



Violeta Orozco Barrera, alumna de la licenciatura en Filosofía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, ganó el Premio Nacional al Estudiante Universitario José Emilio Pacheco en la categoría Poesía, convocado por la Universidad Veracruzana.
En el certamen, donde contendieron 77 poemarios, la joven presentó uno integrado por Costa primera y Neptuno, bajo el seudónimo Dalia Coral.
Los versos están inspirados en el mar, una de las obsesiones de Orozco y Pacheco. Cada sección narra experiencias de encuentro, misterio, arrebato, belleza, temor, recuerdo, reencuentro, plenitud, despedida, separación, desolación y desafío.
La atracción de Violeta por el océano surgió en la niñez, al jugar en la playa Las Cuevas, en Bahía de Banderas, Nayarit, pero su privatización le dejó mal sabor de boca. Fue hasta hace unos meses, en Cozumel, que encontró de nuevo esa plenitud; dicho acercamiento inspiró Costa primera.
Aunque el poema fue concebido en diciembre, meses después vio la convocatoria y decidió concursar con esta poesía en prosa, género híbrido y delicado, por lo que le dio una estructura de historia. “No es una narración de paisaje y estado de ánimo, sino de una experiencia”.
En una semana, en la que durmió poco, “lo pulí para dejarlo completo y que no sobrara ni faltara nada”. Al final, el empeño tuvo su recompensa, obtuvo el premio que rinde homenaje a Pacheco, “uno de los más grandes poetas de Latinoamérica y de todos los tiempos”.
Este esfuerzo es el primer paso de Violeta en el camino literario, pues tras concluir sus estudios persistirá en esa vocación. “Me dedicaré a la divulgación de la ciencia y espero escribir otras cosas”, afirmó.
Orozco invitó a los universitarios a acercarse a la poesía porque es un género que se lee en poco tiempo y condensa mucho; “es una belleza no evidente y te debes aproximar a ella por varios lados para apreciarla y agotarla. Puedes leerla las veces que quieras y no se acabarán sus significados. Como el mar, no tienen fin”, concluyó.
Créditos: UNAM-DGCS-447-2014