñor) quisiera que el método le ofreciera un valor numérico como resultado, y aún no hemos resuelto el asunto de cómo cuantificar la captación” de yodo.

“Somos –dijo finalmente– el único grupo que trabaja en la parte cuantitativa. Los demás están más interesados en mejorar la percepción visual del radiólogo. Después de todo el esfuerzo que conlleva esta técnica, quedarse con una impresión subjetiva, sería no apreciar el valor de la información que está en los números”.

Boletín UNAM-DGCS-536

Ciudad Universitaria.

El síndrome de burnout, entre personal de salud

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Entre el personal de salud, los síntomas físicos más frecuentes de estrés crónico son cefalea, agotamiento físico, insomnio y trastornos gastrointestinales que no tienen una causa orgánica explicable.
Entre el personal de salud, los síntomas físicos más frecuentes de estrés crónico son cefalea, agotamiento físico, insomnio y trastornos gastrointestinales que no tienen una causa orgánica explicable.

20 de enero de 2011

• Es el deterioro o agotamiento producido por el excesivo gasto de recursos físicos y emocionales que implica una determinada actividad profesional
• Los servicios de salud pública se deterioran y los médicos deben enfrentar los males del paciente, pero al mismo tiempo, las instituciones donde laboran no cuentan con recursos suficientes, dijo María Eloisa Dickinson, del Departamento de Medicina Familiar de la FM de la UNAM

El síndrome de burnout es el deterioro o agotamiento producido por el excesivo gasto de recursos físicos y emocionales que implica una determinada actividad profesional.

Empezó a ser detectado a mediados de la década de los años 70 en psicólogos y psiquiatras, y posteriormente, en individuos que por su profesión u oficio deben tener trato con otras personas, como médicos, enfermeras, profesores, trabajadoras sociales, bomberos, policías e incluso sacerdotes y personas que cuidan a un familiar con alguna enfermedad como Alzheimer.

En México, el síndrome de burnout (llamado también síndrome de desgaste profesional o síndrome de desgaste ocupacional) comenzó a ser estudiado no hace mucho tiempo.

“Hacia 1994, empezamos a trabajar con él en el Departamento de Medicina Familiar, pero no en profesionales de la salud que estuvieran en áreas más críticas y estresantes (terapias intensivas, quirófanos y urgencias), sino en personal de primer nivel, de consulta externa, como médicos clínicos y trabajadores sociales”, dijo María Eloisa Dickinson, investigadora de ese Departamento en la Facultad de Medicina (FM).

Está perfectamente demostrado que el síndrome de burnout tiene mucho que ver con el estrés. Dickinson y sus colaboradores ahora trabajan con los factores psicosociales relacionados.

“El estrés es una respuesta a factores externos. Podría responder con mucho estrés a una determinada situación, pero otra persona podría reaccionar con menos. Entonces, es una respuesta individual influida por factores personales (control de las emociones, la seguridad en uno mismo y la autoestima), psicológicos, sociales y culturales”, señaló.

Entre el personal de salud, los síntomas físicos más frecuentes de estrés crónico son cefalea, agotamiento físico, insomnio y trastornos gastrointestinales que no tienen una causa orgánica explicable, y entre los psicológicos, están la baja autoestima, pensamientos suicidas, negación de las emociones y distanciamiento afectivo, que a su vez, pueden traer como consecuencia ausentismo laboral, abuso de drogas, conducta violenta, irritabilidad, incapacidad para concentrarse, atención selectiva de pacientes y desplazamiento de afectos.

Características del síndrome de burnout

El síndrome de burnout se caracteriza por tres elementos fundamentales: el cansancio o agotamiento emocional, la frustración o insatisfacción por lo que se hace, y la despersonalización, que se manifiesta como indiferencia o apatía ante el trabajo.

“Personas entregadas a su labor de repente se vuelven apáticas, se sienten incapaces de tener logros personales, se ausentan, empiezan a cometer errores, maltratan a los pacientes. Por supuesto, presentan síntomas físicos, pero no específicos, de una enfermedad. Pueden tener palpitaciones, gastritis, migrañas… No hay un cuadro clínico que diga: éste es el síndrome de burnout que, por cierto, puede llevar al suicidio”, indicó Dickinson.

La investigadora universitaria consideró que este conjunto de síntomas ya es grave, porque se presenta aparentemente con mayor frecuencia, y porque ahora se asocia a una problemática social.

“Día a día, los servicios de salud pública se deterioran cada vez más, y los médicos, finalmente, son quienes deben enfrentar los males del paciente, pero al mismo tiempo, las instituciones donde laboran no cuentan con recursos suficientes. De aquí, la presencia creciente del síndrome entre el personal de salud”, comentó.

Tres factores lo desencadenan entre el personal de salud: la manera individual en que se responde a una determinada situación, el ambiente laboral y el tipo de pacientes que deben ser atendidos.

Para tener la oportunidad de manejar adecuadamente este síndrome, lo principal es detectarlo de manera temprana y no esperar sus consecuencias. Posteriormente, la primera medida que se debe tomar es sacar al individuo del ambiente en el que labora, aunque sea de manera temporal.

“Con frecuencia, el personal de salud no toma vacaciones; en algunas instituciones, incluso, reciben dinero por ellas, pero esto no es bueno”, apuntó Dickinson.

Otra medida es llevar al sujeto a uno de los Grupos Balint, donde los trabajadores de la salud se reúnen y comentan cómo viven su situación, qué les generan los pacientes, cuáles les incomodan y qué situaciones están mal para ellos (cada uno de estos grupos es coordinado por un terapeuta).

“Como es difícil cambiar los ambientes laborales, debemos hacer que la persona desarrolle todas sus capacidades y habilidades para enfrentar saludablemente el estrés crónico y evitar la aparición del síndrome”, consideró.

La culpa, el detonador

Gil Montes, psicólogo español que ha trabajado con el síndrome de burnout, ha establecido que el detonador para que aparezca son los sentimientos de culpa que empieza a experimentar el individuo al percatarse que hace mal las cosas.

“Como en todas las situaciones emocionales, pocas personas piden ayuda y casi todas buscan la solución por otras vías, como el alcohol, principalmente, y otras drogas”, señaló Dickinson.

Vivimos en una sociedad en la que el estrés se incrementa por culpa de la violencia, la inseguridad y la errática economía, fundamentalmente, y en opinión de la investigadora, se debe trabajar para dominarlo, pues con él se forman círculos viciosos: un médico estresado empieza a tratar mal a sus pacientes, éstos se quejan del servicio y, ya estresados, agreden.

“Es terrible: el médico atiende al paciente y con su conocimiento y experiencia trata de resolver los problemas que surgen, pero difícilmente puede hacer frente a situaciones como el desabasto de medicamentos; a final de cuentas, receta un fármaco, aunque sabe que no va a ser tomado porque es carísimo. Todo esto genera un estrés enorme en médico y paciente”, finalizó.

Créditos: UNAM-DGCS-040-2011/unam.mx