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ENSAYAN EN LA UNAM NUEVOS NANOMATERIALES CON PROPIEDADES ELÉCTRICAS Y MAGNÉTICAS

 
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magnetismonano26 de julio de 2014

En busca de nuevos materiales multiferroicos que suman propiedades eléctricas y magnéticas, un grupo de investigadores del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de la UNAM ensaya, en la escala de lo pequeño, nuevas combinaciones para la tecnología del siglo XXI.

Útiles como componentes de dispositivos médicos, electrónicos, de cómputo y en celdas solares, los multiferroicos son materiales de amplia aplicación industrial, pero tienen elementos contaminantes como el plomo.

“Uno de los retos es sustituir paulatinamente los componentes que dañan al medio ambiente con nuevas combinaciones, pero sin perder eficiencia”, planteó Jesús María Siqueiros Beltrones, investigador del CNyN campus Ensenada de esta casa de estudios.

Eléctricos y magnéticos

La ferroelectricidad es la capacidad de algunos materiales para guardar información en su estructura cristalina, sin necesidad de conectarlos a una fuente de energía como la corriente eléctrica o las baterías. Los datos se almacenan por la polarización eléctrica, que puede ser activada externamente por un voltaje y persistir aunque éste sea retirado.

En tanto, el ferromagnetismo representa un comportamiento similar, excepto que aquí hablamos de polarización magnética y dipolos magnéticos; no obstante el origen de la ferroelectricidad y el magnetismo es diferente.

Habría un tercer fenómeno de este tipo, la ferroelasticidad, que refiere las deformaciones espontáneas del material.

Se le llama multiferroico a un material que en su comportamiento presente al menos dos de estas tres propiedades. Siqueiros Beltrones explicó que los materiales con esta doble capacidad pueden construirse en forma de cerámica (pastillas o tabletas) o de película delgada (capas con espesores que van de algunos hasta 500 nanómetros).

“Como cerámicos dominan en cierto tipo de aplicaciones médicas. Por ejemplo, el titanato o circonato de plomo (PZT, que convierte la energía mecánica en electricidad y viceversa) sirve para producir fuentes de ultrasonido –con éste se hacen estudios diagnósticos–, también funciona como sensor de ultrasonido para sonares y otros equipos marinos”, detalló.

En tanto, como películas delgadas se usan en microelectrónica de la computación. “Por sus propiedades, se aprovechan para construir memorias de computadora en diferentes formas. Los ferroeléctricos presentan, incluso en ausencia de un campo eléctrico, una polarización eléctrica; esta última se puede invertir, lo que permite crear dispositivos de cómputo, pues define dos estados estables (cero y uno) y con eso es factible construir el álgebra en la que se basa la computación”, resumió.

Las películas delgadas de materiales ferroeléctricos tienen, en general, una constante dieléctrica muy alta, lo que ayuda a desarrollar condensadores pequeños, pero de gran capacidad.

“Al habilitar en estos materiales la propiedad magnética, surge la posibilidad de construir memoria de computadora que en vez de dos estados estables tenga cuatro, pues el campo eléctrico puede tener dos orientaciones, el campo magnético otras dos, y es posible combinar ambos fenómenos, lo que amplía la capacidad de la memoria. Es algo que se investiga en la actualidad”, señaló.

Moléculas de un material a otro

Entre sus experimentos, los científicos universitarios utilizan la ablación láser, un método que, tras bombardear con haces de luz láser de alta potencia un material, desprenden de éste átomos, moléculas y partículas que se depositan sobre un sustrato o sobre otra película delgada de un material diferente, para obtener un sistema con nuevas capacidades.

Para sustituir al plomo, se ha experimentado con titanato de bario, considerado el material piezoeléctrico por excelencia, que tuvo auge tras la Segunda Guerra Mundial. “Sigue presente, pero no se ha establecido como material definitivo. Se usa mucho para condensadores, pero no tanto para memoria”, indicó.
El físico y sus colegas prueban opciones no contaminantes a partir de materiales cerámicos como niobio, potasio y sodio, llamados genéricamente KNN.

“Bajo ciertas condiciones especiales comienzan a dar propiedades. A los KNN les agregamos elementos de tierras raras como lantano, y otras como litio y tantalio; así, hemos logrado mejorar algunas propiedades. Estamos en el proceso de integrar a ese material ‘impurificaciones’ que van del 0.5 al tres por ciento atómico”, precisó.

Hasta ahora, prosiguió, el desarrollo más prometedor es el KNN, aunque enfrentan el problema de que los compuestos de sodio y potasio son higroscópicos (les gusta el agua), así que se debe cuidar que el material no absorba humedad, que esté encapsulado o aislado, lo que traduce el inconveniente tecnológico en uno económico, pues se requiere un proceso adicional en la fabricación.

Otro material con el que experimentan en el CNyN es el PFN, un óxido de plomo, fierro y niobio, que tiene comportamiento ferroeléctrico y magnético. “Lo más importante es la interacción entre ambos, pues esto permite, en aplicaciones en cómputo, grabar magnéticamente y leer eléctricamente un proceso que es energéticamente muy eficiente”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-427-2014

Desarrollan en la UNAM nanocatalizador que separa el azufre del petróleo

 
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28 de octubre de 2013

Desarrollan en la UNAM nanocatalizador que separa el azufre del petróleo
Desarrollan en la UNAM nanocatalizador que separa el azufre del petróleo

• El proceso mejora la calidad de los hidrocarburos mexicanos y reduce las emisiones contaminantes al ambiente, dijo Sergio Fuentes Moyado, director del Centro de Nanociencias y Nanotecnología
• Protegido con una patente, el desarrollo cuenta con prototipos y pruebas a escalas experimental y piloto; espera la aprobación de Petróleos Mexicanos para avanzar a escala industrial en una refinería de la paraestatal

Para generar combustibles “ultralimpios” con bajo contenido de azufre y menos emisiones contaminantes al ambiente, Sergio Fuentes Moyado, director del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de la UNAM, encabeza un proyecto multi institucional para llevar a la industria petrolera un nanocatalizador que separa el azufre del petróleo.

Luego de tres años de investigación a escalas experimental y piloto, el desarrollo tecnológico cuenta con prototipos, una patente nacional y está listo para probarse en la industria, en alguna refinería.

En la actualidad, en los países desarrollados se admiten menos de 30 partes por millón de azufre en las gasolinas y menos de 15 en el diésel. “En principio los petróleos se clasifican en ligeros y pesados, según la densidad y el número de impurezas que contiene”, el problema es que el petróleo mexicano tipo Maya, agrupado entre los crudos pesados, tiene hasta 30 mil partes por millón de ese elemento químico, muy contaminante para el ambiente.

“Con el nanocatalizador logramos bajar el diésel a 10 ó 15 partes de azufre por millón durante el proceso de refinación llamado hidrodesulfuración o eliminación del azufre”, destacó Fuentes Moyado, ingeniero químico y doctor de Estado en ciencias físicas.

Además del grupo del CNyN, en el proyecto participan, por parte de la UNAM, los institutos de Física y de Investigaciones en Materiales, así como el Centro de Ciencias Aplicadas y de Desarrollo Tecnológico. Interinstitucionalmente, las universidades Veracruzana, Autónoma Metropolitana, Autónoma de Baja California, del Papaloapan, de Texas en San Antonio, Estados Unidos y el Instituto de Investigación sobre Catálisis y Medio Ambiente (IRCELYON, por sus siglas en francés) de Lyon, Francia.

“Es un proyecto en el que llevamos el liderazgo, pero es una colaboración entre varias instituciones. Lo sometimos al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en la convocatoria Sener-Hidrocarburos y en los últimos tres años hemos obtenido resultados satisfactorios que cumplen los requerimientos que Petróleos Mexicanos (Pemex) marca, pues la paraestatal hace un esfuerzo para generar esos combustibles ultralimpios dentro de las refinerías.

“Llegamos a obtener diésel bajo las condiciones que ellos usan en la planta y logramos catalizadores que obtienen menos de 10 partes por millón de azufre”, explicó.

Eficiencia a escala nano

El funcionamiento de este proceso se realiza con catalizadores a nivel nanométrico. “Eso lo hace eficiente y con las cantidades o volúmenes que se requieren”, detalló.

En el proceso de hidrodesulfuración, los nanocatalizadores logran quitar azufre. “El catalizador lo elimina de las moléculas de la gasolina y del diésel, pues éstas se depositan sobre pequeños arreglos a nivel de cuatro a cinco nanómetros y ahí ocurre la reacción y se suprime el azufre en presencia de hidrógeno. Así, a la salida del proceso se obtienen moléculas limpias, que se utilizan en los combustibles”, destacó.

La parte más importante del desarrollo, que es la síntesis del catalizador, se realizó en Ensenada, Baja California, en el Laboratorio de Procesamiento de Hidrocarburos, creado a raíz de la autorización de este proyecto.

“Tenemos patente, proyectos en planta piloto y prototipos. Ahora hacemos el estudio para saber si se puede escalar a nivel industrial, producir toneladas en vez de kilogramos e instalar el proceso en una refinería”, acotó.

En estos tres años de trabajo han pasado de la fase experimental en el CNyN en Ensenada, a la planta piloto del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), en el Distrito Federal.

Para avanzar, Pemex debe aprobar que el proyecto pase a la escala de producción de toneladas. “Hemos presentado un avance de los resultados, están interesados y falta una reunión para decidir las posibilidades de que se realice a escala industrial”, relató.

De ser así, los nanocatalizadores se fabricarían en Estados Unidos, pues en nuestro país no existen empresas que los hagan.

“Se requiere gran infraestructura. El diseño que hemos hecho partió desde lo más fundamental, que es entender cómo se unen las moléculas a los catalizadores y cómo podemos lograr que los sitios activos del catalizador tengan más contacto con el fluido, sea gasolina o diésel. Hay un diseño involucrado con aplicación del conocimiento”. Ojalá en un futuro podamos producirlos totalmente en México, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-644

Nanotecnología en la industria de alimentos, sin regulación

 
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Muchas compañías temen emplear la palabra nanotecnología en su bibliografía o, incluso, en la descripción de los productos.
Muchas compañías temen emplear la palabra nanotecnología en su bibliografía o, incluso, en la descripción de los productos.

25 de junio de 2012
Aplicar esta tecnología en la industria alimenticia es muy complicado. Muchas compañías temen emplear la palabra nanotecnología en su bibliografía o, incluso, en la descripción de los productos.

Esto se debe a que hay muchos Gobiernos que no han emitido las regulaciones necesarias, lo cual puede generar cierta desconfianza en el consumidor, por no saber qué está comiendo o si puede ser potencialmente dañino en un futuro.

Así lo manifestó Rickey Yada, doctor en Ciencia de los Alimentos de la University of British Columbia (EE. UU.) y director científico de Advanced Foods & Materials Canada, invitado por la Oficina de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales (ORI) de la UN al Foro “Conservación y vida útil de alimentos para aumentar la productividad”, dentro del marco de la Feria Alimentec en Corferias.

Según el experto, una de las aplicaciones en este campo tiene que ver con los nutracéuticos (sustancias o compuestos naturales con acción terapéutica), que ayudan a evitar enfermedades. Y estos pueden ser distribuidos de diferentes formas, como vitaminas o medicamentos, en variadas presentaciones.

Lo cierto es que con el uso de la nanotecnología se pueden crear partículas que agilizan la transmisión de nutrientes o principios de los medicamentos. Por ende, sus efectos van a ser mucho más rápidos.

También se refiere a los beneficios y riesgos potenciales que enfrenta toda nueva tecnología. Y lo ejemplifica con la industria del automóvil, donde el vehículo se moviliza del punto A al punto B, pero se presentan accidentes y cosas por el estilo.

“Lo que se evalúa siempre que se desarrolla una nueva tecnología es que los beneficios superen a los riesgos, que sean suficientemente importantes. Y eso es lo que se está haciendo en la industria de los alimentos”, puntualiza.

Otras aplicaciones

Según el académico, se trata de una innovación tan profunda que nos permite reconstruir nuestro mundo molécula por molécula. Amplía la eficiencia de las tecnologías existentes y ayuda a solucionar retos de la humanidad.

Mencionó, además, que la nanotecnología es una enorme ventaja para el desarrollo de cualquier industria, y que contribuye a resolver problemas importantes del planeta relacionados con los alimentos, el medioambiente y la energía, entre otros.

Citó dos ejemplos en los que esta se utiliza. Uno de ellos es el bloqueador solar; el otro, la ropa atlética-deportiva, la cual contiene nanopartículas y antimicrobianos que inhiben olor después de ser usada.

Según él, hay muchísimos campos en los que la nanotecnología va a empezar a jugar un papel importante. Entre ellos, la transmisión de nutrientes para mejorar las técnicas de purificación del agua y el desarrollo de pesticidas; pero también, en el sector de la seguridad alimentaria a través de empaques para alimentos y agroquímicos, un trabajo que incluye procesos antimicrobianos y utiliza nanosensores.

“Uno de los empaques que se han desarrollado es el de antimicrobianos con zinc y oxígeno, con el que se combaten bacterias como E. Coli y la Salmonella, por ejemplo. También se previene el crecimiento de hongos”, explica.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Nanotecnología evitaría cirugías ortopédicas correctivas

 
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Modificando el titanio mediante la incorporación de nanopartículas, las células óseas se adaptan mejor a los implantes, lo que reduciría la necesidad de intervenciones quirúrgicas correctivas.
Modificando el titanio mediante la incorporación de nanopartículas, las células óseas se adaptan mejor a los implantes, lo que reduciría la necesidad de intervenciones quirúrgicas correctivas.

29 de octubre de 2011

Agencia de Noticias UN- Modificando el titanio mediante la incorporación de nanopartículas, las células óseas se adaptan mejor a los implantes, lo que reduciría la necesidad de intervenciones quirúrgicas correctivas.

Al recurrir a elementos como tornillos y láminas para corregir fracturas óseas, el organismo tiende a encapsular los implantes, compuestos en la mayoría de casos por titanio, causando que  este se aísle, desajuste y que finalmente deba ser remplazado.

El costo de las intervenciones, los largos periodos de recuperación y el riesgo de las operaciones en pacientes de edad avanzada son algunos de los problemas que actualmente generan este tipo de procedimientos.

Sin embargo, con el trabajo desarrollado por la investigadora Dianney Clavijo, profesora de la Universidad Nacional de Colombia y Unisánitas, el problema puede reducirse gracias a la osteointegración (integración estructural del hueso con el implante), modificando química y topográficamente la superficie del titanio.

“Las proteínas que están en la superficie de este material (entre ellas la fibronectina y la vitronectina) son las que llaman a las células óseas a establecerse en la superficie del metal. Pero ellas tienden a desaparecer, por lo que buscamos la forma de conservarlas y además de modificar la textura de la superficie para que se asemeje a la del hueso y así las células óseas se puedan instaurar”, destacó la investigadora.

Para ello, utilizando un proceso conocido como electrospray (aplicación de altos voltajes eléctricos para dispersar líquidos en forma de aerosol), el equipo conformado por José Edgar Alfonso, Carmen Alicia Martínez y Álvaro Perea, liderado por Clavijo, logró implementar nanopartículas sobre el metal, creando poros y relieves similares a los de los huesos y reduciendo la pérdida de proteínas para su formación.

“Lo que hacemos es casi ‘engañar’ las células para que se acomoden al implante y así, por ejemplo en el caso de los tornillos, no se suelten sino que sean totalmente compatibles con el hueso”, destacó la docente.

El desarrollo ya obtuvo resultados positivos in vitro, con los que se espera iniciar la prueba del material en implantes en ratones para posteriormente ser llevado a experimentación en humanos.

“Los resultados demostraron que las proteínas llegan en el titanio recubierto con nanopartículas, se conservan y por ello proliferaron las células óseas. Finalmente, luego de 14 días en cultivo, se formó fosfato de calcio, componente principal del hueso”, destacó la investigadora de la UN.

Como complemento al desarrollo, la investigadora también trabaja en la aplicación de nanopartículas cerámicas, material considerado con mayor biocompatibilidad actualmente.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Nanotecnología en Colombia tiene un “nanopresupuesto”

 
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9 de septiembre del 2011

 

Germán Antonio Pérez Alcázar, docente de la Universidad del Valle. Fotos: Manizales/Unimedios
Germán Antonio Pérez Alcázar, docente de la Universidad del Valle. Fotos: Manizales/Unimedios

 

Manizales, – Agencia de Noticias UN – Así lo afirmó Germán Antonio Pérez Alcázar, docente de la Universidad del Valle, invitado por la UN en Manizales a exponer este tema con la comunidad académica.

La nanotecnología estudia y realiza aplicaciones científicas a escalas atómicas y moleculares en diversas áreas como matemáticas, física, química, biología, medicina e ingeniería de materiales.

Aunque parezca un tema lejano a la cotidianidad es una ocupación de la ciencia moderna presente en muchos aspectos. “Esta disciplina sirve para hacer dispositivos aplicados a la vida real que son útiles para la humanidad, sobre todo para mejorar su calidad de vida”, explicó Álvaro Orlando Pulzara, docente y director de Laboratorios de la UN en Manizales.

En el espacio académico dedicado a la reflexión sobre el tema, Pérez Alcázar aseguró que la nanotecnología podría llegar a convertirse en la segunda revolución industrial.  

“Cuando se dio la primera revolución  todo comenzó con investigaciones sencillas que  posteriormente involucraron grandes aplicaciones y eso  está pasando justamente ahora,  pues estamos comenzando a producir cosas pequeñas para generar  impactos mayores en la sociedad”.

Uno de los temas más álgidos de esta reflexión fue el rubro presupuestal  que se maneja en Colombia para el desarrollo de esta técnica, la cual debe impulsarse a través de esfuerzos y políticas de Estado.

“Excluyendo a los países europeos, a Norteamérica y algunos asiáticos, el 2% de la inversión en esta materia la hace el resto del mundo y Colombia está en este margen. Esto quiere decir que el rubro destinado es un nanopresupuesto” concluyó  el   investigador invitado.

Jhon Eduard Aguirre Arboleda, estudiante de Ingeniería Física y uno de los asistentes a este evento, destacó la importancia de profundizar en un tema que en la actualidad marca la diferencia en cuanto a rapidez y mejoramiento de los sistemas.

Créditos:agenciadenoticias.unal.edu.co