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Estudio de rizobacterias beneficiaría a las plantas

 
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Las rizobacterias son unos microorganismos que crecen justo donde hay una interfaz entre la raíz y el suelo.
Las rizobacterias son unos microorganismos que crecen justo donde hay una interfaz entre la raíz y el suelo.

6 de junio de 2012

Analizar las rizobacterias favorecería el proceso de crecimiento de las plantas. Además, estas podrían contribuir con una mayor captura de CO2 de la atmósfera.

Las rizobacterias son unos microorganismos que crecen justo donde hay una interfaz entre la raíz y el suelo; eso es lo que se conoce como rizósfera. Allí hay una cantidad de microorganismos que promueven el crecimiento de las plantas, mejoran su capacidad para absorber nutrientes y también se generan unas sustancias que les permiten defenderse contra el ataque de otros microorganismos patogénicos.

Los investigadores, inicialmente, aíslan los microorganismos de las raíces bajo condiciones asépticas, luego se llevan al laboratorio y  se cultivan en medios específicos, de ahí se estudian a nivel molecular y se hacen una serie de pruebas para descubrir las propiedades que pueden tener. Si se encuentran algunas bacterias sobresalientes se empiezan a hacer pruebas en invernadero y luego a nivel de campo. Si los resultados son positivos se pueden generar bioinsumos para ser comercializados.

Para Walter Osorio, docente de la Facultad de Ciencias, “promover el crecimiento vegetal se puede lograr desde muchas perspectivas: una de ellas mejorando la nutrición vegetal, con lo que se podría pensar en la reducción del uso de fertilizantes químicos; también se podría controlar diferentes fitopatógenos de las plantas, lo que reduciría el uso de fungicidas; y si se mejoran los factores de crecimiento las plantas podrían capturar más CO2, lo cual ayudaría mucho a reducir la afectación del cambio climático”.

Prácticas como la minería, la ganadería extensiva y los monocultivos, son perjudiciales para el desarrollo del suelo, de hecho, lo que hacen es desgastarlo a tal punto que este pierde sus nutrientes o se vuelve propenso a enfermedades que terminan por atacar a la vegetación restante. Según el académico, si se sigue investigando en esta vía, las rizobacterias aportarían a la recuperación de estos suelos degradados, pero de manera natural y sin necesidad de químicos que contaminen el agroecosistema.

“Acá en el país todavía estamos en una etapa muy embrionaria del reconocimiento de estos beneficios. Tenemos que aprovechar que con el TLC estamos en una posición donde podemos producir estos productos agrícolas en una forma muy sana y dándole un mejor sello de comercialización para el negocio con Estados Unidos o Canadá”, explica Osorio.

Para promover la investigación en Latinoamérica, poner a Colombia como un líder en todo ese proceso y trabajar combinadamente con el resto de colegas de la región para hacer aportes significativos en esta área del conocimiento, la Universidad Nacional será anfitriona del Noveno Seminario Internacional y Primer Seminario Latinoamericano sobre PGPR (Rizobacterias promotoras de crecimiento vegetal).

Este seminario, consecuencia de otros que se han hecho en varias partes del mundo, se realizará hasta el 8 de junio en el recinto Quirama de Comfenalco. El objetivo es divulgar la información científica, los últimos hallazgos en relación a la investigación de estos microorganismos y, al mismo tiempo, propiciar un encuentro entre los investigadores para el intercambio de conocimientos, metodologías y nuevos hallazgos.

Cerrando la invitación, dice Osorio: “Vamos a tener conferencias magistrales, presentaciones cortas de otros expertos y una sesión de pósters donde los investigadores mostrarán sus investigaciones más recientes”.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Estudia IPN propiedades del pulque para evitar enfermedades gastrointestinales y cardiovasculares

 
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pulque8 de febrero de 2011

• Hasta el momento han encontrado cuatro cepas de bacterias que han sobrevivido a condiciones similares a las del tracto digestivo e inhibido microorganismos patógenos que provocan enfermedades gastrointestinales

Debido a que actualmente no existen cepas probióticas mexicanas, la científica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Yadira Rivera Espinoza, lleva a cabo un proyecto de investigación para obtener, a partir del pulque, microorganismos que incidan favorablemente en la salud de la población.

La directora del proyecto, que se realiza en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), explicó que la fermentación del pulque se lleva a cabo en tres etapas: láctica, alcohólica y viscosa. Durante la primera fase se han aislado hasta el momento cinco cepas diferentes de bacterias con características probióticas, ya que resisten condiciones gastrointestinales e inhiben microorganismos patógenos.

Rivera Espinoza subrayó que el pulque, además de ser un producto con alto contenido de minerales, aminoácidos, enzimas y vitaminas C y del complejo B, es una rica fuente de bacterias con potencial probiótico en la etapa de fermentación láctica estudiada por su grupo de trabajo.

“El pulque que estamos estudiando proviene de Tizayuca, Hidalgo, posteriormente estudiaremos producto de otras regiones para comparar si están presentes las mismas cepas y especies en todos los pulques”, acotó.

La científica politécnica precisó que para comprobar las propiedades del pulque sometieron a las bacterias a una situación de estrés para simular las condiciones del tracto intestinal.

“Corroboramos en estudios in vitro que sobreviven sin problema en el ambiente gástrico, inhiben microorganismos patógenos como la Escherichia coli, Salmonella typhimurium y Citrobacter freundii, que causan enfermedades gastrointestinales, además son sensibles a los antibióticos, esto último garantiza que no haya transferencia de información genética entre los microorganismos probióticos y los patógenos”, advirtió.

Rivera Espinoza refirió que la primera etapa del proyecto consiste en la identificación de las cepas pulque de distintas regiones con características probióticas, posteriormente estudiarán su inocuidad y su efectividad en modelos in vivo para seleccionar las bacterias más aptas y posiblemente las incorporarán a algún producto no lácteo.

“La idea es evaluar perfectamente bien las bacterias y en el mediano plazo adicionarlas a algún producto que, por supuesto, sería pasteurizado y podría ser el agua miel para incentivar la producción del agave pulquero o en algún jugo. La presentación dependerá de los resultados que se obtengan en estudios de vida de anaquel; otra opción sería optar por la encapsulación de los microorganismos para garantizar que las bacterias lleguen intactas al tracto intestinal y, de esta manera, puedan ejercer beneficios a la salud”, afirmó.

Además de adicionar las bacterias probióticas a algún producto alimenticio, la especialista de la ENCB indicó que evaluarán el efecto que tienen éstas en la reducción del colesterol del organismo, partiendo de la hipótesis de producen una enzima conocida como sal biliar hidrolasa, misma que disocia las sales biliares.

“Vamos a buscar las enzimas que sospechamos que juegan un papel importante en la reducción del colesterol. Primero haremos estudios in vitro y después in vivo con ratas, para lo cual planeamos utilizar el modelo de ratas con hipercolesterolemia, y a partir de ahí hacer ensayos para corroborar la disminución de colesterol y triglicéridos” puntualizó.

Rivera Espinoza expuso que como resultado de esta investigación se ha producido una tesis de maestría y están en proceso dos más y otro tanto en doctorado, además se publicará un artículo científico en el que se reportarán los avances de la investigación.

La investigadora de la ENCB hizo hincapié en que algunos de los propósitos que motivaron el desarrollo de este trabajo son la necesidad de contar con cepas probióticas mexicanas, rescatar un producto tradicional y, si se comprueba la hipótesis de que el pulque puede reducir el colesterol, contribuir a reducir enfermedades cardiovasculares.

Créditos: Comunicación Social/IPN/ Boletín 031

Imagen: apan.blogia.com